Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Alienación - Separación
María Elina Hiriart - Juliana Zaratiegui

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El presente escrito es el producto del trabajo entre analistas; uno de ellos expuso un tema, otros subrayaron aristas que pronto llevaron a la discusión, que no llevó a un acuerdo. En una segunda instancia, quienes tomaron la palabra por cada posición enunciativa desplegaron argumentos para fundamentar las mismas. El resultado quedó plasmado en estas páginas que invitamos a leer.

Hemos diagnosticado que la operación alienación-separación es un concepto que, apoyándose en la enseñanza de Lacan puede ser leído, al menos, de acuerdo a dos interpretaciones posibles- seguramente puede haber otras. Lacan trabaja con términos que lo llevan en la vía contraria a la que luego intentar reconducir los significados que ha acarreado, rectificándolos. Una de ellas desde una perspectiva evolucionista y la otra, desde una perspectiva estructural. Y esta divergencia trae aparejada otra, como la de superponer persona o individuo, y sujeto.

Nos parece fundamental establecer esta diferencia porque apoyarse en una u otra no es sin consecuencias para la dirección hacia donde orientamos la cura.

Perspectiva evolucionista

Está sostenida sobre la base de una concepción de lo humano en términos de desarrollo. Si bien es la teoría de Darwin sobre la evolución de las especies, la que pone sobre el tapete en el mundo moderno este tema, el evolucionismo como doctrina existe desde la antigüedad con pensadores presocráticos como Anaxímenes y Anaximandro(1). Y supone que la realidad entera o al menos ciertas realidades, tales como las especies animales no son estáticas, o no siguen patrones inmutables y eternos. Sino que la idea de evolución sostiene que algo se desenvuelve, se desarrolla siguiendo un progreso gradual y ordenado. Esto quiere decir que lo último a lo que se arriba es lo más avanzado, desarrollado, superador.

A lo largo de los siglos muchos pensadores han desarrollado teorías en diferentes áreas del conocimiento bajo la égida de esta idea central. Con consecuencias patéticas, tales como la segregación y la exclusión del prójimo, entre otras.

Para el tema que nos proponemos trabajar, nos parece fundamental destacar tres supuestos del evolucionismo:

  1. Hay un origen de las cosas
  2. La realidad se desarrolla de manera gradual y creciente en complejidad
  3. Hay un fin

Lo que se desprende de estos tres puntos es una concepción del tiempo lineal y acorde con la flecha del tiempo. El mundo occidental se encuentra fuertemente determinado por ella. Es así como esta concepción del tiempo nos resulta mucho más intuitiva y rápidamente comprensible.

Creemos que, en psicoanálisis, no estamos exentos de que nuestros conceptos se vean infiltrados por estas ideas, aún cuando nos esforcemos por sostener lo contrario. Es así como podemos leer en literatura de orientación lacaniana, así como escuchar en la trasmisión en el ámbito académico versiones de alienación-separación, sostenidas en los textos de Lacan, y enmarcadas en una lógica evolucionista.

Lacan postula la operación de alienación-separación para dar cuenta de la génesis del sujeto, que también llama constitución del sujeto o realización del sujeto.

La palabra génesis, según el diccionario de la Real Academia Española quiere decir origen o principio, en una de sus acepciones. De esta acepción a considerar la operación de alienación-separación por etapas progresivas, hay un paso, siendo la separación superadora de la alienación.

Esto es lo que pensamos que sucede en aquellas versiones que sostienen que en la génesis del sujeto primero se da la primera operación, que es la alienación, donde el sujeto queda mortificado, alienado al Otro, la misma palabra alienación lo indica ya que "alio" inscribe directamente la función del Otro. Es en la elección de Lacan del primer término de la dupla donde se plantea la contradicción. Luego, tendría lugar la separación en la cual el sujeto se separaría de los significantes del Otro y de este modo se daría parición, tomando el juego de palabras que Lacan utiliza entre separar y se parere del latín, que significa engendrarse a sí mismo. Lacan establece al respecto salvedades, que intentan proponer justamente lo contrario:

"Que el Otro sea para el sujeto el lugar de su causa significante no hace aquí sino motivar la razón por la que ningún sujeto puede ser causa de sí".(2)

A partir de esta concepción se han dado desarrollos en los que se afirma que " alguien" cuyo vínculo al lenguaje es psicótico, habría quedado alienado al discurso de Otro y "alguien" cuyo vínculo al lenguaje es neurótico habría logrado, gracias a la operatoria de la metáfora paterna, separarse de los significantes del Otro, o al menos, tiene la posibilidad de hacerlo. Esto marca una dirección de la cura que apuntaría a alcanzar el ideal de la separación, más desarrollado, ya que es lo último, el fin. Y hay "alguien" que sabe cuál es ese fin, el analista. El resultado de una cura dirigida desde esta perspect iva es el reforzamiento de la neurosis, la locura o la melancolización.

