Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Los fenómenos psicosomáticos y psicoanálisis
Oscar Cabas Haydar

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"dijo el cuerpo: Yo me toco y yo me oigo
Y gusto y veo, y por tanto en mí sí creo,
Y hasta allí no me equivoco
".

Rafael Pombo

Buenas noches, hoy he sido convocado para hablar sobre un tema que a pesar de no ser nuevo, atrae consigo mucho interés y despierta mucha expectativa en quienes como yo, se interesan por aquellos procesos que se salen de la psicopatológica normal, y se convierten en un gran enigma para el saber psicoanalítico.

En este espacio hablare sobre aquella sintomatología que aparece diariamente en las consultas tanto médicas como psicológicas que no puede ser explicada por las conceptualizaciones teóricas clásicas, más específicamente aquellas ligadas al dolor del cuerpo que no entran dentro de las llamadas histerias, e hipocondrías. A lo que me refiero es a los fenómenos psicosomáticos, fenómenos que serán el centro de desarrollo de este seminario que tratare de llevar de una forma clara y sencilla.

Antes de iniciar, me gustaría retomar los conceptos de fenómeno y psicosomático, para esto, citare los expresado en el diccionario de La real academia Española que plantea que fenómeno "es toda manifestación que se hace presente a la consciencia de un sujeto y aparece como objeto de su percepción" y psicosomático "Que afecta a la psique o que implica o da lugar a una acción de la psique sobre el cuerpo o al contrario".

Estas dos definiciones son muy explicitas y expresan lo que es en realidad este fenómeno "es una manifestación consciente en un individuo que afecta al cuerpo del mismo o a la psique y para lo cual no se tiene una explicación lógica del porque ocurre".

Como resalte en los inicios de este seminario estos fenómenos no son nuevos, y al revisar la historia del estudio psicoanalítico se resalta que desde los inicios del mismo con Freud, se encuentran datos alrededor de esta sintomatología por ejemplo, en el artículo de 1910 sobre "los conceptos psicoanalíticos de las perturbaciones psicógenas de la visión" plantea:

"El psicoanálisis se halla completamente dispuesto a conceder, e incluso a sostener, que no toda perturbación visual funcional es forzosamente psicógena… cuando un órgano que esta al servicio de dos finalidades exagera la parte erógena, es de esperar, en general, que esto no ocurra sin modificaciones en su respuesta a la estimulación y en la inervación, las cuales se manifestaran como perturbaciones del órgano en su función al servicio del Yo" (1)

Así como Freud, sus discípulos como el psicoanalista Austriaco Otto Fenichel retoma lo psicosomático en su libro "Teoría Psicoanalítica de las Neurosis" donde se refiere a este, y da un planteamiento que muestra en realidad lo que pasa cuando se trata de nombrar a esta sintomatología y es lo siguiente:

"La moderna denominación de perturbaciones "psicosomáticas" tiene la desventaja de sugerir la idea de un dualismo que no existe, toda enfermedad es psicosomática ya que ninguna enfermedad somática se halla enteramente aislada de influencias psíquicas......" (2)

Como se percibe en estas dos afirmaciones la búsqueda de una causa y la investigación llevaron a que se comenzara a trabajar sobre este fenómeno, pero a la vez esta búsqueda se topo con las dificultades propias de "este enfermar", porque los síntomas que se presentan son parecidos a los de enfermedades como la histeria de conversión, y la hipocondría. Razón por la cual tratare de esbozar una diferencia entre las mismas.

Para comenzar citare algo expresado por Lacan en la conferencia "psicoanálisis y medicina" (3) en relación a las diferencias entre conversión y somático:

Conversión

Fenómenos Psicosomáticos

"afecta" la musculatura voluntaria, la inervación periférica, la sensibilidad, los sentidos y la conciencia. El fenómeno psicosomático habitualmente depende más bien de alteraciones relacionadas con el sistema nervioso autónomo.
No se ha establecido lesión anatómica en los síntomas conversivos, respecto a los cuales se utiliza más bien la inespecífica expresión "trastornos funcionales". Habitualmente deja una lesión anatómica detectable a nivel macroscópico o microscópico
El síntoma conversivo no respeta las leyes de la anatomía ni las de la fisiología Las lesiones producidas en el fenómeno psicosomático siguen procesos bioquímicos, fisiológicos y anatómicos conocidos y en general bien establecidos por la ciencia.

