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¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?
Podríamos empezar haciendo la siguiente afirmación : la depresión no existe. Se nos contestará que esta afirmación es errónea , que por el contario se trata de una plaga contemporánea , que es el mal de nuestro tiempo. Se argumentará que los consultorios psiquiátricos están llenos de pacientes depresivos , que constituyen uno de los mayores gastos médico- sanitarios y sociales del presupuesto del Estado, y que aunque la clínica depresiva está sobrevalorada por la industria farmacéutica, los sujetos depresivos están ahí. Pero lo que ocurre es que el psicoanálisis no habla el mismo idioma que la psiquiatría o la psicofarmacología, y podemos afirmar que es una noción inexistente por sí misma, si no la vinculamos a una estructura. Así podemos hablar de histeria, obsesión, psicosis, pero no de depresión, ya que ésta no es sino un afecto del sujeto que podemos encontrar tanto en la neurosis como en la psicosis y la perversión. E incluso hay que considerarla como un afecto normal, necesario, cuya ausencia en determinadas situaciones vitales de un ser humano constituye un signo sospechoso.
Freud diferencia en Duelo y Melancolía, el duelo como un proceso normal frente a la pérdida de un ser querido, de la melancolía , sentimiento profundamente doloroso que puede llevar al delirio. Sabemos también que la escuela psicoanalítica Kleiniana, considera la llamada Posición Depresiva del niño , como parte del desarrollo normal y necesario de un sujeto, que permite separarse de la madre. El humor triste por si mismo es engañoso, ya que alguien puede llorar de alegría, o estar triste porque las cosas le van demasiado bien 1. Así como la angustia es un afecto que no engaña, apunta siempre a lo real, la tristeza no . La tristeza es un senti-miento que engaña acerca de la causa. Tampoco sería la tristeza un síntoma , le falta la estructura y la consistencia. Es un estado anímico, un estado del sujeto compatible con las diferentes estructuras clínicas.
Hay que diferenciar entre la tristeza y la depresión 2. La depresión es algo más que la tristeza. Generalmente la incluye, pero específicamente consiste en una falta de ilusión, una inhibición, es decir, es una suspensión del deseo, una inapetencia apática y dolorosa. Existen depresiones en las que propiamente no encontramos la tristeza, si no la inhibición. Además la tristeza supone cierta subjetivación, un reconocimiento, incluso a veces se sale de un estado depresivo por la tristeza.
Fenomenología de la depresión
Inespecificidad de los fenómenos clínicos.
Diferencia entre tristeza y depresión que es sobre todo una inhibición del deseo.
La tristeza en si misma tiene poco valor clínico, a diferencia p.e. de la angustia que es siempre un afecto que apunta a lo real del goce del sujeto.
Hay momentos de tristeza que son normativos en un niño, en un sujeto y pueden tener un valor de progreso subjetivo. Así, para la teoría lacaniana, cuando un sujeto entra en el lenguaje se produce una pérdida de goce, que instaura el objeto como causa a/-fi. Es decir que la pérdida, la castración, es necesaria para el deseo y es en ese sentido que se puede entender como ciertos momentos de tristeza o de reconocimiento de la castración son necesarios para el progreso de un sujeto. Además esto nos indica que hay un cierto dolor de existir ligado a la pérdida, que es inevitable, y que solo el deseo puede "curar"
La tristeza tiene un carácter paradojal, es decir que es un senti-miento y por tanto engañoso. "Desconfiemos" pues del sujeto triste y lloroso que acude a nuestra consulta.
Podemos encontrar un estado de tristeza que sea satisfactoria para el sujeto, p. e. llorar de alegría.
