Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Presentación sección "Reportajes"
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Para este número de Acheronta, el tema propuesto es "Cuerpo y síntoma" (ver editorial).

El 13 de abril de 2006 conversamos con Vera Gorali. Su punto de partida es que así como no hay narcisismo primario, tampoco tenemos un cuerpo de entrada. Es con el cuarto anillo - al que Lacan llama "sinthome" - que liga el simbólico, el real y el imaginario, que hay cuerpo. En ese sentido, hay dos presentaciones del síntoma: "está el síntoma que anuda y provee un cuerpo y están lo síntomas que son metáforas a descifrar". A partir de aquí el diálogo se diversificó por varios andariveles. Entre ellos un recorrido por las diferentes conceptualizaciones lacanianas de las maneras de hacerse un cuerpo, desde el cuerpo del estadio del espejo al recién mencionado "sinthome".
Uno de los problemas que inmediatamente plantea la cuestión del cuerpo es el estatuto de lo real: "el real del psicoanálisis no es ese real donde hay un saber, cómo en el real de la ciencia (...) el real del psicoanálisis, justamente, implica que no se lo sabe, implica que hay algo que hay que construir ahí (...) que es un real una vez que lalengua alcanza al viviente". Lo cual nos lleva inmediatamente a la cuestión del goce, término con el que Lacan "reúne estos tres semantemas" freudianos: "el lust, la befriedigung – que es la satisfacción, pero que también implica al lust – y la libido". La referencia a las diferentes presentaciones del goce es la conferencia de Miller "Los seis paradigmas del goce".
Un problema fundamental es el que se plantea "cuando Lacan descubre que el en "blablabla" también hay goce, ¿cómo seguir predicando que con el goce del "blablabla" vamos a cortar el goce? Es una contradicción perfecta (...) Nuestra posición es que la transferencia no se liquida, se transmuta en transferencia de trabajo". Desde el Seminario 20 en adelante, a partir del goce del blablablá, las cosas se tienen que articular de otra manera. El síntoma ya no puede ser solamente una formación del inconsciente. Tiene que ser algo más: "el síntoma como una respuesta del sujeto, como una solución". "Por eso el síntoma es un concepto más amplio que la pulsión. Porque implica sumar al S1 que marcó al sujeto, el objeto, como exterior, pasando por el Otro". "¿En qué es importante esto? En que nos permite, vía el síntoma – porque va a ser solo por el camino del síntoma – elegir un partenaire". "Dentro de esa gama de otros partenaires – cada cuerpo es síntoma de otro cuerpo – el analista es también un partenaire del síntoma, si se ubica bien, si hace de semblante de objeto". "Si uno toma en cuenta estos datos de cómo el analizante va desplegando su síntoma en la transferencia, se va a poder dirigir la cura desde ese lugar de partenaire". "Con el andar se va haciendo el síntoma en el sentido que se reduce todo lo imaginario y va quedando lo que Miller llama el hueso del análisis". El amor es lo que permite que el goce condescienda al deseo, "es lo que permite que, de la pulsión, se haga síntoma, que se pase por el Otro". "El amor es aceptar algo del goce del otro, y también de la mortificación del goce".
"Es posible tener un síntoma, identificarse a él, hacer con él, y que no sea colectivizado, que sea singular. Eso implica también que pueda haber comunidades de goce; que las hay. Porque la única institución que hay es la institución del síntoma. Todos tenemos el síntoma escuela, podemos decir. Colectivizamos ahí, cada uno a su manera".
Si tomamos la cuestión desde el comienzo del análisis, puede decirse que al "analizante hay que hacerlo, como se hace un cuerpo, como se hace el síntoma en transferencia. Es una construcción que se va haciendo en la relación analítica". De ahí el problema de "los llamados síntomas contemporáneos, que tienen estos cuerpos que se satisfacen por completo con el gadget, con el objeto de consumo (...) El objeto está por encima del ideal. Hay una inversión del matema. Y esto complica el análisis".
"Nosotros tratamos el goce, es lo único que podemos tratar. Tratar el goce, por la palabra, es lo único que sabemos hacer, y que podemos hacer".

Vera Gorali es Psicoanalista, Analista Miembro de la Escuela (AME) de la Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL), Responsable del CAP-DEC (Dto. de Estudios Psicoanaliticos sobre el Cuerpo del Centro de Investigaciones del ICBA), Directora de las colecciones Estudios de Psicosomatica y Medio-Oficio, Directora de "La consulta, Centro de atención psicoanalitica"
Email:
veragorali@yahoo.com.ar

 

El 28 de agosto de 2006 conversamos con Guy Le Gaufey.
Unas primeras referencias a la depresión nos llevan al problema que "el cuerpo cambia con los progresos del saber, del lado de la ciencia. El cuerpo de hoy no es el cuerpo de los años 70, ni el cuerpo de antes de los psicotrópicos". En cuanto a la psicosomática, Le Gaufey señala que ha sido motivo de preocupación en todas las escuelas de psicoanálisis ya que ante "esta mezcla entre la realidad física del cuerpo y el tratamiento simbólico de la palabra, de inmediato se proponen lazos por todas partes, pero esos lazos no tienen consistencia, y no se puede construir ni una teoría que valga".

A medida que avanzaba la conversación surgieron los problemas propios de la transmisión del psicoanálisis: "Cuando hay una insistencia, cualquiera, sobre un concepto, se cuaja en una sustancia. Fatalmente, en la transmisión misma. De ahí el peligro, y la necesidad de dar un poquito de aire al saber analítico, de vez en cuando. La transmisión mata al psicoanálisis, siempre ha matado al psicoanálisis (risas)". En particular, esto aparece en toda su dimensión en relación al concepto de goce: "El peligro del concepto de goce es que es un concepto tan potente que si se busca, se lo encuentra". De ahí la necesidad de precisar y acotar esta referencia.

