Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Conversaciones (II) con Jean Laplanche
Jean Laplanche
Conferencia dictada el 25 de octubre 1997 en el Hospital de Niños R. Gutiérrez,
La Plata, Argentina como invitado al Seminario de
Silvia Bleichmar
Texto establecido por
Ariel Viguera

Les agradezco vivamente esta recepción tan cálida. Las distancias actualmente son cortas en el mundo y sé que de manera casi permanente mi pensamiento se encuentra utilizado y, como yo digo, trabajado especialmente en Buenos Aires y especialmente en este seminario. Vamos a tener un momento de trabajo en común, y por mi parte estoy completamente abierto a las preguntas de ustedes y ciertamente no tengo respuestas para todo pero tengo algunas cosas que decir, un poquito sobre todo.

(Palabras de Silvia Bleichmar pidiéndole que empiece comentando lo que planteó en la conferencia del jueves 23/10 en la UBA).

Bueno, es una fórmula que se me ocurrió mientras hablaba, y que les comento a continuación, tiene que ver con la relación entre lo adquirido y lo innato.

Mientras que se tiene tendencia muy naturalmente a decir que en todo ser viviente está primeramente lo innato y luego adquisiciones a partir de eso innato; o incluso modificaciones importantes a partir de eso, el descubrimiento freudiano sobre la sexualidad infantil nos lleva a dar vuelta esa fórmula en el tiempo de desarrollo del individuo, y decide que para el ser humano lo adquirido está antes que lo innato. Evidentemente había que pensarlo, bueno se me apareció así y creo que es una fórmula esclarecedora en cuanto al pensamiento freudiano y a lo que yo mismo he desarrollado sobre la sexualidad. Esta fórmula tiene el interés primordial de no negar de ninguna manera la esencia de un sexual innato, pero sí tener en cuenta que ese sexual innato no se desarrolla, emerge sólo en un momento relativamente tardío del desarrollo del individuo, en un período prepuberal y puberal, con por supuesto las conocidas modificaciones fisiológicas y anatómicas, y con la aparición podríamos decir del instinto sexual. Pero ese instinto sexual no encuentra el terreno virgen porque ese terreno fue completamente ocupado mucho antes por una sexualidad adquirida. Justamente la sexualidad infantil descripta por Freud y con la que intenté dar una Teoría de la Seducción Generalizada, una sexualidad de la cual no hay ninguna razón para pensar que esté provocada por un desarrollo interno físico, hormonal, fisiológico. Creo que sería absolutamente vano pensar que se pudiera alguna vez encontrar o descubrir un desarrollo hormonal en la base de eso que llamamos sexualidad oral, anal, etc. Sin embargo la idea de adquisición no es una idea antibiológica; es una idea sí antigenética, quiero decir que cabe distinguir en todo ser viviente lo biológico y lo genético, lo cual significa que la sexualidad infantil no es menos biológica, no está menos inscripta en el cuerpo, tanto en los órganos del cuerpo (justamente las zonas erógenas) como en el sistema nervioso; pero lo importante de esta actividad biopsíquica es que no está predeterminada por un determinismo genético. Yo creo que lo importante en esta fórmula si queremos repensar la cuestión puberal es que el terreno ya está completamente ocupado cuando llega la sexualidad genital al punto de que es la sexualidad genital la que tiene que darse su lugar y que evidentemente no puede hacerlo como si el terreno estuviera virgen como en la mayoría de los animales. La sexualidad adquirida del cachorro humano no es una adquisición por simple transmisión, es una adquisición muy compleja; es decir que no es simplemente la madre o los padres quienes transmitirían psicológicamente su sexualidad. Entre la sexualidad de los padres y la del niño hay una serie de procesos psíquicos o biopsíquicos que yo intenté resumir con la palabra traducción, pero además la sexualidad infantil no es la traducción de la sexualidad adulta sino un resto de eso que no puede ser traducido en los mensajes adultos. De modo tal que no se puede pensar simplemente que el inconciente del niño es el inconciente de los padres. Quiero decir que ese fue un tipo de fórmula que en cierto momento tuvo curso, a partir de Lacan y pienso también en Maud Mannoni. Bueno tenemos acá entonces este esquema que yo los invito a trabajar, como toda fórmula hay que trabajarla ...