 

Pero reseñemos a la hipocondría porque en esta también hay:

En la hipocondría:

"El hipocondríaco no quiere saber de su deseo por su estructuración significante, su deseo no se lo permite. BIOLOGIZA SU INTERROGACIÓN porque le es imposible decir su deseo. Rebaja el deseo, el significante al órgano biológico. Busca en un órgano una respuesta que se alcanza en el nivel del significante Siempre hay una preocupación más por la salud. INTENTA UBICAR LA PREGUNTA EN EL ÓRGANO Y NO EN EL OTRO. No espera respuesta ni quiere sacar su pregunta de la esfera biologizada. El interés del yo y la libido coinciden (en las neurosis más organizadas simbólicamente la libido se separa del interés del yo; en una histeria por ser yoicamente coherente algo de la libido se desprende del yo cuando habla.) En el hipocondríaco es condición de SOLDADURA para no caer en el delirio. El discurso del hipocondríaco está lejos de la neurosis de transferencia. Hay que ser cauto con la interpretación porque si el hipocondríaco se zafa se organiza en delirio" (4)

Como se puede observar hacer una distinción entre lo que es una manifestación discursiva histérica, un actuar del cuerpo psicosomático y un sufrir Hipocondríaco requiere un gran empeño y un saber andar sobre los caminos del análisis, para ver la gran similitud entre estas sintomatología citare un ejemplo:

"Se trata de una persona mayor, hospitalizada por un eccema localizado en la espalda. La Sra. X no ha tenido suerte. Hija única, pierde prematuramente a su madre y se queda sola con su padre cuya mirada se le vuelve insoportable. Lo abandona por un hombre tan mayor como él, se divorcia y se vuelve a casar con un partenaire de su edad. Sufre poco después una histerectomía a causa de un fibroma. Deprimida, va a ver a un neurólogo que le dice: "Señora, cuanto más envejezca, más encerrada estará". Más tarde, la llegada de la jubilación significa el aislamiento en un pequeño apartamento de provincia. El marido se vuelve sordo y epiléptico. No tiene amigos. He ahí que el oráculo del neurólogo se cumple. Ella percibe entonces, como antaño, una mirada en la espalda, la de su viejo marido. Está angustiada y va a consultar a su médico que le prescribe un tranquilizante. La angustia desaparece, pero surge entonces una placa de eccema en la espalda. Comentando el efecto del tranquilizante dirá: "Con el tranquilizante, me sentía mejor en mi piel, pero es tal vez lo que me ha intoxicado. Estaba mejor interiormente, más relajada en mi piel, pero es lo que me ha hecho enfermar en el interior de mi piel " (5)

En este ejemplo se ve este sufrir corporal, que sino se escucha de forma adecuada puede llevar a que el análisis no cumpliera con su objetivo que es rectificar la posición subjetiva del parlante sobre su demanda.

La búsqueda de una explicación a este fenómeno llevo a que teóricos como el psicoanalista Francés Jacques Lacan le diera varias denominaciones alrededor de este tema es así como revisando sus seminarios se encuentran que:

En el Seminario 2 "El yo en la teoría de Freud" habla de "reacciones" psicosomáticas. Dice que están fuera del registro de las construcciones neuróticas y que se sitúan a nivel de lo Real, o sea que no son formaciones del inconsciente y exceden tanto el campo imaginario especular, como el simbólico.

En el Seminario 3 "La psicosis" ya habla de "fenómeno" psicosomático y dice que hay "una no se qué impronta o inscripción directa de una característica", por lo que empieza a plantear algo del orden de una marca en el cuerpo, dándole un estatuto de inscripción. También dice que en determinadas fechas de la vida del sujeto, recrudece su padecer, como si tuviese relación con puntos clave de la propia historia de las que el paciente con frecuencia no tiene registro de cómo funciona esa fecha para sí.

El Seminario 11 "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis" es el más citado. Allí nos habla de la holofrase y del perro de Pavlov. Un significante degradado a la escala sígnica, que da cuenta del deseo insensato del experimentador, que produce una interrupción en la cadena orgánica de la necesidad. Se iniciaría así el derrotero hacia la somatización por la mera alienación a la demanda del Otro (6).

Pasemos a desarrollar los conceptos Lacanianos alrededor de este tema y veamos hasta donde el camino de la búsqueda del saber nos lleva.

Comencemos por lo que Lacan expresa en la conferencia sobre el síntoma en Ginebra 1975 donde expresa "El fenómeno psicosomático no es un síntoma como el conversivo, no está en el registro del lenguaje, pero sí es una forma de escritura, algo así como un jeroglífico que se escribe en el cuerpo, pero sin que tengamos la posibilidad de hallar una clave para descifrarlo, porque no está en el orden simbólico, sino en el simple trazo o marca".

