Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Donde terminan las palabras comienza la música
José Cukier

INDICE

1. Presentación del paciente

2. Problemas clínicos

2a. La falta de convicción y la dócil apatía. Otros comentarios

2b. El mutismo hostil y la retracción narcisista

2c. Las alucinaciones no creídas y las contradicciones

lógicas

2d. La contratransferencia. Desencuentro empático.

El problema de los números.

2e. El delirio del cual no hablaba

3. Resumen

4. Bibliografía.

Palabras clave

 

1. Presentación del paciente. A veces, lo más frustrante de un escrito psicoanalítico, reside en que los detalles, que forman en verdad el destino del paciente como persona y también el destino del proceso analítico, no pueden ser revelados por razones de discreción profesional. He tratado de inventar un sobrenombre y un nombre que, discretos, sigan siendo significativos. El sobrenombre Pelu, transformación de Pelusa. "Pelu" es, a su vez un anagrama del nombre de pila de mi paciente, Paul. Prefiero no hacer una presentación convencional, sino permitir que los fragmentos de sesión, vayan delineando el espíritu de este hombre que se pensaba un delfín. Que decidió vivir marginado del tiempo, en un mundo íntimo y solitario, de arquitectura trágica donde no entra nadie más que él. Nuestros intercambios verdaderos, se producen por poco tiempo y se desvanecen, y sólo queda una máscara que encubre la autenticidad.Paul tenía 23 años cuando me fué enviado por un colega. Este, que analizaba a su hermano mayor Matías, me dijo: "te mando al hermano de un paciente mío; parece que es medio oligo y homosexual, y ahora se descompensó porque se le murió el analista".La primera vez ví a un joven gordito, que mantenía disimuladamente comprimido su abdomen y sacaba pecho, pero la obesidad le asomaba sobre el cinturón. Tenía una expresión de aparente desenfado. Con voz plana, monótona, carente de expresividad, a la que describiría como de bloqueo afectivo, me contó lo siguiente:

"En mi adolescencia, tuve juegos homosexuales con un amigo mío, desde los cinco a los trece años. Nos decubrieron, y

me mandaron para que me analice. Mi papá me preguntó si yo quería ser homosexual.

Pero bueno..., es mejor ser homosexual que nada...".

Trabajaba en la empresa familiar junto a su padre y dos hermanos, el mayor Matías y el menor Raul, luego de abandonar

sus estudios universitarios. "No pude seguir estudiando porque no entendía lo que leía. Llegué hasta tercer año copiándome, pero cuando había que usar la cabeza no me fué posible."

De la familia me contó lo siguiente: "de mi mamá no se nada, es como un fantasma, está en todas partes y en ninguna, no existe para mi y yo no existo para ella, y a mi papá lo llaman el 'mago,' por la habilidad que tiene para los manejos financieros. Saca de un lado, pone en el otro. Siempre tiene líos con sus hermanos y sus cuñados por cuestiones de plata.

El dice que somos tan unidos como los dedos de una mano, porque cuando le duele a uno nos duele a todos". De los

13 a los 23 años fué tratado por tres psicoanalistas. Al respecto evoca Paul; "me daba lo mismo ir que no ir", "me pusieron

en análisis", "me sacaron del análisis", "tuve masturbaciones compulsivas", "decían de mí que era homosexual".

Me llamaba la atención su pasividad y la diversidad de ubicaciones diagnósticas. Tratado durante muchos años como homosexual (al menos desde su relato), para mí, estos datos me hacían pensar más bien en una pasividad de tipo incestuoso, y no tanto homosexual.

Las "masturbaciones compulsivas" como inherentes a tales vínculos incestuosos y promiscuos de su familia. Continúa diciendo, "me analicé con tres analistas y el último análisis fué con Horacio H, hasta hace pocos días...porque se murió. Y ahora, el analista de mi hermano me mandó a Ud."

Cuando le pregunté si tenía pareja, me contestó que se casaba dentro de tres meses. Actualmente tiene dos hijos, Marcelo y Juana.

Comenzamos a trabajar a razón de cuatro sesiones por semana, a veces largos períodos de cinco, y actualmente por dificultades económicas concurre tres veces. Múltiples arreglos en las formas de pago, mayores plazos, fragmentación de la deuda en montos menores, caracterizan la cancelación de los honorarios. El atraso es lo habitual. A veces trabajo frente a frente, escritorio por medio. Otras en el diván. Paul se sienta, camina, se acuesta, se incorpora, me mira, pregunta de mi vida. Durante mucho tiempo, me llamaron la atención, las huellas dogitales que Paul dejaba sobre mi escritorio.

Un día me confesó que, disimuladamente se sostenía para no levitar. Se sentía un fantasma, sin cuerpo ni forma, sin peso, sin lugar en el espacio. Reflejo de otros, un espíritu, una pelusa sin nombre, ignorado por la familia y usado por ésta como depósito de residuos, maquina secretas venganzas mudas. Su violencia está en su pasividad, en no ser autónomo, y procura autoindemnizarse a través de una eterna dependencia. "Que me mantengan", dice, "nunca será suficiente por lo que me hicieron, para mi familia soy invisible, no me consideran". (Freud, en "Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo psicoanalítico", -Las excepciones-, (1916d), en la p.320 dice que se tropieza con individuos que "[...] han sufrido y se han privado bastante, que tienen derecho a que se les excuse de ulteriores requerimientos [...]". Piensan por lo tanto de sí, que pueden ejercer injusticia, porque también sobre ellos se ha ejercido.)

Suprimido de la memoria familiar por expulsión, queda en un estado de no muerte y no vida, simulando docilidad. Pero no se doblega, porque su hostilidad emerge resistiéndose al cambio.Tantos años de tratamiento, tres analistas idóneos, y permanece sin variaciones. Su vida, suele decir él, "es una ciénaga", no tiene significado porque nunca nadie le ha dado significatividad."Por la mañana me cuesta levantarme, y me quedo pegado a las sábanas". (¿Un intento de contacto corporal con una madre de tela?).

Ante la falta de interlocutor, se abandona. La realidad le resulta violenta y abrumadora. Padece de gastritis, hemorroides y actualmente tiene molestias en la micción. Según el urólogo, sufre de una congestión prostática que deviene de su vida sexual insatisfactoria. "No obstante", dice Paul, "todos estos síntomas me hacen sentir mejor, significa que tengo algo en mi interior...En general yo no le creo nada a todos ustedes", (se refiere a los psicoanalistas), "en cambio a mi médica clínica si"

2. Problemas clínicos.

Para el abordaje de este tópico, voy a describir fragmentos de sesiones grabadas articulándolas con los comentarios teóricos. Con tal finalidad seguiré el siguiente ordenamiento.

2.a. La falta de convicción y la docil apatía. Otros comentarios.

Paul (llega 20 minutos tarde, y con voz inexpresiva dice): "A las once menos cuarto de la mañana yo me estaba preparando, y antes de venir para acá mi hermano Matías se fué al despachante de aduana sin avisarme...Raúl no estaba...Por otro lado yo estoy convencido de algo que Ud. me viene diciendo, que cuando vengo tarde lo ignoro a Ud...," (Silencio prolongado) "¿Se acuerda que le conté que yo le firmé una garantía a Raul para que él alquilara su departamento?...resulta que no pagó...y le hicieron un juicio del que yo no tenía ni noticias. Ayer Raul me dijo... 'Pelu, te embargaron el departamento'... (Silencio)... ¿y si le ponen a mi casa esas fajas del juzgado?"...(Todo este relato se desarrolla sin afecto, apático, como si le pasara a otro; yo por momentos me distraigo y siento indignación por lo que "Raul le hace" a mi paciente, debo realizar esfuerzos para conectarme con Paul).

Analista: Yo pienso que Ud. no está convencido de nada porque tiene embargada la mente, metida dentro de algún lugar y sellado por fajas, por eso no tiene noticias del mundo.

