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Descriptivamente, podríamos decir que la característica común de los artículos agrupados en esta sección es la referencia directa o indirecta a casos clínicos (sean propios o de terceros), o el tratamiento de problemas muy relacionados con la clínica. A continuación, una breve presentaciónde cada artículo.
En "Fantasma y cura", Roberto Consolo subraya la importancia del fantasma como aquello que permite ensamblar clínica ltodos los conceptos psicoanalíticos, y señala que para la dirección de la cura es necesario un trabajo de lectura que concluya en la formulación del fantasma fundamental. El caso clínico que presenta se articula en esa orientación. En particular, es interesante como Consolo deslinda, en el caso de un paciente que inicia su análisis con un duelo por su padre, entre las fantasías típicamente obsesivas de dicho paciente (en particular la del héroe) y lo que sería el trabajo de lectura de su fantasma fundamental.
Clara Cruglak, en "Caracter y fantasma", busca articular algunos de los problemas que se presentan en esos momentos en que la fijeza del síntoma lleva a pensar en algo que excedería la rigidez de la cristalización de una identificación. Estos problemas son los que la llevan a una revisión de la noción de carácter.
Para Clugak, "el carácter es un elemento de la estructura que participa en el registro imaginario, con el anclaje en lo real que le otorga, desde lo simbólico, el rasgo de identificación que comparte con el yo en el proceso de identificación", y la articulación con el fantasma radica en que "se trata de la fijación de un rasgo petrificado en la base" de aquél.
Luego de ilustrar sus planteos con Goliadnik, el personaje creado por Dostoievsky para su novela "El doble", Clugak relacionará la referencia freudiana al carácter ("El carácter del yo es una sedimentación de las investiduras de objetos resignados, contiene la historia de estas elecciones de objeto") con las referencias lacanianas a esa "zona de relación" que sería el acting out, para concluir en el análisis de un material clínico de Maud Manonni. Uno de los ejes que marcan el recorrido de este artículo lo conforman la resignación del objeto y la cuestión del duelo. Las perturbaciones del carácter, que darían lugar a los problemas inicialmente planteados, resultan de la efracción imaginaria que se produce en el tiempo de la resignificación, "es decir cuando el objeto de amor debe ser resignado, no en el tiempo de la acuñación del rasgo. En ese momento es cuando un rasgo, que ya fue acuñado con los trazos del ideal, es reforzado por una significación excesiva que llega desde el Otro".En "El duelo del analista", Michel Sauval trabaja en torno a la referencia de la última sesión del seminario de Lacan sobre la transferencia: "que no hay objeto que tenga mas o menos precio que otro, es este el duelo alrededor de lo cual está centrado el deseo del analista" ("quil n y a pas dobjet qui ait plus ou moins de prix quun autre cest ici le deuil autour de quoi est centré le désir de l analyste"). En su lectura, Sauval retoma dos casos comentados por Lacan (el caso de Money-Kyrle, tratado en el seminario sobre la transferencia, y el caso de Lucía Tower, tratado en el seminario sobre la angustia) donde, tras la temática de la contratransferencia, pueden seguirse los hitos de una articulación entre duelo y posición del analista, que se remonta a Melanie Klein, y que Lacan ubica como central en relación al deseo del analista.
Sergio Waxman, en "La voz y el significante", toma un caso clínico con una presentación hipocondríaca y ubica las articulaciones de la voz con el significante cuando, como con esta paciente, la voz no funciona como soporte del significante sino que lo degrada. Va trabajando conceptos a medida que avanza con el caso, y toma la cuestión de la voz también para pensar diferencias en la neurosis y en la psicosis.
Oscar Zentner, en "Winnicott avec Khan", recorre varias maneras de conceptualizar al objeto en psicoaálisis: el objeto a para Lacan, el objeto transicional (de confort) para Winnicott, y objeto interno collage para Khan (quien fuera analizante de Winnicott). Toma diversos pasajes de la producción de cada uno, donde estas conceptualizaciones están en juego, como, por ejemplo, este párrafo de Khan: "al perverso hay que permitirle el acting out para que no se vuelva autodestructivo. Puede ser letal que quede sin otro, en situación de un cuerpo solo". Finalmente, aborda los avatares de la cura de un paciente de Khan (cura que se enlaza al propio análisis de Khan con Winnicott), para desde ahí, interrogarse por los avatares de los análisis conducidos de cierta manera, en ciertas escuelas.
David Szyniak, en "Intervenciones en la clínica-discursos del cuerpo", toma por la vertiente de las "intervenciones" un modo de respuesta del analista, diferente de la interpretación, cuestionandose a su vez, su incidencia en el condicionamiento de la lógica de los tiempos de la cura. El autor llama la atención a la temática contemporánea de lo corporal en las "nuevas patologías", o nuevos "sintomas", diferentes de aquellos que se presentaban en época de Freud. Estas "intervenciones", como "saber hacer" del analista, incluirían al sujeto del significante, pero a partir del goce incluído en las manifestaciones corporales, e implicarían una salida creativa a una clínica que se ritualizaría si no tomase en cuenta los límites impuestos por los nuevos modos de presentacion del sujeto al dispositivo analítico.
Gustavo Etkin, en "La vida de lucha de Clodomira Thompkinsons", presenta el caso de una paciente femenina que tras la apariencia de una histeria que habría optado por la tercera de las alternativas planteadas por Freud para la sexualidad femenina (la renuncia a la sexualidad en general), se revelaría como un caso de psicosis. Al respecto, señala Etkin: "Pienso que también tiene razón cuando dice que "la medicina me salvó de la psicosis". Aunque prefiero, al respecto, no decir que la medicina la estabilizó psicológica, tranquilizante y ajustada palabra - pero si que la delimitó en la organización de sus inconmovibles certezas. O sea, que le permite una inserción social de su estructura paranoica".
Mariela Weskamp, en "Los sueños y los soñantes", retoma el problema de los sueños para recordar que, mas allá de los relatos, el punto fundamental es el de la posición subjetiva del soñante, respecto de sus sueños. Para dar cuenta de esto, presenta una serie de viñetas.
Alberto Demirdyian, en "La urgencia del analista", vincula la urgencia a "un manejo de lo real del tiempo y del intervalo que funda temporalidad", el analista como formando parte de la urgencia, dejando caer la propia urgencia para que se inscriba la del analizante. Plantea, para quien está por fuera de la posibilidad de reconocerse en sus dichos, un tiempo de "conversación", que funcione como tiempo de alojamiento de la transferencia
También hay otros dos artículos que, aún incluyendo la presentación de casos clínicos, hemos considerado mas apropiado agruparlos en otras secciones caracterizadas por una temática mas específica. Tal es el caso del artículo "El tóxico como remedio" de Silvia Cislaghi, reseñado en la sección de "Psicoanálisis y adicciones", y el artículo "De las culpas de Icaro", de Jorge Garzarelli, reseñado en la sección "Campo Psi-Jurídico".
Aprovechamos la ocasión tambien para recomendar la revista "Relatos de la clínica", un proyecto hermano y complementario de Acheronta, de espacio de debate sobre psicoanálisis y clínica