Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Frida Kahlo y el rasgo del dolor...
Francisco Javier Medina García

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En el psicoanálisis se parte de la premisa de que en el bebe lactante no se sabe lo que es un cuerpo viviente, debido a que dicho cuerpo se reproduce, subsiste y funciona completamente solo, se carece de la menor información sobre su funcionamiento, no obstante algo de ese cuerpo desconocido, deviene representable, se logra aprender como forma, dado que lo viviente no basta para hacer un cuerpo, la carne resulta violentada por el símbolo, y es a través de el símbolo que el hombre se constituye en hombre.

Para el infante las palabras que ingresan en su registro, originan modificaciones en su organismo y de ellas dependerán las características de lo que el considera que es su cuerpo. Ese cuerpo de lo simbólico posibilitará a su vez "otro" cuerpo, el imaginario, esa forma que es lo único que tendremos para captar algo del cuerpo real.

Previamente la madre hace falo al niño. Lo hace erguirse, lo eructa cada vez que lo alimenta, lo acuna, lo arrulla y lo abriga, con ello el bebe se ve inmerso en la alienación por una doble vía; recibiendo del Otro una significación, así como una imagen de su ser, lo cual le permite incorporar la idea de la existencia de una unidad, pervirtiendo con ello de manera permanente su entendimiento como sujeto al tener la creencia de que él es lo que la imagen le muestra por un lado, y por otro la significación que el Otro le certifica.

El goce fálico de la madre resulta propicio en un primer tiempo de la constitución subjetiva, ya que sostiene el cuerpo del hijo en el narcisismo. Al parecer en el caso de Frida Kahlo me atrevo a pensar existío una alteración en la percepción que se tenia de la imagen del ser, la pintora en una plática con la crítica de arte Raquel Tibol a propósito de su niñez comenta "mi madre no me pudo amamantar porque a los once meses de nacer yo nació mi hermana Cristina. Me alimento una nana a quien lavaban los pechos cada vez que yo iba a succionarlos. En uno de mis cuadros estoy yo, con cara de mujer grande y cuerpo de niñita, en brazos de mi nana, mientras de sus pezones la leche cae como del cielo"(1) ,en el cuadro referido no existe contacto a nivel de la mirada, el bebe recibe su alimento pero no ternura y cariño, todo parece reducirse a un simple acto de alimentación. La carencia de la unión afectiva con la madre tan necesaria para un bebe, puede quizá explicar la relación discordante entre Frida y su madre a quien la definía "como simpática, activa inteligente, pero también fría, calculadora, cruel y fanáticamente religiosa"(2)

El cuerpo es percibido en el exterior en el espacio virtual del espejo, para el hombre existe la posibilidad de vincular la imagen percibida visualmente con la gama de sensaciones perceptivas que proceden del cuerpo real, este cuerpo real como tal no se incorpora a la imagen, pero va a adquirir como se dijo una representación imaginaria para el sujeto, de tal manera que dicha representación va a incluir tanto la imagen como lo que en ella falta, la inclusión del cuerpo real, que como presencia no aparece, que se escapa, que le falta a la imagen. Esta articulación de lo que se presenta en la imagen con lo que en ella falta, permite diferenciar lo real de lo imaginario; la representación del cuerpo que incluye al Yo y al Ego, el Yo unificación anticipada e ilusoria de un sujeto que se constituye en el desconocimiento del "creer ser" la imagen que se encuentra recubriendo su cuerpo real; el Ego, el sentimiento de si mismo que tiene el hombre. Estadio del Espejo asunción subjetiva de la imago especular y del cuerpo fragmentado.

En la teoría de Lacan, a propósito de estas imagos del cuerpo fragmentado y del cuerpo unificado en comentarios alusivos a la pintura, el autor señala el lugar del falo en los lienzos, no como un objeto imaginario mas, sino como la presencia de lo simbólico en lo imaginario, tal vez como el significante de la falta en ser, que guarda relación metafórica con el Significante del Nombre del Padre.

Una vez que se experimenta la perdida del organismo y se organiza una representación, el cuerpo real queda como un vació mas allá de toda inscripción, no obstante desde su exclusión sirve de soporte para lo mas singular de cada sujeto.

En un cuerpo desorganizado e inmaduro biológicamente, donde palpitan sensaciones y dolores de manera anárquica, el significante unifica al introducir la idea de unidad, es solo por ello que en tanto hablantes podemos nombrar, sentir y creer que se tiene un cuerpo, ese corpus de lo simbólico posibilita a su vez el cuerpo de lo imaginario, es esa forma lo único que se posee para tratar de reconocer algo del cuerpo real.

