Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Winnicott avec Khan *
Oscar Zentner

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El análisis es intransmisible
Jacques Lacan

De una manera extraña estoy
dejando tras mí materiales que
espero alguien los reunirá y que
ellos constituiran la verdad de Masud Khan
Masud Khan

Es un placer re-encontrarme con ustedes esta noche en la Escuela Freudiana de Buenos Aires para continuar así un diálogo escandido por la distancia. Esta noche, originalmente, iba a estar con nosotros Ricardo Estacolchic cuya muerte, inesperada, lo arrancó de ese diálogo en que se encontraba con nosotros. Fué así que al empezar a escribir ésto en Melbourne, recordé que cuando se le preguntó a Freud qué era la inmortalidad, él respondió que era cuando uno sigue siendo recordado por esas personas que nos sobreviven. Querría que estas palabras sirvieran de tributo al apreciado amigo y colega.

Inicialmente había acordado con Ricardo que les hablaría de Lo que el psicoanálisis no enseña ni transmite, 2 pero finalmente lo que bajo ese nombre les quería comunicar está mejor indicado con Winnicott avec Khan. Comencemos entonces, estamos adonde hemos llegado. Efectivamente, hemos llegado a los atolladaderos que se encuentran cuando uno ha analizado lo suficiente como para preguntarse sin miedo, o con menos miedo, por los alcances del análisis, pasando por la cura, los análisis de control y algunas proposiciones que podrían ser capaces de producir algo nuevo.

Lo que me anima, ó lo que justifica el querer compartirlo con ustedes, es efectivamente el dato, no primario pero primordial, de que aquello que se deshecha vuelve, siempre vuelve. En este caso vuelve con una observación que no es mía pero que estoy seguro somos capaces de reconocer no sólo en su provenencia pero también en nuestro trabajo. Se trata de una observación que hiciera Freud, seguramente para poner un poco de freno al entusiasmo desmedido que Ferenczi le daba a las posibilidades terapéuticas del análisis.

Como psicoanalistas, dijo Freud, nuestra tarea no es salvar al mundo, y aunque parecía excesivo no lo era porque así él podía ubicar el análisis que nunca podria haber sido necesario sino por una especie de fiat lux desviado. Siguiendo esa recomendación freudiana podemos afirmar que en el nivel de lo necesario el análisis esta excluído y si tienen dificultades para verlo recomendaría otra vuelta, esta vez más fresca, por esas fórmulas cuyas consecuencias van más lejos que diferenciar la sexuación masculina y femenina, como creímos mostrarlo en otra parte. 3

Vayamos al punto. El 12 de noviembre de 1968 Winnicott introducirá en la Sociedad Psicoanálitica de Nueva York su trabajo El uso del objeto. Mostrará en él que así como el análisis ha dedicado su máxima atención a la relación de objeto, al mismo tiempo ha descuidado algo que es observable y que presupone dicha relación, y es precisamente el uso del objeto. Sus ideas sobre el uso no parten de un planteo teórico sino que son el resultado de la observación y de su experiencia clínica y siguen una línea que es absolutamente peculiar y propia.

Redoblaremos aquí el recorrido que hace para la audiencia del nivel en el que se encuentran sus investigaciones y la forma en que sus ideas evolucionaron. Los momentos son 1941 con La observacion de niños en una situación dada, 4 que lo llevaron en 1951 a los Objetos y fenómenos transicionales, 5 y más adelante hasta 1968 con El juego y su statuto teórico en el encuadre clínico, que está muy próximo al tema del uso de un objeto. Simultáneamente a ésto está su idea de un entorno receptivo (holding), que puede facilitar el descubrimiento del verdadero self. Es justamente cuando esas áreas de facilitación fallan que de acuerdo a Winnicott toda una serie de desórdenes de carácter conjuntamente con el falso self, impedirán la afirmación y descubrimiento del verdadero self.

El uso de un objeto es considerado por él como un verdadero descubrimiento que dos décadas antes no le hubiera sido posible realizar por no haber tenido a su disposición una técnica que hiciera posible los movimientos transferenciales que él quiere describir y que son, entre otros, su capacidad para esperar, capacidad desarrollada sólo en los últimos años, técnica explícitamente extraída del poeta Keats como la capacidad negativa y que, a grosso modo, consiste en soportar cierto grado de ambiguedad e incertidumbre. Esta capacidad consistirá en poder esperar el crecimiento natural de la confianza dada por la transferencia del paciente y evitar consecuentemente romper ese proceso natural con interpretaciones. No es la interpretación, en tanto tal, lo que el criticará sino el acto y el tempo de interpretar.