Desde la perspectiva en que nos posicionamos en este escrito, que a continuación vamos a desarrollar, intentamos demostrar que hay otro modo de pensar la operatoria de alienación-separación, de la cual se desprenden consecuencias clínicas diferentes tendientes a la resolución de los vínculos neuróticos que se juegan en el sujeto.

Perspectiva estructural

Lacan adscribió a los postulados estructuralistas, aunque de un modo particular y paradójico, ya que al hacerlo plantea, como dice Jean-Claude Milner (3), un punto de herejía que es la introducción de la noción de sujeto.

El programa estructuralista propone:

  1. Dejar caer la hipótesis del origen. Esto quiere decir, que no lo va a tener en cuenta en sus análisis. Para Saussure, quien es considerado el precursor del estructuralismo, la existencia del lenguaje debe considerarse como un hecho inicial, al respecto dice: "La cuestión del origen del lenguaje no tiene la importancia que generalmente se le atribuye. Ni siquiera es una cuestión que debe ser planteada; el único objeto real de la lingüística es la vida normal y regular de un idioma ya constituído."(4) "El lenguaje debió aparecer de un solo golpe en el espíritu"(5). Es decir, postula que, la lingüística, como ciencia, es posible sin que la pregunta por el origen haya recibido una respuesta.
  2. Deja caer el fin.
  3. No hay desarrollo primitivo/avanzado

De lo que se desprende una concepción del tiempo diferente al cronológico, que es el tiempo circular.

Se define a la estructura como un conjunto de elementos cualesquiera ordenados por un conjunto de reglas cualesquiera.

También como un sistema de elementos tal que cada uno de ellos sólo se define por la diferencia con los otros. Disuelve de este modo las entidades en sí. Bajo estas condiciones es imposible sostener la noción de sujeto. A partir de la noción de "cadena significante" es como Lacan reintroduce a esta última dentro del paradigma estructural.

Retomando las acepciones de la palabra génesis encontramos que, otra de ellas, es aquella que nos lleva a una referencia bíblica. El génesis es el primer libro de la Torá y el Tanaj o antiguo testamento. Cuenta la historia de la creación del mundo por la obra de Dios, Adán y Eva, etc.

La creación, en este caso, proviene del creacionismo que es una creencia religiosa que afirma que todo lo que existe viene de un acto de creación divina de la nada (ex nihilo). Es decir, de la nada, como producto de una operación, se extrae algo (luego especificaremos cuales son las particularidades de "ese algo" como su bidimensionalidad).

Por otra parte, Lacan utiliza otra palabra para introducir la operación de alienación-separación como "constitución" del sujeto. En el diccionario de la Real Academia Española "constituir" es establecer, fundar, en una de sus acepciones. Y cuando buscamos fundar, aparece un acto por medio del cual algo es creado. Y, "constituir" también tiene como definición "asignar, otorgar, dotar a alguien o algo de una nueva posición o condición".

Con estas definiciones y referencias queremos resaltar el esfuerzo de Lacan por separar la génesis del sujeto de toda noción de desarrollo, apoyada en la flecha del tiempo, y en consecuencia, de toda posibilidad de fechar el momento de producción de la operación de alienación – separación, como momento a partir del cual puedan establecerse diferencias estructurales ya sea para neurosis o psicosis.

Vemos asimismo la necesidad, de diferenciar la "génesis del sujeto" del nacimiento de alguien como persona, como individuo, ya sea desde el punto de vista biológico como psicológico. Aún cuando hace la referencia etimológica de separa re del latín, el parir remite al campo de lo jurídico, es decir, al lazo social "La propia palabra parto tiene su origen en una palabra que, en su raíz, sólo significa procurar un hijo al marido, operación jurídica y, digámoslo, social". Diferenciándose así "expulsar un producto" de establecer cierto lazo social.

Pasemos a revisar lo que Lacan establece al respecto. En principio, nos parece importante contextuar, es decir, operar en nuestra lectura con una lógica de sistema, cada concepto nos remite a otros que a su vez otorgan sentido al primero.

Los dos lugares en donde desarrolla este tema son, fundamentalmente, el escrito "Posición del Inconsciente" de Escritos 2 y El Seminario Libro XI, sobre los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis: repetición, inconsciente, transferencia y pulsión. Cuatro conceptos remiten a una lógica cuatripartita. Cuatro conceptos que, a su vez, remiten estrictamente al campo del intervalo, ya que en la psicosis la lógica es tripartita y esto determina un funcionamiento distinto de la cadena significante que no nos permite utilizar los conceptos mencionados anteriormente.