(Se abre la posibilidad de formular preguntas a los asistentes)

Pregunta: Yo quería preguntar por el Yo, por la teoría del yo sobre la cual Laplanche habla en sus "Nuevos Fundamentos" cuando señala que la creación del yo está indisociada de los tiempos de constitución de la represión originaria. Laplanche trabaja el modelo de la vesícula de "Más allá del Principio de Placer" y quería preguntarle por una expresión que utiliza y que es: Envolturas del yo. Por un lado, cuál es el alcance conceptual de esta expresión, y en función de eso también le quería preguntar si considera usted necesario diferenciar esta conceptualización de otras conceptualizaciones del psicoanálisis contemporáneo como son las de "yo-piel", o "envoltura psíquica"...

Es una excelente pregunta, que debería hacerme trabajar. Volví a pensar en eso últimamente a partir de un mensaje que recibí en internet. No es que yo sea fanático de internet, no trabajo para nada de esa manera simplemente porque escribo a mano, pero uno de mis últimos artículos que apareció en el Internacional Journal fue sometido a discusión justamente en Internet y eso me llevó a repensar, reformular para mí la cuestión del yo. Es decir con respecto a su creación y su evolución en el pensamiento de Freud; corremos el riesgo de que esto nos lleve muy lejos pero vamos a tratar de hacerlo corto. Hay un momento del pensamiento del yo en Freud que es para introducir el narcisismo. Ese momento fue fijado y desarrollado por Federn, y luego a continuación Federn siguió desarrollando la teoría del yo a partir del narcisismo, y cuando tomaba la palabra, Freud decía que no entendía nada de lo que este le decía, quiere decir que verdaderamente había evolucionado a partir de allí. Pienso que no evolucionó en un sentido demasiado favorable, quiero decir que evolucionó cada vez más hacia una concepción del yo que hace de él una instancia racional, de gobierno, de conocimiento, etc. Esto resultó luego en Hartmann un desarrollo como el siguiente: la idea de que el narcisismo es una investidura del yo, lo que es una falsa idea porque el sujeto cognoscente no puede ser distinguido, y habría que distinguir una instancia que se llamaría el self, que esa sí estaría investida y sería primero un lugar de identificación y luego un lugar de investidura. Siempre pensé y dije que la distinción de un self era una manera de desembargar al yo, es decir de guardar un yo muy puro, muy racional que no estaría afectado por los problemas sexuales, por la investidura. Entonces ahora, un segundo punto si se quiere, creo que referirse al animal (aunque en realidad no podamos decir siempre cosas que no sean fantasmáticas), es útil a pesar de todo. Yo pienso que a priori no hay una idea para pensar que el animal tenga necesidad de un yo; el animal tiene un sistema de percepción-conciencia, es capaz de ciertos razonamientos más o menos evolucionados que le permiten dirigirse y eventualmente habituarse a un medio ambiente difícil, pero no hay ninguna razón para pensar que esto indique un yo separado. Vuelvo entonces a su pregunta para decir que efectivamente para mí al principio no hay más yo que inconciente, y que el yo se constituye para la defensa contra la sexualidad. Por qué es un modelo de envoltura y de vesícula? Aquí yo seguiré siendo fiel, (algunos dirán que demasiado porque muchos discutieron esto) bueno, fiel a la idea del estadio del espejo de Lacan. El estadio del espejo no tiene que ser concebido como la idea de que un niño se mire al espejo. Quiero decir que incluso sin espejo hay un estadio del espejo; ese espejo es el reconocimiento de la forma del cuerpo del otro, y Lacan pensó que esa percepción de la forma del otro, una forma unitaria, y efectivamente con una envoltura, precipitaba -como él lo decía- la formación del yo como, a su vez, una envoltura. Esto no está de ninguna manera puesto en relación con una forma original, mientras que yo sí intenté hacerlo. Y creo que es interesante conservar esta especie de analogía entre la envoltura del otro, la piel del otro simplemente, el otro que tiene una envoltura y un interior y del cual toda la biología consiste en conservar una homeostasis. Una envoltura sometida a agresiones y si las agresiones son muy fuertes podemos decir que el cuerpo se vacía en lo externo. Entonces conservarlo más que como un simple modelo para nosotros; pensar que es una especie de modelo "real" en la constitución del yo y en la manera en que justamente está sometido a las agresiones. Con la diferencia de que en ese caso la agresión es interna, es decir que se trata de la agresión pulsional. Freud había empleado el término paraexcitación y había puesto esa fórmula que me parece falsa según la cual no hay paraexcitación contra la excitación interna. Pienso precisamente que la envoltura del yo constituye un paraexcitación antes que nada contra la excitación interna. Para volver al animal, él también tiene un paraexcitación que precisamente es un sistema de envolturas y también sus órganos sensoriales, pero está fundamentalmente sometido a las excitaciones externas, mientras que por obra de la represión originaria hay a partir de ese momento una fuente de excitación y traumatismo de origen interno. Bueno esto un poco para justificar esa palabra envoltura y lo que llamé en cierto momento lo biológico-morfismo, es decir que el aparato psíquico se constituye parcialmente sobre un modelo de biología pero de biología cotidiana. Pienso por ejemplo que Anzieu partió un poco de la misma formulación de Freud, que es una formulación que encontramos en "El yo y el ello", donde Freud dice que el yo no es solamente una superficie sino la proyección de una superficie; por lo tanto es un analogon de la piel digamos, pero -sin de ninguna manera querer insultar a mi amigo Anzieu-, su sistema de pensamiento está profundamente desexualizado al punto de que esta función mayor de responder a la agresión sexual (y ustedes ven que yo hablo de agresión sexual para decir que la sexualidad es al mismo tiempo agresión), [no está definida], lo cual nos llevaría al terreno de la pulsión de vida y la pulsión de muerte y por el momento no quiero entrar en eso. Entonces, el yo-piel es una excelente fórmula pero no debe ser desexualizada, bueno, más o menos esto es lo que me viene a la mente.