Paul: "Desde ayer que me agarró otra vez la gastritis... Parece increíble...en el negocio no hay ningún papel que muestre la contabilidad de la fábrica...todo es en negro...hay papeles ocultos en el baúl del auto, otros guardados en la baulera de la casa de Raúl...mi hermano dijo un poco en chiste y un poco en serio que la fábrica no existe...como yo...sólo hay papeles desparramados..." (silencio prolongado). "Marcelo sigue despertándose de noche " (Silencio prolongado) "¿Por qué a Ud. yo no le creo, en cambio en mi médica clínica sí?"

Analista: Ud. no me cree a mi porque desde el lugar en que Ud. está oculto no puede sentirme a mi. Como no me siente no está enterado de mi existencia. (Silencio). Si para Ud. yo no existo, tampoco puede creer en las palabras que le digo, porque vienen de mí.

Paul: (Silencio prolongado). "Ya se lo dije, la soberanía no se negocia. Podemos hablar de todo, pero yo de acá no me muevo". (Silencio prolongado). "Anoche me masturbé frotándome contra la sábana (Silencio prolongado, clima depresivo), Igual...que más da...total que...bah...nada de lo que Ud. me dice me queda."

Analista: (yo siento una mezcla de tristeza, impotencia y rabia).

Comentarios teóricos. (Algunas similitudes entre el historial Freudiano del "Hombre de los lobos" y la patología de Paul).

-La falta de convicción.

Freud, en "Acerca del fausse reconnaissance ("déja raconté") en el curso del trabajo psicoanalítico" (1914a), y en "De la historia de una neurosis infantil", (caso del "Hombre de los lobos"), (1918b), habla del tema. En el primer artículo, en la pág. 207 Freud aclara que es un "déjá raconté", ("ya contado"). Se derivaría de un propósito inconciente no realizado, e implica un sentimiento de confianza del paciente acerca de un relato, que en verdad nunca realizó.

En la pág. 211, Freud cuenta que en 1911, recibió una carta de una persona de formación universitaria a la que no conocía, (se trataba del hombre de los lobos). Esta le relata que en la época en que se hallaba entregada a la "investigación sexual infantil", tuvo la oportunidad de contemplar el genital de una compañerita de su misma edad a la cual, dice: "le noté un pene de igual clase que el mío propio". Es decir, hubo una alucinación de lo que no había. Luego le continúa contando que a consecuencia de alguna travesura, como castigo le dieron unas palmadas en la mano y "[...] entonces, para mi grandísimo horror, veo que mi dedo meñique se cae, [...] Durante mucho tiempo estuve CONVENCIDO de haber perdido un dedo; probablemente hasta la época en QUE APRENDí A CONTAR (las mayúsculas son mías) [...]" . (Es decir, cuando empezó a contar, los números arruinaron la convicción psicótica, porque apareció una lógica más compleja). Para poder descreer, apeló a esta lógica pero a la vez regresó a una fijación libidinal más arcaica. Me refiero a la etapa pre-oral intrasomática que se vincula con la problemática de los números. (En el apartado 2.d, justificaré en detalle estos conceptos).

En el "Hombre de los lobos", hay una vinculación entre la caída de la alucinación y el número. Freud lo retoma en la pag. 79, del historial. Recordemos que la alucinación fue a los cinco años; y coincidentemente con esta edad surgen los accesos de cólera. Un recuerdo procedente de la época en que estos accesos terminaban en ataques de angustia, era el de haber perseguido un día a una mariposa de grandes alas. Tal movimiento habría sido como el de una mujer al abrirse de piernas formando con ellas la figura de una V, o sea la de un cinco en números romanos. Se puede construir esta secuencia: alucinación de la castración, delirio que justificaba la alucinación, sofocación del delirio por una lógica más compleja (el número) con regresión a una fijación pulsional arcaica (pre-oral intrasomática).

También en "Construcciones en el análisis", (1937d), pag. 263, Freud se pregunta acerca de la convicción y de la garantía que tenemos, durante nuestro trabajo con las construcciones, de que no andamos errados. Se responde que la convicción del paciente ante lo que el terapeuta dice, a veces sustituye el recuerdo. Las evocaciones que devienen de las construcciones son vívidas y calificadas de 'hipernítidos' por el analizando. En la pag. 268 dice: "[...] Habría sido posible llamar 'alucinaciones' a estos recuerdos de haberse sumado a su nitidez la creencia en su actualidad [...]".

La capacidad de creer en el mundo, depende de tener un monto libidinal en disponibilidad para desplazar de un lugar a otro. No se trata de un no creer a la manera del paranoico. Sino que es un descreimiento falto de vitalidad, apático, como el de Paul. En el momento restitutivo en cambio, sí hay creencia, porque hay más libido, y está afectada a la sobreinvestidura del mundo.

-La "dócil apatía".

Quizá el dolor más intenso de Paul no es sólo por lo que piensa, sino por la falta de compañía interior. Inmerso en una soledad hostil, la furia que le produce la percepción es tal, que su mundo queda desierto, sin interlocución, y eso es lo que proyecta en la exterioridad. La falta de interlocutor, genera más dolor, más furia, que potencia la soledad.

Pero esta furia, la puedo sentir yo; él, se manifiesta con una dócil apatía, como dice Freud en el Hombre de los lobos, p. 12 (op. cit). Recuerda que su paciente se atricheró durante largo tiempo tras una postura inabordable de "dócil apatía", y que "[...] Escuchaba, comprendía, pero no permitía aproximación alguna [...]". Resolvió entonces que el tratamiento debía terminar en cierto tiempo y con la firme decisión de respetar ese plazo. El paciente terminó por creer en la seriedad del propósito de Freud de interrumpir el análisis.

Comenzó a creer, y esto es lo que está en la base de la patología: la convicción. Freud jugó todo a que el paciente creyera, pero... actuó en vez de interpetar. En el último período de trabajo, en que la resistencia desaparecía, el enfermo daba la impresión de "[...] tener una lucidez que de ordinario sólo se alcanza en estado hipnótico [...]". (Es decir, que en verdad, el paciente no salió de su apatía, y colaboró en estado hipnótico, o sea, no es autónomo). Esta sutil hostilidad, a través de la pasividad, indujo a la actuación de Freud, que evidenció su furia frente a la impotencia de hacer algo por su paciente).

La "dócil apatía" resistencial, es expresión de su retracción narcisista.

Paul hace una defensa de esta posición declamando que "la soberanía no se nego-cia, podemos hablar de todo, pero yo de acá [se refiere a la retracción] no me muevo". La retracción adquiere cualidad de caracteropatización, en un intento de frenar la emergencia del fragmento psicótico que a la vez queda coagulado. Pero para sostener este carácter, es necesario poder, (económico, cognitivo, afectivo o político), que Paul no tiene. El otro rasgo de la caracteropatía es la envidia hacia lo diferente, y que Paul intenta ejercer sobre mí. Ataca en silencio mis palabras, e intenta desalentarme diciendo, "nada de lo que Ud. me dice me queda".

-Otros comentarios.

Creo que para Paul lo único veraz es aquello generado por los aparatos que le muestran su interior; y éste empieza a ser creíble por la aparición de los síntomas (gastritis). En la medida que Paul es falso, para él no hay nada verdadero, toda la realidad es falsa y producida por un aparato.

Pero, ¿qué es éste tema de lo negro? Aparentemente remite a lo económico, la co-tabilidad negra, la documentación distribuída en el baúl del auto. Naturalmente alude a lo secreto, a cuentas en secreto. Estos números, difíciles de comunicar, además están dispersos.

Esto es que, hay dos componentes en este momento: uno que es orgánico y otro que implica una fragmentacion autoerótica.

Paul no puede sentir los sentimientos; pero es porque la cantidad de dolor arrasa al yo. Sólo aparece como exterior al yo y desde los aparatos médicos que sustituyen a sus sentimientos. Probablemente lo negro, tiene otros componentes en juego. El vacío de sensorialidad, la falta de matices, la nada. A veces Paul me cuenta que su hijo Marcelo padece de terrores nocturnos y que periódicamente se despierta. Quizá, sean el justificativo de los terrores que siente Paul en la oscuridad, en lo negro.

