Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Presentación de la sección "Reportajes"
Gerardo Herreros
Secretario de Redacción de Acheronta

Colaborando con una Membresia Solidaria dispondrá de contraseñas únicas para todas las áreas de PsicoMundo (revistas, seminarios, etc.)En la sección reportajes de este número presentamos a dos psicoanalistas de muy reconocida trayectoria: Diana Rabinovich e Isidoro Vegh.

Las charlas tuvieron casi en igual medida, tantos puntos en común como diferencias, a pesar de las disidencias históricas que leerán.

En primer lugar la actitud distendida y predispuesta de ambos en todo momento como pueden leer en la introducción tanto al reportaje de Rabinovich como al de Vegh. Duraron entre 3 y 4 horas respondiéndonos a las preguntas en forma clara y sin ambages y creo que hemos podido presentar no sólo las ideas de ambos, sino también a las "personas" en su dimensión subjetiva, siendo ese uno de los objetivos de los reportajes. En ese sentido, hemos intentado en las desgrabaciones reproducir esas características que son tan difíciles de pasar del lenguaje oral al escrito y que los lingüistas llaman significantes supraestructurales, como la entonación, el timbre, las diferencias de tiempos en las latencias de respuesta, etc. Por el mismo motivo, si bien es posible trazar ejes temáticos, tales como historia del psicoanálisis, recorrido personal, la Institución, la transmisión y cuestiones clínicas, no se han agrupado los mismos y hemos privilegiado el discurrir de los diálogos.

Otro punto en común entre ambos, es la riqueza en la praxis desde sus propios comienzos: hospitales, mucha clínica, medicina, intercambio entre pares, actitud de apertura y crítica que les dieron una perspectiva muy interesante a sus recorridos. Sin dejar de anotar que ambos hicieron carreras brillantes y en poco tiempo: una psicóloga –pero luego cursó 5 años de medicina-, el otro médico. Además, como muchos intelectuales de esa generación, con cierta militancia política en una época de Terror de Estado en Argentina.

Por otra parte, ambos se zambullen en el psicoanálisis en el momento de casi mayor efervescencia de su práctica, con una primacía absoluta de la IPA, de las ideas de Klein y cuando el nombre de Lacan recién comenzaba a sonar en Argentina.

Del mismo modo, aunque con relaciones personales muy diferentes, tuvieron una actitud que podríamos llamar crítica en su historia hacia cierta falta de clínica de la línea que siguió a Massota. Siendo en este punto –no será el único - muy interesante el contrapunto de dos visiones similares desde lugares diferentes, pues Vegh estudió y trabajó con él.

El otro punto en común, aunque por motivos y en momentos diferentes de sus vidas, es su posición respecto de J. A. Miller, criticando sus estrategias institucionales, su posición en relación a la Escuela, su política editorial con el establecimiento de textos, y tal vez el manejo sobre Lacan en sus últimos años puesto que tanto Rabinovich como Vegh, conociéndolo, hacen diagnóstico de deterioro senil de Lacan.

Por último he de hacer notar, y a mi gusto meritoriamente, que ninguno modificó mucho de las desgrabaciones que se les acercó para que las leyeran, estilo valioso de alguien que se hace cargo de su decir.

Los puntos en los que divergen notablemente también son varios. El primero, en relación a la propia formación. En el caso de Rabinovich, no mencionó a ninguno que considerara su maestro, al parecer la transferencia a los textos y su propia experiencia fueron lo que predominó. En el caso de Vegh, nombró a varias personas que marcaron hitos en su vida; entre ellos, a Pichon Riviere. Una no soportaba los grupos operativos y para el otro Pichon fue uno de sus maestros.

También leerán que el gusto por el trabajo con psicóticos y la relación con la Universidad, es totalmente distinto, pero si tuviese que destacar el punto de divergencia más fuerte entre ambos, este es la Institución analítica. En el caso de Rabinovich, clara y expícitamente no acuerda con la práctica del pase (ver también el reportaje a Nasio), ni con el cartel y ninguna institución la seduce, mientras Vegh argumenta a favor no sólo de estos dispositivos, sino de la Institución analítica, haciendo a mi gusto una argumentación no sólo novedosa sino también esclarecedora.

Por último, sus estilos expositivos totalmente diferentes hacen que aventure a decir que si bien Rabinovich es docente universitaria, al menos en la charla no dejó entrever mucho ese discurso, mientras que Vegh la mayor parte del tiempo tuvo en cuenta al otro oscilando entre ubicarnos entre compañeros de charla y alumnos a los que daba clase.

Esperamos que el lector disfrute de la lectura así como nosotros disfrutamos de realizar estos reportajes.

Ver también el índice general de reportajes en Acheronta

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 13 - Julio 2001
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