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Uno de los preceptos fundamentales, primordiales en el psicoanálisis es el secreto profesional. Así, el analista debe conservar en secreto, valga la redundancia, lo que sus analizantes le confían.
En virtud de que el psicoanálisis es eminentemente clínico nos enfrentamos entonces a una problemática muy particular, ¿como discutir problemáticas clínicas sin faltar al secreto profesional?
Es importante que quienes se dedican al psicoanálisis puedan poner en la palestra cuestiones de orden clínico. Es preciso hacer lazo social con otros interlocutores, con otros psicoanalistas o con quienes se sientan concernidos a discutir problemáticas psicoanalíticas, disertar con otros clínicos sobre dificultades, complicaciones, avances, variaciones, etcétera, reunirse con otros colegas a entablar temas psicoanalíticos.
La manera en que Freud resolvió esto fue publicando casos como enseñanzas clínicas y descubrió que si publicaba temas íntimos de sus pacientes no se sabría su identidad, a diferencia de que si publicaba datos reales, el público podría establecer dicha identidad, de este modo los datos que pudieran develarla los modificó o los omitió para conservar el anonimato de sus pacientes.
Jacques Lacan únicamente publicó el caso de Aimeé, que es su tesis para titularse de psiquiatra y nunca más volvió a publicar casos, solo en algunos momentos de sus seminarios se permitió algunos escuetos comentarios sobre momentos de análisis de sus analizantes. Aún así, se permitió trabajar sobre la figura de James Joyce, quien no fue su analizante en el Seminario 19 Le Sinthome, Lacan contaba con algunos testimonios escritos de Joyce a partir de los cuáles trabajó cruzándolos con algunos de los libros escritos y publicados por Joyce.
Así nos encontramos en una disyuntiva, pues sólo quien ha asistido al análisis puede dar cuenta de ello.
Lacan aborda esta cuestión en la proposición del 9 de octubre de 1967 Sobre el Psicoanálisis de la Escuela en la que aborda el asunto del psicoanálisis en intensión que es el que se produce en el análisis mismo y que tiene dos actores: el analista y el analizante, y el análisis en extensión que implica lo que se puede decir del análisis y que se basa indudablemente en el psicoanálisis en intensión
"Partimos de que la raíz de la experiencia del campo del psicoanálisis planteado en su extensión, única base posible para dar motivo a una Escuela, debe ser hallada en la experiencia psicoanalítica misma, queremos decir, tomada en intensión única razón valedera que se ha de formular en la necesidad de un psicoanálisis introductivo para operar en este campo. En lo cual, por lo tanto, concordamos de hecho con la condición, admitida por doquier, del psicoanálisis llamada didáctico" 1
En la propuesta del psicoanálisis de Lacan, los analistas han seguido su enseñanza y no han publicado casos de análisis. Esto obedece fundamentalmente a salvaguardar el secreto profesional. No así los analizantes, ellos si se han permitido escribir sus testimonios como analizantes.
Para argumentar un poco más en torno a este asunto, es conveniente no olvidar que un testimonio implica una atestación o aseveración de algo propio o de otros, situación que interesa en el sentido de tener el valor de hacerlo, de asumirlo, de hacerse cargo de ese acto.
En el terreno psicoanalítico, en Freud justamente uno de los lugares en donde aparece la noción de testimonio es en el texto titulado Una Neurosis demoníaca del S. XVII, que es justamente el primer caso construido desde una lectura psicoanalítica, ahí aparecen testimonios tanto de Christoph Haizmann como del abad Killian, es decir, aparecen testimonios del aquejado de la posesión demoníaca y del abad que da cuenta de lo que atestiguó sobre Haizmann, es a partir de estos testimonios que Freud se permite realizar una lectura analítica de una persona que no fue su paciente, y que ya había fallecido.
Otro lugar en donde Freud aborda el asunto del testimonio es en A propósito de un caso de neurosis obsesiva (el «Hombre de las Ratas», en la "Parte II Sobre la teoría, particularmente en el punto B Algunas particularidades psíquicas de los enfermos obsesivos; su relación con la realidad, la superstición y la muerte". Freud destaca como algunos enfermos obsesivos tienen una predilección por la incertidumbre y la vida en lo que respecta a temas en que la incertidumbre de los seres humanos es general, estos temas son: "la filiación paterna, la duración de la vida, la vida después de la muerte, y la memoria, a la que solemos prestar creencia sin poseer la menor garantía de su confiabilidad" 2
En pleno Siglo XXI, el tema de la filiación paterna ha quedado resuelto gracias a los análisis del ADN, aquí se da un "testimonio" biológico ya sea con sangre, con algún exudado bucal y/o con raíces de cabello, y hoy no es imprescindible creer ciegamente en una mujer que aduce que el padre de su hijo es el varón que ella dice.