Pregunta: En el "breve tratado del inconciente" leí que había un primer momento copernicano del niño en relación a su mamá, en relación al otro sexualizante. Me parece que esto es medio contradictorio con pensar la pasividad inicial del niño, es decir usted ayer planteaba que uno puede devenir humano sin madre y sin padre pero no sin esa confrontación inicial que implica el mundo del niño en relación al mundo del adulto en el cual el niño ocupaba un lugar de pasividad.

Tengo dificultad en ver la contradicción. Imaginemos el sistema copernicano: se puede decir que la Tierra gira alrededor del Sol y que la Tierra desde el punto de vista del sistema de gravitación, es pasiva. Eso se traduce como el hecho de que la masa del Sol es tanto más importante con respecto a la de la Tierra que es la Tierra la que gira alrededor del Sol y no lo contrario. Imagínese que aumentara gradualmente la masa terrestre, llegaría un momento en el cual girarían una en derredor de la otra como en una especie de sistema de dos bolas, y si en una experiencia física aumentáramos la masa de la Tierra, sería el Sol el que giraría alrededor de la Tierra. Entonces la idea de una pasividad originaria desde el punto de vista sexual me parece completamente en conformidad con la idea de un copernicanismo inicial, o quizá usted pueda reformular mejor lo que ocurre.

Pregunta: Usted planteó que el niño pequeño despierta en el adulto toda su sexualidad. Nosotros en este Hospital en el equipo de adolescencia recibimos cada vez más consultas sobre padres que abusan sexualmente de sus hijos o hijas. Qué opina acerca de cuál puede ser el destino de esta situación en el niño teniendo en cuenta el concepto de neogénesis?