Es con respecto a ésto último que nos hablará de su arrepentimiento por los impasses que provocó en análisis en curso por sus propias necesidades personales de interpretar, y en cambio el inmenso goce compartido con el paciente, de ser capaces de esperar 6 a que el paciente arribe a un entendimiento creativo. Para él interpretar es dar al paciente una idea de los límites de su entendimiento, porque tanto el principio de la interpretación como su fin es mostrar que la respuesta la tenía el propio paciente. 7

En contraste viene el trabajo interpretativo que el analista debe hacer y que distingue al análisis de un self análisis. Por conocer una semejante afirmación de Lacan es que sostengo, como espero poder mostrarlo más adelante, que la inexistencia del auto-análisis nunca podría ser garantía de la existencia del análisis.

La interpretación del analista, de acuerdo a Winnicott, sólo puede tener efecto cuando el paciente ubica al analista fuera del área de los fenómenos subjetivos, es decir, cuando el paciente tiene la capacidad de poder usar al analista.

Esto es mas claro en esos pacientes, que Winnicott llama borderline, quienes a pesar de tener una estructura nuclear psicótica todavía poseen suficiente organización psiconeurótica como para manifestar desórdenes psiconeuróticos cuando ese núcleo psicótico amenaza por irrumpir. En este preciso punto es donde el analista puede por años devenir cómplice de las necesidades del paciente de ser un psiconeurótico y no un loco. Y así tratado como psiconeurótico, el análisis va bien y todo el mundo está contento pero el análisis nunca termina; ó puede terminarse, y el paciente moviliza un falso self e incluso manifiesta gratitud. Pero de hecho, el paciente sabe que nada a cambiado de su núcleo psicótico y así ambos, analista y analizante, han tenido éxito en la complicidad mutua de producir esta falla. Curiosamente los tiempos este trabajo coinciden con los tiempos, por otra parte interminables, del análisis que concurrentemente realizaba Winnicott con su analizante Masud Khan.

Sobre estos antecedentes en la relación de objeto el sujeto permite ciertas alteraciones en el self; el objeto tiene sentido, los mecanismos de proyección e identificación han estado operando y el sujeto está vacío hasta el punto que algo de él se encuentra en el objeto y acompañando éstos cambios ocurren ciertas reacciones físicas que van hacia la excitación y el orgasmo. 8 La relación de objeto es una experiencia del sujeto y el uso del objeto da por sentada tal relación.

Toda esta larga introducción acerca del uso del objeto es para decir que el uso implica una realidad compartida y no un paquete de proyecciones. De ahí deduce Winnicott porqué al analista le fué siempre más fácil hablar de relaciones que de uso del objeto. Al estudiar el uso del objeto el analista no puede evitar estudiar la naturaleza del objeto en sí, es decir objetiva, y no proyectiva.Y lo más difícil en todo éste proceso es lo que está entre la relación y el uso, momento en que un sujeto pone al objeto fuera de su control omnipotente.

El pasaje de la relación al uso del objeto implica la destrucción del mismo expresado bajo la forma de porque te amo te destruyo todo el tiempo en mi fantasía inconsciente, destrucción que sólo es posible porque el objeto ha devenido externo. Sólo aquí comienza la fantasía para el individuo, y como el objeto sobrevive, entonces ahora el sujeto puede vivir en un mundo de objetos.

Winnicott nos dice que lo anterior implica un cambio respecto a la teoría ortodoxa, que tiende a pensar la realidad externa como un resultado de proyecciones. A partir de aquí nos da el postulado central que se deriva de sus tesis, donde el sujeto no ha destruído el objeto subjetivo, la destrucción, entonces sí, se hace presente cada vez que el sujeto percibe objetivamente la autonomía del objeto. Para Winnicott la constitución de la realidad es un efecto de la destrucción,9 la destrucción sin sobrevivencia es por último, la falla del objeto de sobrevivir.

Así propone él que con ésta fase se re-escribe la raíz de la agresión, porque es errado asumir que la agresión es reactiva al encuentro con el principio de realidad. Mi perspectiva, en cambio, es que es la agresión la que crea la realidad. Al aplicar ésto al analista y al análisis, nos dice; ó el analista sobrevive y el paciente termina el análisis, ó el analista no sobrevive y entonces nos encontramos una vez más con otro análisis interminable.

Trataré de mostrarles hasta qué punto la coherencia irreprochable entre el uso de una técnica y la teoría derivada de ella, y en ese órden, es conseguida. Incluso cuando va más allá de las intenciones declaradas de su autor.

La primer consecuencia de este planteo es que un análisis terminado à la Winnicott implica que el analista sobreviva, como tal, lo que dará lugar a que el analista termina en esa serie en la que justamente se encuentran los que he llamado en otro trabajo,10 objetos de confort, esos objetos transicionales.