La conclusión es que solamente la estructura nos dará cuenta del valor de un fenómeno clínico
La Depresión , el nombre del malestar en la cultura de nuestra época
Tal y como hizo Freud en El malestar en la cultura de 1930 , Lacan en Television de 1974 se interesó por el malestar en la modernidad diagnosticándolo como el producto del discurso capitalista, al que considera el discurso dominante en nuestra sociedad 3. En la época de la llamada globalización, los hombres actuales ya no se relacionan tanto con sus semejantes como antes, sino con los objetos . El discurso capitalista no promueve las relaciones humanas sino que propone al sujeto la relación con un objeto de consumo, y anula toda cuestión sobre el deseo. La sociedad regida por el discurso capitalista se nutre de la fabricación de la falta de goce, produce sujetos insaciables en su demanda de consumo, que la propia sociedad ofrece como objetos de deseo promoviendo asi una nueva economía libidinal. Esto evidentemente puede llevar a la depresión, al tedio y a la nostalgia del Uno prometido en vano, o a los diversos tipos de toxicomanías.
Por otra parte en la civilización actual se han producido la pérdida de los referentes que guiaban a nuestros antepasados. Así la familia tradicional, la religión, los grandes ideales del pasado, ya no están ahí para guiar nuestra conducta u orientar nuestras decisiones. ¿Es la depresión la consecuencia de estas pérdidas?
No cabe duda que la depresión es el mal de nuestra civilización, del bienestar y del exceso. No existe la depresión en el Tercer Mundo, y es obvio por qué.
Para entender el mecanismo psíquico de la depresión, en primer lugar hay que diferenciar entre la depresión producida por la pérdida de un objeto, de otras depresiones o inhibiciones del deseo que se producen para eludir ciertos afectos o representaciones angustiantes . Son éstas últimas las que calificamos de depresión de la era actual, las que significan una forma de expresión del malestar de nuestra civilización. Algunos autores 4 las analizan como nuevas operaciones del sujeto contemporáneo, formas de renuncia a ciertas fuentes de angustia, sin tener que pasar por el inconsciente, y con la particularidad de que se retiraría la líbido de los objetos. Hay en ella pues, diferencias con respecto a la represión, la operación clásica de evitación de la angustia, en la cual no se retira la libido de los objetos y además siempre se puede producir el retorno de lo reprimido. Por el contrario el sujeto deprimido, con algunas excepciones, no quiere saber , lo que forma parte del cuadro de inercia y apatía que experimenta. Hay una diferencia entre los síndromes llamados depresivos y una formación del inconsciente sintomática que apela a un saber.
Se puede pensar si la caida de la figura paterna en nuestros días estaría modificando el Complejo de castración que es el que regula el goce. La creciente caducidad de la autoridad en la función paterna , ¿no estaría alterando la estructura de la angustia de castración y del superyó y su capacidad de provocar la represión ? Es decir que la depresión sería un nuevo tratamiento de la angustia de castración, mediante la priorización de la inhibición como tratamiento de la angustia de castración, a costa de la represión.
INTRODUCCIÓN A LA DIFERENCIA DE LOS SEXOS
De Freud a Lacan encontramos un decalage respecto a la diferencia de los sexos y la problemática femenina. Freud a partir de su descubrimiento de la fase fálica que responde mediante un significante único de la diferencia de los sexos en el inconsciente, distingue a los dos sexos mediante el tener: uno lo tiene y la otra no. De ello se deducen dos consecuencias subjetivas, para el que lo tiene, el temor de perderlo, y para la que no lo tiene, la envidia de tenerlo. Por un lado encontraremos una estrategia defensiva, de protección "el miedo del propietario", mientras que por el otro diferencias estrategias posibles. Freud en Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica de los sexos nos enumera las diferentes posiciones de la mujer respecto a la falta. Una consiste en eludir completamente el sexo, la segunda combativa, desmiente la falta, con la esperanza de adquirir un substituto por si misma, es lo que Freud llama el complejo de masculinidad, la tercera,por el amor al padre, consiente y renuncia a tener un pene, pero con la esperanza de obtener algún día un niño compensatorio. Es una posición de espera pero que pasa por la mediación del hombre, del cual recibirá el sustituto fálico bajo la forma del amor o del don de un niño.