Así como Lacán, su cuñado Jacques Alaín Miller propone que "El fenómeno psicosomático se sitúa casi en el nivel del registro de lo animal en el hombre, en el fenómeno bioquímico y fisiológico que no tiene representación, ni afecto ni significancia. De él sólo se sabrá por sus síntomas médicos, que no son formaciones del inconsciente, y por el hallazgo de la lesión anatómica. El fenómeno psicosomático está en los límites de la estructura del lenguaje, o por fuera de ella".

Como se puede ver este fenómeno no pertenece al mundo del lenguaje y al no hacerlo el individuo no cuenta con los significantes propios que le permitan significar cual es su sufrir o dicho de otra forma cual es el sujeto del inconsciente que se quiere expresar a través del dicho. Ante esto se me presenta una inquietud ¿Cómo algo que no se inscribe en los simbólico porque no cuenta con los significantes para hacerlo se presenta de manera conciente a través del cuerpo en lo real? Interrogante que pone en jaque al saber psicoanalítico porque como se sabe el medio para poder psicoanalizar es el discurso del paciente cargado con los significantes que al regirse por el axioma principal del inconsciente que es "un significante solo puede ser significante para otro significante" permitirá que el trabajo terapéutico surja efecto.

Esta pregunta también se la hizo Lacan y la respondió basándose en las observaciones que realizo con el experimento de Pavlov y su condicionamiento clásico expresando:

"Querría hacerles notar, puesto que estoy en ese terreno, lo que está en cuestión en el reflejo condicionado. Del experimento pavloviano no se señala suficientemente que sólo es posible por cuanto es desmontable el ejercicio de una función biológica, es decir, de eso a lo que podemos aplicar la función unificante, totalizante, de la necesidad. Es desmontable porque más de un órgano interfiere en ella. Una vez que han hecho segregar a su perro ante un trozo de carne, lo que les interesara a partir de ese momento es cortar la cosa con respecto a la segregación salivar y mostrar que ésta es articulable con algo que funciona como significante, ya que realizado por el experimentador- En otras palabras, EL OTRO ESTÁ AHÍ. Pero en cuanto al pretendido psiquismo del desdichado animal, esto, no demuestra absolutamente nada. Incluso los pretendidos efectos de neurosis que se obtienen no son efectos de neurosis, por una simple razón: no son analizables por la palabra. El principal interés de estos reflejos condicionados radica en enseñarnos lo que el animal puede percibir" (7)

Al hablar de este experimento lo que plantea Lacan, es que existe un tipo de GOCE, una marca, un momento de inercia o de fijación pulsional que equivale a una letra sin sentido o a un significante reducido a una marca o a una huella. En un contexto donde tiende a aislar cada vez más la dimensión no interpretable del inconsciente, mostrando la característica principal del goce "que es de lo inútil" y al hacerlo marca algo que no le presenta beneficios al individuo sino un sufrir conciente en lo real.

También se resalta que pareciera que ese goce quedó marcado en el cuerpo como rasgo indescifrable, como si hubiese una especie de premura a responder con el cuerpo allí donde lo simbólico "no tuvo tiempo" de responder subjetivamente. Hay un salto de registro.

Para que se pueda dar una marca en el cuerpo es necesario que el infans pase de un proceso autoerotico donde la pulsion creada en la primera identificación circule por los bordes del cuerpo y ya no sobre por el cuerpo mismo como expresa Stella Marín Gulian quien expresa "podríamos decir que un pedazo de soma no entró en la representación, dándose los sujetos un nombre sobre la carne, es un órgano el que se sacrifica para escribir el Nombre del Padre, es la carne la que lo escribe. Podríamos decir que en lugar de poder contar con la representación psíquica del cuerpo, estos pacientes escriben con el soma. Por lo que pienso que habría en ellos un fracaso en el primer tiempo de la constitución subjetiva".

Este sacrificio para escribir el Nombre del padre en el cuerpo son especie de FORCLUSIONES PARCIALES de los elementos que se marcan en el cuerpo no cortando el discurso materno que a través de lalengua inscribe en el inconsciente del individuo y al no cortarlo esta marca se queda en la esfera de lo imaginario donde se ubica o representa el cuerpo y que coincide con el estadio del espejo, que va a permitir la formación del je (moi) del individuo y posteriormente a través de la metáfora pasara a la esfera de lo simbólico pronunciando el discurso en lo real.