Esto debería sorprendernos por lo que para nosotros es ese punto dificil de un final de análisis donde situamos por un lado ese saber hacer allí con el síntoma, y por el otro al analista como semblante del objeto (a), finalizado como un resto caído. O como dice Lacan en 1974, el analista - al menos he intentado hacer que haya analistas de esta índole - es alguien que se da cuenta - lo peor es que es preciso que se dé cuenta él mismo … pues bien, es un deshecho. No todo el mundo se da cuenta de eso, pero sólo tiene el derecho a autorizarse a ser verdaderamente un analista aquél que se ha dado cuenta de eso. Spinoza se dió cuenta de eso mucho antes de que existiera el psicoanálisis, a Dios gracias, deja caer un velo sobre lo que sucede con la auténtica causa del deseo. 11

Con esto marcamos la distancia que hay entre un objeto transicional, que nosotros denominamos de confort, y un objeto (a) semblante de la causa del deseo. Como he mostrado en otro lugar, 12 se sabe que desde Aristóteles y pasando por Freud el deseo nunca podría ser un confort.

Esto no nos exime de plantearnos la segunda parte de lo que quiero presentarles a ustedes, y que constituye la promesa implícita en lo que venía a decirles. Examinaremos entonces El rol del objeto 'collage' en la formación de las perversiones, trabajo de Masud Khan, 13 analizante, discípulo y amigo de Winnicott quien en "La larga espera" nos ofrece ciertas reflexiones y diálogos con Winnicott; … D W W, sea como sea, nosotros vamos a trabajar con las pruebas finales del texto mecanografiado de su libro "Juego y realidad" Me gusta el titulo que usted le ha dado, lo único que no es claro del título del libro es acerca de su juego D W W con la realidad de ellos. El se rió… ( sigue la reflexión de Khan)… he notado que los ingleses tienen un verdadero talento para promover amistades con gente mucho mas joven que ellos con la propia ceremonia y afecto. Yo fuí siempre Khan para él, y en privado el era D W W para mí, y en público Dr Winnicott. 14

Winnicott estableció la necesidad y el rol de proveer un objeto maternal para que las condiciones del desarrollo pudieran darse. En la formación de perversiones el rol de estos dos factores, dice Khan, quizás son más dinámicamente operativos . Y agrega que en los estadíos del futuro perverso hay ó una específica maldaptación, ó una incidencia excesiva por parte del entorno maternal que el ego tiene que compensar con la creación de un objeto collage interno que es el objeto perverso, y ésto vendría a ser un equivalente de lo que Winnicott en 1953 describe como el objeto transicional en el desarrollo normal.

Lo que se detecta como actuaciones en la perversión son resultado demandas de ese objeto collage interno que sólo puede ser experienciado a tráves de actos sexuales específicos. De aquí él deriva las tres características básicas de las perversiones; a)Necesidad de presencia y acuerdo con un objeto interno, b)Una particular naturaleza y calidad de un sistema de fantasías inconscientes organizadas y desconocidas por el sujeto y, b) La actualización de una realidad en que los dos primeros aspectos puedan ser llevados a cabo en los cuales el espacio, la movilidad y el tocar son esenciales.

Considera que la definición de la perversión como el negativo de las neurosis o como una defensa en contra de los estados psicóticos es demasiado rígida y puede obstaculizar percibir que las perversiones están mucho mas cerca de artefactos culturales que de síndromes psicopatológicos, y es ésto justamente lo que el objeto collage, como objeto creado, subraya.

Su hipótesis es que hay ciertos estilos de relación madre-hijo en los que lo que el niño internaliza es la imagen idealizada que su madre tiene de él. Esta imagen es una creación de la madre diferente de la experiencia que él tiene del sí mismo, de ahí el sentido de alienación permanente entre el perverso y sus actos perversos. 15

Khan sostendrá a la luz de las investigaciones de Winnicott acerca de la disociación potencial en el entorno inmediato del infante la hipótesis de que el infante que más tarde devendrá un perverso habrá introyectado un objeto maternal o parental disociado.

Y quizás el punto central de lo que deseo mostrarles es la distinción que Khan nos ofrece respecto al objeto interno collage y al objeto transicional - mientras el primero es un objeto interno, el segundo es un objeto externo, por ende respecto al objeto intrapsíquico collage existe una presión constante a externalizarlo, lo que a su vez nos explicaría lo que él llama evento sexual. De allí el énfasis en hacer (acting-out) y no en ser (pensar) que presenta el perverso.