A su vez, los dos capítulos que Lacan dedica a la operación de alienación- separación en El Seminario Libro XI, que fue revisado y establecido por Lacan antes de su publicación, se encuentran emplazados en la sección llamada El campo del Otro, y retorno a la transferencia, otra vez la referencia al campo del intervalo, y más precisamente al análisis. Es decir, que Lacan acuña estos conceptos para dar cuenta de la constitución del sujeto en un análisis, su causa, y una nueva definición del inconsciente.

Veamos algunas citas:

p.219 del Seminario 11 "La consecuencia de la alienación es que la última instancia de la interpretación no reside en que nos entregue las significaciones de la vía por donde anda lo psíquico que tenemos ante nosotros. Este alcance no es más que preludio. El objetivo de la interpretación no es tanto el sentido, sino la reducción de los significantes a su sin-sentido para así encontrar los determinantes de toda la conducta del sujeto".

p.221 "…la segunda operación… lleva a su término la circularidad de la relación del sujeto con el Otro, pero en ella se demuestra una torsión esencial. (...)La intersección de dos conjuntos está constituida por los elementos que pertenecen a los dos conjuntos. Allí se producirá la segunda operación a la que esta dialéctica (alienación-separación) conduce al sujeto. Es tan esencial definir esta segunda operación como la primera, pues en ella vemos asomar el campo de la transferencia. La denominaré, introduciendo así mi segundo término nuevo, la separación".

Al introducir cada uno de los términos de esta operación Lacan hace referencia a dos conceptos fundamentales en un análisis. De desconocer este contexto corremos el riesgo de utilizarlos para armar argumentos acerca de hipótesis diagnósticas cuando es claro que Lacan no los utiliza para ello, ya que hablar de esta operación implica poner ambos pies en el campo de la neurosis y de la transferencia.

La operación de alienación-separación viene a dar cuenta de la relación del sujeto al Otro, y esta relación se engendra en "un proceso de hiancia" y, este proceso es circular, pero no recíproco, es decir, es asimétrico. Esto quiere decir que para que sea posible la separación es necesaria la alienación, y para que haya alienación es necesaria la separación, pero lo que una operación le aporta a la otra no es lo mismo. Aquí como vemos que no se trata de una relación con el sentido de la flecha del tiempo, sino que la temporalidad que corresponde a estos dos movimientos, es un bucle, o sea, un círculo, que Lacan propone como un círculo con una torsión en el medio. Esta modalidad autoriza a que haya primero y segundo en el decir, pero no autoriza a que haya primero sin segundo y viceversa.

En consecuencia, no es posible plantear argumentos tales como los que sostienen que en tal tipo de adicción el sujeto queda del lado de la alienación o aquellos que explican la causa de las patologías del acto por el detenimiento del sujeto en algún punto intermedio de estas operaciones. En la operación de alienación- separación ambas instancias se dan al mismo tiempo, sin que esto signifique simultáneamente, sino sincrónicamente(6).

Lacan introduce el tema diciendo que todo surge de la estructura significante y que esta estructura se basa en la función de corte, que es una función topológica. Aquí haremos otra aclaración. En la medida en que hecha mano de la topología, tenemos que asumir que no se tratará, entonces, de personas, de seres humanos tridimensionales, sino de una dimensión del hablante ser que es bidimensional. Es decir que, el sujeto del que se trata aquí, en su génesis, no es homologable a una persona, sino a una función producida en el campo significante. La estructura significante es bidimensional, es decir, son necesarias dos cadenas para poder hablar de estructura.

La Alienación

Se apoya en la operación lógica de reunión, que en una de sus formas propone un ni lo uno ni lo otro, que deja al sujeto dividido entre el ser y el sentido. Es decir, si escoge el ser cae en el sin-sentido radical y, si elige el sentido, queda cercenado de la porción de sin-sentido que constituye el inconsciente en la realización del sujeto.

Este vel, o relación lógica, condena entonces al sujeto a una división consigo mismo como producto de la duplicidad significante (el ser (S1) o el sentido (S2)). Lo que se pierde es la "mismidad". Es así como se arma la fórmula tan mentada de Lacan "un significante representa a un sujeto para otro significante"(7).

Dos cuestiones a tener en cuenta:

1 - Si lo que se produce en la alienación es la inscripción de la dupla significante, no se puede explicar la psicosis a través de la misma, porque al estar presente la primera dupla, estaríamos hablando de lógica intervalar, y estrictamente hablando, en la psicosis hay otra lógica en juego, que es la de la holofrase que se caracteriza por ser tripartita. Veamos lo que dice Lacan:

"La alienación está ligada de manera esencial a la función del par de significantes. En efecto, es esencialmente diferente que sean dos a que sean tres".