El Fracaso del individuo en el primer tiempo de la constitución subjetiva que lleva a un tipo de goce especifico Lacan lo señala con la palabra "HOLOFRASE" que es la falta de intervalo entre los significantes S1 y S2 y la falta de lugar para el sujeto, de modo que tenemos un significante monolítico aislado S1S2 y no dialectizable con el resto de la cadena significante, presentándose con esto que no es el Otro del significante quien registra sino es el Otro del cuerpo y al hacerlo responde con el síntoma a ese Otro.

Al darse estas holofrases de significantes el individuo no queda con los elementos significantes para responder simbólicamente en lo real, no produciéndose lo que Lacan denomino la "FUNCIÓN DE LA AFANÍSIS" del sujeto, que reseño en los cuatros conceptos fundamentales del psicoanálisis donde expresa en relación a los fenómenos psicosomáticos que "la inducción significante a nivel del Sujeto ha transcurrido de un modo que no pone en juego la afanísis del Sujeto". , "ya no podemos más tener en cuenta la función afanísis del Sujeto". Y que esta "función" afanísis, se presentaría en un tiempo posterior y que consistiría en la puesta en juego de esa desaparición significante" además esta función "afanísis no puede ya ser tenida en cuenta en el fenómeno psicosomático – consiste en interrogar los significantes de la demanda del Otro con la propia desaparición (aprendida en el tiempo precedente, el tiempo de la alienación significante)"

Al no haber intervalos entre significantes estos se holofrasean, se pegotean, se congelan. Si no hay intervalo, no hay significante, con lo cual tampoco podrá haber formaciones del inconsciente.

Esta última expresión la resalto porque me da la entrada a un cuestionamiento que es el siguiente ¿sino hay significantes ni, formación del inconsciente, ¿porque hay angustia? Para dar respuesta a este interrogante citare lo expresado por MARISA RODÉS PUEYO en su articulo la angustia en los fenómenos psicosomáticos donde manifiesta

"En cualquier afección orgánica, está jugada la angustia, porque es un elemento estructural que no puede faltar en la constitución del sujeto. En la producción del sujeto, la angustia media entre el goce y el deseo. Hace falta para que aparezca el objeto a , resto de la ope-ración. En el individuo con estructura psicosomática, no hubo distinción entre el Ideal del Yo y el Yo Ideal. No aprehendió el reflejo de su imagen en el espejo. La señal no surgió de su cuerpo, sino del espejo. La palabra no viene del Otro, sino que nace en su cuerpo, un cuerpo fragmentado, despedazado, enfermo. Diferente al cuerpo de la histérica, que es un escenario simbólico en su totalidad, atravesado por el lenguaje. El Yo en la personalidad psicosomática, habita un trozo del cuerpo, y desde allí responde al peligro. Configura un campo de batalla autoerótico. Así, responde a las amenazas psíquicas como si fueran biológicas".

"El enfermo psicosomático falla en el proceso de identificación primaria, es decir, con otro ser viviente. Ante el espejo reaccionará de otro modo: La libido narcisista surgida, revestirá el objeto, o sea, su imagen reflejada, como ajena a su propio cuerpo. La imagen lo anticipa, como si la señal partiera de ella, y no de su propio cuerpo. No se identifica en el espejo. Al no reconocer que la señal viene de sí, de su escenario somático, se ve empujado a capturar afuera lo que él mismo refleja sin saberlo. Los límites entre el adentro y el afuera, son imprecisos. No hay distancia entre él mismo y los otros. Esta desposesión de sí mismo, no se acompaña de angustia, porque a la vez es pérdida de sí en el otro".

Hasta aquí, lo que pasa en la angustia psicosomática, pero también hay que resaltar otros elementos que ocurren en el fenómeno psicosomático como es el que expresa en el seminario X llamado "La Angustia" donde inventa una suerte de metáfora que caracteriza la condición de posibilidad en la producción de una lesión de órgano la llama la "PERPLEJIDAD ÓRGÁNICA". Que se presenta como una situación imposible de resolver donde "el perplejo" queda expuesto a una elección extrema y no puede decidirse a cual demanda responder.

Hasta este punto se trabajo lo planteado por la teoría Lacaniana en sus diferentes momentos, por esto veamos como se pasa de la teoría a la practica en la consulta diaria a través de una serie de casos clínicos trabajados por diversos analistas.

Caso 1

Un sujeto, luego de 10 años de análisis, va a ser padre. Es en ese momento del análisis resurge un tic que le aparece a la edad de 11 años, cuando asiste a la escena del vaciado del ojo herido del padre en el fregadero. Este tic -que consiste en abrir los ojos de par en par- desaparece a los 15 años, en ocasión de su primer encuentro sexual. Cabe señalar que el encuentro con el cuerpo del Otro no se liga solamente a la desaparición del tic, sino -al mismo tiempo- con la aparición de una rinitis alérgica severa, resistente a todo intento de curación médica. El sujeto nunca había hablado de esta rinitis en su análisis, más bien iba con ella, ni se quejaba ni se preguntaba nada.

