Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
¿Qué es, entonces, la perversión?
Juan Pablo Jaramillo Rico

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"La vida me enseñó el terrible escarmiento: si existen personas que, guiadas por el odio o la voluptuosidad, disfrutan con el dolor de los demás, también existen otros seres que han sido creados para gozar de los mismos placeres, pero sin otras causas que la arrogancia o una curiosidad inhumana..."

El Marqués de Sade

"(...)
Levantándola por el aire con un solo brazo, el gigantesco sacerdote la tendió sobre sus rodillas; entonces, agitando airosamente un látigo, le cruzó tres veces las nalgas. Justina se retorció bajo el ardor de los golpes, pero sus penas sólo habían comenzado, pues el padre Clemente sólo estaba haciendo una prueba. Entonces, satisfecho con su postura y con la forma en que tenía asido el látigo, el odioso fraile alzó el arma de largas lenguas muy por encima de su cabeza y la dejó caer con fuerza sobre la joven. Los bordes cortantes del cuero rebanaron sin piedad toda su carne, dejando brillantes líneas de sangre a su paso; el dolor era tan fuerte que el grito de la pobre niña se ahogó en su garganta. Excitado por la visión de sangre, el bárbaro padre Clemente la azotó entonces con furia vesánica. Ninguna parte de su cuerpo quedó a salvo de su bestialidad. Brillantes, rojos arroyuelos le corrían por la espalda, desde los hombros hasta las nalgas, y rodeaban sus muslos como finas culebrillas de color carmesí. Más excitado aún por este espectáculo, el vicioso sacerdote la forzó a colocarse boca arriba, y pegó su odiosa boca a la de ella, como si tratara de arrebatarle de los pulmones los gritos que su látigo no había podido arrancarle. Alternativamente le chupaba la boca y le golpeaba el abdomen, y cuanto más se agitaba y se debatía Justina en su angustia, más satisfecho parecía él. A veces le mordía los labios, otras le pellizcaba las nalgas, después le golpeaba el pecho con la barbilla, seguidamente le rasguñaba el vientre, pero su furia no parecía aplacarse con nada. Estando los labios de Justina entumecidos ya por tanto mordisco, y su abdomen encarnado por los golpes y arañazos, el diabólico Clemente concentró sus ataques contra los pechos. Amasaba con los dedos los globos de maravillosa suavidad, los apretaba con las palmas de sus manos, los estrujaba el uno contra el otro y después tiraba de ellos para apartarlos; pellizcaba los pezones, metía la cara en el surco que los separaba y mordía su circunferencia. Finalmente, en un alarde de ferocidad, metió uno dentro de su boca y lo mordió con toda fuerza. Nuevamente llenaron el aire los alaridos de Justina y, mientras el padre Clemente levantaba el rostro, lleno de gozo, dos chorros de sangre le corrían por las comisuras hasta la barbilla."
(Fragmento tomado de la obra Justine, cuyo autor es el mismo Marqués
www.epdlp.com/s.html#sade)

La lengua española en uno de sus más afamados diccionarios define la perversión como; "corrupción: perversión de la juventud. Alteración de una función normal. Anormalidad que se manifiesta en ciertas tendencias"1.

La anterior definición distaría mucho, y a la vez nada, de la que propone Freud en sus Tres Ensayos para una Teoría Sexual, texto en que propondría a la perversión como una desviación a las funciones o fines propios de la sexualidad, que son los de la procreación. Esta definición no se aparta de la anteriormente mencionada, en el punto de la alteración de una función normal, pero se aleja mucho cuando lo reduce solo al campo de lo sexual, y es en este punto donde centraremos todo nuestro interés, pues es solo allí donde en realidad se puede presentar este tipo de "alteraciones".

Por otra parte se podrá decir, como lo dice Freud en este mismo texto, que "La neurosis, por así decirlo, es el negativo de la perversión"2, pero nosotros, y por una capacidad conmutativa del lenguaje, para este caso lo diremos "La perversión es el negativo de la neurosis". Esto se podrá explicar por medio del complejo de Edipo y la castración que acontece en este tiempo. En el caso de las neurosis aparece tanto para hombres como para mujeres, dicha castración, pero con la diferencia de que para la mujer esta ya está consumada, en cambio para el hombre esta está del lado de la angustia de castración, es algo que el niño anticipa que le va a pasar.