Finalmente, lo negro se vincularía con la masturbación, y con esos estados de tensión insoportable generada por los abandonos, en que se deja llevar por un estado sin angustia, de tristeza infinita, sin destinatario. Estado que no culmina con la inscripción como huella mnémica en la mente de nadie que lo soporte. Estado al que se entrega, abúlico, triste, sin una palabra de la que depender, para ser. Hay un encuentro imposible con las palabras, está tachado por expulsión. Queda en un estado de no muerte y no vida.

Pero su espíritu no se doblega, simula docilidad, pero es hostil (se resiste al cambio). No tiene posibilidad de un nombre, solo es una Pelusa. No hay proyecto identificatorio y la libido narcisista que no encuentra su objeto, en vez de consumirse en la identificación, se estanca. Y se consume en actividad autoerótica, en disposición a la enfermedad psicosomática.

2.b. El mutismo hostil y la retracción narcisista.

Paul: (luego de carraspear varias veces) "Le paré el carro a Jaime, él me increpó porque no le cobré a un cliente, y yo no estoy como para aguantarme más jodas de otros... 'Pelu, sos un boludo'...me dijo. Si bien el reclamo de Jaime es técnicamente correcto y al cliente hay que cobrarle; comercialmente no tiene razón. A veces hay que esperarlo..." (Carraspea varias veces, su voz es ligeramente temblorosa, está pálido, se lo escucha más activo y lúcido luego de ponerle un límite a Jaime).

Analista: Paul, yo siento que Ud.tiene mucho odio, y creo que es conmigo. Me tiene rabia porque le paró el carro a Jaime, y además expuso sus razones. Esto muestra que puede pensar, y muestra también que entre nosotros hay conexión y trabajo. Y esto Ud. no lo puede aguantar.

Paul: "cuando le paré el carro a Jaime bien que se quedó mozzarella; se quedó tranquilo...tranquilo..." (Silencio muy prolongado). -En el lenguaje comun porteño de la Argentina, quedarse mozzarella o musa, es quedarse callado-.

Analista: Acá Ud. también se quedó, mudo, "musa", porque odia hablar. (Silencio muy prolongado). Con su silencio yo no sé que destino tuvieron mis palabras en Ud...es como si me tuviera agarrado.

Paul: "¿Sale la voz en el grabador?...¿Ud. se escucha? A ver si todavía mi voz no se graba...bueno...sé que se graba...pero es esa cuestión del retorno...cuando no se escucha en el grabador, pienso si no estoy hablando para adentro..."(su voz es más agresiva y diáfana). "Me quedé pensando en el asunto del departamento...¿Cómo puede ser que a mi me hayan embargado sin haberme intimado previamente?...además, mi papá también salió de garante y a él no lo tocaron... ¿no será que hicieron algún arreglo para que me agarren a mí?..., y después viene mi viejo y se la da de generoso, ofreciendo su casa en lugar de la mía, y mientras tanto, estamos a Diciembre, los tribunales ya cierran y no se arregló nada...".

Analista: Cuando Ud. habla con voz clara y agresiva, habla de verdad, desde su interior, pero sólo hasta un límite. Después viene el dolor de la verdad y se recluye. Se encierra con fajas y me hace creer como que habla pero dice cosas para adentro en secreto, sólo para Ud, y otra falsas para mí...(Silencio prolongado). Y como lo que habla es falso, piensa que no se graba.

Paul: "Bah...Esa es una interpretación...digamos...de esas que Ud. dice siempre. Yo siento algo más visceral" (su voz es más vital, con énfasis, como saliendo de las "tripas"). "¿Recuerda que una vez le conté de las cosas que me emocionaban?...fueron los momentos cuando nacieron mis hijos. Sentía movimientos muy grandes dentro mío. También cuando cantaba. Me pasaba horas trabajando duro, estudiando y ecuchando...luego venía el estreno y era la emoción de cerrar algo." (Silencio prolongado) "buen...eh...eh..." (registro un cambio en el clima de la sesión con desconexión y expresión hostil).

Analista: Cuando siente, es porque nos hemos conectado, y en seguida se recluye. (Silencio muy prolongado, siento un clima de misterio).

Paul (con voz lejana, apenas audible, como si su mente estuviera en otra dimensión): "Sin luz...floto y floto...sin aire...solo silencio..."

Comentarios teóricos.

-El mutismo hostil. Haré tres comentarios al respecto.

1. Veamos que significa la expresión "mozzarella".

Pienso que tiene que ver con el odio al decir, y que se liga por lo menos con dos aspectos. El primero, con el mutismo, (el fragmento "mozza"), -recordemos que en el lunfardo de Buenos Aires, se dice quedarse "musa", por quedarse callado-. El segundo aspecto se vincula con el pegoteo, (el fragmento "rella"). Cuando Paul argumenta, el otro (posiblemente la madre), y en sus relatos el padre, en vez de responder, "agachan la cabeza" -según las palabras de Paul-, en actitud supuestamente culpógena y desconcertante. Al no haber respuesta, faltan aperturas. Queda adherido y en un encierro, marcado por la palabra "tranquilo", que remite a los espacios rutinarios. Esto se observó en la relación transferencial contratransferencial, donde me hace activamente lo sufrido de manera pasiva.

Paul, cuando habla, suele tener sonidos sibilantes, propios del componente fóbico, (que se destacaron más en estas últimas frases referidas a la mozzarella, -se escucha la zzz prolongada-).

Dice D. Maldavsky (1990), que "[...] Ciertos sonidos agudos, unidos a otros, sibilantes, cuchicheantes, constituyen los activadores del proceso de la micción, de la entrega de un bien [...]". Son sonidos ligados al erotismo uretral, vinculados a la ambición y con ella a la angustia; y que se acentuaron cuando salió del encierro y emprendió la aventura de "pararle el carro a Jaime". Esto le generó angustia, que se expresó por los sonidos sibilantes.

El fragmento "rella", tiene un componente fonémico (la "ll") que alarga la frase; como el queso que se estira. Es el mutismo hostil de alguien retraído, y que es pegoteante porque al no haber respuesta y permanecer callado, no permite la discriminación, mantiene la adherencia, y la única manera de separación es desgarrando. (Donald Meltzer, (1973), pág.717, dice que la falta de disponibili-dad de la madre, interfiere la evolución del concepto de espacio interno, tanto del Self como del objeto, y que "[...] El Yo tiende a permanecer en un estado muy primitivo de fusión con el objeto externo, mediante la fantasía de aferrarse o adherirse (Bick), [...] la intolerancia frente a la separación, que se transforma en la experiencia de sentirse desgarrado de su objeto y su propia piel (Bick) o de arrancar una parte del objeto (Tustin) [...]".)

2. ¿A que se refiere Paul, cuando dice "hablando para adentro"?

Se refiere a un hablar interior, secreto, vinculado a cosas importantes para él. En la retracción psicótica, el hablar para adentro, implicaría la posibilidad de un acto de llamado. Eso dicho, pero interior, se revela como importante para Paul por el carácter secreto, y al decir algo valioso se siente con más vida.

Por eso, luego habla de la emoción con voz más diáfana, (aunque no descarto componentes ficticios). Implica también suponer al otro inerte, como él mismo. Podría atribuírsele éste pensamiento: "total si el otro igual no me escucha, da lo mismo hablar para afuera que para adentro".

3. ¿Que quiere decir Paul con "yo siento algo más visceral"?

Recordemos que en este momento Paul está con gastritis y hemorroides -sus vísceras están hablando-. Además usa el verbo "salir" (dice, "¿sale la voz?"). Esto se vincula con salir del autismo. En este momento se expresa con una voz que sale de las vísceras, de los pulmones, y con todo su ser; en vez de voces que salen de la garganta, (desde donde las emite impostadas y desvitalizadas). En éste sentido, las relaciones llamadas homosexuales que tuvo en la infancia con su amigo, eran un intento de salir del autismo. Cuando evoca esos momento se refiere como "los únicos momentos de mi vida en que me sentí vivo, con calor". Cuando Paul pone voces falsas (tal como él), piensa que no se graban. Son voces que no lo identifican, y no lo ponen en relación con sus vísceras, con su interioridad. Cuando me escucha, puede hacerlo con oídos ligados a las vísceras, en cuyo caso puede sentirse vibrar, o a una grabadora, en cuyo caso es sólo emoción intelectual.