"Si queremos captar donde está la función del sujeto en esta articulación significante, tenemos que operar con dos, ya que con sólo dos significantes se le puede acorralar en la alienación. En cuanto hay tres, el movimiento se vuelve circular. Al pasar del segundo al tercero, regresa al primero -pero no desde el segundo"(8) .

Para que se produzca la alienación es necesario que operen S1 - S2. Siendo S2 el responsable del efecto afanisíaco del sujeto. Pero que opere esta dupla supone que funcione la cuenta, es decir que podamos decir, luego de 1 viene 2 y ahí nos detenemos para poder volver a contar 1 y luego 2, armándose así la Otra escena y la posibilidad de concebir la repetición. Es decir, es necesaria la función de límite, que en la enseñanza de Lacan aparece bajo la estructura del punto de almohadillado, que aporta la operatoria de la Metáfora Paterna. Al armarse una estructura cuatripartita, se establece la lógica del intervalo.

Pero hay casos donde la articulación de los elementos de la cadena responde a otra lógica, la de la holofrase. Al no operar la metáfora paterna, no se establece el límite para la cuenta S1- S 2 y, por lo tanto, no se produce el desvanecimiento del sujeto.

Podríamos presentarlo así:

En la lógica de la holofrase, vemos como el orden de los elementos se distorsiona y, al no operar la articulación de la cadena en duplas no podemos hablar de significantes sino de signos. No se puede traer un S2 que le aporte sentido a un S1, basta con intentar dialectizar una alucinación o una idea delirante con un paciente psicótico para corroborarlo. En la psicosis puede haber tanto sentido pleno como ausencia total de sentido o agujero, que no tendrá la estructura de una línea cerrada de Jordan, sino la de una hipérbola, que tenderá al infinito. Lo que no se inscribe es el sin-sentido, asiento del inconsciente.

2. Hemos rastreado versiones, sobre todo en la transmisión académica, que sostienen que la alienación es la operación en que el sujeto se aliena al Otro, que el sujeto queda prendado de los significantes del Otro, para luego separarse, tomar distancia y elegir, apropiarse. Y no, el nacer dividido por efecto del significante. Pero veamos que dice Lacan al respecto:

Seminario 11 p.218:

"¿Querrá decir, tal como yo parece que sostengo, que el sujeto está condenado a sólo verse surgir, in initio, en el campo del Otro? Podría ser, pero de ningún modo- de ningún modo."(9)

En Posición del Inconsciente, p. 819-20:

"La primera, la enajenacion, es cosa del sujeto . En un campo de objetos, no es concebible ninguna relación que engendre la enajenación, sino es la del significante".

"No es pues que esta operación tome su punto de partida en el Otro lo que hace que se la califique de enajenación. Que el Otro sea para el sujeto el lugar de su causa significante no hace aquí sino motivar la razón por la que ningún sujeto puede ser causa de sí".(10)

Lacan deja bien claro que la alienación queda del lado del sujeto, aún cuando el Otro está en juego, es el Otro como orden simbolico. Y lo está como lugar de la causa. Otra vez, encontramos el espacio, que como sabemos, para Lacan, en psicoanálisis se trata de un espacio bidimensional. Se trata de un efecto radical del significante, sera causa de lo Otro y no causa del Otro.

Continuamos con Posición del Inconsciente, p.819:

"El registro del significante se instituye por el hecho de que un significante representa a un sujeto para otro significante. Es la estructura, el sueño, lapsus y rasgo de ingenio, de todas las formaciones del inconsciente. Y es también la que explica la división originaria del sujeto. El significante produciéndose en el lugar del Otro todavía no ubicado, hace surgir allí al sujeto del ser que no tiene todavía la palabra, pero al precio de coagularlo".(11)

Seminario 11, p.218:

"La alienación consiste en ese vel que condena- si la palabra condenar no suscita objeciones, la retomo- al sujeto a sólo aparecer en esa división que he articulado lo suficiente, según creo, al decir que si aparece de un lado como sentido producido por el significante, del otro aparece como afanisis."

Entonces, desde el movimiento de alienación, está en juego la división originaria del sujeto por el significante, lo que no nos permite pensar que esta operatoria podría darse en una psicosis.

Sigamos un momento con Posición del Inconsciente, p.821:

"...si (el sujeto) se queda con el sentido, es en ese campo (del sentido) donde vendrá a morder el sinsentido que se produce por su cambio en significante. Y es ciertamente al campo del Otro al que corresponde ese sinsentido, aunque producido como eclipse del sujeto".