Lacan en uno de sus escritos explicará esto así; "Todo el problema de las perversiones consiste en concebir cómo el niño, en su relación con la madre, relación constituida en el análisis no por su dependencia vital, sino por su dependencia de su amor, es decir por el deseo de su deseo, se identifica con el objeto imaginario de ese deseo en cuanto que la madre misma lo simboliza en el falo". 3

Para las perversiones el caso es diferente, aunque no mucho, aparecería la relación edípica del niño con la madre, y de alguna manera no aparecería la intrusión del padre que establecería la castración, entonces quedaría la madre como portadora del falo, por la vía de fetiche, y sería la primera intervención del mecanismo propio de la perversión, la desmentida, entonces el niño diría "sé que mi madre ya no posee el pene, pero aún así..." lo que sería la afirmación particular del fetichismo. Además con esta no aparición del orden simbólico en el sujeto, este quedaría con un goce no regulado por la ley, elemento que será ampliado mas adelante.

Dicho lo anterior, me dispondré a ampliar un poco el funcionamiento de la estructura perversa, para así poder dar respuesta a la pregunta que hoy nos convoca, para empezar diré, apelando un poco a lo que Freud afirma en su texto La Vía de Formación de Síntomas acerca de esta estructura perversa. En este texto Freud explica o dice que la ruta que conduce a la perversión está del lado de la falta de oposición que con respecto a las regresiones ofrece el yo, lo que hará que una libido que en la neurosis se encuentra insatisfecha, logre su plena satisfacción. "Satisfacción que se encuentra en el momento en que la libido se separa del yo y encuentra su ruta de escape en las fijaciones que el sujeto hubo de dejar, y de las que el yo se defendió por medio de la represión, a lo largo de su desarrollo" 4. A esto se le denomina, dentro del psicoanálisis, pasaje al acto en la neurosis, o actuación del fantasma perverso. Lo que le dará la característica principal a esta estructura, es el carácter de actual que posee, dado pues que en la perversión interviene como gran artífice la fijación, que tiene con respecto al goce; fijación que se produce, según Freud, por que la represión no fue intentada o fracaso5.

Lo anteriormente expuesto, es de alguna manera, lo que afirma Freud en su primera época de investigaciones. Antes de su descripción de la pulsión de muerte en Mas Allá del Principio del Placer, aparecerá un texto que luego será fundamental en la enseñanza de Lacan, este texto es Pegan a un Niño, de 1919, donde explica un nuevo descubrimiento, la fantasía "pegan a un niño" que aparecerá en una etapa infantil de la vida del sujeto y que servirá para el entendimiento de la génesis de las perversiones sexuales, y, además, nos dará una luz en la vía a responder la pregunta que aquí nos convoca. Esta fantasía se convertirá luego, en la enseñanza de Lacan, en el fundamento del fantasma ($<>a). Esta fantasía tendrá tres fases, estudiadas por Freud en la niña; "de las cuales la primera y la última son conscientemente recordadas, permaneciendo, en cambio, inconsciente la segunda. Las dos fases conscientes parecen ser de naturaleza sádica, y la intermedia, inconsciente, de indudable naturaleza masoquista. Su contenido es el de ser golpeada por el padre, enlazándose a ella una carga libidinosa y una conciencia de culpabilidad. El niño golpeado es, en las dos primeras fantasías, siempre distinto de la sujeto, y en la intermedia, siempre la propia persona de la misma. En la tercera parte, consciente, son, por lo general, niños los maltratados... La fantasía inconsciente de la fase intermedia tenía originariamente una significación genital y surgió por represión y regresión del deseo incestuoso de ser amada por el padre. Agregaré a esto, en un enlace menos íntimo, el hecho de que las niñas fantasean cambiar de sexo entre la segunda y la tercera fase, imaginándose ser niños"6.

Esta fantasía no tiene un desarrollo paralelo en los niños en estos la persona que golpea es la madre, con una etapa preliminar donde en lugar de aparecer "soy pegado por mi padre", aparece, "soy amado por mi padre", esta etapa es regularmente inconsciente. La fantasía de flagelación del niño es desde un principio pasiva y ha surgido realmente de la actitud femenina con respecto al padre 7.

Freud a lo largo de sus estudios, plantea la existencia de dos grandes grupos de perversiones, el fetichismo y el masoquismo, los dos resultantes de un goce fuera o residual del complejo de Edipo, como heredero del padre, y del concepto de fantasma aclarado anteriormente. Este goce fuera sería el que escaparía a la regulación fálica del padre totémico.

Como se explicó al principio de esta exposición el fetichismo es una renegación de la castración, donde se desmiente la falta de pene en la madre pero al mismo tiempo intenta repararla en un mismo movimiento, y trata de reemplazarla (repararla) por medio del objeto propio del fetiche, el cual será el único capacitado para posibilitar al sujeto (masculino) la erección y, posteriormente, el coito en condiciones "normales". Algunos de estos objetos son zapatos, ropa interior, pies o hasta narices.

Por otra parte esta el masoquismo, al que Freud le concederá, en su texto El problema económico del masoquismo, tres categorías, el primer masoquismo es el erógeno, el segundo es el femenino y el tercero es el moral.