Lo visceral se vincula con la paternidad, que remite a los orígenes.

Ensayemos algunas hipótesis. Quizá Paul se interrogue acerca de las formas de emitir la voz, que remite a formas de parir; parición visceral o parición alucinatoria. Esta última sin existencia de un otro, mediatizada por un aparato sin participación visceral. (Mayor desarrollo del tema en el apartado 2.e). Se relaciona con su madre desafectivizada y desconectada durante el embarazo con su hijo (en ese momento contenido visceral materno). Con odio al hijo, expresado por esa desconexión. (Recordemos que en la transferencia se pregunta si yo lo escucho o no, y que yo por momentos me distraigo y debo esforzarme para mantener la atención). Lo visceral también puede referirse a los sonidos de la voz materna y a sus ritmos corporales que atraviesan al feto. En la medida en que la madre está desconectada; Paul imagina de sí que es un producto alucinatorio de ella. No sabe si él tiene existencia real, si nació del encuentro de dos o sólo de uno. Pero acá hubo algo nuevo, la palabra "visceral". De producción reciente, para Paul está vinculada con el sentir. En este momento el tono de voz más vital (más visceral), y la aparición de una palabra nueva son indicadores para evaluar que se está dando un proceso analítico, uno de esos breves momentos de comunicación entre nosotros. (David Liberman. Linguística, interacción comunicativa y proceso psicoanalítico. Ed. N. Visión. Bs. As. 1976.)

-La retracción narcisista.

Los pacientes psicosómaticos y adictos, suelen tener un aspecto de conexión, al que subyace una retracción narcisista sin restitución. Esta depende de la proyeccion, y económicamente, de la sobreinvestidura del mundo.

Retirar libido de la realidad significa por lo menos tres cosas.

a) Retirar libido del super yo como representante de la realidad; b) Retirar libido de la representación cosa; c) Retirar libido de las percepciones.

Dentro de la retracción narcisista, podemos encontrar dos momentos. Uno en que predomina la ilusión de omnipotencia y otro en que esta ilusión entra en descomposición, correspondiendo al estar sin sentimiento y a la toxicidad de la libido. Este es el momento en que se encuentra Paul.

Freud se refirió al tema de la retracción sin restitución, en su artículo "Sobre algunos mecanismos neuróticos en los celos, la paranoia y la homosexualidad." (l922b). En la pag.221 dice que "[...] Este caso me reveló que pueden existir ideas persecutorias clásicas sin que el mismo sujeto les dé crédito ni valor alguno [...] el sujeto mismo se burlaba de ellas [...]".

Para creer debe haber sobreinvestidura; y tal vez ésta no se produce porque no se perdió suficientemente el contacto con la realidad.

La retracción narcisista es muda, no hay restitución o llega a ser parcial.

La restitución es sustituida por una producción con fachada de conexión que mantiene y disfraza la retracción y el mutismo. Clínicamente la retracción narcisista no aparece, no hay mutismo, pero el individuo al hablar denota un decir que no lo representa.

No hay identificación con el discurso. Falta el afecto, y la posibilidad de sentir los propios sentimientos. La fachada a su vez, imposibilita acceder a un núcleo de falla identificatoria, al núcleo de no ser, con falta de sentimiento de sí. Sentimiento de sí que implica la posibilidad de percibir la vitalidad de los propios procesos pulsionales. Para esto es necesario un contexto empático y tierno. Una madre que aporte trabajo psíquico y atención a las necesidades del bebé, para morigerar el abrumamiento pulsional de éste. La desinvestidura del hijo por parte la madre retraída, no permite que éste acceda a una experiencia, y tenga inscripción de huellas mnémicas.

El hijo se siente psíquicamente vacío, con una no existencia. Ante la falta de contacto empático, el dolor tiene tal magnitud que no puede ser sentido por la falta de destinatario.

Hay abrumamiento por el dolor, y necesidad de mayor dolor para poder sentir. La ausencia del sentirse sentido aparece historizada como ausencia de sentir. El sentir o no sentir, remite a una historia vincular, ya que es en el vínculo que se da la cualificación y con ello los matices. Estos admiten otras combinaciones coexistentes, multiloculares, que dependen de la peculiaridad del Yo de no ser una unidad. De esta manera se asegura el sentimiento de sí, el sentimiento de estar vivo.

Quiero agregar algunas reflexiones más acerca del hecho de que el Hombre de los lobos creyó haber narrado algo, que nunca contó, el episodio de la alucinación infantil. Había un sentimiento de convicción, que no estaba articulado con una percepción.

Cuando la realidad, siempre cambiante, amenaza con el displacer, se pone en marcha la desestimación.

Las investiduras se dirigen al autoerotismo. Es un intento de neutralización de la realidad que fracasa y reaparece como adicción (Paul es gordo), masturbación (Paul no tolera la tensión y se masturba), enfermedad psicosomática (Paul padece de gastritis, hemorroides y congestión prostática.)

Freud en "Recordar, repetir y reelaborar" (Nuevos consejos sobre la técnica del psicoanálisis), (1914g), dice en el artículo que se repite todo aquello que se ha reprimido. Las inhibiciones, las perversiones, o los rasgos patológicos de carácter. La libido, huye de los objetos y se fija en los no frustrantes. Aquello que viene de la realidad, siempre cambiante, es velado. La percepción se disocia de la conciencia y hay retracción, por ende falta la convicción del mundo. Esta retracción, esta veladura, genera en Paul el sentimiento de que nada es verdad. Perdió la certeza, desea creer, hace esfuerzos por convencerse, pero no puede y se muestra mentiroso.

Llama a su retracción "mi mundo subacuático, con ventanas que miran hacia adentro, donde hay poca luz, sin voces, siento que floto...no se respira...y me masturbo." (Mayores desarrollos sobre el tema en el apartado 2.e). Este desgarro en la sobreinvestidura de la percepción, hace que los otros consideren a Paul un oligotímico. Tratado como tal, resulta el depósito de residuos de la familia, y la respuesta violenta está en su pasividad, en no ser autónomo.w

2.c. Las alucinaciones no creídas y las contradicciones lógicas.

Paul (Llega 15 minutos tarde. Entra y casi sin sentarse, a la manera de un dis-cursocatárticodice:"Los ascensores estántrabajandolosdosa oscuras...

cuando entré, abajo, estaba todo a oscuras. Me dije...pobre de mí...¿Acá tiene luz en el departamento?...Buen..."(Con sonrisa inexpresiva) "¿cómo le va eh?"... (Silencio prolongado)... "vengo tan cargado que ni tiempo tengo de saludarlo.... que mescolanza"... (Silencio).

Analista: Creo que sí, que se siente abrumado y confuso. Cuando me pregunta como me va a mí, la verdad es que quiere saber como le va a Ud., y en mi opinión creo que su mente está a oscuras, y con las ideas mezcladas, con los cables cruzados.

Paul (luego de un prolongado silencio): "Ud. no me lo va creer...no...yo lo vi...pero no...no puede ser lo del ascensor..."

Analista (intrigado por la incógnita): ¿Que es lo que no voy a creer?

Paul: "No...no...nada...no...no tiene sentido" (silencio prolongado), "¿sabe que Marcelo se volvió a despertar de noche con ataques de angustia?"...(silencio).

Analista: Tal vez en el ascensor a oscuras, Ud. también tuvo angustia por algo que le pareció increíble y le cuesta decírmelo porque tiene todo mezclado.

