Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Intervenciones en la clínica-discursos del cuerpo
David Szyniak

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Todas las cosas son palabras del
idioma en que alguien o algo, noche y día
escribe esa infinita algarabia
que es la historia del mundo. En su tropel
pasan Cartago y Roma, yo, tú, él,
mi vida que no entiendo, esta agonía
de ser enigma, azar, criptografía
y toda la discordia de babel
Jorge Luis Borges

CUESTIONES DE LA CLÍNICA :

En este trabajo centraré mi interés en el análisis del dispositivo psicoanalítico clínico clásico, tal cuál se conoce muchas veces hasta caricaturescamente, relación paciente - analista a partir de la regla básica de asociación libre / interpretación.

Este dispositivo institucionalizado a través de los años por las sociedades psicoanalíticas tradicionales fue puesto en cuestionamiento por la práctica del propio Freud cuando analizada a Catalina en las escalinatas de la montaña o a un niño a través de los relatos (cartas) de su padre. A fuer de sinceridad debemos admitir que cualquier psicoanalista hace en una sesión mucho mas que interpretar, ¿qué analista no ha contado un chiste o ha hecho una recomendación a su paciente en la propia sesión ?.

Puntuaciones, señalamientos, construcciones, escansión son las diversas categorías con las que nombramos las intervenciones del analista. Partiendo de esta práctica, ¿no deberíamos interrogarnos por la lógica de la misma en los diversos tiempos de la cura?. Interrogante obturado por la ritualización de una práctica que impulsada por ciertas instituciones Psicoanalíticas cambian libertad y complejidad por un orden cerrado y tranquilizador. Aunque al costo de no poder dar cuenta de los cambiantes desafíos de nuestra época. 2

Ubicar diversos psicoanálisis nos brinda la posibilidad de discrimina r, dentro de la historia del Psicoanálisis la tensión entre lo hegemónico (la ritualización) y lo creativo. Basculación que tiene su antecedentes en figuras históricas como Ferenczi o Grodeck, sus diversos desarrollos en Bion ; Winnicott o Kohut y su realidad presente en las formulaciones de Lacan y su práctica.

Es cierto que el dispositivo clínico 3 psicoanalítico, ha sido reformulado diversas veces por autores que en su afán de incidir en los límites del tiempo de la cura psicoanalítica o aún llevados por diversos "fracasos" en los análisis han retornado a posiciones pre-freudianos creyendo superarlas.

Como las exploro en un libro reciente 3 la temática de lo corporal ha ganado un amplio espacio en el campo de las patologías que casi sin palabras llegan a solicitar nuestra ayuda. Anorexia y Bulimia, Adicciones, Síndrome de fatiga crónica, Depresiones, Sindrome de Pánico, Trastornos Psicosomáticos con sus singularidades parecen multiplicarse a diario. Signos que se muestran en el cuerpo, diversos a los síntomas, a las inhibiciones o a las diversas formas de angustias que nos legara la teoría Freudiana. ¿Ropaje de época de las mismas estructuras ?, ¿cambios en la clásica tripartición neurosis, perversión, psicosis ?.

Interrogantes que conmocionan los saberes heredados e impulsan a llevar la teoría y la lógica de la práctica a sus límites para encontrar ahí los atisbos de nuevas producciones.

En el legado Freudiano nos interrogan sus límites cuando en "Análisis terminable e interminable" nos propone dos escollos insalvables : la angustia de castración en los hombres y la envidia al pene en las mujeres. Formas corporales que Freud nos susurra fueron dejadas de lado por sus desarrollos, lo económico, lo energético, no tuvo el mismo esfuerzo que lo tópico y lo dinámico nos recuerda el fundador del psicoanálisis.

Freud reinventa "lo corporal" pero no lo desarrolla. Tensión en la teoría que Lacan retoma a su estilo con la creación del "objeto a". Es este mismo autor quien en la fase final de su obra revaloriza el registro de lo real. ¿Energía y real serán maneras de nombrar algo de lo inasible ?.

 

¿Y ESA MELODÍA?