El masoquismo moral, regido por un implacable superyó, será el mecanismo culpabilizador que aparece en la melancolía.

El masoquismo femenino está caracterizado por la posición pasiva a la hora del coit o y el parto. Este masoquismo femenino descrito reposa por completo en el masoquismo primario erógeno, el placer en el dolor 8. Que llegaría a este estado, luego de habérsele retirado toda la carga libidinal al masoquismo primario, el cual estará siempre con una amenaza del padre frente a la sujeto femenina.

Y por ultimo, pero no menos importante, esta el masoquismo erógeno que es el mismo de la fantasía "pegan a un niño" y que también comprende el acto del perverso como forma de consecución del goce; que es por su parte el imperativo del superyó, heredero del ello y del complejo de Edipo, al que Lacan le pone la función ¡Goza! Además como todos ustedes saben este superyó es también heredero de la ley del padre, y del ideal del padre, y también del goce del padre, herencia que no llega directamente, sino que llega como residuo; elemento que aprovecha Lacan para hacer un juego de homofonía con la palabra perversión, esta homofonía es "Père-versión" que en español significaría "Padre-versión", que hace referencia a ese eco de un goce: fuera de la ley, sin la regulación fálica, del que se hablaba anteriormente. Este goce tramitado por fuera de la ley, además de la forma de arreglársela frente a la castración, le da el carácter a la perversión, y hace que este sujeto asuma una postura frente a la vida donde se pone como objeto de goce del Otro, diferente al masoquismo neurótico, denotado así para nombrarlo como una segunda posibilidad frente a la estructura superyoica, donde el sujeto, o el residuo que surge de la división de este, se convierte en el objeto causa del deseo del Otro. Donde al ponerse como objeto de goce del Otro, busca la división de ese otro.

En resumen: La perversión es, al igual que la neurosis, con la represión, y la psicosis, con la forclusión; una forma de arreglársela frente a la castración; se las arregla por medio de la desmentida de esta.

Por otra parte funciona como una fijación de goce, con un carácter actual, donde el sujeto busca gozar y al mismo tiempo saber; saber que pone en el partenaire, casi siempre un sujeto neurótico; para esto se pone como Otro del otro, para darle el saber sobre un goce del que no sabía, o del que no quería saber; por tanto el perverso se pone como instrumento, mas que objeto, de goce del Otro para lograr su división (a®$).

Notas:

* Este articulo es una ponencia presentada en el II Seminario de Actualizaciones en psicopatología de la cátedra del mismo nombre en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, Colombia, en julio de 2002

1. Diccionario Manual Ilustrado Larousse. Diccionario Enciclopédico.

2. Freud, Sigmund. Tres Ensayos para una Teoría Sexual. O. C. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 2. Pág. 1190.

3. Lacan, Jacques. Escritos 2. Sobre todo tratamiento posible de las psicosis. CD- ROM. Folio

4. _____________. Vías de Formación de Síntomas. Tomo 2. Pág. 2346.

5. _____________. Los Orígenes del Psicoanálisis. Carta 52. Tomo 3.

6. _____________. Pegan a un Niño. Tomo 3. Pág. 2475.

7. Ídem. Pág. 2477.

8. _____________. El problema económico del masoquismo. Tomo 3. Pág. 2754.

 

Bibliografía:

- Bruno, Pierre. Per-versión. Seminario del segundo encuentro del Campo Freudiano en Colombia. 1991.

- Cevasco, Rithée. La perversión. En: Cuadernos europeos de psicoanálisis. No. 6. Octubre de 1996. País Vasco.

- Freud, Sigmund. El problema económico del masoquismo. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. La disolución del complejo de Edipo. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. Fetichismo. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. Sobre la sexualidad femenina. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. Pegan a un niño. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 3.

- _____________. Tres ensayos para un a teoría sexual. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 2.

- _____________. La vía de formación de síntomas. Conferencias introductorias al psicoanálisis. Obras Completas. Biblioteca Nueva: Madrid. 1996. Tomo 2.

- Frobenius, Nikolaj. La Lista de Latour. Grupo Zeta: Barcelona. 1997. Pág. 128.

- Lacan, Jacques. El Seminario. Libro 20. Aún. Paidos: Barcelona. 1985.

- Lacan, Jacques. Escritos 2. Sobre todo tratamiento posible de las psicosis. CD- ROM. Folio

- Nominé, Bernard. Estructuras clínicas y salud mental (Memorias). UPB: Medellín. 2000.

- Poo Gaxiola, Virginia. Economía del masoquismo y del goce femenino. En: Carta Psicoanalítica. No. 1. Septiembre de 2001. www.psiconet.com/mexico

- Gerez-Ambertin Marta. Las voces del superyó. Manantial: Buenos Aires.

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