Paul: "El martes cuando vine acá estaba muy embalado y le conté lo de mi primo Jaime...Ud. se dió cuenta y me lo trataba de hacer notar...Yo no me podía dar cuenta porque estaba muy pasado... Sabe, lo que pasa es que se descubrió eso de la plata que distrajimos transitoriamente...y yo estaba muy pasado..." (su voz parece firme, con oscilaciones). "Yo le conté que andábamos mal de plata y toma-mos de la sociedad con Jaime valores prestados. Ud. sabe, 'dinero en trán-sito'...sin avisarle a Jaime...Jaime lo descubrió y mi papá fué a hablar con él para disculparse. Le pidió perdón, y hasta lloró. Le juró que nunca más iba a suceder...Después tuvimos una reunión con Matías, Raul y mi viejo. Mis hermanos no le dieron mayor trascendencia al episodio. Ellos dicen que solo fué un préstamo. Piensan que no es tanta plata, y que Jaime es un amarrete. De todas maneras quedamos en no comentar nada con las esposas...Yo estaba muy pasado, y no podía ver en los costados...Ud. sabe, ese teatro que hace mi viejo...lo del llanto..." (Silencio prolongado) "Yo no podía ver en los costados...El día miércoles, tuvimos una reunión con mis hermanos a las 7:30, en la oficina... y no coincidimos, nn-nun-nuun-nunca" (tartamudeó)...(largo silencio y pensativo).

Analista: Paul, Ud. reconoce la verdad y sabe que le dicen mentiras, pero insiste en creerlas porque la verdad le duele mucho.

Paul: "nunca coincide lo que yo pienso con lo que piensan ellos...Yo siento que estuvieron robando. Jaime también dijo que es un robo. Ellos piensan que no es robo; yo puedo estar equivocado, pero es robo si no se le aclara de antemano al socio: Mirá voy a hacer esto. Para mí es robo; ellos dicen que no." (Me llama la atención su voz, firme, modulada, con matices; y de pronto recuerdo los estudios de canto de Paul. Recuerdo que aprendió a impostar la voz. Y entonces sospecho si lo que me dice es genuino o también es una farsa, ¿está Paul comprometido realmente con lo que dice? Parece embarcado en una gesta, donde él se diferencia, pero en la intimidad, ¿es así?) "Ellos dicen que no es robo, ellos le ponen otro nombre...al margen que lo devolvemos...no es que no lo devolvemos...mis hermanos se pusieron mal cuando dije mi opinión y yo quedé descolocado." (Silencio prolongado).

Analista: Pienso que Ud. se siente mal cuando yo lo descubro, y entonces se queda descolocado. Esta posición es el resultado de su forma de escuchar y no depende de lo que los otros le dicen...Ud. me escucha en silencio, pero en su cara yo veo su furia. Le da rabia escuchar la realidad. Trata entonces de confundirme y distraerme como sus hermanos a Ud. usando palabras no creíbles como "dinero en tránsito" o "dinero distraído".

Paul: "Si yo soy Jaime, yo pienso que es un robo. Eso es robar. Ya pasó en otra oportunidad, cuando algunos clientes nos pagaron documentos que nosotros descontamos. Resulta que esa plata que nos pagaron, la distrajimos transitoria-mente, hasta que el banco reclamó, y se descubrió el asunto." (Silencio) "Yo estoy todo el dia metido en ese medio. Es difícil sustraerse...." (Silencio prolongado) "Cuando salgo un poco, y puedo ver un poco más desde afuera, yo siento que mi familia me mira como un paria, como una oveja negra..."

Analista: Ud. podría descubrir mejor los hechos, si tomara más de un punto de vista. Por ejemplo el mío. Cuando consigue tomar distancia y rescatarse, puede pensar una verdad. Y cuando piensa una verdad entonces siente.

Comentarios teóricos.

Yo pensé varias cosas. Por la forma intempestiva de entrar y la descarga evacuativa, recordé el discurso catártico del paciente psicosomático. El tema de los ascensores con luz y oscuridad, me sugirió algo referido con los "cables" -problemas en su mente- y en probables alucinaciones.

Además, yo pienso para mí que Paul tiene la convicción de que yo, su analista, estoy psicótico. Trataré de fundamentar estas ideas.

¿Qué pasó en la mente de Paul en el ascensor a oscuras? ¿Tal vez un momento de intensa angustia? ¿Supuso que también el consultorio estaría a oscuras? ¿Que su analista tenía un problema de cables? Paul debe tener problemas en la oscuri-dad, lo cual remite a cosas que pasan de noche, en lo negro como señalé anteriormente.

Su hijo sufre de terrores nocturnos, pero éstos, pueden ser el argumento de Paul para justificar su despertar y que pone de manifiesto una contradicción interna; (oscuridad-luz, sueño-despertar). Todo ello vinculado a los cables, (tal como se dice comunmente, tener los cables cruzados, o los cables pelados). Cuando me pregunta "¿Como le va?", está sustrayéndose de un estado de confusión inicial, y se interroga hasta dónde, ésta confusión no corresponde a su ana-lista. ¿Cómo infiero que Paul tiene la convicción de que yo estoy loco?

Esta idea que Paul tiene de mí es el resultado de un proceso proyectivo que hizo en el momento de conectarse conmigo.

La única posibilidad de encontrar algo en la exterioridad es que lo haya creado como propio y luego recreado por proyección. Así que al preguntar, ¿cómo le va?", en verdad se está preguntando, "¿cómo me va?". Pregunta por su parte psi-cótica restituída y proyectada en mí.

Paul forma parte de una sociedad familiar, la cual nunca tuvo constitución jurídica. Todo fué de palabra..., pero de palabra contradictoria y nunca cumplida. Esta sociedad, a su vez, se unió con un primo (Jaime) y nació una segunda sociedad. La primera, necesitada de dinero por otras actividades comerciales, tomó de la segunda sociedad con Jaime valores "prestados", o como lo llaman entre ellos, "dinero en tránsito", sin avisar al socio. Cuando se descubrió el hecho, el padre de Paul enfrentó la situación apelando a una fachada; se mostró arrepentido, lloró, "le faltó el aire", tenía "opresión precordial", pero en verdad no sentía. "Secretamente hacía cálculos, para sacar ventajas".

Estamos en el reino de las contradicciones lógicas. Paul se encuentra indefenso ante estas contradicciones, porque él también las usa; emplea frases que no corresponden a sus realidades y habla de "dinero en tránsito", o "tomado transitoriamente".

Yo supongo que Paul alucinó en el ascensor, que algo iba a decir al respecto pero ocluyó la asociación porque contrariaba un criterio lógico. Recordemos que dijo, "Ud. no me lo va a creer...no...yo lo vi...pero no...no puede ser lo del ascensor..." No termina de creer la alucinación y desvía la atención hacia otra cosa para obturarse, y distraerme.

Respecto de las alucinaciones recordaré brevemente algunos conceptos de D. W. Winnicott (1967-1984-1986), D. Liberman, y de Freud, (1896b). El primero sostiene que los niños tienen un período de alucinación normal que desaparece, y en su lugar queda un estado de vacío. Algunos advienen a un alucinación resti-tutiva. D. Liberman, hablando de pacientes psicosomáticos, dice que tienen una pérdida temprana de la alucinación funcional. Freud se refiere a la alucinación como la primera forma de hacer conciente lo inconciente. La alucinación es la primera forma de creatividad infantil y que luego desaparece. César y Sára Botella (1992), piensan en un mecanismo de alucinación normal, y que el pasaje de un estado de tensión a un estado de alucinación (y no de satisfacción alucinatoria), constituye un modelo normal, que marca de manera permanente la vida psíquica.

Cuando Paul está en la oscuridad, yo creo que aparece la alucinación y luego desaparece con la luz. Pero todo esto no lo cuenta, no porque no quiera, sino porque en su estado confusional no recuerda lo que pasa, porque tiene "una mescolanza". Como consecuencia de su retracción, Paul se muestra como oligotímico, pero de carácter regional. Hay aspectos de su intimidad que no son recordados ni registrados por él. Por oposición, suele mostrar sensibilidad a mis lapsus, distracciones y olvidos. Su temor es ser objeto de la desestimación de la memoria ajena.