Lo que usted dice plantea dos cuestiones: por un lado que el abuso sexual en el conjunto es más bien obra de los padres, pero en realidad es una apariencia, habría que ver de más cerca, porque es evidente que el hombre puede penetrar a un niño y que por ese hecho mismo los abusos son más groseramente situables, identificables en la sociedad que los abusos de parte de personajes femeninos. Pienso que hay que poner completamente en articulación la teoría de la seducción generalizada y el hecho extremadamente frecuente y sin embargo no generalizado de la seducción que llamamos abuso, y en primer lugar hay que decir esto: que todo adulto es un paidofílico en potencia y no se trata por eso de culpabilizarlo o de desculpabilizar los abusos violentos pero es necesario que nosotros nos digamos eso cuando tenemos que abordar esta cuestión. Así como debemos admitir que somos todos criminales en potencia y que por lo tanto el problema de la represión de la criminalidad es también el problema de la propia represión de la propia criminalidad. Me parece extremadamente importante para evitar las locuras y las furias colectivas que se apoderan del público ante un crimen monstruoso o ante un abuso sexual impresionante. Hay que tener esto en vista para conservar la cabeza un poco fría con respecto a todo esto. La teoría de la seducción generalizada permite por un lado esta relativización y nos permite también hacernos la pregunta de la siguiente manera: en qué medida en tal o cual abuso sexual (y está toda la gradación en los abusos sexuales y pronto se llegará a decir que una pequeña palmada en la espalda va a ser un abuso sexual) ... La noción que yo introduje, que es la noción de mensaje me parece muy importante para nuestro abordaje de los abusos sexuales. Es decir preguntarnos nosotros en qué medida, y quizá completamente por fuera de la gravedad material del acto, pasa en la relación del adulto al niño algo justamente como un mensaje. Nuestro propio rol es el de no ser justicieros sino tratar de comprender y eventualmente ayudar, y ayudar a los abusados pero también a los abusadores. Esto es lo que tengo que decir, la palabra correcta que buscaba es "acoso" sexual.

Pregunta: Una pregunta en relación al tema del yo. Volviendo a estos dos tiempos que Laplanche plantea de constitución del yo; un yo-individuo o yo-cuerpo, y un yo-instancia. Pensaba también en el tema de la traducción, de las primeras inscripciones donde Laplanche relaciona el signo de percepción al mensaje enigmático y esto que también rescata de Freud del realismo del inconciente, específicamente en relación a la materialidad del inconciente, representaciones y afectos. Lo que me cuesta entender o pensar es el tema de la traducción en el primer tiempo de creación del yo, o sea en el yo-cuerpo, donde todavía no hay un yo-instancia con la capacidad de ligar representaciones y afectos. Cómo sería el tema de la traducción en ese primer tiempo de creación del yo?

