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Luis López Ballesteros y de Torres, Ludovico Rosenthal 1, Jose Luis Etcheverry. Tres nombres, tres luises 2, oro de la traducción de la obra de Freud al español!. Pioneros famosos en la preferencia de los lectores hispanohablantes del psicoanalista vienés.
Fue a través de Luis Alberto Hanns 3, otro luis, que me comprometí con intensidad en el tema de las traducciones de Freud. En este caso, como traductora al español de su "Dicionário comentado do alemão de Freud", publicado como "Diccionario de términos alemanes de Freud" 4.
El presente artículo me brinda la oportunidad de exponer algunas reflexiones sobre cuestiones de traducción en psicoanálisis en las que también se incluye el pasaje del alemán al español. Me referiré en particular a algunos puntos de la obra de Freud aunque también a aquellos textos cuyo autor es un psicoanalista, o bien cuando quien traduce es psicoanalista, aquí entendido como traductor no profesional 5. El panorama se abre más todavía si tratásemos de "la función de la traducción, en la práctica del psicoanálisis" 6, en un sentido amplio. Aunque excede los límites de esta exposición, no puedo dejar de mencionar esta vertiente, por la trama directa y sutil que, desde Freud, conecta el término "traducción" a la teoría y a la práctica psicoanalítica 7.
Es notable que el "Diccionario de términos alemanes de Freud" haya sido aproximado, en los días de hoy, al universo de las traducciones en medicina, debido al divorcio cada vez más radical, para las tendencias prevalentes en la medicina, entre éstas y el psicoanálisis. Resulta entonces interesante, comprensible, y, desde mi punto de vista enriquecedor, que esto haya ocurrido por vía de los traductores y para una revista sobre traducciones en medicina y ciencias afines, ya que permite poner en evidencia cuestiones de máxima importancia relativas a la palabra, al lenguaje y la escritura.
Sin entrar en detalles sobre las complejas vinculaciones entre el campo de la medicina y el psicoanálisis, considero necesario destacar aspectos diferenciales de la traducción en psicoanálisis en relación a la traducción en medicina (arte y ciencia), y en relación al alemán como lengua de origen.
Voy a valerme para ello del fragmento de una carta de Freud adolescente a su amigo Emil Fluss, en la que el futuro creador del psicoanálisis se jacta de haber obtenido la nota máxima, su único "excelente", en los exámenes de alemán. Comenta además a su amigo, que el profesor había llamado la atención sobre su estilo, al que denominó, curiosamente, "idiótico", de acuerdo con criterios del poeta y filósofo alemán Herder ( 1744-1804). Estilo "al mismo tiempo correcto y característico", o sea resultante de una combinación de lo universalmente aceptado, con lo peculiar, innovador, único8. Esta inclusión del estilo, elemento subjetivo y particular, es lo que da la nota a aquel Freud jovencito. Lo tomo aquí para mostrar esta marca de la singularidad que, hasta donde entiendo, insistirá en el texto freudiano y psicoanalítico.
La traducción en la ciencia, o en una determinada clase de ciencia, las ciencias exactas, para ser más precisa, apunta a la transmisión integral de un saber "à la lettre", de las letras en su literalidad, fuera de la significación en la transmisión de fórmulas, y circunscripto a una repetición de las mismas experiencias de verificación, allí donde la traducción técnica encontraría su lugar.
El límite dado por la imposibilidad de espejar una lengua en la otra, es decir la condición de no recubrimiento semántico entre los idiomas, es algo que las traducciones científicas tratan de sortear, de la mejor manera posible, por la intención, justamente, de aproximar las correlaciones y significaciones entre los idiomas. O sea, tratan de esquivar la mencionada condición. En psicoanálisis, por el contrario, se trata de aprovecharla, aceptando de antemano que la brecha está ahí, que siempre será necesaria una lectura, un lector, una posición de sujeto del traductor. Una interpretación, en fin, un interpretante.
La cuestión de la interpretación en la traducción fue planteada por el mismísimo Freud en una carta al traductor español:
"Sr. D. Luis López Ballesteros y de Torres.
