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A.I. - ¿Como surge Acheronta y cual es la situación actual de esta revista?
Acheronta era un juego, un juego informático.
Así como a algunos le gusta jugar al futbol o hacer crucigramas, a mi, y a algunos de mis amigos (en particular Gerardo Herreros), nos gusta jugar con las computadoras. No me refiero a los "jueguitos" (esa es tan solo una de las posibilidades de las computadoras, algo así como el futbol para la pelota). Me refiero a otro tipo de programas, en mi caso, orientados a la edición, el procesamiento de gráficos y el manejo de bases de datos de texto largo.
Que de este scrabel informático resultara una "revista" de psicoanálisis fue algo mas o menos esperable puesto que esta es la práctica que ocupa lo principal, tanto de mi tiempo como de mi interés, situación compartida con varios de estos amigos de juego.
Quizás algunos imaginaban un origen mas "noble". Pero así fue como comenzó todo.
Lo que nunca supuse es que esta revista llegaría a ser lo que ha llegado a ser: una especie de caja de resonancia de la situación del psicoanálisis, a nivel internacional.
Definirla de esta manera puede parecer un poco pretencioso, pero si prestamos atención, tanto a las cantidades como calidades que podríamos asociar con Acheronta, así como a la dirección política que le hemos ido dando, creo que puede ser válido.
Por un lado, Acheronta tiene mas de 8.000 suscriptos de mas de 30 países, y el sitio web recibe un promedio de varios cientos de visitas por día. Por otro lado, Acheronta reúne colaboraciones de mas de un centenar y medio de colegas de varios países, pertenecientes a orientaciones y escuelas diferentes.
A. I - ¿Como se logró crear un espacio de esas características y que sentido habría que darle a esa "dirección política" que mencionas?
Creo que el psicoanálisis atraviesa, desde hace un tiempo ya, una situación de crisis. Sería un poco largo desarrollar en qué sentido entender este término. Atengámonos a algunas expresiones que podrían dar cuenta de ella
- Es algo que plantean los propios dirigentes de las principales instituciones mundiales y que atestiguan las escisiones y reagrupamientos que se están produciendo al nivel de esas mismas corrientes internacionales.
- A diferencia de otras épocas, actualmente hay una gran cantidad de psicoanalistas que podríamos llamar "independientes", es decir, psicoanalistas que, o bien, directamente no tienen una afiliación institucional, o bien, aunque están afiliados a alguna institución, es mas o menos evidente que dicha pertenencia es mas formal que militante.
- Entre muchos psicoanalistas se ha producido una cierta caída del valor dogmático asignado a la doctrina transmitida por la institución en la que cada cual se encuentra afiliado, y un correlativo interés hacia a lo que se escribe o produce en otras instituciones.
Otra cuestión que me llamó mucho la atención, en su momento, fue la reacción antilacaniana a que dio lugar el "affaire Sokal". A diferencia de otros países o ciudades, en Buenos Aires o Argentina, nadie podría proclamar la "muerte" del psicoanálisis. El psicoanálisis tiene un prestigio ganado que se remonta a la labor de difusión de los primeros psicoanalistas, y que en gran medida fue reafirmada por el desarrollo de las corrientes lacanianas. Pero desde hace un tiempo (quizás sea una apreciación equivocada de mi parte), me parece, este prestigio de los lacanianos se ha transformado en gran parte de la opinión pública en una marca negativa. Las reacciones que produjo en su momento la visita de Sokal es una expresión de esto.
Obviamente, el psicoanálisis no tiene porque estar adaptándose a la "opinión pública". Se podría decir, incluso, que históricamente ha tenido mas bien una posición marginal respecto de dicha "opinión". Pero es el cambio en sí del valor de esa marca lo que me llamó la atención.
Abordada desde este ángulo, no se si llamarlo "sociológico", podría decir que la crisis tiene sus aspectos "positivos" y "negativos" (por clasificarlos de alguna manera).
Entre las cuestiones "positivas", subrayaría la importancia de estos diálogos y debates cruzados, las consecuencias que podrían resultar de esta mayor "libertad" para escuchar y/o leer lo que dicen " otros".
