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Palabras sobre un encuentro
En 1994, se editó "Los escritos de Jacques Lacan. Variantes textuales" obra del psicoanalista, formado en la École Lacanienne de Psychanalyse de París, Ángel de Frutos. Doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y profesor de doctorado en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, con la publicación citada que prologó Élisabeth Roudinesco llevó a cabo un trabajo exhaustivo de comparación de las variantes textuales (adiciones, supresiones, sustituciones, transformaciones) de los Escritos de Lacan. Volumen imprescindible de consulta, contiene también una cronología y una bibliografía de Lacan, así como comentarios críticos de las variantes y otros apartados que añaden interés a su lectura.
Paradójicamente, fue desde algunos miembros latinoamericanos del consejo de redacción desde donde tuve noticias de Ángel a quien contacté en cuanto localicé su dirección.
Las conversaciones, pocas pero densísimas, lo han sido por teléfono. Desde las primeras palabras tuve esa sensación esporádica, que ni el tiempo cura, de hallarme ante un encuentro; esa sensación que hace llevadera otra más frecuente: la del déjà vu, la de la repetición.
En principio le solicitamos que valorara su trabajo desde la publicación hasta ahora y que nos comentara algo acerca de los proyectos actuales. Pero su repuesta fue una sorpresa agradabilísima para todos. Y confirmaba, además, lo que sospeché: que nuestras conversaciones habían encontrado un pivote común en la relación a la escritura. En lo que Lacan reclamaba: "el analista haría bien en ser letrado".
Su colaboración venía acompañada de una carta personal de la que le solicité el permiso para publicar un hermoso fragmento que ahora reproduzco:
"Del libro mío en marcha y de lo que preguntas sobre sus líneas nada mejor que enviarte como colaboración del nº 12 una muestra de trozos del manuscrito que he llamado Puentes en el desierto. ¿Qué relación (hay de/tiene con) Los Escritos de Jacques Lacan cuya redacción primera fue en 1990 y esta, de este manuscrito, diez años después? Mi explicación es una explicación más entre otras pues estos textos no me pertenecen más a mi que a otro lector. Debe de haber habido, me digo, una fractura.
El libros es académico. El manuscrito es psicoanalítico en el sentido de dejar operar la asociación literal. El público del libro fue mayormente el Otro psicoanalítico francés y el público del manuscrito no es el mundo estrictamente psicoanalítico (ya que parecen pocos los psicoanalistas aficionados a la lectura), sino la tradición culta de nuestra lengua.
En primer lugar es un trabajo sobre el significante donde no hay lugar a la representación sino a la presentación"
Esperando recuperar esa tradición culta de la lengua, esa evocación que resuena en las palabras, publicamos aquí la aportación inestimable de Ángel de Frutos.
Albert Garcia
(Consejo de redacción de Acheronta.- Valencia, octubre del 2000)
FORMAS DEL ESCRIBIR
Asociación literal.
Para el oráculo de Góngora la lengua es cristal.
Deseografía.
Silencio, vestal. Habla bestial.
Mens sana in corpore sepulto.
Hados son, señor Don Quijote, que no hadas.
Más allá de los hechos están los huecos.
Dios dio. Diablo diabló.
Psicoanálisis: corrección de pruebas.
Freud, paciente.
Lacan, analizante.Análisis barroco: "suaviter in modo, fortiter in re."
Memoria abra lo que mármol cierra.
Forzado y Encantada palabras beben ajenas.
Efectos, ellos procrean; afectos recrean.
Solicita niña
lo que excusara mujer.Ejemplos de métrico dolor.
Camilo: -¿Qué quieres?
Isabela: -Que quieras.No tardó en desatarse la disonante niebla de la queja.
¡Ciego discurso humano!, bien dijo el autor de Soledades.
Escribe claro: que no se entienda.
Trova la lengua y se traba la lengua.
Dicción sonora; erudición sorda.
Hurta al viento, canoro lablador.
Acertijos de la carne.
Agujeros de la lengua.
Gocelos.
De tanto predicar, amaneció más tarde.
Lou: Más allá del bien y del mal, Más allá del principio de placer.
Joycería.
Brevis esse laboro claroscurus fio.
Si abre una jaula voz, déjala cantar y volar.
Actos irremedibles.
A Dios se le ruega. Al Diablo tampoco.
Quien pide permiso está perdido.
Freud se hirió de Edipo Rey; Lacan, de Antígona y Edipo en Colono.
Psicoanálisis: encuentro de Eros con Psyché. Psyché maduró y fue Thánatos.
"Words, words, words."
"Ils n'ont que raison."
Lo que al sentido huye en el sonido fluye.
Mérito de Sancho Panza y mérito de Sigmund Freud fue haber tenido fe en un loco; en la verdad que había en los delirios de aquellos soñadores, el Caballero y el Otorrinolaringólogo.
Don Luis de Góngora: Absolvamos el sufrir, /desatemos el callar./
Don Miguel de Unamuno: Otro y fue, a veces, Huno.
Lo que ha sonado soñará.
A la sombr(í)a del saber en flor, Freud y Joyce.
Los griegos legaron el logos. Los romanos racionaron la razón.
Heine huyó y en el país de la Haine se halló.
Don Quijote: "Yo me entiendo." Sancho: "Dios me entiende."
Freud desarma el alma. Lacan a la madre desalma.
De lengua no absuelta le vino palabra absoluta.
Omnia de re, ergo omnia de te: hables de lo que hables te dices.
San Agustín se confió por escrito a Dios y nació la "Autobiografía".
Cuando una palabra se rebela, algo se revela.
Neurosis: cuestión, miedo y encantamiento.
Guillotinaron a su rey Luis XVI y nació la Fraternidad.
Del acto del habla, malantojadizo.
Del acto de la carne, malcontentadizo.
Del acto de la muerte, maladvenedizo.¿Qué dioses negaron a Freud y a Lacan, en sus últimos años, el don del habla?
Eva, después de hablar con la serpiente, se llegó a Adán y le dijo: yo soy tu paraíso. ¿No fue así señor Léon Bloy?
Voz de terciopalo.
A los alumbrados españoles y al Freud francés no se les podía ir con el cuento de la inteligencia.
Jorge Luis Borges al dictado escribe: deja morir a la carne, deja morir a conciencia. Carne murió; murió conciencia.
Inspíritu.
Psicoanalizar: ficcionar la herida.
Ángel de Frutos Salvador