"El 17 de septiembre de 1925, poco después de haber subido al autobús de Coyoacan, Frida y su novio Alejandro Gómez Arias sufrieron un accidente en el camino de la escuela a la casa. La colisión del autobús con un tranvía provoco la muerte de varios pasajeros. Frida resulto seriamente herida y los médicos dudaban que fuera a sobrevivir. La desgracia le obligo guardar cama durante tres meses, al año regreso al hospital por frecuentes dolores en la columna y en el pie derecho. Le encontraron una rotura en la vértebra lumbar, cuya curación exigió el uso de diversos corsés de escayola por nueve meses, quedando su libertad de movimientos muy reducida, llegando al punto de pasar temporadas en cama sin movimiento. Para matar el aburrimiento y olvidar el dolor, comenzó a pintar durante esos meses. La cama fue cubierta con un baldaquín en cuyo lado inferior había un espejo a todo lo largo, de modo que Frida podía verse a si misma y servirse de modelo."(3)

"Así no rompí el espejo que al principio tanto me había atormentado. Hubiera destrozado mi identidad misma. Y para llevar más lejos el análisis, no es sólo reflejar mi imagen lo que ha hecho pintarla, sino recomponer la otra imagen la realidad de mi cuerpo, esa sí realmente rota"(4)

"me retrato a mi misma por que paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco"(5)

Vemos la verdadera relación entre la creación de lo nuevo junto con ese deseo inédito que se le impone sin pensar sirviéndose de ese saber hacer que ella descubre, realiza un tratamiento del horror de su sufrimiento y el dolor en otra cosa: su arte. Toda obra de arte en su universalidad persiste por apresar un real que en la particularidad de sus bordes no cesa de producir goce. Lo que le permitirá soportar el goce del padecer pudiendo gozar de la creación. El cuerpo que sostuvo a Frida fue un cuerpo construido desde lo imaginario, como cualquier otro cuerpo, pero la pintura le ofrecía la posibilidad de que ese cuerpo destruido conservara una imagen pretendidamente armónica. Su espejo le devolvía una imagen incompleta a veces, y otras una imagen herida, mutilada, que podría ser fantaseada más perfecta. Todo el tiempo Frida Kahlo mostraba a través de su obra, su falta. Por eso su pintura puede ser arbitrariamente elevada a la categoría de una escritura, en tanto enlazaba lo imaginario y lo real del cuerpo con lo simbólico de la escritura.

La articulación del lenguaje y el cuerpo vivo es la puesta en contacto de dos sistemas heterogéneos; la acción de la palabra sobre el ser humano, que conduce a la incorporación mediante las porosidades del cuerpo, de otro corpus que ejercerá influencia sobre el primero, dado que las palabras mismas son un cuerpo, una materialidad sonora, una consistencia que incluye una dimensión temporal, lo simbólico como cuerpo presenta una organización que se constituye como un sistema con relaciones y determinaciones internas propias. El cuerpo es cuerpo a partir de lo simbólico, el lenguaje le da sus características y su unificación depende del lenguaje, no ya de la imagen. Se separan aquí la anatomía fisiológica y la anatomía simbólica. Un cuerpo sólo es humano en tanto sobrelleva, como un pergamino, las escrituras simbólicas del sistema de intercambios que mudan goce por palabra. Lo simbólico es una máquina que escribe marcas invisibles, cifras del goce perdido, vías por las que necesariamente el sujeto deberá encarrilar su búsqueda de satisfacción.

Ya nos ha mostrado el psicoanálisis que el cuerpo es una construcción, es un producto que excede la condición de materia y se inserta en una condición simbólica. Lo simbólico escribe palabras invisibles, cifras del goce perdido, caminos por los que el sujeto necesariamente deberá transitar en su búsqueda de satisfacción, la palabra traspone, conduce al destierro en la realidad, lugar donde cada cosa es solo un nombre que no hace otra cosa que nombrar a la perdida originaria.

El organismo viviente pierde sus condiciones naturales, dice y calla mensajes cifrados, muestra y oculta la voluptuosidad de la demanda, las oscuras satisfacciones que se busca en el otro. A pesar del pasaje del goce del cuerpo al significante, algo de ese goce perdido retorna enquistado y a su alrededor el significante precipita las letras que escriben un mensaje enigmático, cifrado, en clave. Una vez vaciado este real del goce del ser, como consecuencia lógica de una perdida surge una búsqueda, búsqueda de aquello que se perdió, sin saber muy bien que fue, solo se sabe que falta. A la pérdida de goce que marca el cuerpo se le compensa, con un consuelo, con una recuperación de goce que está fuera del cuerpo, en esos objetos recortados. Lo único que persiste como goce es la satisfacción pulsiónal, donde se articulan las marcas significantes que delinean el camino por el que el goce circulará de ahí en más, lo que queda del goce perdido y un cambio de emplazamiento: de localizado en el cuerpo el goce pasa a fuera del mismo.