En el nombrado artículo Khan agradece a Winnicott la observación que le hace respecto a una paciente perversa, en tanto todo evento sexual perverso es un acting-out de la situación intrapsíquica en los que el objeto interno collage juega un papel central, es importante recordar el peligro inherente a la vida que se da en este tipo de acting-out.

Y acá Khan dice que viene la paradoja, pero en verdad ya no se sabe si es él el que habla o ambos, si son dos las personas que ponen en acto esta situación potencial intrapíquica no hay peligro, pero si a través del trabajo análitico el perverso actúa esa situación en soledad, hay peligro de que la experiencia devenga letal.

A partir de aquí explicitará que; cuando se previene un acting-out, por nuestra manera de trabajar, en el tratamiento de una perversión o de un perverso potencial, se puede, al detener ese acting-out poner en peligro al paciente por la situación inherente a un 'cuerpo solo' donde el proceso puede ir más allá de los medios del ego para controlar y regular lo que puede desembocar en la autodestrucción, donde la muerte es el resultado de la búsqueda de una experiencia sexual completa. En definitiva, que al perverso hay que permitirle el acting-out, cosa que él mostrará con otra paciente en su libro Alienation in Perversions. 16

Transportémonos en el tiempo a un Londres del año 1956, tenemos al analista didacta Donald Winnicott 17 que tiene 60 años y acaba de tomar en didáctico a Masud Khan de 32. En ese momento Wynne Godley, de 30 años, futuro prestigioso economista, arregla una entrevista con Winnicott, primero y por indicación de éste último, y luego con Khan. Transcribimos aquí parte de su testimonio: … tuve (Wynne Godley) la experiencia con Winnicott de una comunicación directa en un nivel muy primitivo, nos hablamos como si fueramos bebés … le describí mi impasse ... me preguntó si recordaba algo de cuando estaba en la cuna, si había algún objeto conmigo, 18 le repondí que sí, que recordaba un kaledoiscopio y el comentó, "que cosa dura" ... y me preguntó si tenía inconveniente en ir a ver a un psicoanalista pakistaní. Cuando nos despedimos dijo muy amablemente: "Usted. ha sido muy franco conmigo" y agregó, "yo pienso que usted era un chico muy solitario".

Arreglé una entrevista con Masud Khan a quien le repetí la historia de mi niñez … me preguntó si había leído algo sobre él en los diarios, cuando le dije que no, no me creyó ... me comunicó que en diez días se iba a casar con Svetlana Beriosova, bailarina del Royal Ballet … Al finalizar la entrevista me acercó a mi casa en su Armstrong Siddeley, 19 y manejando muy lentamente, sacó de la guantera un libro de poemas de James Joyce 20 mientras me decía que cada vez que el coche paraba por el tránsito él aprovechaba para leer. De pronto me preguntó; "Pensó usted alguna vez en matarse?" e inmediatamente respondió él mismo, "Ud. no sabría a quien matar"… 21

… en una sesión en la que critiqué el arreglo del consultorio me reprochó … me explicó que "Así como el bebé ataca al pecho, el pecho también ataca al bebé". Juntando coraje le dije que era un bufón hablando estupideces, a lo cual Khan contestó con … voz amenazadora y venenosa diciendo que era yo el que vivía como un cerdo y que no había sabido apreciar el buen gusto de su mujer.

Khan siempre contestaba el teléfono mientras atendía, y si era Winnicott quien llamaba yo siempre sabía que era él porque podía escucharle la voz. Evidentemente Khan debía dirigir el teléfono como para que yo escuchara Winnicott … hablaba respetuosanente con él y una vez escuché que le dijo que había aprendido mucho de un trabajo que Khan habia publicado. Ese día la conversación terminó con risitas y un chiste homosexual de felacio masculino …

En otra ocasión llamó un ginecólogo 22 durante una sesión preguntando por Marian, 23 una paciente de Khan que no estaba casada y estaba esperando un bebé. Cuando el bebé nació Khan me dijo que Marian sería la mujer perfecta para mí … Mas tarde descubrí que él había invitado secretamente a mi mujer a una entrevista con él.24 Finalmente me indujo a que la invitara a Marian a almorzar, por supuesto que no pasó nada entre nosotros … a partir de ahí empezamos a salir los tres Marian, Khan, y yo; una vez fuimos a un grupo literario donde Khan leyó su trabajo "Neurosis y Creatividad", otro día Khan y yo jugamos squash, mientras Marian nos miraba y también jugamos los tres al poker 25 … resulta que yo todavía lo seguía viendo 5 veces por semana y pagando mucho. En la sesión siguiente me dijo que el día anterior había sido el más felíz de su vida. Alrededor de esa época empezó a hacerme regalos importantes. Me regaló una lapicera de plata, un juego entero de la Enciclopedia británica, una litografía de girasoles firmada por Léger, un cubrecamas hindú, una biblia Nonesuch de tres volúmenes, y varios libros, "The Naked Lunch" incluído …