La mujer freudiana es la que encarna el objeto de deseo de un hombre, toma su valor fálico de un hombre y el goce que un hombre obtiene de ella, causa su deseo ( deseo que se opone a la pulsión de muerte)
Lacan 5, contrariamente a Freud , ha acentuado en primer lugar la dimensión del ser, o más bien de la falta en ser, que es común a todos, hombres y mujeres, como efecto del lenguaje en el ser humano. En el tema del sexo, la problemática del tener se combina con la del ser. Esto lleva a Lacan a distinguir al hombre y a la mujer de forma algo diferente a Freud . El hombre, aunque sufra la falta en ser , la compensa mediante el tener y el goce fálico. La mujer, por el contrario conjuga falta en ser con la privación del órgano, pero esta falta en cierta forma redoblada le abre la posibilidad según Lacan , la vía de una solución que consiste en obtener un efecto de ser de su relación con el hombre, es decir de ser el falo. De ahí la formulación posible de la diferencia de los sexos mediante la oposición de un tener a un ser.
Más adelante formulará la diferencia en términos de tener o ser el síntoma (en lugar del falo, en el Seminario sobre Joyce). No son equivalentes, ya que el falo es una función negativa de falta, mientras que el síntoma es una función positiva de goce. También diferenciará a la histérica como la que no quiere ser el síntoma de un hombre .
Pero Lacan además, aborda la problemática femenina desde una perspectiva nueva, la del goce. Recordemos que Freud, entiende la cuestión femenina, su deseo, estructurado por el Complejo de Edipo, que explica la sexualidad femenina por el amor al padre, y teniendo como única referencia a la castración , que desemboca en la envidia de pene. De ello se deduce que lo que define a una mujer en la diferencia de los sexos, es lo que ella es para un hombre. O sea, de dicha lógica se concluye que el problema de la condición femenina es aceptarse como objeto de deseo de un hombre. Lacan , sigue a Freud pero añadirá a partir de 1972 , que el destino de la sexualidad femenina , no se puede tratar únicamente por la referencia al falo. Hay un suplemento de goce que está más allá del falo, es lo que Lacan llamará goce Otro, que está más allá del significante y es imposible de decir. No significa que la mujer sea enteramente Otra en relación al falo, si no que ella tiene la posibilidad de un suplemento que obtiene a condición de pasar por el falo. Ella debe pasar por la ley fálica instaurada por la ley paterna, pero tiene un extra, que está más allá del goce fálico, pero del cual nada se puede decir, solo se experimenta. Es por ello que Lacan dirá que La Mujer no existe, y es que no hay significante de La Mujer. Lo que se deduce es que , siguiendo a Lacan, la mujer no está toda ella determinada por lo que ella es para un hombre, ya que la ley fálica no la sujeta completamente.
DEPRESIÓN Y POSICIÓN SEXUAL. TESIS.
Es un hecho que se constata en la clínica y en las estadísticas: hay una diferencia de un 20% más de mujeres deprimidas que de hombres. Este dato muestra un incidencia irreductible de la diferencia de los sexos, es un real que hay que tener en cuenta. Las mujeres se deprimen más , mientras que este dato diferencial no aparece p.e. en la llamada Psicosis maníaco-depresiva, de lo cual podemos deducir que la forclusión no conoce la diferencia de los sexos. Esta cuestión interroga a nuestra contemporaneidad y el mundo en que viven las mujeres y cómo los ideales y los objetos que se les ofrecen no siempre responden a su deseo.
HIPÓTESIS
Frente a este real, lo cierto es que como psicoanalistas tenemos que buscar posibles respuestas. C.Soler en el artículo anteriormente citado Un plus de mélancolie, se plantea la posibilidad de que predominancia de la depresión femenina sea explicable por la propensión a la queja de las mujeres, lo cual daría lugar a confundirla con la depresión. Es verdad, apunta dicha autora, que las mujeres se quejan más, y es que además la queja feminiza, de manera que del lado masculino se aprende pronto a contenerla mientras que del lado femenino, se la utiliza y a menudo se la pone al servicio del arte de la seducción. Lo cierto es que la confesión de la debilidad , de la tristeza, desánimo son más compatibles con los standares de la feminidad . Todos hemos oido la frase: "los hombres no lloran" dirigida a un niño por un mayor, como modelo de lo que debe ser la masculinidad .