Pero lo más interesante es su nota 12 de pie de página, en la que Freud dice:
"Lichtenberg: «Si la luna está o no habitada, el astrónomo lo sabe más o menos con la misma certeza con que sabe quién fue su padre, pero no con la certeza con que sabe quién ha sido su madre». -Se produjo un gran progreso cultural cuando los hombres se decidieron a admitir el razonamiento junto al testimonio {Zeugnis} de los sentidos y a pasar del derecho materno al paterno. - Figuras prehistóricas en que una persona más pequeña está sentada sobre la cabeza de una más grande significan la descendencia patrilineal: la Atenea sin madre sale de la cabeza de Zeus. Todavía en nuestra lengua, quien da fe de algo ante el tribunal se llama «Zeuge» {«testigo»}, de acuerdo con la parte que el varón desempeña en el acto de la reproducción {«zeugen», «procrear»}; y ya en los jeroglíficos, «testigo» es escrito con la imagen de los genitales masculinos" 3
Es interesante que en lenguas tan diversas como el alemán y el latín la palabra testimonio tenga que ver con los testículos, con el procrear, con la valentía y con la creación de la vida.
Uno de los lugares en que Lacan comenta con respecto al testimonio, es precisamente en el Seminario 3 dedicado a Las psicosis, en el que le va a dar un lugar importante a la palabra de Schreber.
Daniel Schreber, presidente del Senado, escribió en diciembre de 1902 un testimonio invaluable explícito y prolijo que él tituló Memorias de un enfermo de nervios1, escritura que relata sus experiencias delirantes y alucinatorias y sus incursiones en los tres hospitales psiquiátricos en los que estuvo internado en varias ocasiones a lo largo de su vida, a saber: clínica psiquiátrica de Leipzig, Hospital Mental Sonnenstein, y en el asilo Lindenhof. Su texto ha sido leído y comentado por Freud, Jung, Sabina Spielrein, Melanie Klein y Lacan 4
Dice Lacan:
"Intentemos penetrar un poco la noción de testimonio. ¿Acaso el testimonio es también pura y simplemente comunicación? De ningún modo. Pero está claro que todo lo que para nosotros tiene valor en tanto que comunicación, es del orden del testimonio. La comunicación desinteresada, en última instancia, no es sino un testimonio fallido, o sea, algo sobre lo cual todo el mundo está de acuerdo. Todos saben que ese es el ideal de la transmisión del conocimiento. Todo el pensar de la comunidad científica esta basado en la posibilidad de una comunicación cuyo término se zanja en una experiencia respecto a la cual todo el mundo puede estar de acuerdo. La instauración misma de la experiencia esta en función del testimonio" 5
En esa misma sesión, más adelante Lacan apunta a la palabra, dice:
"La palabra es siempre pacto, acuerdo, nos entendemos, estamos de acuerdo: esto te toca a ti, esto es mío, esto es esto y esto es lo otro. Pero el carácter agresivo de la competencia primitiva deja su marca en toda especie de discurso sobre el otro con minúscula, sobre el Otro en cuanto tercero, sobre el objeto. No por nada testimonio en latín se denomina testis, siempre se testimonia sobre los propios cojones. Siempre hay compromiso del sujeto y lucha virtual en la cual el organismo está siempre latente, en todo lo que es del orden del testimonio" 6
Se observa cómo en el diccionario, en la etimología, en Freud y en Lacan, lo mostramos, testimonio hace referencia a los testículos, a procrear, a tener la valentía para decir algo, a asumir un compromiso y a hacerse cargo de los actos.
Una de las formas de dar testimonio consiste también en escribir los recuerdos que se tienen del pasado, de lo que se vivió; al respecto dice Lacan en el Seminario 19 Le Sinthome en la Clase X del 11 de mayo de 1976: "Las personas escriben sus recuerdos de infancia. Eso tiene consecuencias. Es el pasaje de una escritura a otra escritura" 7. Esta aseveración de Lacan apunta a los recuerdos de infancia de James Joyce para mostrar, vislumbrar, uno de los múltiples aspectos sobre cómo funcionó Joyce como escritor y en su vida.