Eventualmente Khan llamó por teléfono diciendo que vendría con su mujer e irrumpió en mi casa con ella. Cuando llegó se burló de la hija de mi mujer que estaba en análisis con Winnicott, luego me contó riéndose que Winnicott lo había reprendido por haberse burlado. A partir de ahí empezamos a ir a fiestas como dos parejas casadas … mi mujer había tenido un aborto natural uno o dos años atrás … en ese momento ella estaba embarazada de tres meses con un embarazo muy difícil … Alrededor de ese tiempo fuimos los cuatro a un restaurant chino y Khan estuvo muy agresivo, burlándose y maltratando a los mozos, yo me sentí mal, y al día siguiente mi mujer me dijo que Khan la había llamado por teléfono y la había atacado tanto que ella sintió "como que algo se le estaba desgarrando adentro" … la percepción de que a nivel de la realidad, Khan había intentado provocar un aborto me produjo un dolor insoportable, tomé el telefono, lo llamé a Winnicott y le dije; "Khan está loco", a lo que él contestó enfáticamente; "Si" y agregó … éstos encuentros sociales han ido demasiado lejos 26 y sin terminar la frase vino a mi casa, diciendo que le había dicho a Khan que no me contactara nunca más. En ese momento sonó el telefono y era Khan, queriendo no sólo hablar conmigo, sino también verme. Me negué, y ese fué el final de mi análisis … Diez años más tarde 27 habiendo sido operado de cancer Khan me telefoneó y me pidió que lo visitara, accedí y cuando llegué a su casa un sirviente filipino me recibió y me señaló una puerta diciéndome;"ahí está el príncipe". Khan 28 estaba muy borracho con un grupo de aduladores, entre quienes habia una mujer muy hermosa y elegante a quien de cuando en cuando Khan, señalándome, le decía en voz alta; "El y yo somos lo mismo, somos aristócratas".

Descubrí también, asombrado, que durante todos los años que estuve en análisis con Khan él a su vez estaba en análisis con Winnicott. Eso me llevó a re-interpretar algunas cartas que le envié a Winnicott, incitado por Khan, y las respuestas que recibí de él, como un flirteo agresivo entre ellos dos, usando mi cuerpo como un testigo involuntario.

Esto último parece una ironía del destino si recordamos que Winnicott no entendió, ni antes ni después, que el homenaje de Lacan a Jones y su teoría del simbolismo mostraba el destino del falo que, a fuerza de ser reprimido, volvía a través de todos los ejemplos dados por Jones. En la teoría de Winnicott ésto aparece a través de lo que Godley entiende con absoluta lucidez; el falo que él viene involuntariamente a jugar con su cuerpo entre Khan y Winnicott. Y por haber situado el problema en los efectos de la teoría de ciertos análisis sostengo, como lo podemos extraer de las palabras del analizante, que no creo en absoluto exagerado decirles que si Kant hay que leerlo con Sade, a Khan hay que leerlo con Winnicott, el uno no era sin el otro.

Sólo ahora es claro para mí que yo no tuve ningún tipo de tratamiento … y que no hubo análisis, lo único que hubo fué la reproducción de todos los hechos más traumáticos de mi niñez y adolescencia. Las confidencias que él me hacía, como las que me hacía mi madre, 29 me ponían en una relación primordial y especial, tanto como reproducían esa ligazón que yo tenía con un padre deteriorado y alcohólico … como ese pensamiento que tuve respecto de mi padre después de la primera entrevista; "Si él no podía justificar (su existencia) yo estaba comprometido a salvarlo". Lo que he escrito no es un ataque al psicoanálisis, pero las absurdas payasadas de Khan y en verdad las de Winnicott mismo, me parecen grotescos …

Qué recomendación podría dar yo hoy a alguien que necesitara ayuda sino decirle que contacte al Presidente de la British Psychoanalytic Society. Sin embargo, ésto fue exactamente lo que yo mismo hice, sin saberlo! 30 Y Khan mismo, durante muchos años después de mi interrupción, todavia tenía analistas en training. Por lo que supe fué expulsado de la British Psychoanalytic Society unos veinte años más tarde (un año antes de que falleciera) no por como practicaba el análisis sino por ser abiertamente antisemita! 31

Porque éste relato de un análisis que duró cerca de diez años pareciera confirmar el decir de Lacan … que cuando alguien fue analizado de cierta manera, en cierta escuela, y bien, es incurable, es que ejerceremos prudencia e iremos por partes. Repetiré que Lacan había acentuado la no-pasividad con el concepto de analizante, y como consecuencia pareciera afirmar dos cosas mutuamente excluyentes; por un lado hace al analista y a su escuela de pertenencia totalmente responsables del devenir del análisis, e indirectamente de la situación del analizante, y por otro lado, al mostrar el aspecto activo del analizante pareciera implícitamente liberarlo de tal determinismo. Pero, y por lo mismo, en ambos casos, qué sugerir de Lacan analizante? Sostendremos que, por el training análisis que tuvo en la IPA, él también era incurable?