Freud por su parte lo relaciona con la envidia del pene, especialmente en la experiencia analítica. Así en Análisis terminable e interminable, obra escrita en 1937 nos dice: percibimos dos temas que se presentan con especial preeminencia y proporcionan al psicoanalista una cantidad desmedida de trabajo. Uno es característico de los varones y otro de las mujeres. A pesar de las diferencias de su contenido existe una clara correspondencia entre ellos. Algo que los dos sexos tienen en común ha sido forzado , por la diferencia de los sexos, a expresarse de diferentes formas. Los dos temas que se corresponden son: en la mujer la envidia del pene-una aspiración positiva a poseer un órgano genital masculino- y en el varón la lucha contra su actitud femenina o pasiva frente a otro varón La gran importancia de estos dos temas no se le escapó a Ferenczi que consideraba que un requisito para todo psicoanálisis realizado con éxito es que esos dos complejos hubiesen sido dominados. Me gustaría añadir que, según mi propia experiencia , pienso que al pedir esto se pedía demasiado. En ningún momento del trabajo psicoanalítico se sufre más de un sentimiento opresivo de que los repetidos esfuerzos han sido vanos y se sospecha que se ha estado predicando en el desierto que cuando se intenta persuadir a una mujer de que abandone su deseo de un pene porque es irrealizable...El deseo de pene por parte de una mujer es en ella la fuente de graves episodios de depresión debidos a una convicción interna de que el análisis de nada servirá y que nada puede hacerse para ayudarla. Y hemos de aceptar que está en lo cierto cuando sabemos que su más fuerte motivo para el tratamiento era la esperanza de que , después de todo, todavía podía obtener un órgano masculino, cuya ausencia era tan penosa para ella Con frecuencia tenemos la impresión de que con el deseo de un pene y con la protesta masculina hemos llegado a la roca viva, y que por tanto nuestras actividades han terminado.
Hemos visto como Freud funda la depresión de la mujer en base a la envidia de pene, especialmente al final de un análisis. Es cierto que el déficit de autoestima, de impotencia, de comparación desvalorizante son más frecuentes en la mujer. Pero ¿qué funda esta disimetría?
Dado que se trata de la causa del deseo, busquemos la respuesta desde dos vertientes:
1-Las desgracias del amor
La tristeza en el hombre, tiene más que ver con los impasses del deseo, mientras que en la mujer, se desencadena más por la falta de amor, dice C. Soler en el artículo antes mencionado. Así Lacan en Ideas directivas para un Congreso sobre la sexualidad femenina llama a los hombres : mantenedores del deseo (tennants du désir) y a las mujeres : appelantes del sexo (appelantes du sexe) , Freud reconoce el valor fálico del amor para las mujeres. Además hace equivaler la angustia de castración en el hombre al temor de perder el amor en la mujer. El ser fálico, la única identificación que sostiene el ser mujer, se sustenta del amor. Ser amada=ser el falo. Además sabemos que se ama desde la propia falta.