Reconstruyamos brevemente lo que Paul dice al entrar: "Ud. se dió cuenta", y luego agrega "yo no me podía dar cuenta", (pero Ud. sabe que) "ahora, sí yo me doy cuenta". Todo esto se vincula con que yo (analista) me di cuenta que él se dio cuenta. David Liberman, solía decir que la formulación adecuada en estos casos era "ahora yo sé que Ud. sabe que yo sé", destacando el triple saber. La pregunta "¿cómo le va?", trata de detectar mi psicosis y mi oligotimia. Para poder sustraerse de los estados de oligotimia, hace falta la binocularidad (es decir, "ver en los costados", según las palabras de Paul).

Intentaré dar apoyatura teórica a mi hipótesis. Bion (1972) se refiere al papel que juega la visión en las asociaciones la cual parecería estar relacionada con el desarrollo del intelecto "[...] la potencia visual representaba la aparición de una nueva capacidad para explorar el ambiente [...]".

D. Meltzer (1973), habla de las condiciones necesarias para poder alucinar. Dice que en niños con gran inteligencia que enfrentaron, durante el primer año de su vida, una patología depresiva de la madre con retracción, tuvieron como respuesta que los niños "[...] desmantelan su yo y lo reducen a sus capacidades perceptuales singulares de ver, tocar, oir, oler, etcétera, con lo cual su objeto deja de ser un 'objeto de sentido común' (Bion) y queda reducido a una multiplicidad de hechos unisensoriales [...]". (Se regresa a un registro de huellas mnémicas monocanal, por ejemplo, un ojo separado de otro). Esa es la condición para poder alucinar, la regresión a un momento anterior a la visión binocular, anterior a que se crearan dos puntos de vista coincidentes. Bion (1972), se refiere a la coincidencia de puntos de vista y nos dice que una fun-ción muy importante de la comunicación, es alcanzar la correlación armónica de datos, con lo cual se experimenta una sensación de verdad."[...] El fracaso de esta configuración de los datos de los sentidos y por lo tanto de un punto de vista con sentido común, provoca un estado mental de debilidad en el paciente [...]". Cuando el objeto es común a varios sentidos, el objeto es de sentido común. Si no hay un objeto de sentido común por la confluencia de puntos de vis-ta, se puede alucinar.

La alucinación, es expresión de la contradicción lógica; no cree lo que ve, pero tiene que creerlo porque lo ve.

Paul, al hablar de la farsa del padre respecto del dinero, supone que no hay nada verdadero y que todo el mundo finge. Sin embargo, el padre está presente en el análisis, no así la madre. Recordemos en este sentido, el apego de Paul a las sábanas -a la madre de tela-, la palabra "fantasma" usada para referirse a la madre, su mutismo hostil y el desgarro desarrollado en el apartado 2.b.

Desmantelamiento de la mente por ausencia materna, visión monocanal (falta la visión de "costado" como dice Paul), retracción narcisista, contradicciones lógicas, son condiciones para suponer que Paul alucina y no lo dice. Alucina por las noches, donde las pesadillas de su hijo justifican su despertar angustiado, y alucinó en el ascensor.

Ahora agregaré algunos comentarios acerca del tartamudeo.

Paul dijo "nn-nun-nuun-nunca". Fonológicamente encontramos dos reiteraciones: n-n y u-u. El sonido de la "u", se repite "uu", como el sonido de una sirena; y remite a los sonidos del llanto.

En cuanto a la "n", su pronunciación requiere la lengua se ubique en la posición alvéolo-palatal. Para chupetear el pezón, la lengua del bebé debe ser puesta también en posición alvéolo-palatal, lo que crea el vacío necesario para que llegue el líquido. En la emisión reiterada de la "n", la posición de la lengua remite al goce en el chupeteo. Un chupeteo en el vacío implica, en cambio dolor psíquico y llanto, (éste se expresa con la reiteración del sonido "uu").

Podemos entonces atribuir a este tartamudeo un monto de dolor mental, e inferir que cuando Paul succionaba el pezón, no había coincidencia entre su accionar y lo que recibía. Quedaba en una masturbación autoerótica.

Hoy, una parte suya reconoce la realidad. Sabe que le dicen mentiras que no son creíbles, a la manera de un pecho vacío. Pero otra parte suya sigue apegada a creer lo no creíble. Lo expresa en el plano del síntoma, a través del tartamudeo. Así queda manifiesta su ambivalencia. Un paso adelante. Un paso atrás. Esto requiere del analista un trabajo intenso sobre las repeticiones. En fin, que el tartamudeo tiene que ver con el dolor de ver todo esto; su vacilación entre mantener el pacto de silencio familiar que a él le produce efectos, o sustraerse de ese pacto. Es un conflicto, no sólo con su familia, sino en su relación con la vida, con su análisis y conmigo.

La palabra "distrajimos" tiene un doble valor. Se ha "distraído" dinero, pero también se han distraído o desviado el pensamiento y la atención. En el campo transferencial puedo observar dos cosas: la contradicción lógica "dinero en tránsito", etc.) y un intento de desviarme la atención.

Comienza hablando de un desperfecto (ascensores, oscuridad, luz) y luego habla del dinero de la familia. Cambia el tema para desviarme, con una etratagema semejante al "llanto del padre", que es una farsa. Frente a las contradicciones y a la imposibilidad de huir porque todo es mentira, ¿qué posibilidades quedan donde está la verdad?...

Finalmente quiero subrayar que no por azar empleó dos verbos, "pienso y siento". Cuando lo que piensa es verdad, puede sentir. (Las consideraciones teóricas acerca del sentir están escuetamente desarrolladas en el apartado 2.b, "la retracción narcisista").

Había dicho que por momentos su voz es más firme y modulada. Cuando me escucha, se siente como un paria; desnudo sin los disfraces. Recurre entonces a la voz impostada y ficticia como un disfraz del mutismo, mutismo equivalente a la invisibilidad. Habla con una voz que no es suya, que es como no ser él; me hace creer que habla pero no habla, y así, con voz ajena expresa su odio a mi persona y a su propia voz, por salir del silencio retraído.

La profusión de silencios, es expresión del vacío, del hueco psíquico...No hay vivencias...No hay ideas. Y ahora que escribo las sesiones, y puedo releer las secuencias, estoy más convencido de que lo esencial quedó encubierto: la luz, la oscuridad, el pánico, terrores, las probables alucinaciones..

2.d. La contratransferencia. Desencuentro empático. El problema de los números.

Diez de enero. Paul no me pagó aún los honorarios de diciembre. Hemos convenido que mis vacaciones son en febrero. Pero dice que no quiere pagar por los quince días de enero en que él estará de vacaciones. Este no es un hecho inusual. A veces es para mí fuente de angustia y preocupación. Ocasionalmente me produce cefaleas o insomnio que puedo ligarlas a la conflictiva de Paul.

Con el manejo en el pago de los honorarios, Paul intenta transformar en activo lo que sufre pasivamente. Yo como él no existo. No me considera. Me suprime de su mente; tal como él es suprimido de su familia. La cefalea corresponde a un dolor instilado en mí; trata de quedar inscripto en mi memoria de manera dolorosa, por medio de números y cuentas. Es la marca muda de su ausencia.

El dolor necesita un interlocutor, y lo más sutil del dolor es cuando no se lo encuentra al interlocutor, o peor, cuando se lo encuentra y uno se siente rechazado. Este dolor corresponde al momento en el cual en el otro (este otro de cuya mente Paul depende) puede aparecer un brote alucinatorio o delirante, y que amenaza con hacerlo desaparecer. Es la posición de un bebé, a merced de una madre psicótica y que tiene que despertar para no ser muerto. Paul está en la situación de ser un personaje de una pesadilla ajena, de la cual no puede sustraerse. Y está dependiente de que el otro salga de su pesadilla o de su delirio. La dependencia entonces lo pone a merced del brote asesino del delirante, o de que éste se vuelva cuerdo. Debe permanecer insomne y vigilante. El paciente que atendí antes de venir Paul, es un autista; con su discurso monótono, chato, adormecedor, inoculante que me produce sueño pero que no me deja ni dormir ni pensar. Después vino Paul.