Se apuntaba en líneas anteriores que solo quien ha estado en análisis puede dar cuenta de ello, y comentábamos que al analista le corresponde preservar el secreto profesional, pero los analizantes no están obligados a resguardarlo.
Como muestra de testimonios de analizantes tenemos a Serguei Constantinovich Pankejeff, quien estuvo en dos ocasiones en análisis con Freud, la primera vez antes de la Primera Guerra Mundial y luego posteriormente a la guerra. Intenta analizarse con Freud por tercera vez y él lo deriva con su discípula y a la vez analizante Ruth Mack Brunswick quien lo nominó como El Hombre de los Lobos, Pankejeff fue uno de los primeros pacientes de Freud que escribió su autobiografía y su tránsito por su análisis con él.
También están Smiley Blanton, Abram. Kardiner y Hilda Doolitle, los tres norteamericanos y pacientes de Freud, quienes publicaron testimonios de análisis. Blanton y Kardiner fueron psiquiatras que se trasladaron a Viena para analizarse con Freud. Hilda Doolitle fue una poetisa y procedió así mismo a hacer una escritura testimonial de su análisis con Freud. También existe el testimonio invaluable de Marie Bonaparte, quien no solo fue analizante de Freud, sino que se convirtió en una amiga de él y de su familia y fue gracias a ella que los Freud pudieron escapar del régimen nazi que se había instalado en Viena con el advenimiento de la segunda Guerra Mundial.
Otra forma peculiar de esto es la publicación del libro Como trabajaba Freud, que consiste en una serie de entrevistas realizadas por Paul Roazen, quien es un historiador, a diez pacientes de Freud, entre ellos James y Alix Strachey, quienes consintieron en hablar de su experiencia analítica con Freud.
También con respecto a Lacan, ha habido analizantes que han dado cuenta de su tránsito por el análisis con él, en este tenor podemos comentar, por ejemplo, el texto titulado Una temporada con Lacan de Pierre Rey, escritor francés quien estuvo más de 10 años con Lacan y nos relata su análisis y sus incursiones en los seminarios del mismo.
Asimismo Gerard Haddad, de origen tunecino, quien trabajaba como ingeniero agrónomo y en 1969 ingresa a análisis con Lacan y da cuenta de su análisis de 11 años con él, en un libro titulado El día que Lacan me adoptó, posteriormente Haddad estudió medicina, psiquiatría y se convirtió en psicoanalista.
De igual forma se puede comentar sobre Stuart Schneidermann, quien es el primer analista norteamericano que se formó en la Escuela Freudiana de Paris, como analista lacaniano en los años 70, y que no sólo da cuenta de trazos de su análisis con Lacan, sino que también nos muestra a un Lacan no sólo analista, sino un Lacan humano, un Lacan admirador de las mujeres y que buscaba tener relación con ellas, un Lacan con posturas políticas con respecto a la IPA y a los movimientos políticos de la Francia de esa época, un Lacan que fue proponiendo una teoría psicoanalítica diferente a la de Freud, en fin un Lacan que Schneidermann nomina un héroe intelectual.
Otro analizante de Lacan que también nos brinda el testimonio de su análisis con él, es el psicoanalista francés Jean-Guy Godin publicado con el nombre de Jacques Lacan, calle de Lille No. 5.
También puede comentarse en este tenor el texto establecido por Jean Allouch titulado según dos distintas versiones 213 ocurrencias con Jacques Lacan, o Hola ¿Lacan? Claro que no., en el que numerosos analizantes, colegas, supervisandos testimonian momentos de Lacan y de su quehacer clínico y en los seminarios.
Pues bien, esto sería del lado de los analizantes, pero del lado de los analistas nos ocupa una cuestión ¿qué se puede proponer para hacer lazo social y discernir en torno a problemáticas clínicas sin faltar al secreto profesional?
Como dice Lacan: "es indispensable que el analista sea al menos dos. El analista para tener efectos es (est / y) el analista que a esos efectos los teoriza" 8. Es por ello que es importante hacer psicoanálisis y teorizarlo para poder pasar a otro público distinto al que nació.
Una de las formas de hacer lazo social para discernir cuestiones clínicas sin faltar al secreto profesional y teorizar efectos de la clínica consiste en la fábrica de casos/casos en fabricación.