Cuando tenia la edad de seis años, comenta en sus memorias que vivio " una tarde llena de horror. Mi padre me había llevado a caminar por el bosque. Como tantas otras veces caminábamos despreocupados, él me señalaba algunos rincones, algunas personas, situaciones insólitas, colores. Pocas cosas se le escapaban. Yo aprendí mucho de su modo de observar."(6)

"De pronto cayó desde toda su gran estatura, con el cuerpo convulsionado. No era la primera vez que yo veía un ataque de epilepsia, y ya estaba acostumbrada. Después había que ayudarlo con cuidado a levantarse, sostenerlo, porque siempre parecía salir totalmente agotado, maltrecho. Pálido como un resucitado. Si, creo que eso era: debía sentirse como un resucitado."(7)

Lo traumático se transmite produciendo efectos en el cuerpo en la medida en que el cuerpo no tiene modo de ligarse a la palabra.

"Un momento después, durante ese mismo paseo, por mi mala suerte metí el pie entre las grandes raíces de un árbol, me caí y me hice mucho daño."(8)

"A la mañana siguiente, cuando quise levantarme tuve la impresión que mil flechas me atravesaban el muslo y la pierna derecha.", el diagnóstico fue: poliomielitis, "No sé que relación puede establecerse entre mi caída en Chapultepec y lo que viví después. Lo seguro es que aquel día el dolor entró en mi cuerpo por primera vez."(9), su padre se ocupo especialmente de ella durante los nueve meses de convalecencia. Su pierna derecha se adelgazo mucho y el pie se rezago en el crecimiento. Esto motivó que los niños en su crueldad infantil la llamaran Frida la coja, Frida pata-de-palo. Una condicion fisica que ella trato de ocultar posteriormente con pantalones en su juventud y mas tarde con faldas mexicanas.

La caída del padre de Frida y la propia durante el paseo por chapultepec a la edad de seis años se inscriben en el significante "pierna" que contiene letras de Frieda, su nombre propio. El cuerpo deja escribir algo del orden del rasgo. El rasgo recorta una parte del cuerpo: "pie" y "pierna". Pierna contiene letras del nombre Frieda, y a su vez se constituye en zona erógena. Pierna es elevada a la función de parte por estar recortada como diferente del resto del cuerpo. Al mismo tiempo porta una marca y es objeto de miradas, de críticas en la infancia de Frida, los niños suelen ser crueles ante la desventura de los demás y ante su desgracia le llamaban Frida la coja, Frida pata de palo, Pierna funciona como un rasgo de dominancia y un centro de atracción.

Sobre su nombre: su padre, de origen alemán, marca con su deseo a esta niña. Quiere que se llame Frieda - "Friede" en alemán es la paz, en castellano Frida. Los biógrafos refieren que su padre se sentía más unido a Frida que a cualquiera de sus otras hijas. El padre es un personaje muy importante en la vida de Frida Kahlo, ella lo describe como "entrañable y cariñoso", "mi niñez fue maravillosa", "aunque mi padre estaba enfermo (sufría de vértigos cada mes y medio), para mi constituía un ejemplo inmenso de ternura, trabajo, y sobre todo, de comprensión para todos mis problemas" (10). Fue su padre quién le enseñó muchas cosas en relación al arte de la fotografía. No así la madre quién veía en Frida un aire rebelde y desafiante, llamandola inclusive marimacho, esa fuerza que sobresalía en Frida la hacía unica. Muy distinta era la percepcion de su padre que notaba en Frida el sello de algo muy singular "Ella es diferente a las demás, ella es la más inteligente", solía decir él."(11)

Frida - Frieda contienen las letras de su rasgo. Marcas mediante las cuales Frida como sujeto puede asumir este nombre como lugar de su verdadera identificación, ligada al deseo del padre. Cuando Frida tiene alrededor de 15 años le agrega la letra "e" a su nombre con lo que remarca el origen alemán del mismo y lo hace para firmar escritos en su adolescencia. Es decir, con su letra pone una marca propia. Hasta los años 30 escribía la variante alemana de su nombre. La repetición del rasgo se verifica en su síntoma, en la elección amorosa y de alguna manera en su producción artística. El rasgo literal que se aisla en primera instancia es "iera", que se repite en Frieda, Rivera, Pierna. Pie -el síntoma- y remarca esa parte del nombre de la que ella se apropia "ie". Este rasgo está en el síntoma: pie, que a su vez se repite en Diego, Pincel,Frieda.

Es con la identificación simbólica que se constituye el rasgo unario, la letra, condición del significante y como tal perteneciente al orden simbólico puro. La unicidad, que consiste en que algo ocurrió en el origen, es decir que una vez se produjo algo que tomo desde entonces la diferencia, la distinción. Punto de amarre de algo donde el sujeto se constituye, la función del nombre, el nombre propio. Una palabra que permite designar las cosas particulares como tales, la forma de designarlo fuera de toda descripción, de manera enteramente particular.