A merced del cuerpo........
había quedado reducida a su miedo,
a la rabia de sus entrañas,
al miedo del agua que oía caer.....
Milan Kundera

Carlos me consulta por su desgano y apatía. Es un hombre alto que promedia los cincuenta años. No cree que un nuevo análisis lo pueda ayudar sin embargo ha llegado a estas entrevistas. No es su primera experiencia. De las anteriores se encuentra defraudado.

Sobre el final de la primera entrevista me comenta que hace seis meses le encontraron un cáncer de pulmón, que fue sorpresivo. Que ahora los médicos le dijeron "que está todo bien", que él salió contento y fortalecido de la operación repentina, que ahora tiene tres cuartos de pulmón menos. Que fue de un día para el otro sin señales previas, solo ese día "la sangre".¡ Ah si en los últimos treinta y cinco años me fume todo!. Ahora dejó el cigarrillo. Su voz resonaba vacía; metálica; uniforme.

Continuaron las entrevistas. El "efecto entusiasmo" de la salida de la operación/corte declina rápidamente. En las siguientes entrevistas sitúa su desgano y apatía por decepciones reiteradas con su trabajo y su ex mujer. Ha transitado los últimos años de su vida cambiando de empleo. Al poco tiempo de instalado en uno de ellos una pelea sin atenuantes con su jefe, lo coloca de vuelta en la búsqueda. Las entrevistas orillan el decir de su jefe actual quien promete reubicarlo en un puesto mejor. Al pasar relata que se ha casado hace dos años. Su mujer busca un hijo, él accede, pero no sabe si lo desea. Rebeldía y Sumisión se alternan en una tendencia declinante.

Situemos nuevamente el recorte clínico en relación a mis interrogantes ¿Son posibles las Intervenciones Corporales en Psicoanálisis?¿En qué momento del tratamiento?. Estamos en un primer período de entrevistas ¿Cómo situar lo transferencial?

El cuerpo de Carlos ha dado un grito. Sabemos de las "dificultades transferenciales" que presenta el "Fenómeno Psicosomático". El recorte nos demuestra una combinatoria, a la manera de "un collagge", síntomas y signos, formaciones de objeto "a" y formaciones del inconsciente que hacen parte de este cuadro. No es mi intención en este texto discutir las diversas posiciones del "Fenómeno Psicosomático". Siendo una inscripción directa, ¿podemos pensar que una marca no significante (o sea por la vía simbólica) produzca una lesión?. ¿Podemos suponerlo como algo incrustado en el Cuerpo por no haber pasado por el Inconsciente?4 Desilusión amarga la de Carlos que deja en Otro LAS DECISIONES DE SU VIDA hasta explotar en cólera que se disipa como una lluvia de verano. Cólera separadora; a condición de ubicar de que separación se trata. "Estoy cansado". Parece condenado a repetir.

Sus relatos alternan episodios de pelea feroz con un desconocido por una infracción de tránsito sin importancia o las ganas de no hacer nada "quedarme tirado en la cama". Esta semana hice tal cosa y tal otra recita como repitiendo los mandados encomendados. "Estoy cansado" repite al comienzo de una nueva entrevista y comienza a enumerar las cosas que hizo. Mi distracción, atención flotante conceptualizarán algunos, me ubica silencioso mirando hacia otro lado. La larga enumeración de mandados realizados en la semana; rellena el aire que comienza a teñirse de una melodía "in crescendo". Sus ojos que muchas veces aparecían fijados en mí habían tomado un tinte rojizo casi colérico. El sonido resuena como una increpación, mi silencio como distraído es respondido con un violento incremento en la vibración del tono de su voz, cuando finaliza parece "mas cansado".

Pienso en alguna condición básica para proponer a este paciente un análisis. Problemáticas que se disipan en la ausencia de una rectificación subjetiva.

La omnipresente mirada del "Otro", lo convoca a un goce excesivo. Lógica de las Intervenciones que por su operación permita una primera instalación de un "esbozo de rectificación subjetiva".

