Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Ha cambiado (de nuevo) la forma de nacer
Sandra Rochel Cabo

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Introducción

"Ha cambiado (de nuevo) la forma de nacer": La OMS reveló que en un estudio llevado a cabo en Latinoamérica, en Argentina, uno de cada tres bebés nace por cesárea. Así nos informa en una nota periodística el diario Página/12 2 al exponer los motivos de este incremento y su actual debate.

Si nos fijamos cómo nacían los bebés hace dos siglos atrás, vemos que la posición vertical tradicional de las parturientas ya se había sustituido por la posición hotrizontal implementada e impuesta por los "avances" de la obstetricia.

A través del tiempo la ciencia médica, ha incorporado muchas técnicas para aumentar la longevidad y a la vez facilitar el trabajo del médico. Dichas técnicas han constituido logros importantes para el avance de la medicina y para la salud de la Humanidad. No queriendo decir con esto que en cada descubrimiento o en cada nueva forma de intervención, se garantice la comodidad y el bienestar psíquico del paciente. Esto lo podemos observar hoy en día cuando nos llega información que habla de un aumento significativo de los nacimientos por cesárea, lo que nos recuerda que para los médicos y las instituciones de salud, los cambios en la forma de nacer, han sido para facilitar el trabajo del médico como sucedió hace dos siglos con la implementación de la posición horizontal. Las mujeres tuvimos que adoptar posiciones incómodas y adaptarnos a los cambios en los estilos de parir. Ahora, la acción de parir, queda de lado, pasa a ser una acción "riesgosa", por lo que se implementan técnicas generalizadas de intervención quirúrgica para los nacimientos.

La cesárea no permite que se corran los riesgos de un parto natural, pero al mismo tiempo no permite vivenciar la experiencia de una madre que trae al mundo a su propio hijo. Entonces, ¿qué es lo que buscan en realidad los médicos y las instituciones cuando se trata de mejorar la calidad de vida? ¿Se quiere realmente conseguir una mejora en la salud integral de las personas, o estaremos pasando por momentos en los cuales los descubrimientos científicos buscan un fin diferente al de promoveer la salud?

Estos interrogantes nos llevan a pensar en el problema, y a explicarlo a través de diferentes razones, las cuales pueden ser analizadas desde varias perspectivas, entre ellas las socio-culturales, siendo esto último el objetivo del presente escrito.

 

La dominación masculina

Las razones que abrieron paso a este cambio científico, social y cultural, se nos fueron imponiendo mediante las instituciones de salud, las cuales para facilitar el trabajo de los médicos y al mismo tiempo aumentar sus ingresos con las prácticas quirúrgicas, exponen los cuerpos de las mujeres al trauma de la cirugía, siendo víctimas nuevamente de un tipo de violencia, esta vez legitimizada por el discurso institucional.

Más allá de toda explicación atribuible a factores económicos; como lo enfocan los medios de comunicación, el fenómeno de los nacimientos por cesárea no se reduce a un simple razonamiento economicista, sino que hace parte de la moderna sociedad patriarcal donde las jóvenes de hoy en día actúan en virtud de un masivo proceso de identificación ante la dominación masculina. 3

Las mujeres se conducen en relación a ciertos cánones de belleza, ideales de pseudoliberación, falsas expectativas de éxito, la ilusión de felicidad, derivados de la condición necesaria, pero insuficiente, del ideal "femenino." Las niñas construyen su identidad incorporando los discursos familiares reforzados a través de los procesos de socialización. Durante los primeros años de vida y desde antes que la niña nazca existe ya una serie de discursos anticipatorios que le otorgan determinados atributos, cualidades y funciones. Estos discursos no solo corresponden a los padres, sino al grupo social en su totalidad. De esta manera, la niña adquiere soportes identificatorios que le permitirán ubicarse en relación a su historia familiar y como miembro de una cultura determinada. 4 Y a medida que transcurre el tiempo, los soportes identificatorios se van complejizando a través de las instituciones, las cuales le permiten establecer al sujeto otras posibilidades de identificación diferentes. Es asi como la escuela, el ámbito laboral, los medios de comunicación masiva, entre otros, le ofrecen a la niña otros modelos de identificación diferentes a los familiares, y de esta forma se posibilitan múltiples identificaciones a lo largo de la vida. El proceso identificatorio es permanente y constante, se encuentra en interacción con el contexto socio-cultural, el cual le aportará al sujeto, discursos, valores, significaciones y modelos para la elaboración de los contenidos de la identidad del yo y de sus planes de vida.5

Entre los diferentes planes de vida, tenemos el proyecto de familia, el cual se construye en función de un modelo tradicional que se rige mediante pautas reglamentadas por el patriarcado. Estas pautas promueven en los miembros de la organización familiar un tipo de cosmovisión que privilegia la existencia de un poder inamovible, legitimado por distintas formas de dominio 6. Las niñas y los varones; a través del discurso familiar, aprenden a incorporar desde muy temprana edad, que el mundo está dominado por los hombres y ell@s a lo largo de sus vidas verificarán y reproducirán tales modelos. La legitimación de dichos poderes cuenta con el aval de las instituciones consideradas éticas e imprescindibles. Si bien, nuestras instituciones desarrollan en sus prácticas diferentes formas de globalización, derivadas de políticas neoliberales, que promueven el capitalismo extremo actual, no es fundamento suficiente para explicar que algunos fenómenos como la discriminación, la dominación o la violencia, son resultado de situaciones generadas por simples motivos económicos. En el artículo "Dólares de parto" publicado por Página/12 el 31 de marzo de 2005, el obstetra Fernando Althabe comenta que una de las razones más influyentes para que se dé el aumento de los nacimientos por cesárea, tiene que ver con el sistema de atención privada de las embarazadas. Ya que el médico "para poder organizar su vida en momentos que para sobrevivir necesita trabajar en varias instituciones, al obstetra le resulta más simple programar una cesárea. Un parto quirúrgico implica menos horas de dedicación que un parto vaginal y muchas veces los obstetras no disponen de tiempo para esperar el trabajo de parto."