Tengo en mente un esquema que está en los "Nuevos Fundamentos" respecto a esto. Yo no hablo tanto de yo-cuerpo, pienso que hay un individuo-cuerpo, y como lo decía recién me parece que el animal sigue siendo un individuo-cuerpo, lo cual no impide, una vez más, desarrollos considerables. Bueno, la manera en la que yo me figuro las cosas es que a nivel de ese primer individuo-cuerpo los mensajes del adulto no son traducidos sino que se encuentran como almacenados para una traducción posterior y pienso que cuando comienza a formarse el yo es cuando comienza a haber traducción, lo cual me permite enganchar con mi respuesta de recién. El yo no está solamente hecho de una forma y de una envoltura, muy pronto el yo adopta códigos de traducción que son primero códigos muy simples que son a su vez retomados ellos desde procesos fisiológicos, y que le permiten figurarse lo que ocurre. Si ustedes toman las dos teorías sexuales infantiles que Freud desarrolla en el artículo que lleva ese nombre, está la teoría cloacal según la cual el enigma de la llegada de una hermanita o un hermanito es traducida por el mero proceso de expulsión que conoce el niño, y que es precisamente la expulsión anal. Ustedes ven que lo que yo llamo código es muchas veces un código muy material, la segunda teoría que es la teoría de la castración es una teoría sin dudas mucho más tardía, mucho más elaborada y al mismo tiempo deberíamos decir que es mucho más perniciosa. Puedo continuar un poco sobre la castración: bueno, ahí Freud hace una especie de pase mágico increíble: en su texto "Análisis terminable e interminable" dice que todo análisis tanto de un hombre como de una mujer termina por chocar con el complejo de castración, por un lado por la envidia de pene y en el hombre con el rechazo de la feminidad. Y dice Freud que esa es la roca, el lecho de piedra, que es un término en alemán bastante difícil de entender y que es un término geológico, quiere decir que cuando se descienden las capas sucesivas hay una especie de roca última que es una base y que no se puede tocar. Digamos que en arquitectura hay algo de ese género, el arquitecto busca el lecho de piedra para llegar a poner los cimientos de un edificio. Entonces para Freud la castración, ese lecho rocoso, es el lecho de lo biológico. Quiero decir que es una afirmación extraordinaria que viene a decirnos que el complejo de castración está fundado en la biología. Cuando más de una vez él ha descrito el complejo de castración, lo puso en relación con un hecho visual que es un hecho de falsa reflexión debida al hecho de que la especie humana pasó a estar de pie; quiere decir que en el animal los dos sexos, femenino y masculino, son visibles y que hay una parte externa también del sexo femenino, y que es a partir del momento en el que el ser humano logra ponerse de pie que se desarrolla esta ilusión según la cual uno de los dos géneros tiene un órgano sexual y el otro no lo tiene. Bueno, en cuanto al hecho biológico en primer lugar es un hecho anatómico lo cual es completamente distinto y por otra parte Freud en el mismo texto dice una fórmula mucho más interesante según la cual la anatomía es el destino, la anatomía no es la fisiología ni mucho menos la biología, y sobretodo si se trata de una anatomía perceptiva, falsa. La anatomía de los anatomistas no dice que solo los hombres tienen un órgano sexual y las mujeres no, es una anatomía perceptual ilusoria. Esto no impide ese complejo de castración, no tiene la necesidad de estar fundado en la biología como para tener una influencia extraordinaria sin duda negativa pero también positiva porque en cierto modo introduce la noción de presencia-ausencia y podemos imaginar que el inmenso desarrollo del sistema binario a partir de la civilización occidental es decir cero y uno -hablaban recién de internet- y bueno, todo esto se desarrolla a partir de una base perceptiva según la cual se puede clasificar a los seres humanos en los que tienen y los que no tienen pene. Y no "este tiene pene y este tiene otra cosa", y vean ustedes que aquí está algo que podemos llamar un código de traducción puesto que se supone que este código da razón de la diferencia de sexos, porque Freud con su pequeño paciente Juanito elaboró una teoría según la cual todo el género humano al principio tenía un pene y que a una parte de ese género humano se le cortó el pene. Esto permite a la vez tener muy en cuenta esta noción de código, reconociendo a la vez su pregnancia, sus consecuencias pero también su carácter ideológico, lo cual no quiere decir que no hagan falta ideologías para vivir.

Pregunta: Estos códigos de traducción primitivos, se pueden ligar a lo que Rosolato llama significantes de demarcación?

Rosolato es un amigo muy muy cercano y he discutido muchas veces con él y nunca acepté esa asimilación, aunque él la anhela. Para él, si entiendo bien, los significantes de demarcación son incapaces de entrar en un código, creo que los considera como puramente analógicos, toma justamente el código castrativo, es quizá en parte analógico y está en el origen de todo el sistema digital, lo cual quiere decir que todos nuestros discos láser funcionan sobre el complejo de castración! Hasta que se pruebe lo contrario no voy a aceptar tal asimilación. Creo que Rosolato le da una gran importancia a la distinción verbal no-verbal mientras que yo pienso que puede haber códigos no verbales ya muy elaborados y que hay sin duda transiciones entre los códigos verbales y no verbales.

Pregunta: Mi pregunta apunta un poco al concepto del realismo del inconciente y sería preguntar qué grado de contradicción o de discusión se plantearía entre pensar el realismo del inconciente y la idea de pensar el inconciente como perteneciente al acto de lo trascendental en el sentido de Kant en el sujeto.