Siendo yo un joven estudiante, el deseo de leer el inmortal "Don Quijote" en el original cervantino me llevó a aprender, sin maestros, la bella lengua castellana. Gracias a esta afición juvenil puedo ahora ya en edad avanzada comprobar el acierto de su versión española de mis obras, cuya lectura me produce siempre un vivo agrado por la correctísima interpretación 9 de mi pensamiento y la elegancia del estilo. Me admira, sobre todo, cómo no siendo usted médico ni psiquiatra de profesión ha podido alcanzar tan absoluto y preciso dominio de una materia harto intrincada y a veces oscura".
Por el bies de este matiz interpretativo en la traducción, paso a distinguir entonces la interpretación en la traducción propiamente dicha ( tal como aparece en la misiva freudiana citada), y la función de la traducción en la interpretación psicoanalítica antes aludida que, como ya mencionado, excede ampliamente los objetivos del presente trabajo.
Se trata entonces de reconocer, de no obstruir la brecha estructural entre un idioma y otro. Entendemos que hay, por un lado, opciones y decisiones de traducción, o sea algo que pertenece a la posición del traductor, y por otro lado lo que existe entre las lenguas propiamente dichas, en su intervalo. James Joyce tomó gran partido de este espacio interlingüístico para construir su obra. Podría decirse que entró de cabeza en ese abismo y no sólo por la vertiente del sentido, sino por el sonido y las homofonías translingüísticas.
La paradoja de la "fidelidad"/ "traición " trae aparejada la cuestión de la traducción como clivaje del original, del no rellenado (o borrado) de las diferencias entre las lenguas, de la consideración y el no ofuscamiento de las diferencias entre versiones de una misma lengua. Esto quiere decir que frente a la existencia de más de una traducción del original, hay de por medio una operación de lectura, comparación de versiones, interpretación, construcciones. No es raro constatar esta práctica comparativa entre los lectores contemporáneos de Freud 10.
La lectura de las traducciones, o aún de las transcripciones en la lengua original incide en la idea que cada psicoanalista se hará de y en su praxis, pero no al modo de una transmisión de conocimiento normativo, ya que en psicoanálisis, no se trata de un saber referencial, o sea dictado apenas desde una referencia teórica, sino principalmente "textual", a partir del compromiso del psicoanalista con su inconsciente como texto, trabajado en análisis. O sea, nadie deviene psicoanalista sólo por un estudio teórico sino por el pasaje, por parte del futuro psicoanalista, por una experiencia de análisis.
Voy a recordar que Freud se refiere a la "traducción" de transcripciones inconscientes en los diferentes momentos de la vida de cada uno. Su carta 52 de la correspondencia con Fliess, en la cual describe el remanejamiento periódico de "inscripciones psíquicas" 11, es uno de los momentos teóricos de su concepción del "inconsciente".
Volviendo a las incidencias clínicas de estas cuestiones, no se trata apenas de promover la interpretacióntraducción interminable, ya que por la vertiente de las asociaciones de palabras siempre podrá ser dicho algo más, en especial por el lado de la interpretación del sentido. Sabemos que en cuestión de clínica hay que diferenciar entre lo interminable de un psicoanálisis, por el cual siempre será posible continuar, y lo que sí llega, necesariamente, a un desenlace. Tema tratado por Freud en "Análisis terminable e interminable" (1937) 12, al que siguieron numerosos debates. El final del análisis pasará a ser definido por diferentes parámetros, dependiendo de las orientaciones de las escuelas de psicoanálisis. "Así, pues, el punto de eficacia que gobierna el desenvolvimiento de las curas escapa al saber constituido, y está dominado por el problema del fin del análisis, problema cuya misma existencia sigue hasta hoy controvertida" 13
Freud recomendaba iniciar cada análisis como si fuese el primero, como si el analista no supiese nada. Esto no significa dejar de lado estudios y lecturas sino abrir un espacio de escucha propiciador de la aparición del sujeto 14 en el tratamiento. La posición del analista que se precie tal es a partir de un "no saber", de lo que San Agustín llamó "ignorancia docta". Al mismo tiempo le es atribuida al psicoanalista, por parte del analizando, una suposición de saber que cae, justamente, al término del análisis 15. Entiendo que esta posición del psicoanalista es lo que distingue la terapéutica psicoanalítica de otras psicoterapias que proponen soluciones de formatos anticipados para problemas tipificados.
