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Fin
El profesor Jones trabajo en la teoría del tiempo, durante muchos años.
-Y he encontrado la ecuación clave- informo a su hija, un día-.
El tiempo es un campo. Esta maquina que he hecho puede manipular, e incluso invertir, ese campo.
Oprimiendo un botón al hablar, prosiguió:
-esto debe hacer correr el tiempo hacía hacía tiempo el correr debe esto.
Prosiguió, hablar al botón un oprimiendo.
-Campo ese, invertir incluso, e manipular puede hecho he que maquina esta.
Campo un es tiempo el.- día un, hija su a informo-clave ecuación la encontrado he y.
Años muchos durante, tiempo del teoría le en trabajo Jones profesor el.Fredric Brown 1
Quizás no exista en el suceder humano una cuestión que ilustre con mayor eficacia el despliegue de horror ante la vida que se aprecia en cada sujeto, como se muestra al enfrentarse con el tiempo, a eso que "es aquella variedad de lo terrorífico que se remonta a lo consabido de antiguo, a lo familiar desde hace largo tiempo" 2. Es decir a lo ominoso en si resultando por tanto que esto que siempre nos acompaña nos muestre una nueva cara y en su incesante movimiento, coloque transferencialmente rasgos de o(O)tros rostros en los que se nos presentifican en este momento, todo ello enmarcado por lo inefable que nunca nos permite reconocerle.
De esta manera podemos hacer mención de dos ejemplos de categorizaciones temporales el pensamiento Kantiano y el de San Agustín:
"Para Kant el tiempo no es perceptible, sino que es una forma universal de la intuición, una forma contenida a priori de la percepción misma que permite el conocimiento sensible. Desde este ángulo, los conceptos de "antes", "ahora" y "después" son anteriores al sujeto mismo. Por el contrario, San Agustín sostiene que la identidad solo se afirma con la aparición de la memoria y que, por lo tanto, la adquisición de la noción de la temporalidad es una función de la experiencia perceptual y exige una capacidad conciente o inconsciente de introspección" 3
Como se observa el tiempo, es también un arma que se esgrime en el campo de batalla para las ideas, mismas que nos ponen en rumbo de cierta identidad, de cierta identificación que por supuesto responde a los movimientos transferenciales, que habitan tanto en lo externo como en lo interno de cada uno, a saber, de filósofos, biólogos, físicos, matemáticos o psicoanalistas, todos ellos parecieran no percatarse que las tres categorías, tiempo, inconsciente y transferencia se sostienen una a las otras.
Hablemos pues del tiempo en su relación con las otras dos: el Tiempo es una de las preocupaciones principales del hombre, le hace su esclavo o su dios, se ilusiona, fantasea con dominarlo, le da un padre Cronos, padre incontrolable, voraz, ley de Todo, todo lo legisla. Tiempo y padre que por tanto siempre hacen en el hombre su trabajo silencioso, acaban devorándole.
Hablar del Tiempo sin referirse al mismo se convierte en una tarea imposible, lo que se diga será siempre tautológico, circunloquial al igual que el hablar del inconsciente. Él (cua lquiera de los dos anteriores) esta en el siempre, al rato, luego, después, tarde, temprano, nunca, jamás, continuo, constante, pasado, estar, futuro, presente, ahorita, ahora, instante, segundo, momento, ser, fue, recordar, repetir, reelaborar... etc. Se le encuentra, aun cuando no lo parezca, entre cada coma, entre cada letra de este y todos los textos, en cada representación, en cada lectura, en cada escritura. "¿No será que el tiempo es criatura de lenguaje, tal como el inconsciente esta estructurado como tal y la transferencia el punto de despliegue de ambos?" 4. Lenguaje que son significantes, significantes que son del Otro, Otro que es del inconsciente ¿e inconsciente que es del Tiempo?.
