Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Un analista y los caminos en su praxis
Hilda Karlen Zbrun

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"La suerte dirá si está preñado del futuro,
que está en manos de aquellos que he formado
."

Jacques Lacan
"La equivocación del sujeto supuesto al saber." (14/12/67)

El analista sólo ocupa su posición con el analizante. En el análisis, afirma Lacan "los analistas más que ejercerlo, son ejercidos por él, por estar tomados por lo menos en cuerpo" 1. La posición de analista hunde su raíz en la transferencia que es la relación en un análisis, en una supervisión.

Sin embargo, y en relación con la cita introductoria, el futuro del psicoanálisis depende de la formación del analista y de la responsabilidad de formar a otros. Por lo tanto, cuando Lacan habla de los que "ha formado" se refiere a sus analizantes y también a los que han recibido su formación a través de lectura de sus escritos, incluso de manera extemporánea. Esta responsabilidad es de cada analista desde su posición de analista.

En este trabajo se delinean dos caminos en relación con el analista. Por un lado, su posición frente al analizante y por el otro lado su responsabilidad de formar a otros. La diferencia está en que para ejercer la posición de analista en relación con un analizante, el encuentro es espacial y temporal. Por lo tanto el analista pone el cuerpo. En el trabajo de formación, el analista puede no estar presente, no poner el cuerpo. Los encuentros pueden ser virtuales, extemporáneos. Desde esta estructura es que se trabajará la relación del analista con "otros".

Presencia del analista.

Actualmente, las nuevas tecnologías favorecen los encuentros virtuales y pareciera que éstos pueden reemplazar a las sesiones tradicionales. Así surgen comentarios de analizantes que tienen espacios telefónicos y/o virtuales con sus analistas. Es importante retomar los términos de Freud y de Lacan para subrayar que no es posible reemplazar los encuentros en los que se está presente por otros virtuales. Un encuentro virtual puede ser una intervención que posibilite al paciente pero no es análisis.

Freud descubre que lo que se producía en el cuerpo de las histéricas, tenía que ver con lo articulado en sus relatos. Relatos que surgen en el encuentro con el analista y que tienen soporte en el cuerpo. A partir de estos encuentros empieza a producirse la transferencia y en ésta, la repetición en acto, en la que más allá de lo que se dice se actúa. Además, Freud remarca la importancia de la compulsión a la repetición, que surge cuando la transferencia pone en marcha el trabajo del inconsciente, cuando el análisis avanza.

Para Lacan el concepto de inconsciente no se puede separar de la presencia del analista y lo define diciendo "el inconsciente se manifiesta primero como algo que está a la espera, en el círculo, diría yo, de lo no nacido" 2. Se presenta en la dimensión de no-realizado y lo relaciona con un "centro desconocido", con lo que Freud llama el ombligo de los sueños. "El inconsciente nos muestra la hiancia por donde la neurosis empalma con un real." Hiancia que el analista posibilita que se abra con su presencia. Lacan, nombra a la propia presencia del analista como una manifestación del inconsciente y advierte la necesaria cautela y la precaución desde la posición del analista ya que "siempre se corre un riesgo al menear las cosas en esta zona larvaria" 3.

Para comenzar un análisis son indispensables entrevistas preliminares. Éstas parten de estar presentes, analizante y analista, con sus cuerpos que los representan. Lacan explica que en las "entrevistas preliminares, lo importante es eso, es esa confrontación de cuerpos. Justamente porque empieza allí, en ese encuentro con el cuerpo, a partir del momento en que se entra en el discurso psicoanalítico, no se habla más del asunto" 4. Cuando la transferencia está en marcha, el analista vela para que el trabajo no quede capturado en lo imaginario. En este sentido, un recurso del analista es el generar un corte que se manifiesta a partir de un cambio espacial. La mirada del analista ya no sostiene o arma al paciente.

Es interesante este término velar, veiller en francés, que significa:

El analista, entonces tiene que velar por la verdad y velar para que el analizante no se quede adherido a la imagen especular, atrapado en lo imaginario.

En la praxis no se asiste a la clínica del intervalo, sino que el trabajo es de la temporalidad del instante. Las sesiones de tiempo variable que introduce Lacan buscan un corte que produce efecto en el paciente, no están referidas a un tiempo cronológico de sesión y a un tiempo de no-sesión. Esto es porque el sujeto no tiene un tiempo de trabajo en la sesión o fuera de la misma. Es un sujeto que produce y al que los cortes (interpretaciones) le posibilitan elaboraciones.

La presencia del analista coloca en su lugar los fenómenos de amor que son producto de la situación analítica. Fenómenos muchas veces desconcertantes y precoces. También, progresivamente más complejos en cada análisis. Hacia 1967, Lacan expresa: "la experiencia analítica está centrada sobre el fenómeno de la pantalla. La pantalla no es solamente lo que oculta lo real, lo es seguramente, pero al mismo tiempo lo indica" 6. Se establece con claridad que la experiencia analítica está centrada sobre el objeto "a" causa y real, y que nada tiene que ver con la completud de lo especular ni con la relación a un semejante.