Los fonemas son justamente sonidos que se distinguen los unos de los otros, el nombre propio presenta el rasgo particular de estar compuesto de sonidos distintivos que podemos caracterizar como nombre propio. Por que como dice Lacan "la característica del nombre propio es que esta siempre mas o menos ligado al trazo de su unión, no al sonido, sino a la escritura.

En el arte, la obra, se abre como un pasaje posible al tratamiento de lo real de un goce, todo aquello que le sirva al artista para hacerse un nombre,  que lo represente como sujeto, reconocido por el otro, facilitando el lazo social. Lazo social que no es estar con el otro o ser más o menos sociable. Lazo social como lo define Lacan como efecto del discurso por el cual el sujeto hace pasar su palabra al Otro como lugar de la lengua. Un acto creador implica RSI en juego. En Frida Kahlo su obra pictórica y su escritura denotan un exceso de goce en lo traumático, una obstinación del sujeto hacia el sufrimiento, en una metaforización al límite de lo sostenible. Habría que seguir tejiendo un imaginario sobre lo real traumático para modificar esa mirada descarnada de la realidad. Pareciera que estuviera condenada al dolor corporal y que su obra era una respuesta a ese dolor, una oferta sublimatoria que delineo un borde al dolor y a lo real del cuerpo.

Su diario personal registra que escribió poemas para ilustrar algunos de sus cuadros. Como el poema para "El árbol de la esperanza". Pintado en 1946, después de ponerse en manos de un especialista en Nueva York que podría reforzar su columna vertebral.

Frida Kahlo creo este trabajo para su mecenas, el ingeniero Eduardo Morillo y contó a su protector "ya casi le termino su primer cuadro que desde luego no es sino el resultado de la jija operación: Estoy yo - sentada al borde del precipicio- con el corsé de cuero en la mano. Atrás estoy, en un carro de hospital acostada – con la cara a un paisaje - un cacho de espalda descubierta, donde se ve la cicatriz de las cuchilladas que me metieron los cirujanos.< jijos de su .. recién casada mama >" .(12) En el cuadro se observa el día y la noche, bajo la luna Frida vestida con un traje rojo de tehuana, un corsé rosa en la mano izquierda, mientras con la derecha sostiene un banderín con la inscripción que le da nombre a la obra y que provenía de una canción de la época. La otra mitad del cuadro bajo un sol ardiente se encuentra un cuerpo desnudo, herido y debilitado acostado en una camilla de hospital con dos heridas abiertas, con la misma forma de las "cicatrizotas" que le habían quedado a Frida después de la intervención." Ahora ya me he tragado la gran operación tengo dos cicatrizotas en the espaldilla en this forma".(13)

Analizadas las obras desde este ángulo pareciera que Frida, atravesada por el dolor físico –un accidente que casi le cuesta la vida a los 18 años, con fracturas en la columna, innumerables operaciones y abortos - y por sufrimientos enlazados a su difícil y pasional relación con el muralista Diego Rivera, hace un cuerpo a través de la enfermedad. El cuerpo se presta a recibir la marca significante, a ser un lugar de inscripción. El cuerpo da que hablar, el organismo mudo se ofrece al bisturí, La lesión orgánica pareciera ser el lugar silente que entregado al goce logra sustraerse de algún anudamiento simbólico-imaginario

Notas:

  1. Diario personal de Frida Kahlo sin editar.
  2. Ibid
  3. Frida Khalo: una vida abierta, Raquel Tibol. Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades. Editores e Impresores FOC. México 2002.
  4. Diario personal de Frida Kahlo sin editar.
  5. Ibid
  6. Ibid
  7. Ibid
  8. Ibid
  9. Ibid
  10. Ibid
  11. Ibid
  12. Ibid
  13. Carta de Frida a Alejandro Gomez A. 30 de junio de 1946."

BIBLIOGRAFIA

JAMIS, Rauda " Frida Kahlo" Editorial Circe, Barcelona, 2003

SALBER, Linde " Frida Kahlo" , Edaf, Madrid, 2006

"Frida: Una biografía de Frida Kahlo", Hayden Herrera. Grupo impresa, S.A., 1993, México.

C. G. Motta. "...en el cielo y la tierra..." Estudio sobre el proceso creador. Editorial Grama. Buenos Aires. Argentina. 2005.

LACAN, Jacques "Seminario 7 La ética del psicoanálisis " Paidos, Buenos Aires,1999

LACAN, Jacques "Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanalisis", Paidos, Buenos Aires, 1999

"Kahlo", Andrea Kettenmann. Taschen.

Escritos de Frida pertenecientes a su diario personal que no han sido publicado en su totalidad.

Frida Kahlo: una vida abierta, Raquel Tibol. Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades. Editores e Impresores FOC. México 2002.

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