Si tomamos la primera pendiente en la que el analista es esa causa ineluctable, tenemos que aceptar también que fué gracias a los siete años de análisis con Lowenstein, descendiente análitico de los siete anillos, 32 quien analizando a Lacan … de cierta manera, en cierta escuela … sin embargo le permitió hacer de su vuelta a Freud el punto de no retorno. De ser así, la historia del movimiento psicoanálitco debería ser re-escrita. La otra posibilidad sería que, a pesar de su análisis con Lowenstein, Lacan fue el psicoanalista que fue, y ésto obligaría a escribir la historia que aún falta escribirse; la historia conceptual del movimiento psicoanalítico.

Pero, y por lo mismo, sería un grave error concluír que la manera de conducir el análisis que el relato clínico muestra se explica por las personas Khan o Winnicott, porque así escandalizados, perpetuaríamos sin cuestionar la concepción con que ciertas teorías y prácticas del análisis producen esa clase de psicoanálisis y de psicoanalistas. En este punto es donde cobra valor, para nosotros, el decir de Lacan respecto a un contra- psicoanálisis. 33

Hay suficientes elementos para señalar que Khan fué un típico producto de un análisis basado en las teorías y prácticas de Winnicott. Las razones para afirmar que el dictum de Lacan de a la incurabilidad se confirma en el caso de Winnicott y en el de su analizante Khan proviene en parte del obituario sobre Masud Khan que publica Adam Limentani 34 que era en ese momento el Presidente de la British Psychoanalytic Society, y también de sus amigos y colegas de la Nouvelle revue de la psychanalyse. 35 Sintomáticamente, la pregunta que cada uno de los que escribe, tanto a favor como en contra, no puede hacerse es qué es el psicoanálisis, específicamente psicoanalizar, para la International Psychoanalytic Association, mostrando así como todos son cómplices en haber hecho de Masud Khan un chivo expiatorio para mantener así desde diferentes ángulos ese punto no interrogado, prohibido, y que hace a la escencia misma de la existencia, funcionamiento y mantenimiento de esa institución. La recomendación de que siempre hace falta un poco más de análisis para subsanar errores constituye siempre una verdad porque esos análisis terminan sólo reforzando lo simbólico. Léase para ello un libro que al respecto no tiene desperdicio, Houdini's Box - On The Arts of Escape de Adam Phillips, uno de los nietos analíticos de Winnicott, via Khan.

Limentani volverá aplicar a Khan un post-mortem análisis winnicottiano por el que explicará que su infancia traumática, 36 agravada por la muerte de Winnicott, no le permitieron terminar su análisis, y que su último análisis con Anna Freud, por ser insatisfactorio, lo dejo sin curar. La historia traumática que Lacan hasta su último aliento rechazará a través de su Sofocleano dictum; no hay otro trauma que el de haber nacido.

Así todos, y en diferente manera se las ingeniaron para detener el daño al prestigio de la British Psychoanalytic Society, y su dirección, 37 Limentani específicamente nos explicará que es erróneo pensar que Khan adoptaba íntegramente las mismas excentricidades38 respecto al psicoánalisis que Winnicott, 39 cuestión totalmente indefensible si leemos los dos trabajos a los que recién me he referido el uno con el otro, publicados simultáneamente en el International Journal of Psychoanalysis; El uso del objeto, 40 donde Winnicott se arrepiente al pensar de cuantos profundos cambios previno, ó detuvo en pacientes, por su necesidad personal de interpretar; el otro, el Rol del objeto interno collage en las formaciones perversas, 41 en el cual Khan escribe; …Aún a riesgo de parodiar a Winnicot (1952) yo diría que considero estos eventos sexuales como dramatizando algo que es previo a las relaciones de objeto donde 'la unidad no es el individuo, la unidad es el arreglo del medio ambiente del individuo'.

Y para que no nos quede ninguna duda de la parodia, Khan usa en uno de los acápites la siguiente cita de Winnicott; Es verdad que el pedacito de la frazada (o lo que fuere) es simbólico de alguna parte del objeto, como el pecho. Pero de todas maneras el punto no es tanto el valor simbólico, sino su presencia. Es decir que éste objeto de confort42 es el que correctamenta detecta y cita Khan como la manifestación externa del objeto collage interno propio de la perversión, duplicando también asi que él, Khan, parodia la verdad de su analista Winnicott.