El deseo del analista es el que le posibilita servir de soporte del objeto "a". Ir más allá del plano de la identificación. El analista se posiciona en un cierto lugar para que haya un discurso. Este discurso analítico es discurso del semblante. Entonces es el analista, posicionado como semblante del "a" en el discurso analítico, quien escucha velando por la verdad, siempre medio-dicha.

La estructura del discurso es entonces de semblante, queda especificado cuando Lacan agrega: "no hay metalenguaje, no hay Otro del Otro, no hay verdadero sobre lo verdadero" 7.

En el discurso analítico está el decir y lo dicho. Lo que es dicho no está en otro lado más que en lo que se escucha, y la palabra es eso. Lacan lo afirma en L´etourdit diciendo; "Que se diga queda olvidado tras lo que se dice en lo que se escucha" 8. El decir es de otro plano. En la práctica analítica es donde lo imposible de decir se mide con lo real.

En el decir y lo que no se dice, está lo dicho, que es un hablar de algo que es otra cosa, esa otra cosa es el goce.

El deseo del analista excluye al goce ya que si hay goce en el analista éste no está ocupando su posición, no está operando. Para ser-soporte del objeto "a" pone su cuerpo, pero "el goce está excluido para el analista en su función" 9. "El analista está allí con aspecto de estar esperando un relevo" 10.

La función de analista la cumple el que puede distinguir "el relleno, el intervalo, el taponamiento, la hiancia que hay entre el nivel del cuerpo, del goce y del semblante y el discurso". "El interpretante es el analizante" 11.

Para que la lógica del psicoanálisis exista, hace falta que el psicoanalista ocupe su posición. Como analista, ya recorrió el camino del análisis y sabe que lo conducirá al de-ser del sujeto supuesto al saber. Su función tiene un principio y tiene un fin cuando éste ocupa el lugar de desecho. Esto es, cuando el analizante se transforma en analista. El analizante ha atravesado la firme convicción de la existencia del inconsciente, "y en la medida en que acontece otorga al analizado aptitud de analista" 12.

Para Lacan es el analista el que "abandona el juego" y toma "el consejo de Fenouillard" respecto al límite "¡Cuando se ha pasado la raya ya no hay límites!" 13

Notas

1 Lacan, J. Lituraterre-Lituratierra. Inédito. Documento de trabajo. Sociedad Psicoanalítica de Buenos Aires.

2 Lacan, J (1964) El Seminario. Libro 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Paidós. pp30.

3 Lacan, J (1964) El Seminario. Libro 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Paidós. pp31

4 Lacan, J (1972) Seminario 19. "…ou pire". Clase 12. 21/06/72. Inédito

5 Dictionnaire "Le Nouveau Petit Robert". Paris. 1996.

6 Lacan, J. Seminario 13.(1966) El objeto del psicoanálisis. Clase 18/5/66. Inédito

7 Lacan, J. Seminario 18.(1971) De un discurso que no fuese del semblante. Clase 13/1/71. Inédito

8 Lacan, J. L´etourdit. Beloeil, 14/7/72.

9 Rabinovich, D. Coloquio Internacional de Psicoanálisis 2003. Conferencia "Posición del analista y goce".

10 Lacan, J (1972) Seminario 19. "…ou pire". Clase 12. 21/06/72. Inédito

11Lacan, J (1972) Seminario 19. "…ou pire". Clase 12. 21/06/72. Inédito

12 Freud, S.(1937) Análisis terminable e interminable. Tomo XXIII. O. C. Amoroutu Editores.(1986)

13 Lacan, J.(1972) L´etourdit. Nota del traductor Dra Diana Rabinovich. Nota nº 51.

Bibliografía:

Lacan, J(1954) Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis. Escritos 1. Editorial Siglo XXI Bs.As.1987.

Lacan, J.La equivocación del sujeto supuesto saber Conferencia de Nápoles.14/12 /1967

Lacan, J.(1964). El Seminario, Libro 11. "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis". Buenos Aires: Editorial Paidos.

Lacan, J. (1966) Seminario 13. "El objeto del psicoanálisis". Inédito.

Lacan, J. (1968) Seminario 15. "El acto psicoanalítico". Inédito.

Lacan, J. (1971) Seminario 18. "De un discurso que no fuese del semblante". Inédito.

Lacan, J. (1972) Seminario 19. "...Ou pire". Inédito.

Lacan, J. (1972) L´etourdit.. Inédito

Rabinovich, D. El deseo del psicoanalista. Editorial Manantial. Bs.As. 1999.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 25 - Diciembre 2008
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