Aparte de no ser yo un adepto a Kant en este punto, quiero decir que pese a todos los esfuerzos de Kant las fronteras entre sujeto empírico y sujeto trascendental son a veces mucho menos nítidas de lo que él quiere que sean, y en algunos discípulos de Kant se llega a mantener al sujeto trascendental sacándole retirándole todo carácter de sujeto, es decir que entonces se convierte en una posibilidad lógica, bueno cierro este paréntesis para decir que parea mí el inconciente no está de ningún modo emparentado con el sujeto trascendental. En primer lugar porque el inconciente no es un sujeto y porque el inconciente no tiene sujeto, lo cual está completamente opuesto a Lacan, y que más bien lo sitúo del lado de las representaciones de cosa, es decir una especie de depósito pero designificado de restos de comunicaciones mal traducidas pero necesariamente mal traducidas, quiero decir que no es culpa del traductor. En cuanto a la idea de contradicción, en realidad es completamente opuesta a la idea de inconciente; me figuro el inconciente cono algo donde la contradicción no existe, lo cual no responde a algunas de las descripciones que Freud dio al respecto o de las reflexiones que hizo del ello, que son válidas para el inconciente reprimido, de modo que por ejemplo el complejo de castración que podríamos decir que es el paradigma mismo de la contradicción, que puede ser reducido a la oposición lógica presencia-ausencia, por definición diría, pero también por experiencia, yo debería decir que no hay idea de castración en el inconciente. Es notable que Freud utilice este argumento a propósito de la idea de muerte. El rechaza la idea de presencia de idea de muerte en el inconciente, eso en las "Consideraciones actuales sobre la guerra y la muerte", rechaza esta idea diciendo que está totalmente en contradicción -me atrevo a decirlo- con la ausencia de contradicción en el inconciente. Pero es muy curioso que este tipo de razonamientos completamente irrefutables no los haya imaginado para la castración, y mucho menos todavía los continuadores lacanianos.

Pregunta: Usted marcó ayer la diferencia entre mensaje y comunicación, señalando que el mensaje puede existir aun cuando la comunicación no esté dada; cómo pensar en las patologías más graves esta falla o déficit en la estructuración psíquica, caso del autismo, sabiendo que la comunicación no está. Qué pasa entonces con el mensaje? Tomo el autismo sólo como una excusa para desarrollar estos conceptos de mensaje y comunicación como usted marcó hoy la diferencia entre lo adquirido y lo innato.

Mi respuesta va a ser bastante general, sin entrar en el autismo del que realmente no tengo ninguna experiencia importante. Pienso que es importante distinguir entre los defectos de la traducción o los fracasos de la traducción y por otra parte lo que podríamos llamar el fracaso en traducir, es decir que hay, de lo cual vamos a hablar luego, simplemente no hay posibilidad de traducir. Entonces a partir de ahí hay que preguntarse de dónde viene esto, viene del traductor (posiblemente sí) quizá es porque el traductor no sea capaz de asimilar un mínimo de códigos para traducir, pero pienso que hay en la estructura misma de este aprendizaje algo que se plantea a su traducción, es decir al proceso de metabolización. Pienso que uno de los aspectos más fácilmente accesibles porque es menos especializado que los problemas del autismo y la psicosis infantil, es el problema de la constitución del superyo, del que siempre pensé que representaba algo emparentado con la psicosis. No quiero por lo tanto el denigrar ni decir nada malo del superyo ni tampoco nada malo de la psicosis; simplemente pienso que hay tipos de mensajes y que se rehusan a ser integrados a un código más vasto es decir que ellos guardan su carácter categórico como dice justamente Kant. Ustedes saben que Kant decía que el imperativo moral verdadero es un imperativo categórico a diferencia del imperativo hipotético; es muy simple: un imperativo hipotético es "si querés tal cosa, hacé tal otra", es decir "si querés que Dios te ame, rezá por las mañanas", es hipotético porque está sometido a la hipótesis de Dios, lo cual reenvía a cuestiones hasta el infinito, por ejemplo por qué yo debería ser amado por Dios y así sucesivamente. Es la crítica clásica de parte de Kant a la idea del bien y de toda una genealogía, una transmisión a partir de la filosofía griega. El imperativo categórico es aquel que no puede ser incluido en otra cosa, "no hagas esto" y evidentemente a partir de ahí eso no se puede, no deja resto inconciente, y se queda en un estatuto que hablando con propiedad no es el mismo que el de las representaciones inconscientes sino un estatuto aislado quizá algo que se parezca a o que Lacan llamaba forclusión. Este acercamiento entre la psicosis y el superyo es un razonamiento, un enfoque de Freud ya que los primeros desarrollos de Freud sobre el superyo acercan a los imperativos categóricos a los imperativos alucinatorios y de cierto tipo de alucinación verbal.