Es entonces en ocasión del encuentro con la pregunta sobre la paternidad que se desencadena nuevamente el tic de los 11 años, y el trabajo asociativo lo conduce a rememorar otra escena, mucho más temprana que la anterior, cuando tenía sólo 3 años: en el marco de la puerta, el niño ve a su madre arrodillada y atenta, curando el pene herido del padre. Ella sostiene un envase de mercurocromo, antiséptico con el que cubre el órgano del padre, que no es más que una mancha roja. El niño queda silencioso y estupefacto. Esta escena -rememorada en el análisis- se le presenta como una suspensión de la imagen, en la que le es imposible ubicar un antes y un después.

El trabajo analítico sobre esta escena le permite al sujeto develar el sentido sexual ligado al pene herido del padre, que le sirve para armarse una versión fálica sobre lo real del sexo. El marco de la puerta, propicio al fantasma como cuadro, al mismo tiempo que vela lo real, designa la posición de objeto -mirada- del sujeto en relación al Otro. Tenemos entonces -a partir de esta escena- el sentido sexual, fálico, articulado al fantasma, pero hay un elemento heterogéneo que detiene las asociaciones: el mercurocromo. Se presenta en el trabajo del análisis como un límite al sentido sexual, más bien como algo fuera de sentido, y es sobre este elemento que el analista realiza una intervención: descompone mercurocromo en una serie de significantes -mére (madre) - cure (cura) - ocre (ocre) - homme (hombre). El efecto de esta intervención es la interrupción radical de la rinitis alérgica de 20 años de evolución (8).

Caso 2

Paciente de 48 años, de sexo femenino, que consu lta por lesiones de vitiligo que cubren casi completamente la piel del dorso de ambas manos, comenzando a extenderse a antebrazos, y lesiones iniciales que comienzan a ser visibles en el rostro.

Esta paciente consulta por recomendación de una amiga enferma de vitiligo quien le asegura haberse beneficiado con mi tratamiento. "El médico sabe por experiencia que el buen trato, la actitud ora firme, ora comprensiva, las pal abras justas, la mera presencia...el estilo personal, cumplen un papel notable en la evolución de un caso".

En un momento de la entrevista, como "descolgado" de la misma, rompe en llanto y temblores refiriendo "que no se perdona el no haber "enterrado como correspondía" a su padre" (fallecido súbitamente por hemorragia cerebral), pues debió, como hija mayor, hacerse cargo de todos los asuntos prácticos y legales, más el manejo del negocio familiar, que trajo aparejados esa muerte. Le pregunté en qué pensaba que había "fallado" a su padre y respondió: "no tuve tiempo para llorarlo ni para guardar el luto que debía y correspondía", sintiéndose de ahí en más tan culpable que trató de olvidar todo esto " para no desmoronarse y seguir adelante"...Luego agrega: "Dra. hace 30 años que no me acordaba de esto, disculpe, ¡qué vergüenza!" (9)

Caso 3

Una mujer declara haber llevado una vida a golpes de bastón. Abandonada por sus padres, se crío en un orfanato donde -dice- se decide por ella, sobre todo se decidió que iba a ser militar. Una día su padre se da a conocer porque necesitaba su firma. Ella se negará a firmar y él la abofeteará. Más tarde, el destino recordándole esta escena, hará que un hombre mayor le niegue la prioridad y choque con la parte delantera de su vehículo. Se sentirá desamparada. "Lo creí muerto, dirá. Vomité, lloré, dije cualquier cosa y le hice un torniquete con mi sujetador." Aparecerá entonces un brote de psoriasis y desde entonces los brotes se sucederán. Cuando los golpes de bastón de la vida cesaron sobrevino el accidente, lo imposible de simbolizar del encuentro con el padre. El cuerpo lo registrará bajo la forma del fenómeno dermatológico (10).

De casos clínicos hay que pasar a ver cual es en realidad el trabajo del analista frente a este tipo de pacientes en lo que se cataloga como posible

 

TRATAMIENTO

Al ser el fenómeno psicosomático un reto para el saber psicoanalítico por no presentarse sujeto del inconsciente los diferentes autores han propuesto un posible abordaje a esta problemática comenzando por:

Fenichel: Quien plantea s iempre que los Síntomas son consecuencias de actitudes inconscientes de carácter crónico esta indicado el psicoanálisis, a objeto de hacer consciente dicha actitud y hacer posible, con ello, el superarla. Freud afirmaba que los síntomas que no son directamente accesibles al psicoanálisis, indirectamente lo son, cuando la ansiedad u otros obstáculos que se oponen a la descarga adecuada de los impulsos de una persona son eliminados por el análisis, los síntomas indirectos desaparecen sin haber constituido un objeto específico del análisis.