Así, como un ejemplo entre otros de cómo es posible habitar el espacio entre las lenguas, quiero recordar aquí la propuesta a los lectores del "Diccionario" de L.A. Hanns en el prólogo de la edición para hispanohablantes, de la condición de extranjeros en relación al alemán como ventaja en la comprensión/indagación de los términos de Freud en alemán, al menos en su sentido coloquial, precisamente, por el aprovechamiento de la distancia semántica entre ambos idiomas. Es decir, el espacio vacío entre los idiomas hace con que el lector se mueva en un espectro de posibilidades de lectura, de modo diferente a como lo haría espontáneamente un nativo en este idioma. Esta propuesta no excluye las ventajas de la lectura del original freudiano, como alternativa para los que han aprendido el alemán como lengua extranjera, tal como Lacan lo hizo desde el francés, incidiendo desde entonces en la traducción al español. En particular, en la del argentino José Luis Etcheverry, posterior a las versiones de López Ballesteros y Ludovico Rosenthal.
¿Como no considerar entonces, por la misma razón, algo incapturable en la traducción, algo que "no cesa de no escribirse" 16, por más que el traductor se empeñe. Es allí donde se ve el ingenio de cada traductor. El punto irreductible de imposibilidad no permite extraer "todo su jugo" al original para verterlo en el recipiente de la traducción, que no es ningún lecho de Procusto. El ideal de la copia fiel, con apagamiento de las diferencias entre uno y otro texto, tropieza con ese resto irreductible, que causará entonces otros nuevos relanzamientos de lecturas-comparaciones-traducciones.
Quiero también señalar la cuestión de la incompletud en la traducción. Me refiero aquí a algo inherente, propio al acto y a la posición de sujeto del traductor, siempre abierto a nuevas ocurrencias, y no a un trabajo inconcluso de por sí. Así, a partir del cese, reciente, de los derechos autorales sobre la obra de Freud son lanzadas en Brasil, al menos dos nuevas versiones diferentes en portugués, directamente del alemán 17.
¿Cómo mantener, al mismo tiempo, la fidelidad al original ( o a su espíritu) y lograr una distancia suficientemente aceptable como para producir un texto que será, por definición, necesariamente otro?
Es cierto que hay en la traducción de Freud algo de su pensamiento que, "es lo más perpetuamente abierto a la revisión. Es un error reducirlo a palabras gastadas. En él, cada noción posee vida propia" 18. Para ilustrar este punto voy a tomar a continuación un término del alemán de Freud, que por cierto no es cualquiera, para examinar más de cerca las consecuencias de una opción de traducción.
Vicisitudes de la Trieb( pulsión) freudiana
Este término de la obra freudiana, en sus vicisitudes y pasajes por las traducciones muestra claramente como incide, en psicoanálisis, la operación de lectura, interpretación, y aún la construcción.
Tanto Strachey, en la traducción del alemán al inglés, como Lopez Ballesteros, en su homóloga al español, no dudan en verter "Trieb" como "instinto". Del mismo modo que la ve rsión francesa.
Jacques Lacan, en su movimiento de retorno al texto freudiano, retoma algunos términos, como Trieb precisamente, "promoviendo y estimulando entonces en sus seguidores una relectura de los originales y la crítica de ciertas opciones de traducción", creando, en este caso, el neologismo "pulsión" 19, elegido entre las varias disponibles en francés, como brout, instinct, jet, pulsión, zèle.
Contamos, en español, alrededor de veinte alternativas para este término, que no alcanza, sin embargo, a recubrir la palabra Trieb. Así: apetencia, apetito, arranque, brote, chupón, codicia, deseo, gana, impulsión, impulso, instinto, ímpetu, latiguillo, pulsión, rebrote, renuevo, retoño, transmisión, tendencia 20. Empuje, podríamos agregar. Observamos que la palabra "pulsión" se cuenta entre las variables, pero, por alguna razón, no resultó elegida en las primeras traducciones. Ninguna de ellas, por sí sola, da cuenta de abanico de significados del término Trieb, aunque puedan hacerlo de modo parcial. Trieb tiene la particularidad de apuntuar a un más allá de lo biológico, sin, de hecho, excluirlo, cosa que no ocurre con "instinto" (Instinkt).