Pregunta: Quería preguntarle si podía ampliar acerca de los conceptos de lo prepuberal y lo puberal que mencionó anteriormente.

Hablé de prepuberal porque en nuestros días a la pubertad no se la sitúa de una manera tan precisa como la situamos en Freud. Bueno, dejo esto aquí, siendo psicoanalista de adolescentes.

Pregunta: Con respecto a la castración, mi pregunta es si para el hombre o la mujer el tema de no tener los dos sexos, el reconocimiento de la alteridad y de la muerte no es la castración en el ser humano, si no son esas tres cosas, tomando lo que usted dijo, que no se trata de un código visual, se trata de estas tres cosas? Un recorrido conciente a partir de que el yo se desarrolla.

Pienso que el código castrativo es un código visual, la manera en la que Freud explicita la experiencia donde hay fórmulas del tipo "él vio", al mismo tiempo aceptó o rehusó, "vio a la nenita desnuda", es un código de origen perceptivo y ligado a la posibilidad de estar de pie. Pero personalmente estoy bastante opuesto a un ensanchamiento del concepto de castración para hacerlo idéntico a la falta por ejemplo y mucho más si se hace de la castración una especie de sinónimo de la finitud del ser humano. Sin duda el ser humano puede utilizar el complejo de castración para simbolizar su finitud, pero pienso tenemos interesar en conservar a las cosas cerca de su materialidad, porque se trata efectivamente de un código muy material.

Pregunta: En relación a que usted se desprende en cierta forma de la genética y toma el complejo de castración, yo quería ver como piensa usted, cómo lee las cuestiones de la constitución de la identidad femenina y masculina en relación al género y al sexo.

Estimada señora, dije antes de ayer que es un tema que yo esperaba desarrollar a lo largo de este año y probablemente el año no me alcance. Bueno, hay tanto, por una parte hay una literatura importante por ejemplo donde está incluida la literatura feminista, también la literatura antropológica, o por ejemplo un autor como Stoller y pienso que tenemos que empezar a establecer distinciones relativamente claras desde el punto de vista conceptual. Por ejemplo solamente voy a exponer los términos entre género, sexo y sexualidad, digo sexualidad en el sentido freudiano del término. El género por un lado y por otro lado la sexualidad freudiana superando muy ampliamente la cuestión del sexo propiamente dicho. Será para otra vez.

Pregunta: Quisiera si puede usted retomar los elementos o los conceptos en los que fundamenta su idea del realismo del inconciente. Se que esto ha sido desarrollado ampliamente por usted desde el coloquio de Bonneval hasta la actualidad y lo pregunto porque es algo que se ha discutido en el seminario y forma parte de alguna manera del fondo teórico en el cual discutimos y desarrollamos las ideas aquí todos los años.