Al hombre le basta su goce, su ser se sustenta del deseo más que del amor. La virilidad se afirma mediante el tener (potencia sexual y equivalentes)
El amor, lo sabemos, es algo azaroso . Las mujeres se hacen con frecuencia causa del amor y cuendo éste falta, por contingencia o a causa de la civilización contemporánea, la mujer está en crisis. Nuestra civilización actual no es propensa al amor, en una civilización en que el tiempo es un valor, el amor entra en crisis. En la época del fax, del correo electrónico, de la velocidad, hay menos tiempo para el cortejo, la seducción, las palabras de amor. El amor cortés p. e . con sus mapas del Tierno, su paciencia, era para gente ociosa que no tenían agendas ni contestadores automáticos, nos decía C.Soler en conferencia en el Foro Psicoanalítico de Catalunya "El psicoanálisis y las éticas del S.XXI"
2-Las paradojas del goce
El Goce Otro
Hemos evocado los efectos del amor a nivel de la identificación fálica del ser, pero hay que referirlas también al campo del goce. El goce no-todo forcluido del lenguaje, en exceso, ¿qué efecto produce? Si el remedio a la tristeza nos dice Lacan en TV es encontrarse en el inconsciente, en sus signos sus ficciones, se trata pues de la ética del bien decir del análisis,
¿ qué ocurre entonces con este goce que no se inscribe? Este goce no cifrado,que no pasa al inconsciente, de ese goce Otro se deduce un exceso de goce traducible muchas veces en un plus de tristeza . Este suplemento de goce, le da un menos de identidad.
Podemos retomar aquí el debate que surgió en las Jornadas de la AEFCL en donde L Cáceres recordaba que las mujeres cuando sufren por el desamor, piden poner palabras a lo que les pasa. Serge André , al que ella citaba, decía que lo que le atañe a la mujer en este punto es porque es no-toda y por esa condición le faltan palabras. Lo que dice C. Soler no es que les falten palabras, pero si que el goce Otro le da un menos de identidad.
Un intento de solución posible , es nuevamente el amor, que además de proporcionar un plus fálico, nombra la otredad de la mujer con el nombre que le da el amante. El amor, aunque la deja sola con su otredad, repitiendo la desunión que hay entre los sexos, la nombra. Es de ello que deducimos que la pérdida del amor excede la dimensión fálica freudiana, ya que perdiendo el amor, se pierde también ella misma en tanto Otra. El amor es tratar de dar un partenaire humano a ese real 6
El Goce fálico
Sabemos que la mujer aunque no esta toda entera en el goce fálico, no por ello está ausente. Sabemos que el goce fálico no se reduce al marco de la relación sexual, si no que incluye también el conjunto de la relación a la realidad. Este goce fálico, es el goce capitalizable, el goce del tener.
La mujeres no han estado privadas, pero durante mucho tiempo, su obtención se limitaba al marco del hogar y los hijos. La compensación a su falta , era a través de un marido , portador del órgano y de unos hijos sustitutos. Sin embargo hoy en día a la mujer se le ha abierto el campo de lo que llamaremos objetos fálicos: los bienes, el saber, el poder están a a su alcance. Estamos en la civilización del uni-sex , lo que quiere decir el goce fálico ofrecido a todos por igual. Es un hecho la civilización de la ciencia ha cambiado la realidad de las mujeres, pero sabemos que esto no siempre proporciona la felicidad, ya que el goce fálico, nos dice Lacan es aquel que haría falta que no hubiera, es decir que él mismo engendra la culpa. La culpa no proviene del padre , sino del goce mismo, prohibido para todo sujeto hablante, hombre y/o mujer. Y la mujer puede facilmente entrar en la competición fálica lo que le desencadena , a causa del imperativo superyoico , un sentimiento de culpa por no estar a la altura de sus exigencias. Un ejemplo lo encontramos en la psicoanalista Joan Rivière, que pensaba que si ella se sentía culpable de su goce fálico, era porque temía perder su feminidad, pero realmente no es así, ya que es el propio goce fálico que engendra culpa.
Es un peligro entrar absolutamente en la lógica del Uno fálico, de los ideales, de los símbolos prescritos por la función paterna. del imperialismo del Uno fálico que proscribe al otro en provecho de lo mismo. Es el empuje de la civilización, de lo social que reclama de ella una identidad reconocible en los ideales de la época, que es todo aquello que es del orden de lo representable. Cualquier sociedad es intento de contener lo diferente, de homogeneizarlo. Las propias mujeres son militantes de la igualdad (con cierta razón, pero es a costa de perder su especificidad). Pero la mujer, no tiene que olvidar esa otra parte, ese otro goce, lo que ella es como Otra.