El Inconsciente entonces comparte ciertas cuestiones con el Tiempo, son indescifrables, enigmáticos, cambiantes, sin que exista lugar que les contenga, poblados de demonios y quien les invoca debe de estar preparado para vérselas con ellos
No es gratuito que el Tiempo se inscriba en un quehacer como el psicoanálisis, este ultimo no escapa, es más lo acepta, lo usa, lo acoge en su parte más sutil, transparente, por lo atemporal, posición elegida para el lugar de la escucha analítica, ese otro inconsciente del analista que a su vez presupone otras características tales como "la ausencia de contradicción, proceso primario (movilidad de las investiduras), carácter atemporal y sustitución de la realidad exterior por la psíquica" 5. Entonces existen o coexisten, esta más que siempre, o nunca, poblado de tiempo. Y en todo caso las manecillas marcan el instante en que se pone en marcha lo transferencial en é
Hablar de lo atemporal nos enfrenta con esas relaciones que se establecen con el inconsciente en los actos, actos que dan cuenta de su señalamiento transferencial, que en ultima instancia dan cuenta del mismo, es un continuo dialéctico, de ir y venir en la que lo que viene y va siempre es recibido (cuando así sucede) desfigurado. Sin embargo esta desfiguración establece marcas y en el lado oscuro de las mismas se cuela el Tiempo.
Podríamos comenzar con las distinciones que se deriven de los diversos modos de nombrar el tiempo, tiempo formal, tiempo simbólico, tiempo vivido pero resultaría tedioso, nos llevaría mucho tiempo. También renunciamos a establecer definiciones que es el mismo tiempo quien las hace como recuerdo, memoria, añoranza, reminiscencia. Motivo por lo cual renunciamos a tal meta, contentándonos con enunciar de manera modesta la relación que establece el tiempo con el inconsciente, en él y con él, y a la par enmarcar el lugar de vehiculo de la transferencia para que se sostenga dicha relación.
Entonces como denominar al Tiempo la manera de acercarnos a ello es la pautada por Lacan, tomándole en tres tiempos, el instante de la mirada, el tiempo para comprender y el momento de concluir, modos en que el Tiempo se hace. Tiempo que se enuncia como Tiempo Lógico, este que:
"Contrapone al tiempo histórico, al tiempo de la duración y al tiempo de la rememoración (...) EL tiempo de apertura del inconsciente, tiempo de palpitación, escansión de aperturas y cierres, momento en que habla el ello antes de guardar silencio. es un tiempo de irrupción en un fondo de atemporalidad; el inconsciente" 6
Ahora bien el que nosotros señalemos el tiempo lógico no cobra valor y adquiere plenamente su función, sin que sobre nombremos los tres momentos que le conforman para:
"Mostrar que la instancia del tiempo se presenta bajo un modo diferentes en cada uno de estos momentos es preservar su jerarquía revelando en ellos una discontinuidad tonal, esencial para su valor. pero captar en la modulación del tiempo la función misma por donde cada uno de esos momentos, en el transito hasta el siguiente, se reabsorbe en él, subsistiendo únicamente el ultimo que los absorbe, es restituir su sucesión real y comprender verdaderamente su génesis en el movimiento lógico" 7
Regresemos entonces al tiempo del proceso lógico: En el instante de la mirada, ese donde se constituye el sujeto imaginariamente, es decir tiempo del imaginario, tiempo sujeto al estadio del espejo, tiempo del Yo. Tiempo que establece la "forma en la cual el sujeto es concernido por la otredad, nos muestra su primer intento de responder a ello" 8, los primeros engranajes transferenciales que marcaran el ritmo de la maquinaria durante el resto de la vida. Este es un instante que sin embargo puede incluir todo el tiempo de comprender, incluye la facultad de la retroversión, en él:
"Solo subsiste su sentido con la forma que engendra de sujetos indefinidos salvo por su reciprocidad, y cuya acción esta suspendida por una causalidad mutua en un tiempo que se escabulle bajo el retorno mismo de la intuición que ha objetivado. " 9
El segundo el tiempo de comprender, tiempo de establecer una cadena de continuidad, cadena significante, constitución del lugar del Otro, Tiempo paralelo al primer Tiempo, este que puede "reducirse al instante de la mirada, pero "ésa mirada en un instante puede incluir todo el tiempo necesario para comprender". 10 Es un Tiempo en el que el Yo no es lo que se sostiene e incluye las imágenes que le delimitan, ahora "el Otro del lenguaje me incluye. Lo que supone el establecimiento de un rasgo, trazo, de identificación: la inclusión del gran Otro, inclusión en el gran Otro" 11 y que pos supuesto implica la búsqueda de esos pequeños detalles en cada sujeto que cruza por nuestro horizonte, al igual que el llamado constante a un cumplimiento que de entrada sabemos imposible
Y el tercer tiempo, él de concluir, momento más que de la certeza de la duda misma, de la formulación de preguntas, tiempo en que la acción se sostiene sobre una anticipación de certidumbre, "momento de posicionamiento frente a la diferencia, a la otredad" 12. Como señala Lacan "pasado el tiempo para comprender el momento de concluir, es el momento de concluir el tiempo para comprender" 13
Sin embargo estos tres modos de tiempo no son pasado, no son un orden jerarquizado de continuidad psíquica, son a la par modos de articulación significante, modos transferenciales, juegos estructurantes móviles, aros anudados que giran sobre ellos en un movimiento de rotación que posiciona, pero que en esa misma posición establece distintas maneras de manifestarse, "aquello por lo que son significantes esta dado no por su dirección sino por su tiempo de suspensión" 14, por aquello que no entra pero que marca e indica las posiciones a seguir y los significantes a introducir o forcluir.