El sinsentido queda del lado del Otro, no del lado del sujeto; lo que da por tierra la idea de un inconsciente como reservorio de sentidos reprimidos de Freud, y disuelve toda posibilidad de pensarlo en términos individuales.

Seminario 11, p.244

"Ahora articularé de nuevo cierto número de fórmulas que han de conservarse como puntos de anclaje sin los cuales el pensamiento no hace más que escurrirse. La alienación está ligada de manera esencial a la función (12) del par de significantes. En efecto es esencialmente diferente que sean dos o que sean tres".

"Si queremos captar donde está la función del sujeto en esta articulación significante, tenemos que operar con dos, ya que con dos significantes se le puede acorralar en la alienación".

En los capítulos donde Lacan presenta la operación de alienación-separación hay una constante referencia a la matemática. Hemos resaltado la palabra función porque función en matemática es un concepto dentro de la teoría de conjuntos. Una función es una relación matemática que posee características particulares. Una relación implica la idea de correspondencia entre los elementos de dos conjuntos que forman pares ordenados, seleccionados por alguna condición. Entonces cuando se formula una expresión que liga dos o más objetos entre sí, postulamos una relación.

Por otra parte, los conjuntos son objetos matemáticos que existen, y el hecho de que existan, no tiene asidero en la realidad tridimensional, es decir, son existencias simbólicas. Es así como podemos postular conjuntos de cíclopes o de números, y aún conjunto vacío. Y esto no impide que operemos con ellos y que estas operaciones tengan efectos sobre lo real.

Posicion del inconsciente, p.820:

"La enajenación reside en la división del sujeto que acabamos de designar en su causa".

No es ser Otro, sino nacer dividido, perdiendo la identidad consigo mismo, la mismidad.

"Adentremonos en la estructura lógica. Esta estructura es un vel, nuevo en producir aqui su originalidad. Para eso hay que derivarlo de lo que llaman, en la lógica llamada matemática, una reunión ( que se reconoce ya que se define cierto vel).

Esta reunión es tal que el vel que llamamos de enajenación sólo impone una elección entre sus términos eliminando uno de ellos, siempre el mismo, sea cual sea esa elección. Su prenda se limita pues aparentemente a la conservación o no del otro término, cuando la reunión es binaria". ( Referencia a la lógica matemática de Boole, donde la operación de reunión entre conjuntos opera en la eliminación de la mismidad ).

Esta pequeña disgresión apunta a fortalecer la idea que venimos sosteniendo en este escrito acerca de que en la operación de constitución del sujeto, no se trata de la persona de carne y hueso.

El sujeto es una función, es decir el efecto de una relación particular entre elementos, tal que uno no representa nada sino para el otro en una cadena. Y esto es lo fundamental de la relación entre el campo del sujeto y del Otro, en la alienación.

La Separación

Posición del Inconsciente:

p. 821 "Pasemos a la segunda operación, en la que se cierra[bloucle] la causación del sujeto, para poner a prueba en ella la estructura del borde en su función de límite, pero también en la torsión que motiva el traslape del inconsciente".

Queremos hacer notar dos cuestiones. Por un lado, que en esta operación, Lacan dice que se pone a prueba la estructura de borde en su función de límite, no que se instaura el límite como tal, es decir, que éste ya estaría operando desde antes, sin poderse fechar desde cuando.

Por otra parte, se pone a prueba, en la torsión que motiva esta operación, el traslape del inconsciente. Traslape, según el diccionario de la Real Academia Española quiere decir cubrir total o parcialmente una cosa con otra cosa. Esta operación se caracteriza por la articulación de dos faltas. Veamos como se produce esto.

Lacan echa mano nuevamente de la teoría de conjuntos (13) y plantea la operación de separación con la forma lógica de la intersección o producto entre dos conjuntos. Esta última está constituida por los elementos que pertenecen a los dos conjuntos. En este caso serían dos faltas.

Habíamos establecido que, en la alienación, el sujeto sucumbe bajo los efectos de la operatoria del primer par significante que lo deja en estado de afanisis. Para salir de este estado, el sujeto ataca la cadena, que ha sido reducida a un binarismo (S1- S2) en su punto de intervalo.

Vamos párrafo a párrafo de Posición del Inconsciente, p.821-22:

"La forma lógica que viene a modificar dialécticamente esta segunda operación se llama en lógica simbólica: la intersección, o también el producto que se formula por una pertenencia a- y a-. Esta función aquí se modifica por una parte tomada de la carencia a la carencia, por la cual el sujeto viene a encontrar en el deseo del Otro su equivalencia a lo que él es como sujeto del inconsciente."