Para seguir pensando el por qué las mujeres se derpimen más que los hombres, vale la pena hacer un recorrido por las estructuras clínicas, histeria y perversión ya que en ellas la posición de la mujer con respecto a su deseo y su goce puede hacer creer erroneamente que se trata de una depresión
LA HISTERIA Y LA DEPRESION
El sujeto histérico se caracteriza por su dificultad en aceptarse como objeto del deseo del hombre. Ella quiere ser deseada pero no gozada. Es la estrategia histérica que Lacan llama en francés la derobade, es decir escabullirse frente al goce sexual. La histeria se identifica a la falta de deseo, en oposición al objeto de deseo. Esta identificación a la falta, la hace con frecuencia aparecer como deprimida, ya que su deseo, es deseo de deseo, y aparece como deseo insatisfecho. Recordemos a Dora, cuando el señor K le dice "mi mujer no significa nada para mi", ella le abofetea, porque no acepta situarse como objeto de deseo del Sr. K, también el sueño de la bella carnicera , paciente desafiante al saber de Freud.
Este ejemplo lo encontramos en el capitulo IV de La Traumdeutung, titulado "La deformación onírica" . En este capítulo, y como hace en muchas ocasiones , responde a un interlocutor imaginario que le cuestiona sus propuestas: ¿cómo pueden ser satisfacciones de deseos aquellos sueños de contenido penoso?. Freud aclara que hay que diferenciar en el sueño el contenido latente y el manifiesto y que tras una deformación onírica, un contenido penoso puede en realidad disfrazar uno deseado. Da ejemplos de ello y elige a la histeria para su demostración . Una paciente, la bella carnicera , desafía la teoría freudiana proponiéndole un sueño que la contradice . El sueño es el siguiente: "Quiero dar una comida, pero no dispongo sino de un poco de salmón ahumado. Pienso en salir para comprar lo necesario, pero recuerdo que es domingo y las tiendas están cerradas: Intento luego telefonear a algunos proveedores, y resulta que el teléfono no funciona. De este modo, tengo que renunciar al deseo de dar una comida". Análisis: su marido, un honrado y laborioso carnicero , le había dicho el día anterior que estaba demasiado grueso e iba a comenzar una dieta de adelgazamiento y que no aceptaría invitaciones para comer fuera de su casa. A continuación relata la paciente entre grandes risas que un pintor al que su marido había conocido en un café se había empeñado en pintarle, pero el carnicero le había respondido que el más pequeño trozo del trasero de una muchacha bonita habría de serle más agradable de pintar. La sujeto se halla muy enamorada de su marido y le gusta embromarle de vez en cuando. Así, recientemente le ha pedido que no le traiga caviar. A ella le apetece mucho tomarlo y sabe que si lo pidiera lo tendría al instante, pero no lo quiere para poder así seguir embromándole . Le hace observar Freud que de este modo la paciente se crea un deseo insatisfecho en la vida y que su sueño le muestra realizada esa negación de un deseo, pero ¿por qué tendría que precisar un deseo insatisfecho? Acto seguido la paciente asocia con que recientemente fue a visitar a una amiga suya de la que esta celosa ya que su marido la alaba mucho. Por fortuna, esta amiga está muy delgada y a su marido le gustan las mujeres gordas. ¿De qué hablo con su amiga durante la comida? De su deseo de engordar. Además la amiga le pregunto: ¿Cuándo nos vuelve a invitar? En su casa se come siempre maravillosamente.
Interpretación: Freud le dice que el sentido del sueño queda completamente explicitado: Es como, si a la pregunta de su amiga, hubiese usted contestado :"Cualquier día te invito yo a cenar, para que engordes y así gustes mas a mi marido". El salmón ahumado que aparece en el contenido manifiesto es el plato que más le gusta a su amiga y que además le pasa con él lo mismo que a ella con el caviar, es decir se priva de él por razones de economía.