Con ello el tiempo entonces cobra en el inconsciente el valor de un aoristo que:
"En la gramática griega, un tiempo gramatical del indicativo que, por su aspecto puntual, se opone al durativo de los presentes e imperfectos; es decir carece de valor temporal. El aoristo equivale casi siempre al pretérito perfecto castellano (ha sido); pero se diferencia principalmente del imperfecto (era), puesto que el aoristo significa una acción continuada y no concluida, mientras que el imperfecto significa una acción acabada. También se diferencia del perfecto, ya que el aoristo no expresa, como el pretérito perfecto, que duren los efectos de la acción." 15.
Este aoristo, centro gravitacional de la transferencia es lo que permite indicar la continuidad de la misma, a pesar de o gracias al trabajo analítico, la transferencia obedece también al tiempo
Toda prueba apunta entonces a que no se carece de Tiempo en el inconsciente y por tanto en la transferencia misma, sino que se carece de valor temporal, es decir de una conjugación como tal. El Tiempo no se ha escapado de él mismo esta todo él en ese indicar, todo esta depositado en esa acción y no le abandona, dando lugar a que las conjugaciones se encuentren aglomeradas y no atomizadas.
Cuestión a parte es su actuación ya que denota:
"Que la acción tuvo lugar en el tiempo, pero no aclara si dicha acción se llevo a cabo gradualmente o instantáneamente; tampoco se habla del estado presente o de que la acción haya terminado" 16
De esta manera no sabemos que tanto tiempo se queda, lo cual de cierta manera respalda lo que mencionamos antes, las conjugaciones están allí, solamente faltan elementos que las articulen de determinada manera, para que los efectos deformados que lo que se haya dado se pongan en juego en la realidad exterior, requerimos que en ese girar se introduzca una diferencia, un algo que marca, que rasga la continuidad imaginaria del tiempo, por que en realidad en el real del Tiempo no le hace falta.
A partir de lo anterior podemos discutir el que no sea igual enunciar no existe el tiempo en el inconsciente al que el inconsciente no contiene una representación de tiempo y los procesos inconscientes son atemporales
El que señalemos que no existe el tiempo e el inconsciente, nos lleva a preguntarnos, y entonces ¿cómo un nuevo acto psíquico deja su marca?, ¿Cuáles tres tiempos del Edipo?, ¿Qué a posteriori?. Sin incluir al tiempo en el inconsciente, tomándolo como atemporal únicamente sin su contraparte, los fenómenos psicoticos, los síntomas, las asociaciones, las metáforas o las metonimias quedan literalmente sin tiempo para que se articulen. Por tener un ejemplo mencionemos al après coup:
"Se dice de la dimensión de la temporalidad y causalidad especifica de la vida psíquica que consiste en el hecho en que hay impresiones o huellas mnemicas que pueden o no adquirir todo su sentido, toda su eficacia, sino en un tiempo posterior al de su primera inscripción (...) aparta de una concepción ingenua del psicoanálisis, según la cual siempre lo históricamente anterior determinaría lo que es ulterior" 17
Si bien podemos considerar que el inconsciente no tiene una representación del tiempo como tal, es por que en realidad no existe una representación del tiempo como tal, es por ello que no puede inscribirse en ningún sitio, lo real del tiempo escapa a todo intento de hacerlo, se mantiene siempre en la dimensión imaginaria y simbólica, Se mantiene en el tiempo de la toma de acuerdos en el cuento de la historia, mas no en la Historia, allí tampoco puede ser aprehendido, cuestión que no remite de manera inmediata a que no este. Así "el trabajo analítico consistiría en liberar ese fragmento histórico-vivencial de sus deformaciones en el presente y reubicarlo en el pasado" 18
Ahora aun cuando se consideren a los procesos inconscientes atemporales, no es por su no-estancia del tiempo, el que sean atemporales implica ya mismo su temporalidad, "la negación tiene la propiedad de producir una afirmación" 19, el tiempo puebla al ser y al sujeto, en los tiempos en los que se reconoce, en los tiempos que se estructura, esta afirmación y negación son funciones de la "verdad" de un mismo hecho y como señala Hegel el tiempo como negación de la negación, en donde "el tiempo es el Yo puro intuido desde afuera no aprehendido por el Yo el concepto simplemente intuido" 20.