No voy a retomar toda la cuestión, pero para volver a Bonneval efectivamente, la parte crítica era por así decir una parte avant la lettre antes de que sucedieran las cosas, antihermenéutica. Quiero decir que después de todo Politzer quizá ha adherido a la corriente hermenéutica. Discutí una vez con Schaffer que estaba por completo en la línea hermenéutica y le pregunté por qué no se refería más a Politzer. La crítica, si ustedes quieren es que esas teorías hacen del inconciente un sentido inmanente a leer en los comportamientos y el discurso. A esto, muchos críticos, en primer lugar porque la crítica moderna alguien inclusive como Umberto Eco mostraba de qué manera la obra estaba abierta no a un sentido sino a una multitud de sentidos; lo otro que Freud descubrió no es de este tipo, el no descubrió que había que leer toda una secuencia de comportamientos según un código sino que había que situar en esa secuencia puntos que podemos llamar de intrusión de algo que viene a perturbar la comunicación y que no es otro sentido. Que puede ser asimilado a la irrupción de otro significante. Es cierto que luego se intenta darle un sentido, cuando alguien tiene un lapsus en un discurso, su primera preocupación es la de darle un sentido, no puede dejar libre esta irrupción y ante el público va a ser necesario que encuentre una manera de justificar por medio de sentido ese lapsus. Es evidente que si por casualidad es un psicoanalista y cuenta la historia en lo de su propio psicoanalista, las asociaciones sobre el lapsus van a ser muy diferentes y pasarán por un momento de disociación y no por un momento de construcción más o menos arbitrario. Esto para decir la línea de una crítica de una teoría del inconciente como sentido, por loo tanto la idea de que el inconciente es algo del orden del significante pero más bien de un significante designificado, sin significación y no como si fuera otra persona dentro de nosotros mismos que tuviera también ella su coherencia.

Pregunta: Quería preguntar sobre esta diferencia en relación al sujeto cuando decía que para usted no hay sujeto en el inconciente y si esto es una diferencia con el pensamiento de Lacan. Lo que quería preguntarle es si se trata de dos conceptos de sujeto distintos, o una ubicación distinta del sujeto.

Utilizo muy poco la palabra sujeto, porque le desconfío un poco y porque también muchas cosas se dijeron sobre eso. Creo que simplemente para Lacan sujeto quiere decir sujeto de la palabra, sujeto de la enunciación. Precisamente no se puede situar ni sujeto de la enunciación ni siquiera enunciación en las manifestaciones del inconciente. Es más o menos lo que puedo decir sobre este punto.

Pregunta: Continúo con la pregunta de hoy. El señor Laplanche me contestó haciendo alusión a que en el inconciente no habría ni contradicción ni que se podría pensar en un sujeto, no hay sujeto digamos. Yo no pensaba en estas cosas cuando aludía a pensar el inconciente como perteneciente al ámbito de lo trascendental, sino más bien en el inconciente como condición de posibilidad -si es que así puede entenderse lo trascendental desde Kant- ya sea del lenguaje o del sujeto pensándolo como la oposición conciencia-inconciencia, es decir el inconciente estaría del lado de las condiciones de posibilidad.

Digo que no. Hablar de condiciones de posibilidad aun si uno es un filósofo como Kant es siempre más o menos hablar en términos de función. Voy a ser un poquito grosero, el sujeto trascendental en Kant sirve para algo, es estúpido decir eso, pero al fin sirve para constituir el mundo de la percepción, según las formas y categorías bien conocidas. Y verdaderamente yo pienso que el inconciente no sirve para nada, entonces la tentativa de funcionalizar al inconciente me parece vana, es decir que aquí también encontramos la idea de copernicanismo, otro que es otro, otro distinto de la mera función porque es el depósito del otro humano que más allá de sus funciones aportó lo no funcional, es decir lo sexual, más o menos así.

(Cierre)

Les agradezco mucho por todas las preguntas que me hicieron, que eran todas pertinentes, entonces les pido que trabajen, que no tomen mi pensamiento como un dogma sino como una incitación, y que lo pongan a trabajar también, no me impugnen sino progresen a partir de ciertas formulaciones, en la práctica y en la clínica. Porque es evidente que un pensamiento, como todo pensamiento por otra parte, se junta en algún lugar con la experiencia y tiene que ser puesto en el juego de la experiencia, esta es la lección de la corriente epistemológica de Popper. Bueno, no estoy de acuerdo con Popper, ni tampoco Popper está de acuerdo conmigo, pero pienso que es fecundo pensar la teoría en términos de falsación. Muchas gracias otra vez.

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 8 - Diciembre 1998
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