La interpretación es que su deseo es precisamente, que no se realice el deseo de su amiga, pero Freud agrega algo más y es que la paciente se identifica a la amiga, y en el sueño es a ella misma a quien no se le satisface un deseo.
La interpretación de Freud se sustenta en:
- Deseo insatisfecho de la histérica
- Identificación histérica al deseo de la Otra mujer.
La posición sacrificial de la histeria la encontramos a menudo. Es el goce de la privación absoluta. Para ella su partenaire, no es un objeto que podría satisfacer, si no un hombre que desea. Ella acepta causar el deseo de un hombre, pero el goce que un hombre obtiene de ella, no causa su deseo .
En esta misma línea encontramos las anorexias que inicialmente dejan de comer para estar bellas, es decir suscitar el deseo de un hombre, la falta en el Otro, pero finalmente entran en ese campo de la privación absoluta, cercano a la muerte, la nada del deseo puro, que no es si no la pulsión de muerte. Hay una asociación entre depresión y anorexia en la clínica ( que señalaba Daniela Aparicio en su ponencia de las Jornadas de la AEFCL) y además ambas son patologías contemporáneas, síntomas de nuestra civilización capitalista. La depresión es una huelga del deseo, la anorexia del consumo.
EL MASOQUISMO FEMENINO
El masoquismo es un concepto amplio y complejo que incluye el masoquismo verdaderamente perverso, al masoquismo originario de todo sujeto sometido a las leyes del lenguaje, el masoquismo femenino. Para Freud el masoquismo es una condición erótica y también del ser humano que tiene su origen en la intrincación de la libido en la p. de muerte. Sin embargo se ha hablado mucho del masoquismo como algo femenino y ha contribuido a ello el famoso artículo de Freud "Pegan a un niño" en el que analiza el fantasma de 6 sujetos, 4 mujeres y dos hombres, así como su artículo "El problema económico del masoquismo". Sin embargo los textos de Freud dedicados al masoquismo, realmente no situan a la mujer como tal, sino que más bien hablan de las paradojas del goce en el ser hablante.
Lacan tampoco no concede a la mujer capacidad para la perversión , que situa en general del lado masculino. Respecto al llamado masoquismo femenino, Lacan dice que en realidad es un fantasma masculino (Ideas directivas para un Congreso sobre la sexualidad femenina), y hace una crítica a lo que él califica de prejuicio.
Es frecuente en la clínica encontrar a la "mujer objeto" sometida a la mascarada del fantasma masculino, como manera de encontrar su propia subjetividad. Encontramos la modalidad contemporánea de esas mujeres aparentemente masoquistas, en las top models anoréxicas, o en aquellas que se someten a la cirugía para adaptarse al fantasma del Otro. Pero no son verdaderas masoquistas, ya que realmente lo que tratan es de calcular el valor de una mujer en el fantasma masculino. Es cierto que una de las condiciones del deseo en el hombre es que el objeto incluya la castración imaginaria, y la mascarada femenina es una concesión inconsciente a esos requerimientos . Podríamos diferenciar brevemente la mascarada femenina del escenario perverso:
- El masoquista no deja nada al azar, por el contrario impone que las condiciones de goce se estipulen bajo contrato. La mascarada femenina está más bien determinada por el Otro y no es contractual.
- El perverso busca crear la angustia en el Otro, mientras que las mujeres más bien buscan la señal de amor.
SUICIDIO Y TENTATIVA DE SUICIDIO EN LA MUJER
La mujer lleva a cabo 10 veces más tentativas de suicidio que los hombres. El hombre hace 4 veces más suicidios consumados que las mujeres. Estas son las estadísticas clásicas, aunque ultimamente , y debido al acercamiento de los standares masc/fem , se han limado estas diferencias.
Las mujeres, tradicionalmente hacen tentativas de suicidio. Las tentativas son demandas de atención, de ayuda, de amor, lo que sabemos que a la mujer le proporciona ese plus fálico y además la nombra como Otra.
