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Toda Historia es en parte un mito. Pero mito en tanto verdad no-velada, novelada por los protagonistas y sin velar porque allí es posible leer las marcas de las ideas, de las biografías y de lo que estructura el devenir.
Esta sección de Historias nos parece pertinente. Los psicoanalistas escuchamos historias, y estas, las del psicoanálisis, nos iluminan acerca de los avatares de las cuestiones teóricas, de las Instituciones, de las personas y de la clínica. En este caso, dos autores que son historia viviente: Fernando Ulloa y Emilio Rodrigué.
Reunidos aquí en parte por el azar de la publicación, son amigos íntimos en sus vidas personales, ambos formaron parte de las primeras camadas de psicoanalistas, ambos rompieron con APA, ambos tuvieron militancia política, ambos hicieron escuela y curiosamente, ambos se acercaron en la madurez de sus carreras a Lacan. En los textos presentados, los dos nos cuentan sus vicisitudes en relación a la Institución analítica y al psicoanálisis. En el caso de Rodrigué, nos acerca dos capítulos de su último libro recién editado: "El libro de las separaciones", de Ed. Sudamericana, con su estilo anecdótico y de fácil lectura. Ulloa, en cambio, trata de articular su recorrido personal, con su posición teórica institucional.
Recordamos que esta sección se inició en el número 10, con artículos de Juan Carlos Vonovich (Psicoanálisis argentino: casi treinta años sin plataforma), Hector Becerra (El pase de Oscar Massota), Federico Aberastury (Historia, actualidad y posibilidades del instituto en la APA actual) y Fernando Fabris (Pichon-Rivière a comienzos de los años 30).