"Por esta vía el sujeto se realiza en la pérdida en la que ha surgido como inconsciente, por la carencia que produce en el Otro..."(14).

Como sujeto del inconciente, ¿qué es? Nada, en el Inconsciente no hay nada que sea si mismo. Nada es ser. Pero es por la vía de la articulación de faltas, de la carencia a la carencia que el sujeto se realiza, pasa a lo real, deja de ser una nada. La única vía posible para poder operar el haber advenido no siendo, es articularse a algo que le falta al Otro.

"Separare, separar, aquí termina en se parere, engendrarse a sí mismo. Eximámonos de los favores seguros que encontramos en los etimologistas del latín en este deslizamiento de sentido de un verbo a otro. Sépase únicamente que este deslizamiento está fundado en su común aparejamiento en la función de la pars."(15)

Este deslizamiento del verbo de separase a parirse es según Lacan autorizado porque en ambos opera la parte.

"La parte no es el todo, como dicen, pero por lo general inconsideradamente. Pues debería acentuarse que nada tiene que ver con el todo. Hay que tomar partido sobre ello, juega su partida por su propia cuenta. Aquí, es de su partición de donde el sujeto procede a su parto. Y esto no implica la metáfora grotesca de que se traiga de nuevo al mundo. Cosa que además el lenguaje tendría grandes dificultades para expresar con un término original, por lo menos en el área del indoeuropeo donde todas las palabras empleadas para ese fin tienen un origen jurídico o social. Parere es en primer lugar procurar (un hijo al marido). Por eso el sujeto puede procurarse lo que aquí le incumbe, un estado que calificaremos de civil. Nada en la vida de ninguno desencadena más encarnizamiento para lograrlo. Para ser pars, sacrificaría sin duda gran parte de sus intereses, y no es para integrarse a la totalidad que por lo demás no constituyen en modo alguno los intereses de los otros, y menos aún el interés general que se distingue de muy otro modo."

Lacan dice que no se trata de parirse, ni de parirse de nuevo, sino de la puesta en funcionamiento de la parte, de la parte perdida de sí, de la identidad, de la falta. Lo que se afianza es un estado, un estado que califica de civil, que indica relaciones con Otro u otro en el marco legal y cultural.

"Separare, se parare: para guarecerse del significante bajo el cual sucumbe, el sujeto ataca a la cadena, que hemos reducido a lo más justo de un binarismo en su punto de intervalo. El intervalo que se repite, la más radical estructura de la cadena significante, es el lugar frecuentado por la metonimia, vehículo, por lo menos eso enseñamos, del deseo."

Para guarecerse del significante bajo el cual sucumbe, como efecto de la primer dupla, el sujeto tiene la chance de poner a trabajar la parte perdida de si, articulándola a la parte faltante del discurso del Otro, o sea, a aquello que via la demanda le presentifica la parte faltante en el discurso del Otro, el intervalo.

"En todo caso, bajo la incidencia en que el sujeto experimenta en ese intervalo Otra cosa para motivarlo que los efectos de sentido con que lo solicita un discurso, es como encuentra efectivamente el deseo del Otro, aún antes de que pueda siquiera nombrarlo deseo, mucho menos aún imaginar su objeto."

El sujeto encuentra el deseo del Otro, en el intervalo, es decir, en las fallas del discurso del Otro. Más allá de la demanda y del sentido.

Posición del Inconsciente, p.823

"Lo que va a colocar allí es su propia carencia bajo la forma de la carencia que produciría en el Otro por su propia desaparición. Desaparición que, si puede decirse, tiene a mano, de la parte de sí mismo que le regresa de su enajenación primera."

Su división.

"Pero lo que colma así no es la falla que encuentra en el Otro, es en primer lugar la de la pérdida constituyente de una de sus partes, y por la cual se encuentra en dos partes constituido. Aquí yace la torsión (16) por la cual la separación representa el regreso de la enajenación. Es que opera con su propia pérdida, que vuelve a llevarle a su punto de partida."

Lacan dice que el sujeto sale del efecto letal del significante, poniéndose él como parte, esto es, como objeto en relación al deseo del Otro. Y lo hace bajo la lógica de una pregunta, porque de lo que le falta al Otro y de lo que el Otro desea nunca se sabe nada, es lo radicalmente más oscuro. Y agrega entre ambos movimientos una torsión, que da cuenta de la no reciprocidad de la relación entre el sujeto y el Otro (17).