La concepción de fábrica de casos nació en los documentos de la fundación de la escuela lacaniana de psicoanálisis (e.l.p.), plaqueta editada en Paris por la misma en el primer semestre de 1986 y con las modificaciones hasta diciembre de 1988. Fue publicada en español por la Revista Artefacto 1 9 Los documentos constan de VI apartados, a saber: I Sobre el psicoanálisis didáctico, II Sobre la clínica psicoanalítica, III Sobre el cartel, IV, Sobre la enseñanza, V Biblioteca y VI Publicaciones.
Precisamente en el apartado dedicado a II Sobre la clínica psicoanalítica apare ce la concepción de La fábrica del caso
Los miembros de la escuela lacaniana de psicoanálisis parten de una pregunta, a saber:
"¿Cómo confrontar experiencias múltiples, cada una de las cuáles se sostiene solo por lo singular? ¿Cómo pasar de prácticas (privadas por el hecho mismo del protocolo de la cura) a una clínica susceptible de hacer referencias para una comunidad, y de manera tal que permita el debate?"10
La respuesta la emiten en una doble comprobación: en primera instancia nos advierten que la expresión "ingenua" de un fragmento de cura, necesitaría ser enunciada por el analista, quien caería en una unicidad de la censura de sus elaboraciones que podría fracasar al pasar al público, entonces, ellos señalan la necesidad de un cartel.
En segundo término los miembros de la e.l.p. nos advierten que el trabajo de fábrica de caso en un cártel sea encarado "en la perspectiva del pasaje a un público distinto de aquél en que vio la luz" 11
Es necesario comentar que el cártel consiste en una reunión regular de personas para trabajar asuntos clínicos psicoanalíticos, esto no parecería distinto de otras prácticas psicoanalíticas, sin embargo Lacan introdujo el enigmático " más-uno", "para mantener la tensión necesaria para que un cártel pueda resistir a la tentación, ya sea de estallar antes de tiempo, ya sea de hipostasiarse en la contemplación de los saberes" 12
Aún cuando se pretende la fabricación de un caso a través de un cártel, en la e.l.p. existen textos de fábrica de casos que se han construido por una persona, a saber: Margueritte, Lacan la llamaba Aimeé, por Jean Allouch y Camille Claudel, el irónico sacrificio trabajado por Danielle Arnoux, y las razones de esto son una muestra de la singularidad de caso.
La nominación fábrica de casos/casos en fabricación obedece a la epeele, Editorial Psicoanalítica de la letra, A.C. en lo que respecta a su serie de publicaciones sobre los mismos, que en esta apuesta permite la inclusión de casos que están en fabricación y que habrá de continuar con ellos, una muestra de caso en fabricación sería el libro Una célebre desconocida de Jacques Maitre, que aparte de ser un caso en fabricación, está siendo fabricado por una sola persona.
Recurriendo a la enseñanza de Freud de abordar caso por caso y como se estila en el psicoanálisis lacaniano la singularidad de caso, es precisamente esta singularidad, valga la redundancia, la que se despliega en cada fábrica de caso/caso en fabricación, de ahí que las generalidades se tornan improcedentes y entonces aparece cada caso en una exquisita singularidad.
George-Henri Melenotte nos explicita a que se refiere el psicoanálisis cuando propone la singularidad del caso:
"El caso debe ser real y su realidad, de hecho, un acontecimiento. La singularidad no radica en la ausencia de una medida común de una calidad enmascarada por la condición de los hombres, sino en la resistencia propia de toda realidad a ser capturada en una red clasificatoria operatoria" 13
Marcelo Pasternac también nos explicita en torno a la fábrica de casos que la idea sea precisamente fabricar un caso y no hacer una producción fantasiosa, respetando el ámbito de exquisita singularidad irrepetible de cada caso.
Asimismo Marcelo Pasternac nos advierte del riesgo que ocurre cuando no contamos con las asociaciones el analizante, y que entonces se evite hacer una aventura de lectura puramente asociativa. Incluso dice como el caso puede terminar de forma provisoria.