El corte fundamental lo produce Freud al separar la pulsión de su objeto: "Nosotros somos los hijos de este corte de Freud. Y en la cuestión del cuerpo y del síntoma, nacimos en un mundo mental en el cual el objeto no es tan natural". El modo de producción capitalista se presenta afin a dicho corte en la medida en que explota las posibilidades de sustitución y/o variación de ese objeto, al tiempo que, por esa misma razón, se propone como vía de realización de esa sutura, como proveedor de felicidad. El psicoanálisis mismo corre el riesgo de funcionar como una filosofía política afín a ese modo de producción: "Desafortunadamente ocurre más y más, pero creo que, también, por razones demográficas. Hay tantos psicoanalistas, hoy, en el mundo, que no se puede concebir que no sean una especie de fuerza social e ideológica, porque viven, piensan, hablan, más y más toman la palabra en la ciudad. Personalmente estoy bastante en contra de eso porque lo que da nacimiento a un psicoanalista es la transferencia. Por afuera de eso, ¿queda algo? Por supuesto que si, pero no queda, justamente, el estatuto del psicoanalista. Queda el psicólogo, el psi, pero el psicoanalista no".

Le Gaufey considera que este aspecto demográfico también incide en lo que suele considerarse los problemas o aspectos de "actualidad" de los síntomas o conflictos, ya que los psicoanalistas "van a trabajar, también, afuera del consultorio, más y más. Y afuera del consultorio hay más y más actualidad". El recorrido por las posiciones que tuvieron la IPA y otras instituciones respecto de la realidad y el consultorio nos fue llevando hacia el problema del fin de análisis, y el credo común que con Freud el análisis es interminable, y con Lacan el análisis es terminable: "Esa es la "buena nueva": no solo hay un fin posible, sino que hay un fin casi necesario, un fin de los fines, un fin tal que después no puede hacer ninguna transferencia hacia ningún sujeto supuesto saber. Esta esperanza, que proviene del texto del 67, me parece imposible de sostener, salvo como chiste". "No se puede concebir una teoría consistente del tratamiento analítico sin una apuesta, por lo menos, una apuesta bien construida, a propósito del fin. La proposición del 67 es una entre muchas (...) Y la cuestión del fin es precisamente el punto en que cada uno, en mi opinión, debe plantearse si está de acuerdo con este modo. Hay un problema de consistencia del saber que se cierra con la cuestión del fin, o no se cierra".

Esto nos llevó, finalmente, al problema del síntoma como lo plantea Lacan en los seminarios del 74/75, el "sinthome".

Guy Le Gaufey es psicoanalista, miembro de la école lacaniene de psychanalyse, y autor de varios libros, entre ellos: "Anatomía de la tercera persona", "El lazo especular", "La evicción del origen", "El caso inexistente"
Email:
glg12@wanadoo.fr

 

En una de las pocas calles tranquilas de Balvanera, un edificio industrial de 7 pisos es el espacio en el que Nicola Costantino tiene instalado en forma transitoria su estudio. Allí nos recibió el 25 de agosto de 2006, acompañada por una simpática perra Bulldog - Rita - que será una protagonista más del encuentro. Rita intentará ganarse nuestra simpatía para merecer ser convidada con alguna de las cosas ricas que Nicola cocinó para nosotros. La comida es la punta del ovillo de un camino que se inició con bacanales performanes en Rosario, ciudad natal de nuestra entrevistada, en donde estudió Bellas Artes. Ella ofrecía un lechón para ser comido por los asistentes al encuentro servido en una cama de agua y a su vez fundaba el antecedente de una de sus más conocidas obras el (los) Chanchobola.
Al Chanchobola –serie de esferas con formas de cerdos tomadas de moldes naturales- siguieron los trabajos con Nonatos ( frisos, esculturas) hechas también con moldes tomados de los cuerpos, una serie de máquinas ideadas para animarlos (Animal Motion Planet), la peletería humana -calcos de diversos sectores de la piel humana utilizados luego para confeccionar ropa- y Savon des corps- exhibidores, fotografía y perfumados jabones elaborados con grasa de la propia artista extraída en una lipoaspiración- punto culminante de una carrera polémica y que desató apasionados ataques y defensas.
Marshal McLuhan afirma que para saber lo que ocurre en el presente hay que interrogar a los artistas pues ellos viven en el presente absoluto. ¿ Cómo es el modo que ellos tienen de responder esas preguntas? León Ferrari, en un texto en defensa de Nicola Constantino, afirma que la obras salen desnudas de los ¿Es el artista el que debe vestirlas o son los espectadores?
Nicola, con gran generosidad, responde sobre su obra. El lector encontrará en sus decires algunas respuestas y posiblemente nuevas preguntas.

Nicola Costantino ha expuesto su obra en los más importantes museos y galerías de diversas partes de mundo, ha obtenido numerosos premios en el ámbito nacional e internacional y su obra forma parte de importantes colecciones( MOMA, Nueva York, EE.UU; MOCA, Los Angeles, EE.UU.; Art Gallery, NSW, Sydney, Australia; Museo Municipal Juan B. Castagnino, Rosario, Argentina; Museo de Arte Moderno, Buenos Aires, Argentina.; MALBA, Buenos Aires, Argentina; Danae Art, International Inc., Suiza; Daros Latinoamérica, Suiza; y otros)
Email:
info@nicolacostantino.com.ar
Web:
www.nicolacostantino.com.ar

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 23 - Octubre 2006
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