Repetición de una escena que se había comenzado a configurar en las entrevistas anteriores. Mi distracción, la sustracción ocasional de mi mirada se dio concomitante con el incremento, casi diría con la exacerbación de un cuadro, que había quedado petrificado en su desarrollo. Tal vez fuese mi "propia prisa" en encontrar en Carlos esa rectificación subjetiva, implicación mas allá de la queja por lo que el "Otro" le hace, o mi propia mirada escrutadora que operaba a la manera de un semejante, o ambas que congelaban el acontecimiento.

La posición analista posibilita la producción de un intervalo, juego de la presencia-ausencia como una terceridad ordenadora. Le propongo volver a contarme lo mismo con los ojos cerrados tarareando melodía e intensidad pero sin palabras. Sorprendido acepta la invitación, la entonación suena parecida, en el camino se dibuja una sonrisa que se va delineando con mayor nitidez.

"Parece que le estoy contestando a mi vieja". "No hiciste lo suficiente". "Siempre safas". "Siempre perdes el tiempo y no te dedicas lo necesario". "Ay donde llegarías si te dedicaras".

"Tu debes" palabra privada de todo sentido: los sonidos de un canto materno resuenan, pulsión parcial como eco en el cuerpo, Carlos hace ruido para intentar separarse de la melodía del Otro primordial. "Está cansado" de esta melodía. Así es como recuerda a su padre muerto hace veinticinco años. La experiencia de la voz del Otro en el análisis es también experiencia del sujeto dividido ¿el acontecimiento producido en la transferencia abrirá nuevas discursividades? ¿Interrogantes que permitirán su entrada en análisis?

La voz se separa de la respiración porque la voz no se fuma, nos dice J. Bergés 5 aclarando que en su nacimiento la voz es un objeto que está dos veces separado del cuerpo. Se separa de la respiración, de esa respiración que reverbera luego en la escucha y se separa del aparato bucal donde resuena la voz. Carlos habla como eco del decir del Otro, pero en clave de negación. Detenerse en la posibilidad de escucha de la enunciación, que no es sólo código significante sino que también son ritmos, melodías, sonidos, entonaciones; abre el campo al retorno de una melodía inconclusa. Intervalo entre voz y escucha como lento desmontaje de la pulsión invocante. Prisa pulsional que en su empuje busca su fin para recomenzar. La voz es también goce local. Demanda de lo pulsional que nace en el Otro. Su "desgano", duelo incompletado es una creación en un mal lugar. Impotencia de ocupar lugares paternos por no soportar lo imposible del lugar.

Discurso que se anuda en hebras, intervención por la hebra corporal. Las Polifonías de lo desconocido, lo no reconocido, lo renegado requieren operatorias diversas a aquella de la interpretación. Lo "no sabido" operando en la cuerda entre lo real y lo imaginario anudado a lo simbólico. ¿Será pasar el goce congelado en el cuerpo a formaciones del Inconsciente? ¿Cuál es el valor clínico de estas percepciones?

 

LO CORPORAL

Hablamos de cuerpo
como adjetivo no como sustantivo
Emanuel Levinas

Propongo pensar la práctica y la lógica de "intervenciones corporales", que a la manera de otras formas de intervención puedan resultar "eficaces" en diversos momentos de un tratamiento y en determinadas estructuras clínicas.

Como lo proponía en el trabajo presentado en la reunión de Convergencia; pienso las Intervenciones Corporales como una manera de "saber hacer" allí donde lo inefable, lo repetitivo, no es producto del avance de nuestro trabajo sino un momento de detención.

"Fijación del analizante" a una manera de situarse en su distribución libidinal, ya sea que ésta lo esteriotipe, lo sintomatice, lo inhiba o lo mortifique en signos que no se deshacen con6 las asociaciones libres y el "equívoco" de nuestra interpretación. La noción de lo "corporal" alude así a una manera de concebir los cuerpos donde los ritmos del movimiento, gestos repetitivos, maneras de escuchar, melodías del hablar, estilos de percepción, formas de silencio, pulsaciones de la respiración, etcétera, no deben ser pensadas como signos de un código a descifrar. Sino más bien, que para nosotros como analistas, conforman parte de un discurso, una manera de anudamiento, formas de ligadura que aún a veces, sin palabras nos proponen variantes del lazo social. Reafirmo entonces, que las formas de "intervención corporal" no son sin anudamiento significante, aunque no se restringen a éste. No creo estar presentando ninguna novedad a nuestro oficio, sino más bien puntuando la posibilidad de sensibilizarnos a un cierto tipo de "Intervenciones" que nos permitan avanzar en el "Saber Hacer" de nuestra práctica.