Estas tentativas son de dos tipos, los fálicos y los del lado Otro. Los del lado Otro, se producen cuando la mujer no puede decir nada de por qué lo llevó a cabo. Tienen que ver con ese goce suplementario , ese exceso de goce del que no hay significante que lo limite.
De los fálicos, la mujer puede decir, explicar por qué lo ha realizado, que quería conseguir, o modificar de ella o de su entorno. Son tentativas que dicen, que hablan, acting out dirigidos a alguien.
Las mujeres realizan menos suicidios consumados que los hombres. Es un hecho constatado que ellas utilizan métodos menos violentos, y que incluso cuando se quieren matar, muchas veces hasta en ese último momento cuidan su narcisismo, su imagen. Es el llamado suicidio de la bella durmiente, que se maquilla, se viste elegantemente y ordena su habitación, antes de tomarse las pastillas.
LAS MUJERES Y LA DEMANDA DE AMOR
C. Soler nos dice en su curso Análisis finito, que el análisis puede cambiar la demanda de amor porque la desepera "Es el único tratamiento que merece y el único posible, ya que el amor no puede resolver la contradicción entre los goces : el fálico que la identifica, y el suplementario que engendra la alteridad, el menos de identidad. El análisis puede llevar a cesar de sufrir por el hecho de que la exigencia de amor no asegura la fusión de los sexos, y puede llevar a la aceptación de la no relación sexual.
Creo que esto es así en la dirección de la cura, pero en lo social no está tan mal la demanda de amor de las mujeres. Tiene una función el amor , una función socializante que contradice las tesis freudianas de la asocialidad femenina. Cuando Freud lo decía, era la época del uno colectivizante del padre, que soldaba los grupos. Entonces el amor era una objeción, ya que busca lo particular y lo íntimo. pero en la sociedad actual, en la que los lazos sociales se fragmentan extremadamente, la exigencia de amor femenino, que pone límite a esa fragmentación, tiene un valor 7.
Hay que admitir el no-todo, la diferencia, lo no idéntico. Es la salida lacaniana al impasse freudiano sobre la sexualidad femenina, que si unicamente espera un sustituto fálico , al ver que el psicoanálisis no se lo proporcionará, se deprimirá como nos dice Freud. Lacan nos dice en L´Etourdit que no se puede dejar a la mujer unicamente en el sentido fálico: "Lo que escandaliza del discurso analítico, es que un campo , que no es que sea nada, esté tan ignorado. Este campo es el de todos los seres que asumen el estatuto de mujer".
Apostemos pues por el amor y también por la diferencia.
Notas
1 Freud,S:: Los que fracasan al triunfar
2 Soler, C.: Un plus de mélancolie. Silhouettes du déprimé. Rev. Cause Freudienne. nº 35
3 Quinet, A: La Ciencia. Red de Foros
4 Trobas, G. Dépression el alienation. Silhouettes du déprimé. Rev de la Cause freudienne nº 35
5 Lacan,J.:La significación del falo. scritos
6 Soler,C.: Un plus de melancolie. Revue de la C.F nº 35
Bibliografía
Soler, C.:Un plus de mélancolie. Revista de la Cause Freudienne nº 35.
Soler, C.: Les appelantes de l´amour. Filium 13
Soler, C.: Psicoanálisis finito. (1993-94)
Soler, C.: Le pas tout. Lettre mensuelle nº 112
Soler, C.: Posicion masoquista, posición femenina. Revista de la Causa Freudiana nº 24
Freud,S.: Análisis terminable e interminable.
Freud,S: Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica de los sexos
Freud,S.: Los que fracasan al triunfar
Lacan,J.: Television. Seuil
Lacan,J.: La significación del falo. Escritos
Lacan,J.: Ideas directivas para un Congreso sobre la sexualidad femenina. Escritos
Trobas,G.: Depresion et alienation. Revista de la Cause Freudienne nº 35.