A partir de ello la propuesta de Marcelo Pasternac en lo que concierne a la singularidad para la fábrica de casos/casos en fabricación consiste en lo siguiente:
"1º. Singularidad del real de la clínica. El caso clínico es único, irrepetible y ante él la disponibilidad del analista debe ser total, con la suspensión de su propia subjetividad, sin excluirla;
2º. Singularidad del simbólico que se expresa en la formulación de la ética del psicoanálisis. Una ética que consiste en que el psicoanálisis no es una moral. Una práctica que no integra al sujeto singular en un rebaño y que, entonces, no lo conduce a ningún corral preestablecido por una bio-norma o una socio-norma o una etiqueta. Ética que se regula por la exquisita singularidad del enigmático deseo del sujeto;
3º. Singularidad del imaginario que se presenta en la generalidad teórica, pues el saber del psicoanalista como todo saber tiende a producir una generalidad transmisible y, en ese sentido, está acechado por el riesgo de caer en la tendencia a las formas plenas. Pero aquí tenemos una generalidad contradictoria. Lacan la formula en una paradoja cuando afirma que "Lo que debe saber el psicoanalista ante el caso es justamente ignorar lo que sabe " (lo que sabía de antes y de otros casos). He aquí una generalidad teórica extraña: saber que no se debe aplicar, la suspensión de todo saber general.
4º. Singularidad, finalmente, de la escritura del caso en una topología especial, la del cuarto lazo de este anudamiento borromeo de la doctrina del análisis. Lacan hizo una escritura del caso Schreber, o en el caso de James Joyce, que no es la escritura de las psicosis sino la escritura de cada uno de esos casos, y que puede resultar un saber iluminador de otros pero que debe ser suspendido en la tendencia a aplicarlo como una generalidad."14
También es insoslayable recuperar el reportaje que Michel Sauval le hizo a Pura Cancina en Acheronta No. 21 en referencia a la fábrica de casos, algunas cuestiones que ellos elucidan se recuperan en esta escritura.
Pura Cancina comenta como la clínica es transmisión y que una de las formas es precisamente la fábrica de caso, "En la idea de fábrica de casos está contenido el caso por caso. Es cuando un caso y esto sería una ruptura con toda la epistemología de la evidencia- cuando un caso, suficientemente trabajado, produce una enseñanza. En este sentido coinciden transmisión y enseñanza" 15 para Pura Cancina la clínica pone en cuestión a la teoría.
Para sostener esta cuestión Pura Cancina nos conduce al "Seminario sobre la carta robada" de Lacan, en el que él subraya la importancia de que trabajemos con un relato, y como al hacer un nuevo relato del relato se produce una nueva lectura que esclarece el asunto en cuestión.
En si "La fábrica de casos es principalmente una práctica de lectura, porque trabaja casos que no son propios. No es tu práctica sino lo que otro transmite relata- de su práctica, sobre lo que vos hacés un ejercicio de lectura y fabricás un nuevo relato " 16
Y a partir de aquí Pura Cancina relata ampliamente el trabajo de fábrica de casos realizada en cárteles, en el que cada miembro toma un aspecto del caso, lo trabaja, lo reflexiona y luego lo propone al grupo. Ella destaca que ese aspecto del caso era algo que le interesaba especialmente, lo que nos conduce a la insoslayable transferencia, sin la cuál la fábrica de casos no se produciría. La fábrica de casos es un dispositivo, y como tal dice Michel Sauval "No hay dispositivo que sea independiente de quienes los implementan" 17
También Pura Cancina nos habla de distintas formas de las fábricas de casos:
"porque una cosa es trabajar una desgrabación de una presentación de enfermos, otra cosa es trabajar lo que el personaje de un libro dice de lo que puede ser la estructura y otra cosa es trabajar un texto testimonial" 18
Esta referencia es de mucha claridad, aunque en este texto estoy trabajando fundamentalmente las escrituras testimoniales ya sea de quienes han estado en análisis o quines no han estado en análisis, pero sus testimonios revisten una importancia clínica psicoanalítica
Y nos advierte Pura Cancina muy bien sobre la forma en que se trabaja en la clínica en el psicoanálisis "no es la ocurrencia, la opinión. Es una lectura que se sostenga con un referente textual" 19