La torsión consiste en la vuelta del sujeto al punto de partida, el de la falta como tal, pero en esa vuelta esa falta radical se ha transformado en deseo, a partir del encuentro con el deseo del Otro, alojado en el intervalo de su discurso y caracterizado por su opacidad. El sujeto como pura falta pasa a funcionar como objeto faltante, lo que lo rescata del fading y lo hace entrar en el circuito desiderativo, que implica el deseo y la articulación al Otro. El factor letal se transforma en deseo, la instancia vivificante por excelencia.

"Sin duda el "pudiera perderme" es su recurso contra la opacidad de lo que encuentra en el lugar del Otro como deseo, pero es para remitir al sujeto a la opacidad del ser que le ha vuelto de su advenimiento de sujeto, tal como primeramente se ha producido por la intimación del otro."

El sujeto pone a trabajar la opacidad de lo que es, en relación a la opacidad del deseo del Otro. La salida de la petrificación es el movimiento que aportaría la articulación de las opacidades.

La salida a la falta en ser, no es el hallazgo de un ser como respuesta. La torsión esencial implica una salida a la falta en ser como no idéntica a lo que se perdió.

Entonces, en la alienación se produce la operatoria del primer par significante

frente al cual el sujeto sucumbe en fading.

En la separación, el sujeto ataca la cadena del Otro en su punto de intervalo, es decir en el entre, el agujero.

Y responde a esta falta posicionándose con su propia falta como el objeto que falta al Otro, que se articula bajo la pregunta ¿puedes perderme?.

Vemos como a partir de la operatoria de cuatro elementos, dos en el campo del sujeto y dos en el campo del Otro (18), articulados en una relación circular pero no recíproca, se desprende un objeto, que Lacan llama objeto "a" causa del deseo. Vemos también como al seguir la orientación de las flechas se forma un doble bucle que hace de borde a un agujero producido por los intervalos articulados. Quedando delimitado un ocho interior (19), que constituye, según Lacan (20), la topología del sujeto.

Lacan apela a las superficies topológicas para dar cuenta de la materialidad del sujeto como distinta a una sustancialidad tridimensional, el sujeto es bidimensional. Por eso decimos que no es la persona que entra en nuestro consultorio pidiendo un análisis.

"Es ésta una operación cuyo diseño fundamental volverá a encontrarse en la técnica. Pues a la escansión del discurso del paciente en cuanto que el analista interviene en él es a la que se verá acomodarse la pulsación del borde por donde debe surgir el ser que reside más acá."

"La espera del advenimiento de ese ser en su relación con lo que designamos como el deseo del analista en lo que tiene de inadvertido, por lo menos hasta la fecha, por su propia posición, tal es el resorte verdadero y último de lo que constituye la transferencia".

El sujeto es el producto de una operatoria con significantes, y esta operatoria queda a cargo del analista, quien ofrece su falta como causa del deseo del sujeto, lo que Lacan llama, el deseo del analista como motor de la cura.

Desde esta perspectiva, estrictamente hablando, sólo se puede hablar de sujeto en psicoanálisis en el marco de un análisis. Es así como, tanto en el Seminario 11 como en Posición del Inconsciente, Lacan presenta la génesis del sujeto ligada a la cura, en el caso del cierre de la operatoria a través de la separación, lo trabaja en relación a la transferencia. De hecho, en el Seminario 11, los capítulos siguientes a aquellos en que introduce la causación del sujeto, se dedica a trabajar el sujeto al que se supone saber y de la interpretación a la transferencia. El problema con el que nos encontramos en este Seminario es que Lacan para dar cuenta de esta operatoria, en ocasiones, hace referencia al niño y la relación con su madre como Otro primordial, y creemos que este tipo de argumentos han propiciado lecturas que llevan el eje del tema hacia versiones que superponen sujeto a persona, y génesis del sujeto a algo que sucede en un momento temprano y como tal, fechable en la historia de alguien.

Es por eso que, nos pareció más pertinente apuntalar nuestros argumentos subrayando el escrito "Posición del Inconsciente", ya que entendemos que éste está menos viciado de versiones intuitivas en la transmisión, tendientes a que su público entendiera.

A su vez, pensamos que esta versión de la operación de alienación- separación es coherente con la idea de sujeto que Lacan sitúa en "Cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis", cuando dice, p. 532:

"En ese discurso (el del Otro) ¿cómo se interesaría el sujeto si no fuese parte interesada? Lo es, en efecto, en cuanto que está estirado en los cuatro puntos del esquema: a saber S, su inefable y estúpida existencia, a, sus objetos, a’, su yo, a saber lo que se refleja de su forma en sus objetos, y A el lugar desde donde puede planteársele la pregunta de su existencia".

Claramente en esta cita queda separado tajantemente el sujeto de la persona, del individuo.