Entre las cuestiones "negativas", señalaría cierto "vale todo", compañero inevitable de esta "relativización" del valor dogmático de las posiciones desarrolladas o impulsadas desde cada institución.
Es esta situación la que encuentra en Internet una herramienta apropiada para expresar y multiplicar esta relación mas laxa de los psicoanalistas con las instituciones al posibilitarse una comunicación mas informal.
Quizás hay un aspecto mas en juego en la adecuación de Internet a esta situación: esta crisis no es sin su carácter internacional, en alguna medida es la expresión también de los efectos de la globalización. La discusión de los problemas del psicoanálisis, como cualquier otro aspecto de la vida humana, ya no puede escapar a la dimensión global, internacional, que marca cada vez mas la existencia de todos. Esto implica que ya no discutimos de clínica o teoría solo con nuestro "vecino", sino con colegas de otros países, con otros recorridos, otras historias, otras "idiosincrasias", otras culturas, otras lenguas, etc.
Acheronta ha funcionado como canal particularmente afín a esta situación, y creo que esa es la raíz de su éxito.
La "dirección política" de Acheronta no apunta a transmitir una doctrina o una determinada posición institucional. Tampoco pretendemos fomentar el eclecticismo (que de hecho, es también una posición política).
Tan solo nos ofrecemos como un espacio independiente, de intercambios, de debates, cruzados, entre psicoanalistas de diferentes orientaciones y orígenes.
Podríamos decir que nuestra marca editorial se juega en los contrapuntos que articulamos en la selección de los artículos, en cada número, y a lo largo de la serie de números. Ahí se da a leer "algo mas" que cada buen entendedor sabrá juzgar o apreciar.
A título personal, cada miembro del consejo de redacción, cuando escribe algún articulo en Acheronta, desarrolla sus propias reflexiones y posiciones políticas (personalmente, no me he privado de hacerlo desde el comienzo). Pero como dirección política de la revista, nuestra intervención juega mas por esos huecos que constituyen la articulación de los artículos, de orientaciones y con planteamientos muy diversos, que vamos seleccionando.
Al respecto es interesante señalar como se originan los artículos. Obviamente que en muchos casos nosotros mismos hacemos invitaciones o nos preocupamos por obtener tal conferencia, o tal otro material, o por realizar determinado reportaje, etc. Pero lo particular en Acheronta es la gran cantidad de artículos que muchos psicoanalistas, espontáneamente, nos envían. El resultado es que, por semestre (Acheronta se edita dos veces al año, en julio y en diciembre), nos llegan así centenares de propuestas de publicación de todas partes del mundo.
Es otra de las razones por las que podemos decir que Acheronta funciona como una caja de resonancia de lo que sería el "estado del arte" en relación al psicoanálisis, a nivel internacional.
A. I. - ¿Cual es la novedad para este nuevo número de Acheronta?
Junto con este número 11 de Acheronta, se ha completado la edición en CD-ROM de una recopilación integral de los 10 primeros números de Acheronta. Como decía al principio, son mas de 200 artículos de mas de 120 psicoanalistas de todo el mundo (por nombrar solo algunos: Allouch, Quinet, Baños Orellana, Eidelsztein, Fendrik, Ariel, Fridman, Bekerman, Helman, Kaes, Laplanche, Coriat, Pasternac, Volnovich, Mrech, André, Bishop, del Campo, etc.). El CD-ROM incluye exhaustivas herramientas de búsqueda y ha sido organizado de manera de poder incluir la futura actualización de cada nuevo número de Acheronta. De esta manera, cada lector podrá recorrer la revista y leer (e imprimir) los artículos que quiera sin necesidad de estar conectado a Internet.
En cuanto al nuevo número en sí (el número 11), incluye trabajos de, entre muchos otros, M. Pasternac, L. Pinkler, F. Ulloa, E. Rodrigué, S. André, J.M. Vappereau, J. Gerbase, R. Goldenberg, etc.
Todo disponible en nuestro sitio web: www.acheronta.org
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