El otro aspecto del dolor, puede vincularse a este otro paciente autista, que se infiltró dentro de Paul. Mejor dicho, es Paul que dejó entrar al otro. Este otro es la parte autista de Paul. Frances Tustin (1977) señala que el dolor del autismo es mudo y no pensable.

En la sesión del día siguiente me dice Paul: "Le voy a contar algo de mi sexualidad. Yo no tengo sexualidad. No veo la diferencia entre hombre y mujer. ¿Vió como hacen los animales...por ejemplo los perros...que son putos y les da lo mismo?...A mí, mientras sea un agujero...me da lo mismo." (Freud en "Lo Inconciente" (1915e), pág.197 recuerda a un paciente esquizofrénico que dice "[...] unagujeroes un agujero [...]").

Comentarios teóricos.

-Desencuentro empático. Toda ésta sesión no puedo dar crédito a lo que estoy escuchando. Como si fuera un paciente diferente, o a mí se me hubiera descorrido un velo respecto a él. Me produce un efecto de confusión, se confunde con otro dentro de mi mente. Entre Paul y el autista de la hora anterior, ¿Tal como en la mente de la madre?, en la que Paul podría estar confundido con algunos de sus hermanos.

Muchas veces no encuentro el camino para entenderlo. No sé cuando habla con voz impostada y ficticia como disfraz del mutismo o cuando es sincero. ¿Cuanto de sus mentiras, no tienen que ver con las singularidades propias de la cosmovi-sión de su grupo de origen, diferente al mío?

Si le creo que me dice la verdad y luego descubro que sus argumentos son falsos, me siento torpe. Si no le creo, me siento culpable. Si le interpreto sus máscaras, me reprocho mi actitud "sádica" al desnudarlo.

Freud trabaja en dos oportunidades el problema de la empatía vinculada al Hombre de los lobos. En la pág. 70 (op.cit), dice "[...] Nada cambiaba y no se hallaba ningún camino para convencerlo [...]", y en la pág. 95 agrega que "[...] Ciertas peculiaridades personales, un carácter nacional ajeno al nuestro, volvieron trabajosa la empatía [...]".

-El problema de los números.

La libido antes de migrar a las zonas erógenas, tiene su primera localización en los órganos. Hablamos entonces de una posición pre-oral intrasomástica. En éste momento evolutivo la exterioridad que corresponde al aparato mental es la rítmica y se liga a los ritmos pulsionales, (D. Maldavsky, 1992). Cuando en las primeras relaciones objetales se da un desencuentro entre el niño y su madre, se genera un trauma. Este es consecuencia de la asincronía entre los ritmos pulsionales del bebé y las percepciones del exterior. Estas últimas dependen de la madre, quién va regulando con su contacto empático el abrumamiento pulsional del niño y lo protege de los estímulos que recibe del mundo. Los ritmos del bebé aparecen como afecto, y se constituyen por intermedio de la distribución y la frecuencia.

Las percepciones mundanas se transforman de cantidad en cualidad por intermedio del período. Ambos tiene en común el factor tiempo (se dice por ejemplo; tantos ritmos por minuto o tantos períodos por minuto). Freuencias, ritmos y períodos están articulados entre sí por números. Por eso pensamos que el trauma generado por éste desencuentro está marcado por un número. Las personas que han sufrido éste tipo de trauma, corresponden a las personalidades psicosomáticas, y por lo general son sobreadaptadas. Este trauma marcado por un número, se refiere a números mercenarios, que hacen a la contabilidad y no para la identificación. En el adulto se expresa como que hacen cálculos o son objeto de cálculos, y de especulaciones financieras por parte de otras personas. (Maldavsky, 1988.1991c). Esta fantasía generada por el desencuentro original entre los ritmos del bebé y los maternos, produciría en el primero el sentimiento de estar a merced de otros ritmos. Esto se expresa en el adulto como estar sometido a otros, los cuales especulan a su costa, o que sólo lo consideran como una cifra y no como una persona. Temen permanentemente ser sólo un número en la memoria ajena, y tratan de marcar su existencia con actos vinculados a los números, en general el dinero. En la necesidad de dejar una marca de su existencia, lo hacen dejando deudas (como por ejemplo Dostojevski, Freud, (1928b). Aparecen como especulado-res, pero en el fondo están a merced de las especulaciones ajenas.

2.e. El delirio del cual no hablaba.

Paul: "Yo siento que soy uno de esos ani..." (se corrige), "una de esas personas que viven en..."

Analista: ¿Ud. me quería decir animales en vez de personas?

Paul: "Sí, yo me siento como los animales...esos que viven en el agua y en la tierra...que cada tanto tienen que salir a tomar aire...como las focas...soy como esos animales...mi medio es el agua...cuando estoy afuera mucho tiempo me sofoco...Cuando usted habla y me quiere sacar de todo esto, yo siento que me puedo morir. Además, como vivo en un mundo de humanos, tengo que aprender como viven los humanos...y repito lo que dice todo el mundo, según me convenga en cada ocasión."

Analista: (Me siento consternado ante ésta revelación) ¿Usted de dónde cree que nació?

Paul: "¿Usted me pregunta de dónde salen estas ideas?"...(Prolongado silencio).. "Yo siento que nunca nací...no sé si de algo con alguien, o de algo...soy como esos animales sin brazos, que tienen aletas, y en el medio donde mejor se manejan es en el agua. Ahí estoy abarcado, contenido, sentido...Cuando salgo, en el otro medio ya no siento nada...Entonces hay como dos...Uno es Paul, el que vive en el agua, el que está adentro; y cuando salgo soy Pelu...y ahí me falta el aire. Yo no estoy preparado para respirar el aire de los humanos, estoy preparado para el agua. Si todo el tiempo que nos conocemos, usted creyó que se comunicaba conmigo, se equivocó..."

Analista: Ahora que se siente un poco más entendido por mí, me puede decir que estábamos desconectados, pero con disfraz de conexión.

Paul: "Yo hablo como si hablara una persona, yo soy como una especie de delfín...de esos que se comunican con ondas...con radar...estoy disfrazado de hombre...si usted le pescó la vuelta para comunicarse conmigo de esta manera...está bien...si no, no nos podemos comunicar...Ud. no sabe por qué yo muchas veces me distraigo acá...Le voy a decir la verdad...Es para poder reponerme...Para hablar con Ud. yo tengo que traducir las ondas que están en delfinés, a las palabras que hablo con Ud., y de sus palabras al delfinés...Pero es más complicado todavía, porque para contestarle a cada cual, tengo que buscar en mi archivo la respuesta humana que corresponda. La respuesta está en las ondas de delfinés, darle la respuesta en delfinés, y de éste al idioma que me esten escuchando...Calcule que a su vez tengo que cuidar de no darle a cada uno las respuestas de otro, que no se crucen y que no se repitan..." (Silencio prolongado) "Para que se dé una idea de cómo es mi mundo subacuático...le digo...¿Se acuerda de la película 'Apocalipsis Now?...esa de Viet-Nam...?" (Prolongado silencio) "Ese clima de ciénaga, de pantanos, de clima denso e irrespirable, más o menos así es como me siento por dentro, pero peor. En la película estaba ese general loco, creo que era Marlon Brando, que quería matar a todos y que había que liquidarlo... Estos animales se parecen a los fetos que viven en el agua y luego tienen que salir a respirar...Yo no tengo sentimiento de haber nacido...Yo siento que nunca pasé de un lugar a otro...Al salir, siento que me ahogo por falta de aire. Usted para mí es un peligro. Yo no vengo acá para que me cambie. Vengo para seguir tirando...a sobrevivir...Si estoy tantos años es porque acá es la etapa intermedia, entre una vida y otra...vengo acá para seguir sosteniéndome..." (Silencio prolongado) "¿Cómo se llama el bebé que todavía no nació ?"