Stella Marín Gulian: Al hablar de una marca en el cuerpo plantea que si en lo psicosomático es del orden de lo escrito ¿cómo hacer hablar a un escrito? Pareciera que se trata de una signatura, una inscripción, una firma ¿pero cuáles son los códigos para descifrarla? Es en esto donde me ayuda pensar la diferencia entre la traducción, la transliteración y la transcripción; mientras que en la traducción se trata de ajustar el escrito al sentido y en la transliteración ajustar el escrito a la letra –lo que llamamos interpretación analítica ; al transcribir ajustamos el escrito al sonido: algo que es del orden de lo Real lo volvemos escritura –como las notas de un pentagrama- pero si se transcribe se genera otra escritura.

Otros autores proponen: Que hay que acercarse al fenómeno psicosomático a partir de la pregunta: ¿cuál es la clase de goce que se encuentra en el fenómeno psicosomático? Y no: ¿cuál es su sentido? ¿qué es lo que quiere decir? Lo que caracteriza esta fijación en el FPS, es que constituye, de alguna manera un resto bruto, no transferido al semblante, fuera del discurso.
No es, entonces, porque el fenómeno psicosomático responde a una fijación de goce, que es del orden de lo que no está hecho para leer o descifrar. Es por la propia estructura de esta fijación. Por ello, no debe considerarse como el blanco de la operación analítica, en la medida en que esta pueda ser concebida como interpretación. Al contrario, debe ser tratado médicamente, fuera del análisis, con el fin de que el campo de aplicación de la operación analítica pueda desplazarse sobre lo que es del orden significante, sobre la formación del inconsciente, sobre la historización. Desplazamiento que, por realizarse, abre la posibilidad de que gracias a una sustitución o de una conexión que surge en los márgenes de la interpretación, interpretación del inconsciente o interpretación del analista, pueda producirse una modificación del aislamiento de la marca del FPS, en la medida en que esto pueda concebirse.

En primer lugar, es poco frecuente que los psicosomáticos lleguen el análisis y se sostengan en él. Estos sujetos normalmente se sostienen del significante médico, requieren tratamientos médicos sintomáticos durante largos períodos y desarrollan relaciones transferenciales intensas con aquellos médicos que los acogen con calor e interés. Los psicosomáticos generalmente viven la derivación hacia el profesional "psi" como un abandono por parte de su doctor, y en algunos casos la rechazan de modo enérgico.

Melman señala que viven una relación de goce con el médico, como Otro del cuerpo, y experimentan la irrupción del tercero del discurso psicoanalítico como un invasor peligroso e indeseable.

Lacan sugiere efectivamente que pensemos al fenómeno psicosomático como un reflejo condicionado, al modo del arco reflejo estímulo-respuesta. Podríamos decir entonces que así como el reflejo condicionado puede producirse gracias a que la función biológica es desmontable – porque más de un órgano interfiere en cada función biológica – también el FPS puede producirse gracias a que la función biológica es desmontable; y en tanto es desmontable puede articularse con el significante. "Al igual que en el caso del perro de Pavlov, también en el parletre, el goce del Otro puede ser vehiculizado por una demanda que –lejos de recortar un objeto pulsional cesible- apunta a lo real del cuerpo, desencadenando una respuesta que puede ser perjudicial para el organismo". Para la cura de la psicosomática, "el inconsciente, la invención del inconsciente, podría servir para algo".

No se trata entonces en el análisis de interrogar la lesión psicosomática, sino de interrogar esa demanda holofrásica que no pudo ser interrogada por el sujeto. ¿Qué fue lo que funcionó como signo y provocó que el inconsciente quedara fuera de juego? Entiendo que no se trata de sintomatizar la lesión, (al menos desde la lógica expuesta no me imagino cómo esto podría suceder) sino de reintroducir la dimensión del significante y del malentendido, que permita sintomatizar, soñar, equivocar el estímulo que otrora fuera holofrásico.