¡Vemos entonces que Trieb contiene a Instinkt, pero le queda todavía mucho espacio para otras acepciones!. No es difícil entender la elección de traducción de Strachey en este caso, como término mas estrictamente biológico, y en general la prevalencia, en su versión, de los términos médicos y de la biología, bajo el peso, indudable, "de la política del comité de traducción de aquella época" 21 , con la consiguiente entropía del original freudiano. Aunque Freud se vale de ambos términos, el alcance de Trieb no podría reducirse a "instinto", como se demuestra a lo largo de su obra," ya la que Trieb es un concepto bifronte, "límite entre lo psíquico y lo somático" 22, no restricto a este último. "La pulsión de la cual habla Freud a lo largo de su obra no es un concepto vago. Tampoco se trata de un fenómeno observado a partir de la clínica y a posteriori teorizado como concepto biológico". "Se trata" "de un término que Freud usa en toda su extensión de significados corrientes en alemán" 23
Es decir, además de su significado genérico, y de las manifestaciones específicas de la pulsión en la clínica psicoanalítica, Freud se refiere a la pulsión en la fisiología, en el psiquismo y en la cultura. Así:
"Ahora hemos obtenido material para distinguir entre estímulos pulsionales y otros estímulos (fisiológicos) que influyen sobre el alma. En primer lugar: El estímulo pulsional no proviene del mundo exterior, sino del interior del propio organismo. Por eso también opera diversamente sobre el alma y se requieren diferentes acciones para eliminarlo"..."La pulsión (Trieb), en cambio, no actúa como una fuerza de choque momentánea, sino siempre como una fuerza constante. Puesto que no ataca desde afuera, sino desde el interior del cuerpo, una huida de nada puede valer contra ella ".
Obras completas. Pulsiones y destinos de pulsión ( 1915), Amorrortu editores, XIV.p. 114 .Traducción de Etcheverry"La pulsión (Trieb) reprimida nunca cesa de aspirar a su satisfacción plena, que consistiría en la repetición de una vivencia primaria de satisfacción; todas las formaciones sustitutivas y reactivas, y todas las sublimaciones, son insuficientes para cancelar su tensión acuciante, y la diferencia entre el placer de satisfacción hallado y el pretendido engendra el factor pulsionante, que no admite aferrarse a ninguna de las situaciones establecidas, sino que, en las palabras del poeta acicatea, indomeñado, siempre hacia adelante" 24
Obras completas.. Más allá del principio del placer (1920). Amorrortu Editores. XVIII.p 42. Traducción de Etcheverry.Si en lugar de la precedente, tomáramos la traducción de Trieb como "instinto", para los mismos fragmentos: ¿cómo concebir una fuerza instintiva constante, no sujeta a los ritmos biológicos?.
Y a la inversa, si leemos el siguiente párrafo:
"La teoría de los instintos (Trieblehre) es, por decirlo así, nuestra mitología. Los instintos son seres míticos, magnos en su indeterminación. No podemos prescindir de ellos ni un solo momento en nuestra labor, y con ello ni un solo instante estamos seguros de verlos claramente".
Freud Sigmund. Obras completas, Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis ( 1933), Conferencia 32 "Angustia y vida instintiva"; Ediciones Nueva Hélade. Freud Total 1.0. Traducción de López Ballesteros.¿Cómo no tomar distancia del elemento biológico?
Escribe Luis A. Hanns 25, que Trieb e Instinkt sonarían casi equivalentes para un nativo en alemán. No ocurre lo mismo en otras lenguas. Hanns destaca palabras de Freud en ¿Pueden los legos ejercer el psicoanálisis? ( 1926) en el cual éste afirma que se trata de "un término que muchas lenguas modernas nos envidian" 26. Es exactamente en este punto que venimos a ilustrar lo señalado más arriba, sobre la diferencia entre lenguas, más allá de las diferentes opciones de traducción.
Cuando Lacan traduce das Trieb por "pulsión" crea allí algo nuevo, energiza las traducciones y, paradójicamente, se aproxima más al original freudiano.
La palabra "pulsión", es un antiguo término didáctico. Su etimología remite al latín "pulsionem, de pulsum, supin de pellere" 27 .Por lo tanto, no se aparta de lo biológico pues remite a pulso, pulsar, pulsación 28, y a fuerzas de tipo físicas.
El movimiento de crítica y nueva propuesta de traducción del original de la palabra alemana Trieb, y las consecuencias de este acto, no fueron banales, ya que el neologismo prácticamente se impuso, no sólo en psicoanálisis, sino en sus extensiones al lenguaje cotidiano.