La tradición psicoanalítica inglesa para suprimir el deseo iniciada por Jones con la aphanisis 43 es la que Lacan contrarrestará con la aphanisis del sujeto ($). Esta misma tradición es continuada por Winnicott con un objeto de confort y no de deseo 44 que Lacan también contrarrestará con el semblante de la causa del deseo, es decir, el objeto (a).

Entendemos que Lacan no podría ignorar que acercando su objeto (a) al objeto transicional estaba hablando de la soga en la casa del ahorcado, como lo hiciera previamente con la teoría de la aphanisis en Jones. Pero al mismo tiempo el prestigio acumulado por Winnicott entre las nannies del psicoanálisis, representaba 45 esa palanca de Arquímides para no ser obliterado por el establishment. El descenlace no es ajeno a lo que para él será la autorización del analista y la fundación de L'ecole freudienne de Paris.Y para nosotros, insistiendo con lo que mostré en Barcelona, y a la luz de ésto, es que proponemos ese contrapsicoanálisis que pueda llevar el fin del análisis más allá de los confines de lo simbólico y abra así la posibilidad de lo singular y real de cada analizante sin lo cual cualquier vestigio de trabajo creador deviene interminable.

Ver también el reportaje a Oscar Zentner

Notas

1 Nota de Masud Khan del 15.12.1981 citada por Adam Limentani en Obituary of Masud Khan. International Journal of Psychoanalysis, Vol 73, p 155, 1992.

2 Título original convenido con Ricardo Estacolchic muy poco tiempo antes de su muerte.

3 Zentner, Oscar. Del Psicoanálisis - lo que se transmite no se enseña. Revista de Psicoanálisis Sigmund Freud, N 16, Buenos Aires, 1993.

4 Winnicott, Donald. The Observation of Iinfants in a Set Situation. Collected Papers, Tavistock Publications, 1941.

5 Winnicott, Donald. Transitional Objects and Transitional Phenomena. Collected Papers, Tavistock Publications, 1951.

6 Como evitar castigar nuevamente nuestras orejas con esa famosa letanía que ya azotaba a un Buenos Aires allá lejos y hace tiempo cuando, aún vírgenes de la palabra de Lacan, se nos aleccionaba desde los confines educativos a que esperáramos, y donde lo opuesto era siempre el prometido infierno de los actuadores. Así se contrabandeaba hacia afuera que ni siquiera era necesario haber esperado a Lacan para leer que, antes y de su mano, Freud había descrito justamente esa prevaricación que con su etiqueta de madura llevaba, como el reino de Dinamarca, con sus moscas por todos lados, las neurosis exitosas, que por obsesivas, hacian entonces su verano en el alero de la única asociación que por entonces existía, para transmitir, y para enseñar un psicoanálisis cojo con el peso de los ladrillos que se importaban de las metrópolis de entonces.

7 La palabra paciente a lo largo de este trabajo es de Winnicott.

8 Que este fantasma típicamente obsesivo es un fantasma de Winnicott se desprende de la correspondencia, aparentemente poco o nada censurada, entre James y Alix Strachey, en Bloomsbury/Freud - The Letters of James and Alix Strachey, 1924-1925. Editado por Perry Meisel & Walter Kendrick, Basic Books, New York.

9 El eco aparentemente desconocido para Winnicott es cuan cerca está ésto último de las tesis de Sabina Spielrein en La destrucción como causa primordial del devenir.

10 Zentner, Oscar. Equívoco, (2001).

11 Lacan, Jacques. El fenómeno lacaniano, (1974).

12 Zentner, Oscar. Equívoco.

13 Receptor también de lo que podriamos llamar análisis de control salvajes de parte de Winnicott.

14 Khan, M Masud R. The Long Wait, p 47. Summit Books, New York, 1988.

15 Si nuestras hipótesis respecto a las características del análisis con Winnicott son correctas, y nosotros tenemos a través del propio Khan elementos como para afirmar que lo son, no es ir demasiado lejos leer aquí la incidencia idealizada de Winnicott sobre Khan.

16 Khan, M Masud R. Alienation in Perversions. International Universities Press, New York, 1979.

17 Winnicott fué analizado por Stachey de 1923 a 1933, y por Joan Rivière de 1933 a 1938, y supervisado por Melanie Klein de 1935 a 1941.

18 Winnicott, Donald. Transitional Objects and Transitional Phenomena. International Journal of Psychoanalysis, Vol XXXIV, 1953.