En este mismo sentido Marco Antonio Macías señala muy puntualmente como: "Hablar de la fábrica del caso, es hablar de una forma de investigación particular que implica, y es necesario reiterarlo, el teorizar a partir del caso, renunciando a la práctica de la conjeturación" 20 Marco Macías nos presenta distintos pasajes de las Actas de la Sociedad de los Miércoles, en las que discípulos de Freud incurrían en ese error de la conjeturación, aún cuando Freud había advertido que no era conveniente. Asimismo Marco Macías advierte que no es prudente aplicar la teoría psicoanalítica al caso y entonces hacer un análisis de la "personalidad" del sujeto en cuestión, sino más bien dice que "la práctica del psicoanálisis es una práctica de lo azaroso, en el sentido de poderse dejar sorprender, práctica que se aparta de la correspondiente ciencia que trata de controlar las variables previstas y que se afana en hacer previsiones, esto es, querer ver antes y ante toda circunstancia lo que va a suceder" 21
Es por ello que al fabricar el caso se producen sorpresas inesperadas que se dejan conducir, que se halan por si solas
Es importante recuperar las intelecciones de George-Henri Melenotte sobre los que plantea en cuanto a "Convergencia y divergencia entre Lacan y Foucault a propósito del caso", Melenotte dice "Entre Lacan y Foucault hay convergencia en cuanto a la soledad del caso, su no inscripción en el pret-à-porter psiquiátrico, y divergencia en lo que hace a la libertad del sujeto" 22 , es decir, efectivamente hay singularidad de caso, hay una no inscripción en los sistemas calsificatorios psicopatológicos de la psiquiatría y la divergencia que encuentra Melenotte es que Foucault si problematiza en torno a la libertad y Lacan no habla de la libertad, para Melenotte, esta libertad en negativo está en el sentido de las palabras impuestas, por el otro y el Otro al sujeto.
Posterior a Lacan, el psicoanálisis, ha ido avanzando en cuanto a la fabrica de casos, sea de manera individual o de manera colectiva, las fabricas de casos/casos en fabricación que se han publicado por la epeele y otras editoriales, son rigurosas, han llevado mucho tiempo a sus autores, han cuidado no caer en conjeturas, han realizado las reconstrucciones histórico-sociales pertinentes, de alguna manera los casos no han sido construidos en su totalidad porque han respetado rigurosamente las fuentes y los testimonios con los que han contado. Estas fábricas de casos/casos en fabricación nos permiten discusiones clínicas importantes, se han publicado por ejemplo, Camille Claudel, el irónico sacrificio, caso fabricado por Danielle Arnoux. Jean Allouch ha fabricado los casos de Aimeé, de las hermanas Papin y de Sidonie Csillag (el caso de la joven homosexual de Freud). Ines Rieder y Diana Voigt trabajaron también el caso de Sidonie Csillag También la psicoanalista uruguaya Raquel Capurro ha escrito los casos de Iris Cabezudo y de Herculine Barbin. Michel Foucault quien también trabajó a Herculine Barbin y a Pierre Riviere. También está publicado el libro titulado Una célebre desconocida de Jacques Maitre quien da cuenta de Madeleine, la paciente del psiquiatra francés del siglo XIX Pierre Janet. Del mismo modo la psicoanalista Anne-Marie Vindras publicó la monografía clínica de Ernst Wagner, ¡Ecce Animal!: pastor, maestro, masacrador, dramaturgo.
Mi tesis doctoral esta encaminada a la fábrica de caso/caso en fabricación de Sacher-Masoch, desde una lectura psicoanalítica con los avatares, problemáticas y dificultades que conlleva.
Si bien, Sacher-Masoch, al parecer, no estuvo recluido en un hospital psiquiátrico, ni tuvo delirios ni alucinaciones, ni tampoco cometió un crimen, ni deambuló por las calles pretendiendo ser santo y puro como San Francisco de Asís y presentando los estigmas de Jesucristo, ni tampoco fue poseído por el demonio ni hizo un pacto con el diablo, ni se mutiló una parte de su cuerpo, ni por supuesto estuvo en análisis, pues por edad era 20 años mayor que Freud. Lo cierto es que era todo un caballero del Siglo XIX, burgués de nacimiento, hijo de Leopold Sacher Jefe de policía de la provincia de Graz en Austria y de Carolina Masoch, mujer refinada quien a su vez era hija de un gran médico. Tuvo una educación excelente, hablaba el alemán, lengua oficial del imperio austrohúngaro, ruso pues fue amamantado y criado por una nana rutena, francés que le fue enseñado en su casa por una institutriz francesa, y conocía la lengua eslava Su educación universitaria se enfocó en la filosofía. A muy temprana edad, 20 años terminó su doctorado en Filosofía en la Universidad de Graz (enero de 1856), para el año siguiente 1857 logró ser Privat dozent de la misma Universidad, en la que permaneció 9 años como profesor.