Volviendo al listado de traducciones de Trieb al español, constatamos que los diccionarios posteriores a la innovación lacaniana incluyen esta acepción de la palabra "pulsión", con referencia al psicoanálisis.
El movimiento de volver a pensar las traducciones tuvo, en este caso, un efecto revulsivo revitalizando la noción, elevándola 29, a uno de los "cuatro conceptos fundamentales" del psicoanálisis.
Mayo 2011
Notas
1 Ludovico, del alemán "Ludwig", significa, en alto alemán antiguo ( hluth= famoso, wig=lucha), "luchador famoso". Equivale a "Luis", en español.
2 Luis: moneda de oro de la época de Louis XIII en Francia.
3 Hanns, Luis Alberto, autor del "Dicionário comentado do alemão de Freud", Imago, Rio de Janeiro, 1996.
4 Hanns, Luis Alberto: "Diccionario de términos alemanes de Freud" , Lumen Lohlé, Buenos Aires-México, 2001.
5 Cabe señalar que entre los primeros traductores de Freud al español, López Ballesteros y de Torres proviene del campo literario y Etcheverry de la filosofía.
6 Ferrari, Norma en "La traducción y el trabajo del analista", trata en detalle estas cuestiones en Acheronta 12, y en la revista Poubellication Lacaneana 6/7.
7 Ver Allouch, Jean, en "Letra por letra. Traducir, transcribir, transliterar". Editorial Edelp, Buenos Aires. 1993.
8 Freud, Sigmund: Carta a Emil Fluss ( 16-6-1873) , en Lettres de Jeunesse, p. 242 de la edición francesa Gallimard, 1990.
9 La puntuación en itálica es de mi autoría. El fragmento citado precede a la edición española.
10 En particular después de Lacan. Para la obra de este último, existe además la complicación del pasaje de la versión oral en francés, en la que fue dictado su Seminario sostenido durante más de veinte años, para la forma escrita.
11 Otros autores, en particular J. Allouch, han deslindado, ya a partir de nociones lacanianas de "letra", y "escrito", la función de la "traducción", vinculada a "transcripción", y "transliteración". Ver, de J. Allouch, "Letra por letra. Traducir, transcribir, transliterar", Editorial Edelp, Buenos Aires.1993
12 Freud, Sigmund: "Die endliche und die unendliche Analyse", 1937.
13 Pommier, Gérard: "El desenlace de un análisis", p. 10, Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1989.
14 "Sujeto" se refiere aquí al "sujeto del inconsciente", sujeto dividido por el lenguaje.
15 Esta concepción del final de un análisis fue desarrollada por Jacques Lacan.
16 "No cesa de no escribirse" es una de las definiciones de la imposibilidad lógica, de autoría de Jacques Lacan.
17 La traducción de Freud al portugués más conocida fue realizada a partir de la versión en inglés de Strachey.
18 Lacan, Jacques: en la abertura del Seminario I, "Los Escritos Técnicos de Freud", Editorial Paidós
19 Hanns, Luis Alberto: A teoria Pulsional, p. 208, Imago, Rio de Janeiro,1999.
20 Diccionario Online de sinónimos en español.
21 Hanns, Luis Alberto: "A teoria pulsional freudianana clínica de Freud ", Imago, Rio de Janeiro, 1999.
22 Freud, Sigmund: en "Pulsiones y sus vicisitudes", Obras Completas,, Amorrortu.
23 Hanns, L.A.:"A teoria pulsional freudianana clínica de Freud", p. 42,Imago, Rio de Janeiro,1999.en traducción del original portugués, de mi autoría.
24 Mefistófeles en Fausto, parte I ( escena 4)
25 Hanns, Luis A.: en "A teoria pulsional freudianana clínica de Freud", Imago, Rio de Janeiro.
26 Freud, Sigmund, Obras completas. Vol XX, p. 187, Amorrortu, Buenos Aires.
27 Supin de pellere: "supin" forma gramatical entre sustantivo y verbo; "pellere" = impeler.
28 Emile Littré: Dictionnaire de la langue française ( 1872-77). "Ancien terme didactique. Action de pousser. Volt.Phil. Newt. II, 3 La substance du feu, entrant dans l'intérieur d'un corps quelconque, le dilate en poussant en tous sens ses parties ; or cette pulsion....
29 En el Seminario XI de Lacan, de 1964.