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Lo primero que quiero decir es que para mí es absolutamente placentero volver a presentar un libro de Raquel, de una manera o de otra me ha tocado estar cerca de los tres libros que Raquel ha escrito y de su edición en español esta vez solo con la presentación.
Pero esta cercanía, digo me da una ventaja un plus que valoro y que es parte del placer del que hablaba. Disfruto de las modulaciones de su escritura, de los cambios que anoto de un libro a otro. De la forma que tiene la autora de aplicarse al sujeto de su obra.
Entonces porque a mi se me aparece así la presentación de este nuevo libro, me voy a permitir la irreverencia de hacer un poco de historia.
En su primer libro "Iris del Parricidio al delirio", leemos a la autora aplicada a la fábrica de ese caso, con una enorme tarea de investigación, escuchando a Iris allí donde no había sido escuchada, tratando como dice Allouch en su escritura del caso Aimee, no solo de recoger los datos de una vida de establecer una historia, en el sentido de la serie de acontecimientos de esa vida sino también la historia vivida por un sujeto, por un sujeto para quién esa vida habrá sido la suya.
En "Augusto Comte" actualidad de una herencia", del que decíamos cuando lo presentamos que era un libro LOGRADO, en el sentido de cuando se dice por ejemplo, de un efecto artístico, de una escena de una película. La aplicación de la autora al sujeto de su interés, tiene aquí una modulación más, está Comte, está el positivismo, está su herencia en nuestra cultura, pero también está su locura su sufrimiento su erótica. Y el anuncio de esta nueva obra, aunque quizás ella no lo supiera todavía. Pero claro yo hablo como lectora en ese sentido no sé nada de quien escribió el libro, aunque diga Raquel no hablo de ella.
Digo la antesala de la obra que hoy presentamos puesta que allí se muestran los peligros de la sacralización teórica, la cercanía que puede existir, cercanía paradójica entre ciencia y religión, donde se traman de manera singular poder y verdad.
La división entre lo normal y patológico que impone la medicina considerada dentro del discurso científico pasó a ser otra forma del control social y si bien el método freudiano se inscribe en otras coordenadas, como un nuevo método para tratar la subjetividad por fuera del discurso de la normatividad.
"...esta ruptura fue atemperada. Hubo vacuna contra el método, contra la peste freudiana que en buena medida, pasó de ser revulsivo a integrarse con el discurso de la norma"
Y termina el libro con este párrafo:
"Si este análisis es correcto, cabe señalar que de algún modo Freud responde, limitadamente sí, al atolladero de Comte. Comte a su vez revela a los psicoanalistas la figura de su propio riesgo".
Riesgo que retoma en "Del sexo y su sombra", pero con una nueva modulación y otra vez de una forma aplicada, aplicado un gesto sobre otro, trata el caso de Herculin Barbin como lo trata Foucault, entonces está el caso, está Foucault tratando el caso y están los cambios en las dos ediciones del caso escritos por Foucault y luego "Del Sexo y su Sombra" aplicado sobre eso. Como una banda de moebius aplicada sobre un espejo, es la misma banda? No tiene una modulación distinta y además unidas dan otra figura topológica, la llamada botella de Klein, permítanme usar esto de una forma que por supuesto no es la usada por Lacan.
Permítanme hacer con esto una figura literaria o quizás metafórica o imaginaria, nada que ver con la topología lacaniana. El caso conmovió a M. Foucault y este libro se conmueve por la conmoción de Foucault y el caso. Uno puede imaginarse la construcción de este libro y de los anteriores tal como es relatada allí la tarea de Foucault.
"en sus cursos y sus libros hormiguean esos relatos cosechados en horas de biblioteca que permiten leer hoy, ...el bosquejo de situaciones que agitaron la vida social..."
o
"le interesa desmontar el dispositivo que, interiorizado ha constituido "la ética inmanente del discurso literario de Occidente". Para ello buscará mostrar el artificio de su construcción, sin ocultar el inmenso placer que experimenta al hacerlo, cuando la emoción o la risa, la sorpresa, un particular escalofrío o algún otro sentimiento que resulta ahora difícil de calibrar acompañan sus descubrimientos de sus textos".
Pero lo que le interesa desmontar a la autora de este libro tiene que ver con el psicoanálisis, con la normatividad que Freud trató de arrojar por al puerta y volvió a entrar por la ventana del campo freudiano.
Y se metió porque los psicoanalistas dejaron las ventanas riesgosamente abiertas, no solo Freud y los pos-freudianos, también Lacan y los lacanianos.
En un capítulo del libro se presenta la discusión sobre la poco feliz frase de Freud "la anatomía es el destino" frase que fue seguida por toda una corriente en el psicoanálisis y el tratamiento que de ella hace Lacan.
Para éste el cuerpo ligado con el deseo, no es el de la objetividad de la distinción anatómica, es un cuerpo que habla es un cuerpo recortado por los movimientos del deseo. Señalando el termino de "separtición" como aquel que designa de alguna manera el despedazamiento del encuentro de los cuerpos.
Dice Raquel:
"Cómo pensar la erótica de Herculin sin atornillarla de antemano a las categorías identitarias?. Esa es la cuestión que con Lacan podemos pensar de otra maneras. Me parece que realmente el psicoanálisis nos permite de a ratos cumplir con aquello que aspiraba M. Foucault cuando decía "obrar de manera de ver hasta donde sea posible, pensar de otra manera de la que se piensa" o en "EL orden del discurso" "volver a poner en cuestión nuestra voluntad de verdad, restituir al discurso su carácter de acontecimiento". Pero como decía otras el psicoanálisis se arriesga demasiado. Y otras veces los analistas no nos aplicamos lo suficiente como lectores de Lacan y de Freud.
En el seminario "... OU PIRE" inédito y dictado por Lacan en el año 71 clase número 3 Lacan dice cosas que aparecen a primera vista y quizás a segunda también, contradictorias, son pequeñas citas apostillas que pueden resultar interesantes para el sujeto del libro, no se trata de desarrollarlas quiero solamente marcarlas.
"Propongo al interesarnos en ese real, en tanto se afirma por la interrogación lógica del lenguaje, propongo encontrar allí el modelo de lo que nos interesa, a saber de lo que entrega la exploración del inconsciente...es muy precisamente lo que he recordado allí de la castración, que no instaura sino que vuelve imposible, uno espera leer la relación sexual, pero no Lacan dice la polaridad sexual".
Y más adelante "que haya el hombre y la mujer es solo asunto de lenguaje, es el principio del fundamento del genero femenino o masculino. Que haya el hermafrodita será solo una ocasión de jugar con mayor o menor ingenio a hacer pasar en la misma frase el él y el ella. No se lo denominará "eso" en ningún caso, salvo para manifestarse así algún horror de tipo sagrado, no se lo pondrá en neutro"
Es cierto que la publicación del caso por Foucault fue posterior, pero él daba sus seminarios no sé quizás hay alguna conexión y si no, no importa vemos aquí a Lacan con una lógica en apariencia distinta a la de Foucault Lo traigo nada más que como ejemplo de cómo los atolladeros de los discursos fundadores del psicoanálisis nos llevan por distintos caminos, idas y vueltas marchas y contra marchas, recodos en el trayecto, detenciones y nuevos impulsos.
Trayectos que la escritura de Raquel Capurro, su forma de aplicarse su manera de escribir que nos dice algo de su manera de leer, nos ayuda a transitar.
GRACIELA GRAHAM
Mayo 2005