Como se observa esta segunda postura cuenta con el tiempo en si misma y por tanto no le niega la riqueza que contiene, se sirve del tiempo para constituirse
Es más, al tener en cuenta las series de movimientos, asociaciones, condensaciones, resistencias, desfiguraciones, censuras, transferencias, nos daremos cuenta que implican un cierto grado de Tiempo, no que se conjuguen, sino el tiempo de la censura, no es el tiempo de la asociación y tampoco de los retoños que escapen de lo reprimido, que el tiempo de la represión primaria no es el mismo que el de la represión propiamente dicha, ni el de los lugares es el de las fases. En otras palabras el tiempo esta implicado en ellas a manera quizás de plus, de algo más, de inefable, esto queda claro en las palabras de Freud:
"Un acto psíquico en general atraviesa por dos fases de estado, entre las cuales opera un selector una suerte de examen (censura). En la primera fase él es inconsciente y pertenece al sistema Icc; si a raíz del examen es rechazado por la censura, se le niega el paso a la segunda fase; entonces se llama reprimido y tiene que permanecer inconsciente. Pero si sale airoso de este examen entra en la segunda fase y pasa a pertenecer al segundo sistema que llamaremos el sistema Cc. Empero, su relación con la conciencia no es determinada todavía unívocamente por esta pertenencia. No es aun conciente, sino susceptible de conciencia (según la expresión de J. Breuer), vale decir, ahora puede ser objeto de ella sin una particular resistencia toda vez que se reúnan ciertas condiciones. En atención a esta susceptibilidad de la conciencia llamamos al sistema Cc también el preconciente" 21
Freud insistirá de manera constante hasta en los lugares mas pequeños de su obra " lo inconsciente es totalmente atemporal" 22, aun con ello insistiremos atemporal, ¿Sin tiempo?. Si como hemos visto esta Allí, nombrado en las acciones que el mismo emprende, la transferencia misma "primera fase, segunda" o en las acciones que requieren del tiempo para ser realizadas
Podemos recapitular y decir que tiempo e inconsciente bailan juntos, tienen ritmos similares e incluso iguales a ciertos momentos y en otros son totalmente discordantes, su melodía transferencial hace sin duda que se compartan características, mas no lugares y funciones, en el inconsciente no existe contradicción, pero el tiempo tampoco la admite, en el inconsciente se da un conflicto entre lo atemporal y lo temporal en el Tiempo confluyen, el inconsciente tiene procesos atemporales, más no por ello sin Tiempo, el Tiempo también tiene su parte atemporal esa que en el inconsciente se juega, el inconsciente se da a la tarea de remplazar la realidad exterior por la psíquica, El tiempo reemplaza cualquier realidad. Si bien el inconsciente es "invulnerable a la usura del tiempo y del olvido" 23, es debido a que el tiempo no es usurero con nadie, simplemente esta, no importa hacia donde hacerse, él esta.
Se nos podría reprocha el que el Tiempo es vivencia y el inconsciente un lugar, sin embargo los dos son un instante y más allá de ello una creación, "el inconsciente no estaba ni antes ni después del enunciado este se actualiza en el acto mismo de decir y como efecto de este decir surge el sujeto del inconsciente" 24, el tiempo por su parte se ha actualizado desde antes y es necesario recrearlo para que exista.
Sin duda todo tiempo es una cuestión espinosa, como todas las que tiene que ver con él, por lo cual este es un muy modesto intento de dar cabida en todo caso a mi propio tiempo y a él dentro del discurso psicoanalítico, que con mucha frecuencia le excluye arbitrariamente solo por el mote "atemporal", por lo que se suele denominar la "experiencia analítica", pero en verdad ¿se ha ido o desvanecido el tiempo?. El tiempo de la teoría, el tiempo de las sesiones, el tiempo de la palabra, el tiempo de la inscripción significante, el tiempo del inconsciente, el tiempo del Tiempo, ¿es ello un efecto de la "función de la prisa lógica?"24. Se ha vaciado a tal grado el quehacer psicoanalítico del tiempo o ¿en realidad le puebla en cada página y le acecha en cada acto? O ¿acaso se oculta en cada artefacto?