Analista: No nato.

Paul: "Pero no nato, ¿no es aquel que no nació?, o sea que está muerto... ¿Y neonato qué es ?" (Tiene un acceso de estornudos).

Analista: Paul, a pesar de que Ud. me dice que viene solo porque quiere seguir tirando y encerrado, estornudó. Algo de afuera, el aire, se le mete a pesar suyo. Eso demuestra que Ud. Paul, vive aunque no le guste, y entonces expulsa el aire con furia. (La sesión termina con silencio hostil).

Comentarios teóricos.

Para Paul el origen de una persona y el origen de una idea es lo mismo. Se siente generado por una mente, y no por un encuentro de dos. En consecuencia es un espíritu. En el agua los cuerpos no pesan, son como espíritus, alude entonces a la sensación que tiene de no poseer una masa gravitacional atraída por la tierra.

Freud a próposito del sentimiento oceánico dice en "El malestar en la Cultura", (1930a) p.65 "[...] Un sentimiento que preferiría llamar sensación de "eternidad"; un sentimiento como de algo sín límites sin barreras, por asi decir "oceánico" [...] Nuestro sentido yoico de hoy es sólo un comprimido resto de un sentimiento más abarcador [...] que correspondía a una atadura más íntima del yo con el mundo circundante [...]".

¿Por qué Paul elige un anfibio?, ¿por qué tiene que salir a respirar? ¿Por qué un animal tan enigmático? Cuando Paul me dice que "adentro mío me siento como en Apocalipsis Now," es una referencia a la sensación de fin de mundo y al clima interior tóxico. Pero además me pone sobre la pista de algo que no comprendía. ¿Como puede ser que si es tan "bueno" como un delfín, yo siento muchas veces miedo a su odio asesino, y que me querría matar? ¿Y qué es esto de los estor-nudos? ¿Qué pasa con el respirar?

No respirar tiene que ver con una perturbación en el yo real primitivo. Implica negar a ciertos órganos el status de fuente pulsional, intentando fugar de ésta, como si fuera un estímulo mundano.

En "El Malestar en la cultura" (op.cit.), Freud habla de las técnicas yogas y el particular manejo de la respiración. Las dos fuentes de contacto del ser humano con el mundo son, la respiración y la alimentación. Hay sistemas orgánicos de "doble comando", y el más caracterizado es la respiración. En éste, se respira voluntariamente pero también a pesar de la voluntad. Los delfines tienen respiración voluntaria solamente; y recordemos que Paul se siente más inclinado a la identificación con un delfín, aunque como decía más arriba esto me merece algunos reparos. Los delfines no expulsan el aire (expresado por el estornudo), no instilan -por lo menos eso es lo que se supone- preocupación (como la que Paul me inocula), no tienen deseos asesinos (como la angustia por mi propia muerte que Paul me hace sentir a veces), son amigables, su conformación es grácil, diferente a la de Paul que es obeso, de contextura robusta, casi "cuadrado". ¿Y si de lo que se trata es de una fachada "delfinesca", abuenada, inteligente -qué Paul lo es-, qué esconde por ejemplo a una orca? Una orca ase-sina, que se supone que es traicionera y vengativa, que se comunica por ondas, sale a la superficie y echa chorros de aire. Estas nuevas ideas, se confirman además con la asociación del loco asesino en ese clima irrespirable de la película "Apocalipsis Now". Paul odia los pulmones. Odia el tener que respirar a pesar suyo. El estornudo denuncia que, aunque no quiera, la respiración funcio-na. Estornudando, intenta expulsar el aire, aquello que se le mete a pesar suyo. Es la expresión de su furia por tener que vivir sin que nadie le haya pedido su opinión. Freud, en "Inhibición síntoma y angustia", (1926d), nos dice que ante la perturbación económica por el aumento de las magnitudes de estímulo que demandan una descarga, aparece como reacción la angustia.

Esta reacción en el niño de pecho se demuestra adecuada, puesto que el encamina-miento de la descarga hacia los músculos de los aparatos respiratorios y vocal hace acudir a la madre. Anteriormente, el recién nacido hubo de intensificar la actividad pulmonar con el fin de liberarse de los estímulos internos.

Paul se siente obligado a vivir pero sin una dimensión simbólica que haga humana la vida y la muerte.

El estornudo dice una verdad de otro orden. Habla de un oranismo que reacciona.

Paul puede sostener una lógica con las palabras con las cuales puede tomar decisiones; pero hay otra lógica ligada al cuerpo e independiente de la decisión. Paul, como los delfines, (o las orcas) querría respirar voluntariamente; como éstos, comunicarse con ondas que en él toman la forma del canto. Canto, en donde son más importantes las vibraciones que las palabras. Son la expresión de su añorada identificación con los delfines.

Paul confunde no nacer con estar muerto.

Para Paul, no nato es equivalente a estar muerto. Si él no siente que ha nacido, en consecuencia -para sí- está muerto.

Lo sorprendente es encontrar este estado psíquico enigmático donde domina la falta de positivación de algún tipo. Remite a los estados que P.Sifneos y otros autores norteamericanos describen como alexitimia. (Citado por Joyce Mc Dougall, 1982).

En síntesis. Paul no cree que nació. No cree en su nombre. No se analiza. Dice que no quiere cambiar. Concurre al análisis solamente para mantenerse en un estado de no vida y no muerte, solo para sobrevivir. Pero viene.

Tal vez, ésta persistencia, "para seguir sosteniéndome" como dice él, junto con la aparición de algunas palabras nuevas como "visceral", sean los indicadores de progreso del análisis.

Mi esperanza está puesta en los breves momentos de comunicación genuina conmigo.

3.Resumen.

Este historial desarrolla aspectos de la evolución clínica de un paciente límite "en retracción psicótica sin restitución", con fragmentos psicosómaticos y adictivos. Se transcriben partes de sesiones acompañadas de reflexiones teóricas en cierto paralelismo con el historial freudiano del "Hombre de los lobos". La temática se desarrolla en cinco problemas clínicos.

Estos son: a) La falta de convicción y la dócil apatía. b) El mutismo hostil y la retracción narcisista. c) Alucinacinones no creídas y las contradicciones lógicas. d) La contratransferencia. El desencuentro empático y el problema de los números. e) El delirio del cual no hablaba. Se marcan algunos indicadores de cambio psíquico e hipotésis psicopatológicas para sustentar cada uno de los problemas clínicos.

Abstract.

This communication presents certain aspects of a borderline patient's clinical evolution. The patient is "in psychotic retraction, with no restitution", with psychosomatic and addictive fragments. We transcribe excerpts from some sessions, accompanied by theoretical considerations somewhat parallel to Freud's case of the Wolf Man. The subject is reflected in five clinical problems: a) a lack of conviction and a docile apathy; b) a hostile mutism and narcissistic retraction; c) non-believed hallucinations and logical contradictions; d) countertransference; the lack of empathy and the problem with numbers; e) the delusions he did not speak about. We mention some indicators of psychic change, and we propose certain psychopathological hypotheses to support each one of the clinical problems.

Résumé.

Ce matériel présente certains aspects de l'évolution clinique d'un patient, un cas limite "en rétraction psychotique sans restitution", avec des fragments psychosomatiques et de toxicomanie. Nous transcrivons en partie quelques séances, accompagnées de réflexions théoriques qui évoquent l'Homme des Loups de Freud. Le thème se déploie en cinq problèmes cliniques: a) le manque de conviction et l'apathie docile; b) le mutisme hostile et la rétraction narcissique; c) les hallucinations non crues et les contradictions logiques; d) le contretransfert, l'absence de recontre empathique et le problème des nombres; e) le délire (fantasme) dont il ne parlait pas.

Nous signalons certains indicateurs de changement psychique et nous avançons quelques hypothèses psychopathologiques comme base de chacun des problèmes cliniques.

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Palabras clave.

Vacío interior. Contradicciones lógicas. Dinero en tránsito. Retracción sin restitución.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 9 - Julio 1999
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