Pero a Sacher-Masoch le atraía sobremanera ser escritor. Dedicó muchos años de su vida a la escritura de novelas históricas, de revistas literarias y de periódicos pues siempre le interesaron los avatares históricos y movimientos políticos de los austriacos, los polacos, los judíos, los rutenos e incluso en su autobiografía se muestra como admirador de Napoleón Bonaparte. En una época, en el mundo germánico, en que a los escritores no se les pagaba porcentaje por el precio de venta "Se les pagaba por «pruebas de imprenta», es decir, dieciséis páginas impresas" 23, Sacher-Masoch insistió en ser escritor, y se mantuvo toda su vida como tal, de hecho el ser escritor se convirtió en su modus vivendi y fue como mantuvo a sus dos esposas y a sus hijos
Uno de sus grandes éxitos y de manera simultánea uno de sus grandes problemas consistirá en haber publicado varios testimonios de su erótica. Uno de estos testimonios titulado La Venus de las pieles, fue recuperado por Krafft-Ebing para nominar una entidad nosológica psiquiátrica: el masoquismo. Solo por que Sacher-Masoch decía que le encantaba ser el esclavo de una mujer envuelta en pieles.
Para argumentar lo que permite considerar la figura de Sacher-Masoch como fábrica de caso/caso en fabricación, recupero una aseveración de los miembros de la e.l.p. en la que nos invitan a
"Retomar casos de la literatura analítica también puede dar lugar a trabajos de fábrica siempre que fueran puestos sobre el banquillo de elementos transferenciales que presidieron la elección de ese caso más que otro cualquiera" 24
Y efectivamente, así ocurrió, cuando leí en Deleuze que la nominación del masoquismo se había hecho en vida de Sacher-Masoch, quedé capturada por él, pensé en el dolor de ver convertido su apellido materno en una entidad nosológica psiquiátrica, y en ese instante, ya no pude desprenderme de Sacher-Masoch, ni del caso, mi interés aumentó sobremanera hasta darme a la tarea de tratar de conseguir la mayor cantidad de testimonios de su vida y de su erótica que me fuera posible.
También los miembros de la e.l.p. enuncian que: "Asimismo, otras prácticas diferentes de la cura pueden encontrarse convocadas ahí, las formaciones del inconciente no son privilegio exclusivo del marco diván-sillón (como tampoco la transferencia)" 25
Personalmente mi inconciente ha estado presente en la fabricación de este caso, he cometido lapsus recurrentes sobre él. Y que decir de mi transferencia, no sólo he localizado testimonios de Sacher-Masoch, sino que he pasado una gran cantidad de horas dedicadas a él, pensando, escribiendo, tratando de argumentar, aún cuando es mi lectura particular, mi versión del caso. Se pueden escoger distintas aristas para tomar el caso de Sacher-Masoch, la que yo elegí es la de la erótica nominada por él mismo übersinnlicher, hipersensual o ultrasensual, evidentemente esa es mi lectura. Pero sobre todo interesa darle voz a él, pues una de las características primordiales de una fábrica de caso es el no hacer conjeturas sobre las posiciones de la persona en cuestión, el mantener la tensión ahí, aún cuando el caso en fabricación quede inconcluso, pues de otro modo, se deslizaría al escabroso terreno de la interpretación, de la ficción y la inventiva y entonces no se mantiene el caso en su precisa dimensión, pues se puede proceder a emplear categorías de análisis distintas a las de la persona, por ejemplo, interpretar desde el contexto del posmodernismo la erótica de Sacher-Masoch conduciría a un terreno de especulación del que difícilmente se saldría airoso.
Otro aspecto que se presenta de manera insoslayable en la fábrica de casos, es comentado por Pura Cancina, quien nos dice como en la lectura que se hace para la fábrica de casos uno se introduce al real de Lacan, el real que es del orden de lo imposible, que está ahí, pero es imposible de aprehender, que tiene que ver con la irrepresentabilidad, con la incertidumbre de la vida, el real que es imposible de imaginar, imposible de incorporar al orden simbólico (inconciente), e imposible de obtener, pero ahí está.
En este sentido, puede decirse que Sacher-Masoch testimonia su erótica desde su real, y los que lo hemos trabajado y también expresamos nuestro real en nuestra lectura, por ejemplo B. Michel expresa su real en su lectura de Sacher, Elena Rangel también involucra su real en su lectura y así ocurre con los diversos autores que se han dedicado a Sacher-Masoch.. Estos autores son recuperados a lo largo de esta tesis. Y ahora, en la escritura de esta tesis, insoslayablemente, se involucra mi real.