En cuanto a la transferencia en estos casos: al no ser una lesión un significante (como lo es un síntoma conversivo), no entra en transferencia simbólica, no se registra como palabra. Cuando un analista da sentido a síntomas corporales está contribuyendo a eternizar, a proliferar esos síntomas u otros. Un análisis produce efectos en la medida en que se producen elementos de escritura, en la medida en que alguno, contingentemente haga que algo que era un grafema, un simple gravado se incorpore como significante. Si hay algo analizable que se puede colar en el análisis de un problema del cuerpo, es que el grafema se enganche. Un ataque de asma, no es un síntoma, es puro grafema. Es síntoma para el médico, no para el psicoanalista. El paciente no se pregunta sobre ese síntoma, no se pregunta en términos de por que le ocurre eso, lo ve como una patología de su organismo.

Ante estos antecedentes intento "profundizar" en el devenir vital de la paciente aunque intentando parezca una "charla " casi intrascendente entre dos personas que "se están conociendo", debido a que "no se debe solicitar en bloque al paciente la información que se percibe...debe ser requerida progresivamente...Proponemos al sujeto que intente explicar de manera natural su enfermedad...que no repita la teoría forjada por el médico...Es posible encontrar temas míticos variados...fantasías alrededor de la enfermedad".

Jean Guir rescata el valor "de entrevistas preliminares de cara (a) hallar allí vía la verbalización de la teoría ingenua que el paciente tiene sobre su padecer (alguna) fantasía que posibilite la puesta en juego (de) los significantes (y) sus relaciones...Propiciar un relevamiento (del) diagnóstico médico, historia de la enfermedad (fechas, genograma..., mimetismos con familiares enfermos...significativos para el paciente..., teoría personal del paciente acerca de su lesión...) Tarde o temprano conoceremos algún secreto familiar".

En el FPS existe una pérdida significativa no sufrida, no duelada, excluida, porque la intensidad era tan grande que lo habría arrasado. Por esto lo deja fuera de lo psíquico actuando el cuerpo como un afuera. Así, en la dirección de la cura, para que el significante "salga de la carne" será importante encontrar la situación de pérdida y poner el dolor, el afecto, la emoción, la carga libidinal del hecho, que es aquello de lo que se desprendió, excluyéndolo.

El paciente no vuelve a decir las cosas que le pasan de la misma manera: la gente dice mucho más de lo que uno cree, el analista debe actuar no al modo de la interpretación sino de la reinserción: " ponerle palabras para que deje de hacerse carne "; insertar lo que se pueda descifrar e ir construyendo. En la PS el psicoanálisis suspende el juicio, la compensación y la razón "para ver la otra cosa", pues cuando la gente habla: ¿qué está queriendo decir? Recordemos que la palabra dice más de lo que dice y que sólo Dios (o el Inconsciente) sabe lo que quiere decir. Para "curar" a un PS hay que ponerle palabras a lo que se inscribió en la carne.

El PS es una persona que no cuenta con los recursos necesarios para tramitar simbólicamente la angustia, por lo que la imprime en el cuerpo. De ahí que para tratarlo hay que reinsertarlo en lo simbólico. Como en ellos algo quedó formulado, barrido, hay que construirlo, hay que "ponerlo".

Se trata de "no forcejear" con el paciente diciéndole que en su vida hay algo mal y que él no lo registra, porque no volverá a la consulta. Algo que le hace mal se escapó de la conciencia y explotó en su cuerpo, entonces lo que le hace mal es del orden de lo terrible, por ello el terapeuta no tiene que enfrentar al paciente directamente con el conflicto. Hay que ser cautelosos para no cerrar desde un comienzo las opciones del paciente de volver a la consulta. "En el FPS nos encontramos frente a la repetición de un traumatismo que nunca ha sido asumido...Cuando el sujeto aborde...en las entrevistas...la explicación "natural" de su enfermedad, pondrá en juego los significantes empleados en el desencadenamiento de su enfermedad PS...su surgimiento se produce en las holofrases (y) algunos sueños privilegiados"

Por ultimo retomare un aspecto interesante que hasta el momento no he reseñado y que seria de gran ayuda a la hora de entender este fenómeno en la clínica actual, a lo que me refiero es a la ubicación de lo psicosomático en aquel nudo borromeo retomado por Lacan para el psicoanálisis y donde ubica en la esfera de lo imaginario a la psicosis y todas sus manifestaciones, en la esfera de lo Real a la perversión y en la esfera de lo Simbólico a la Neurosis. ¿Dónde ubicar a este fenómeno? Stella Marín Gulian resalta "me he planteado muchas veces si el nudo borromeico podría ayudarme a pensar estos fenómenos. En un momento creí que en algunos de estos pacientes habría una falla en uno de los puntos triples del nudo, aquel que bordea el Goce del Otro y une lo Imaginario con lo Simbólico, lo que explicaría la dificultad que tienen para angustiarse y la dificultad en ofrecer formaciones del inconsciente. Plantearlo de esta manera llevaba a pensar en una forclusión, por eso ahora me pregunto si en estos casos es un nudo de tres o un nudo de cuatro lo que los sostiene, si acaso el cuarto nudo en los FPS no está sostenido por la lesión somática en lugar de ser el cuarto el Nombre del Padre"