19 Automóvil inglés fabricado desde 1919 hasta 1960, favorecido por la aristocracia inglesa por ser exclusivo sin ser ostencioso.

20 Khan mismo había completado una tesis sobre James Joyce en Oxford en los años 40.

21 Por lo que se podrá apreciar a continuación del relato, en este aspecto Khan no se equivocaba.

22 Presumimos que el ginecólogo es quien aparece bajo el nombre de Sir Williams en The Long Wait.

23 Khan, M Masud R. Suponemos que ésta es la paciente llamada Aisha que aparece en The Long Wait, p 176.

24 Todo esto ocurría mientras Khan estaba en análisis con Winnicott, recibiendo a la vez lo que merece llamarse una supervisión salvaje. Los elementos para sostener lo que digo estan también en el capítulo II, When the Spring Comes, p 16, de la obra ya citada, The Long Wait.

25 Esto nos recuerda personaje de la película Viridiana, de Buñuel, quien le dice a su prima; Yo sabía que al final íba a terminar jugando al tute con mi prima Viridiana.

26 Conviene recordar que era común tanto de la práctica de Winnicott y en consecuencia de Khan el tratar al paciente también en la realidad de su familia y/o entorno.

27 Según mis cálculos ésto es en 1975 y coincide con el momento en que se le prohibió tomar analistas en training y por ello se le retiró el título de didacta.

28 Khan insistía que era de la realeza paquistaní, especificamente un príncipe, lo cual a pesar de no haber sido cierto, le daba el lustre necesario para poder así, junto a una fortuna personal considerable rodearse de la aristocracia inglesa. Al respecto no tiene desperdicio alguno el relato de los casos clínicos que lleva a cabo en su último libro.

29 Para Winnicott el analista venía a cumplir esa función de madre comprensiva de la cual el analizante había estado carente, y desde ésta perspectiva el análisis daba la posibilidad de modificar una relación enfermante. La narración de Godley muestra que Khan seguía esa lógica hasta sus últimas consecuencias.

30 Donald Winnicott era el presidente de la British Psychoanalytic Society en el tiempo en que Godley fue a consultarlo.

31 Publicado en el London Review of Books Vol 23 No 4, February 2001.

32 Lowenstein era descendiente directo de esos siete anillos del Comité secreto de Freud por haberse analizado con Hans Sachs, uno de los miembros de ese Comité.

33 Zentner, Oscar. Inconsciente e interpretación. Trabajo leído en la Reunión de Convergencia Lacaniana, 1999. Barcelona, España.

34 Limentani, Adam. Obituary of M Masud R Khan (1924-1989). International Journal of Psychoanalysis, p 73, Vol 73, 1992.

35 J -B Pontalis, D Anzieu, J -Y Tamet, V Smirnoff, y los analizantes de Khan, Ch Bollas y A Phillips, en la Nouvelle Revue de la psychanalyse, Vol 40, 1989, Editions Gallimard, Paris.

36 Estas 'almas y corazones' descritos por Khan como impenetrables para Lacan, que re-aparecen en el presidente de la British Psychoanalytic Society, confirman a Khan como producto de dicha Sociedad.

37 Donald Winnicott fue dos veces presidente de la British Psychoanalytic Society.

38 Estas llamadas excentricidades son las que, como hemos visto, Wynne Godley llama 'payasadas' en su Salvando a Masud Khan.

39 Quien desee corrobar lo contrario tiene que leer el cap II When the Spring Comes del libro The Long Wait, para medir cuan lejos la identificación recíproca e idealizada entre ambos era.

40 Winnicott, Donald. The use of an object. International Journal of Psychoanalysis, p 711, Vol 50, 1969.

41 Khan, M Masud R. Role of the Collated Internal Object in Perversion-Formations. International Journal of Psychoanalysis, p 561, Vol 50, 1969.

42 Lacan acerca efectivamente su objeto(a) al transcicional, y ese es su rescate del marasmo de las necesidades en un objeto causa del deseo, que por lo mismo el objeto transcicional pueda leerse como una conquista simbolica por parte del sujeto de lo real del goce del Otro, es interpretar dicho objeto desde la teoria lacaniana, se puede hacer, pero en este trabajo hacerlo ayudaria a ocultar lo que hay que mostar.

43 Zentenr, Oscar. Aphanisis, Papers of The Freudian School of Melbourne, p 137 Melbourne, Australia, 1980.

44 Desde Aristóteles y pasando por Freud se sabe que el deseo nunca podría ser un confort.

45 Como hoy lo sabemos, hasta fines de 1963 Lacan mantiene cierta esperanza en ser parte de la I.P.A.

*Este articulo es parte de un libro en preparación llamadoWinnicott avec Khan

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 14 - Diciembre 2001
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