Freud abandona algunas de estas experiencias para dar paso al dispositivo básico con el cuál se conoce el psicoanálisis, a veces hasta caricaturescamente: asociación libre-interpretaciones, dejando lo abreactivo catártico del lado del trabajo transferenci al, no obstante esta formulación en "Nuevos caminos de la terapia Psicoanalítica". Freud nos aclara paulatinamente "va cobrando certidumbre, de que las variadas formas de enfermedad que tratamos no pueden tramitarse mediante una misma técnica". 7

Sostengo así una tesis de base, lo corporal no es el organismo. Intuición a la que contradictoriamente Freud había arribado; pero que encuentra nuevos desarrollos en la última parte de la obra de Lacan y su aplicación del nudo Borromeo. Sin embargo tal vez sea en el Arte donde el concepto de lo corporal encuentra su potencia y su límite.

¿Qué es lo que se revela como escencial cuando todos los sueños sociales, políticos, e (inclusive) los religiosos se terminan totalmente para el hombre? se pregunta Milan Kundera introduciéndonos en la obra del pintor Francis Bacon.

"El cuerpo", responde Bacon. Pero los cuadros del pintor nos devuelven el horror.

El cuerpo humano tiene un carácter accidental; figuras con ojos en las rodillas o con tres manos. ¿No es acaso este cuerpo accidental e impredecible alejado de la fisiología el que nos propone Freud con su noción de cuerpo erógeno, cuerpo libidinal?

En el tercer momento de su enseñanza, J. Lacan nos propone una dirección: "ceñir lo real". "La praxis del analista no reside en interpretar lo inconsciente pues debe tocar un pedazo de real"8, nos dice R. Harari, intentando puntualizar la dirección en este tercer momento.

Lacan también nos advierte en RSI hablando de sus tres registros: "imaginario de cuerpo, lo que se cogita. No hay que creer que yo ponga el acento sobre lo simbólico, lo que se cogita es de alguna manera retenido por lo imaginario como enraizado en el cuerpo"9.

¿Son posibles las intervenciones corporales en la clínica psicoanalítica? Si lo fueran, ¿cuáles serían su lógica y su estatuto? Interrogantes fecundos a condición de soportar nuestra práctica aun fuera de las ritualizaciones tranquilizadoras que han servido más como bunker de corporación que como crisol de formas creativas. ¿Sería posible sumar este tipo de intervenciones a otras diversas como cuando como analistas contamos un chiste, recomendamos una película o un libro o proponemos un corte de goce pulsional?

Lo intraducible del cuerpo muchas veces nos invita a que seamos traductores o sea traidores. Traicionar la ritualización es una manera de mantenernos fieles a este deseo imposible, el de ser analistas.

Notas

2 Consultar I. Vegh "Las intervenciones del analista", seminario dictado en la Escuela Freudiana de Bs. As en 1990.

3 Ver "Discursos del Cuerpo Intervenciones en la Clínica" de Lugar Editorial. Cap. III, IV y V.

4Ver Haydee Heinrich "Cuando la neurosis no es de transferencia" cap. IV. Homo Sapiens (1996). Rosario

5 Ver E. Levin "La infancia en escena" Nueva Visión Bs.as. Pag 70. 1996.

6 Ver David Szyniak "No basta con palabras ¿Intervenciones corporales en la clínica?". Ed.CEB. Serie Estudios N°5

7 Ver S. Freud "Nuevos caminos de la terapia en psicoanálisis".Vol. XVII. Pág.161.Amorrortu Editores.Bs.as

8 Ver R. Harari ¿Cómo se llama James Joice?.A partir de"El sinthoma"de Lacan. Amorrortu Editores.Bs.as !995. pág. 258

9 Ver J. Lacan, seminario XXII RSI. Publicado por EFBA. Pág. 136.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 14 - Diciembre 2001
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