A mi parecer una de las frases más explícitas sobre la fábrica de casos expresada por Pura Cancina es que "Si hablamos de psicoanálisis, esto es así. El deseo que pone alguien en algo hace que eso se sostenga o no" 26 y mi deseo se sigue sosteniendo en torno a Sacher-Masoch, no en balde en la primera presentación pública de avances de esta tesis, después de cometer un lapsus sobre la fecha de nacimiento de Sacher-Masoch en más de una ocasión, el Dr. Psicoanalista Luis Tamayo me dijo: "Rosa Imelda estás "mordida" por Sacher-Masoch", y efectivamente estoy "mordida" por Sacher-Masoch y mi deseo y mi real están implicados en esta fábrica de caso/caso en fabricación en la que el acento principal está dado en los testimonios escritos y publicados de Sacher-Masoch, lo que permite una lectura psicoanalítica, aún cuando el caso, como dice Marcelo Pasternac termine de forma provisoria.
Notas
* Daniel Paul Schreber; Memorias de un enfermo de nervios; (1902); Ed. Sexto Piso, México; 2003.
1 Jacques Lacan; Proposición del 9 de octubre de 1967, Sobre el Psicoanálisis de la Escuela; Revista Ornicar 1, Publicación Periódica del Champ Freudien, Ediciones Petrel; Barcelona, 1981; p.14, traducción de Irene Agoff
2 Sigmund Freud, A propósito de un caso de neurosis obsesiva, (el Hombre de las Ratas), 1909, O.C., Ed Amorrortu, T, X, pp.181-182
3 Sigmund Freud, op.cit., p.182, nota 12
4 Roberto Calasso; "Nota sobre los lectores de Schreber" en Daniel Paul Schreber; Memorias de un enfermo de nervios; Ed. Sexto Piso, México; 2003
5 Jacques Lacan, Seminario 3, Las psicosis; Sesión del 30 de noviembre de 1955; archivo electrónico
6 Jacques Lacan, op.cit.
7 Jacques Lacan; Seminario 19 Le Sinthome; Sesión del 11 de mayo de 1976; versión inédita
8 Jacques Lacan; Seminario RSI, Sesión del 10 de diciembre de 1974, Traducción de la versión Chollet, Versión crítica, Edición completa, notas de la traducción de Ricardo Rodríguez Ponte; Ed. Escuela Freudiana de Buenos Aires, p. 7
9 Documentos de la escuela lacaniana de psicoanálisis, Revista Artefacto 1, México 1990, pp. 1 a 39; Traducción realizada en el cartel constituído por Antonio Montes de Oca, Marcelo Pasternac y Alberto Sladogna Ceiman. Más uno: Nora Pasternac
10 Ibid., p. 26
11 Ibid., p. 26
12 Ibid, pp.31-32
13 George-Henri Melenotte; "Convergencia y divergencia entre Lacan y Foucault a propósito del caso", publicado en Revista Litoral No.41; epeele; julio 2008; p. 90
14 Marcelo Pasternac; "Fábrica de un caso: Camille Claudel" en Revista Me cayó el veinte, No, 6, epeele, México 2002, pp. 16-17 y en Acheronta, Revista de Psicoanálisis y Cultura, No. 21, "Clínica y Transmisión", Julio de 2005, en www.acheronta.com , ISSN 0329-9147
15 "Reportaje a Pura H. Cancina" en Acheronta, Revista de Psicoanálisis y Cultura, No. 21, "Clínica y Transmisión", Julio de 2005, en www.acheronta.com , ISSN 0329-9147
16 Ibid
17 Ibid.
18 Ibid.
19 Ibid.
20 Marco Antonio Macía López, "Algunas puntualizaciones sobre la fábrica del caso", en Revista Uaricha; Ed. UMSNH, No. 9, marzo 2007, p. 28
21 Ibid., p 27
22 George-Henri Melenotte; op.cit. p. 99
23 Bernard Michel; Leopold von Sacher-Masoch; Ed. Circe, Barcelona 1992, p. 206
24 Documentos de la escuela lacaniana de psicoanálisis, op. cit., p.27
25 Documentos de la escuela lacaniana de psicoanálisis, op. cit., p.27
26 "Reportaje a Pura H. Cancina" op.cit