Adriana Bauab Dreizzen "quien expresa, una coincidencia entre las neurosis actuales y el fenómeno psicosomático es este modo de respuesta inmediata, actual, sin intervención de la angustia como señal, casi a nivel de la reacción refleja del experimento de Pavlov, por lo antedicho, y como el fenómeno psicosomático afecta el cuerpo real pero "en su fundamento esta profundamente arraigado en lo imaginario" proponemos, en el nudo borromeo, que esta al comienzo del seminario R,S,I situarlo en oposición a la angustia, es decir en un sombreado en el que partiendo de lo imaginario recubre el anillo de lo real" (11)

Lo que sitúa en rojo es lo Psicosomático por su impacto en la carne en lo Real. Esta es la ubicación que después de haber revisado la teoría planteo que es la más adecuada, pero no la final habrá que seguir indagando y revisando este fenómeno para poder entender el porque de su ser.

Espero que este recorrido por lo psicosomático haya sido de su agrado y que se gocen como yo lo hice al realizar el mismo.

 

Citas bibliograficas

1 - Freud Sigmund, obras completas, versión electrónica, capitulo "los conceptos psicoanalíticos de las perturbaciones psicógenas de la visión", Freud total.

2 - Fenichel Otto, teoría psicoanalítica de las neurosis, paidós psicología profunda, México DF reimpresión 2000.

3 - Citado por Iván Sandoval carrión en su articulo, el síntoma conversivo y el fenómeno psicosomático algunas distinciones desde la teoría psicoanalítica.

4 - Citado en el ensayo el cuerpo en la clínica psicoanalítica, por Ferrada, María Elena

5 . http://165.98.151.26/Psicologia%20Juridica/Psiquis/Tutoriales/El%20cuerpo%20en%20la%20clinica%20psicoanalitica.PDF

6 - Caso Citado Por Alfredo Zenóni, en su articulo el fenómeno Psicosomático y la Pulsión y tomado de Alain Merlet.

7 - Marín Gulian Stella, una lectura borromeica del fenómeno psicosomático, (*) Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis: Recife; Agosto 2001.

8 - Lacan Jacques, Seminario 14 "los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis ", Pág. 84 – 85, versión electrónica Psikolibros.org.com

9 - caso citado en el artículo a-contecer en el cuerpo realizado por Beatriz Gomel, Paula Contreras, Helen Kaplun, Mirta Roffe, Gabriela Roth, Inés Szpunt.

10 - caso citado por la Dra. Sabina Costa en el articulo El FPS o "El Dolor Silenciado".

11 - Caso citado por Alfredo Zenón en el artículo el fenómeno psicosomático y la pulsion.

12 - Bauab Dreizzen Adriana; los tiempos del duelo, capitulo 5 duelo y cuerpo, Homo Sapiens editores colección clínica de los bordes, Pág. 136 – 158, Rosario Argentina 2001.

 

BIBLIOGRAFIA

Bauab Dreizzen Adriana; los tiempos del duelo, capitulo 5 duelo y cuerpo, Homo Sapiens editores colección clínica de los bordes, Pág. 136 – 158, Rosario Argentina 2001.

Caso Citado Por Alfredo Zenóni, en su articulo el fenómeno Psicosomático y la Pulsión y tomado de Alain Merlet.

Citado por Iván Sandoval Carrión en su articulo, el síntoma conversivo y el fenómeno psicosomático algunas distinciones desde la teoría psicoanalítica.

Freud Sigmund, obras completas, versión electrónica, capitulo "los conceptos psicoanalíticos de las perturbaciones psicógenas de la visión"

Fenichel Otto, teoría psicoanalítica de las neurosis, paidós psicología profunda, México DF reimpresión 2000.

Heinrich Haydée ; La Respuesta Psicosomática, En este texto retomo distintos aspectos del trabajo presentado en las jornadas de la EFBA de 2000 y del texto presentado en la Reunión de Convergencia de Paris (Febrero 2001)

Lacan Jacques, Seminario 14 "los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis ", Pág. 84 – 85, versión electrónica Psikolibros.

Rodés Puedo, Marisa, la angustia en los fenómenos psicosomáticos, presentado en XI congreso internacional grupo cero, psicoanálisis y medicina 2001.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 25 - Diciembre 2008
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