Hasta aquí hemos observado como el tiempo se encuentra jugado en todo, preguntábamos si el tiempo había abandonado el campo psicoanalítico, o si le abarcaba, si estaba en sus entrañas ya que:
"El psicoanálisis, su practica, esta fundado en esta característica: mientras el discurso (la cadena significante) es diacrónico y sus eslabones se suceden en el tiempo, el ello esta siempre ahí, invulnerable, organizando una interminable insistencia de lo mismo bajo las formas variadas y potencialmente infinitas de los enunciados" 25.
La respuesta la tenemos en ese circunloquio que mencionábamos, no es posible hablar del Tiempo sin mencionarle y del inconsciente también. Ese "siempre" ese "infinito", es nuestra respuesta, mas allá de donde se quiera advertir, el tiempo aoristico ya se encuentra, se encontraba, se encontrara, se encontraría, se encontró... etc.
Esta en una sucesión infinita de Tiempo a manera de Muerte-resurrección, significantes que están unidos, cuando un significante-tiempo aparece otro ha muerto, mas otro mas tiene la posibilidad de la resurrección. No existe la mínima esperanza de progreso, de actos, de aparición si no es marcado por la muerte misma.
Entonces declaramos que el tiempo no se encierra en los relojes de pulso o arena, no pasa por los calendarios, no anida en las estaciones. El Tiempo no espera en las paradas de autobús o descansa sobre los divanes, es el discurso conciente quien le conjuga y es él también quien sueña con dictaminar en donde entra y de donde sale. Al Tiempo no le acomoda nada de esto. El Tiempo esta en todo, en la nada, en la falta, escurriéndose por todas partes, en todo caso el inconsciente esta poblado de una temporalidad y es en esa misma que se ve desplegada la transferencia sin ataduras a el propio tiempo, a saber se le encuentra con él y en él. El Tiempo inconsciente un tiempo que solo puede ser extraño, sin revez ni derecho, transferencial y ominoso.
Con todo esto enfrentamos el que "no tenemos delante de nosotros continuidad establecida, no; tenemos ante nosotros el tiempo, que se perpetua y se renueva continuamente en sus elementos" 26, uno de sus elementos es la conclusión es el "momento de concluir antes de que sea demasiado tarde y antes de perder, quizás para siempre, el momento oportuno" 27
Notas
1 Brown Frederic, Fin, p.172.
2 Freud Sigmund, Lo Ominoso, p. 220.
3 Fontana et al, La Psicología del Tiempo, p.15
4 Braunstein Néstor, prologo, El tiempo, el psicoanálisis y los tiempos, p. 8.
5 Freud Sigmund, Lo Inconsciente, p. 184.
6 Mannoni Maud, El Tiempo de la Acción, p.128-129.
7 Lacan Jacques, El Tiempo Lógico, escritos 1, p.194
8 Garrido Modesto, El Tiempo de A (A), p. 173.
9 Lacan Jacques, El Tiempo Lógico, escritos 1, p.195
10 Lacan Jacques, El Tiempo Lógico, escritos 1, p.193
11 Garrido Modesto, El Tiempo de A (A), p. 173.
12 Garrido Modesto, El Tiempo de A (A), p. 173.
13 Lacan Jacques, El Tiempo Lógico, escritos 1, p.193
14 Lacan Jacques, El Tiempo Lógico, escritos 1, p.193
15 Orvañanos Teresa, Mas Allá de la Temporalidad, p. 272.
16 Orvañanos Teresa, Mas Allá de la Temporalidad, p. 273.
17 Chemama Roland, Apres Coup, p 35.
18 Blank Cerejido Fanny, Historia y construcciones, p.28
19 Wittgenstein Ludwig, Gramática Filosófica, p.
20 Hegel, Fenomenología del Espíritu, p. 468.
21 Freud Sigmund, Lo Inconsciente, p. 184.
22 Freud Sigmund, Determinismo, creencia en el azar y superstición: puntos de vista, 266
23 Braunstein Néstor, La Herejía del Eterno Retorno, p.35.
24 Orvañanos Teresa, Mas Allá de la Temporalidad, p. 277.
25 Braunstein Néstor, La Herejía del Eterno Retorno, p.36.
26 Minkowski Eugéne, El Tiempo, Vivido, p. 32.
27 Mannoni Maud, El Tiempo de la Acción, p.127.
Bibliografía
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