Y así, queremos concluir retomando una consecuencia clínica fundamental que se extrae del desarrollo que hemos hecho acerca de la génesis del sujeto. El sujeto, planteado en estos términos, no es el analizante, la persona que consulta. El problema es que en castellano la palabra sujeto es de uso muy común y muchas veces se utiliza como sinónimo de persona, por eso al trabajar con la enseñanza de Lacan, es preciso hacer un esfuerzo por intentar delimitar cuando está hablando de persona y cuando de sujeto en términos de asunto (21) .

El sujeto, tomado en esta acepción, debe ser construido en el curso de un tratamiento, y esto es lo que dará lugar a que un análisis sea posible. Quien debe propiciar esta construcción es el analista, esa es su responsabilidad. La única en juego en el curso de un análisis (22). Lo hará, articulándose a la falta del sujeto como objeto a causa de deseo de saber. He ahí donde reside la función del deseo del analista como motor del análisis.

Notas

  1. Cf. Diccionario de filosofía. J Ferrater Mora. Ed. Ariel. Barcelona, 1999.

  2. J.Lacan "Posición del Inconsciente" Escritos 2, Ed. Siglo XXI, 1987, p.819-920.

  3. J-C Milner, "El periplo estructural", Ed. Amorrortu. Bs. As. 2003.

  4. Idem.

  5. Citado en Urdanoz, Teófilo. Historia de la filosofía. Tomo VIII: Siglo XX: "Neomarxismos. Estructuralismo. Filosofía de inspiración cristiana. P.293

  6. Cf. Jacques-Alain Miller. El Otro que no existe y sus comités de ética. Ed. Piados. Bs. As. 2005.

  7. Lacan, Jacques. Posición del Inconsciente. Escritos 2. Ed. Siglo XXI. Bs. As. 1987

  8. Esta circularidad se caracteriza por la imposibilidad de contar las vueltas. Lacan, Jacques. El Seminario, Libro XI. Ed Paidos. Argentina, 1987.

  9. El resaltado es nuestro.

  10. Ídem.

  11. Ídem.

  12. Ídem.

  13. En el escrito de Posición del Inconsciente, Lacan habla de lógica simbólica. La teoría de conjuntos es una traducción del cálculo de proposiciones de la lógica simbólica. Si bien hay una correspondencia entre las operaciones con proposiciones y la operaciones con conjuntos, no pueden utilizarse unas por otras, cosa que Lacan parece hacer en el desarrollo de este tema.

  14. El resaltado es nuestro.

  15. Ídem.

  16. Esta relación al modo de una torsión hace necesaria la referencia a la topología que nos permite afirmar que la relación entre el sujeto y el Otro tiene la estructura de una banda de Moëbius, es decir que hay continuidad entre el sujeto y el Otro.

  17. Cabe recordar, que Lacan introduce este tema respondiendo a un cuestionamiento de algunos de sus discípulos quienes le cuestionaban que en su afán trabajar lo simbólico había descuidado la realidad sexual del inconsciente. Es así, como al inicio del capítulo donde introduce la causación del sujeto con las nociones de alienación- separación postula firmemente que el inconsciente está estructurado como un lenguaje, que no hay en el "psiquismo" nada que permita al sujeto definirse como macho o hembra, por lo cual la sexualidad se inscribe a través de una articulación el campo del Otro, y esta articulación es una articulación de hiancias, una superposición de faltas. Pero esta superposición se caracteriza por no ser simétrica, de ahí que, más adelante, postulará "no hay relación (proporción) sexual".

  18. En un análisis podríamos situar la primera dupla significante como la escena del sujeto y la segunda dupla significante como la Otra escena.

  19. El ocho interior es el recorrido realizado por la línea media de la superficie de la banda de Moëbius, figura que Lacan introduce para trabajar la espacialidad del inconsciente.

  20. Cf. El Seminario, Libro XI. Ed. Paidos. Argentina, 1987. (p 162).

  21. Tanto en francés el término "sujet", como en inglés el término "subject", aluden, en una de sus acepciones, a asunto o materia.

  22. "Pero si llamo a alguien a quien hablo con el nombre, sea cual sea, que yo le doy, le intimo la función subjetiva que él retomará para responderme, incluso si es para repudiarla. Entonces aparece la función decisiva de mi propia respuesta y que no es solamente, como suele decirse, ser recibida por el sujeto como aprobación o rechazo de su discurso, sino verdaderamente reconocerlo o abolirlo como sujeto. Tal es la responsabilidad del analista cada vez que interviene con la palabra". Escritos 1, Ed. Siglo XXI, Argentina, 1988. Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis, p.288-289.

Bibliografía

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Sassure, Ferdinand. Curso de Lingüística general. Ed. Alianza Universidad. Madrid, 1983.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 24 - Diciembre 2007
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