 

Más allá del tiempo y el dinero

La correlación entre subjetividad, normativas disciplinarias y Estado 7, que fue característica del modelo de Estado-nación, muestra su agotamiento en las condiciones actuales. Sin una meta-regulación estatal, las instituciones no cumplen la función de ordenación simbólica de producción y reproducción del lazo social ciudadano, porque el estatuto de la subjetividad ha pasado del Estado al mercado, de la totalidad al fragmento, y las operaciones de simbolización también lo hicieron. 8 Ello, afecta la verosimilitud de las interpretaciones que se hacen desde análisis de tipo socioestadístico tan comunes en los medios de comunicación actuales, y, por otro lado, obstaculiza el avance en el conocimiento de la heterogeneidad y complejidad que expresa la estructura social 9.

Es fácil dar una explicación economicista cuando no se quieren visualizar las causas de un fenómeno socio-cultural, como lo es el detrimento de las formas naturales: "la necesidad de mantener esquemas autoritarios y paternalistas sustentados en el ejercicio de una profesión que es esencialmente reparatoria, curativa y consoladora, e imponer el tono y la calidad de enferma a quien está sana y potente " 10. Ir al quirófano, significa aceptar la condición de estar enferma, "si me operan es para curarme." La mujer queda ubicada en el lugar de objeto (paciente-enferma-manipulable), se ve obligada a adoptar una entrega totalmente pasiva y aceptar la imagen de sometimiento al varón. O en caso de ser mujer, entrega pasiva a una imagen femenina sometedora. 11 Es decir, que la relación médico-paciente se da en todo su contexto clínico. La puesta en escena en una sala de operaciones, la utilización de instrumentos quirúrgicos, la aplicación de la anestesia epidural, sustituyen el significado femenino de parir (producir vida), por el de niño-enfermedad. La imagen del niño pasaría a ser una especie de quiste o protuberancia que necesita extraerse para que la madre se cure, "el médico me anestesia para que yo no sienta dolor"; desvirtuándose el rol activo de la madre quien, con su propio cuerpo y a fuerza de las contracciones, trabajaría de forma natural para dar a luz a su hijo. Esta renuncia femenina impuesta por una técnica moderna, determina que la mujer deba depositar todas sus posibilades en el médico esperando que sea él quien realice el parto y no ella. El profesional al hacerse cargo del nacimiento de la criatura, incrementa la omnipotencia de su profesión, lo cual distorsiona completamente las funciones del rol materno, quedando el médico situado en el lugar de un semi-dios que da (o quita) la vida.

 

Una conquista de la modernidad

Esta "Conquista", la de transgredir las leyes naturales, hace parte de un rasgo de la vida moderna, cuyo atributo fundamental es el cambio en la relación entre espacio y tiempo. La ciencia médica incorpora a través de avances técnicos y tecnológicos, nuevas prácticas que agilizarían la capacidad del profesional para salvar vidas, utilizando elementos que permiten pasar, cruzar, cubrir... o conquistar (manipulación del espacio), al mismo tiempo que les permite mayor velocidad (dominio del tiempo). Al trascender los instrumentos naturales de movilidad; es decir las piernas por medios de trasporte artificiales, y al depender la unidad tiempo de la tecnología, se garantiza la atención médica a una mayor cantidad de individuos. "Durante la modernidad, la velocidad de movimiento y el acceso a medios de movilidad más rápidos ascendieron hasta llegar a ser el principal instrumento de poder y dominación". 12 El bienestar de las personas es controlado a través de discursos totalizadores, que se imponen de forma violenta para todos.

Es así como, las embarazadas pasaron a ser objetos de la manipulación obstétrica, sustituyéndose sus cualidades femeninas por los avances de la ciencia, debido a la incorporación de sucesivas experiencias y discursos de sometimiento, y así también el profesional que interviene en esta práctica está atravesado por pautas culturales patriarcales, que se suman al propio sometimiento ante el discurso social dominante. Los discursos sociales e institucionales actuales son legitimados por el Estado, quien a su vez está mediatizado por la implantación económica y política de las reformas neoliberales. En Argentina, este proceso generó un modelo de exclusión, en el cual un alto porcentaje de la población quedaría afectada por una precarización crónica del empleo y el ingreso. 13 El temor que genera esta potencial situación de vulnerabilidad se expande a muchos sectores de la población.

Es decir, que muchos profesionales que todavía conservan su empleo(s) y su(s) ingreso(s), perciben esta situación como de permanente vivencia en un contexto social inseguro y violento, 14 los sujetos podrán ver afectado su funcionamiento integral al resultar victimizados por esta percepción 15 producto de una "cultura de la violencia."

La cultura de la violencia "es aquella en la que se introducen violencia y coerción como elementos constitutivos de un orden por el cual los poderosos, los que disponen de mando y poder intentan mantener y fortalecer su posición superior." 16 Para mantener dicha posición, el Estado requiere que sus habitantes conserven y/o potencien un estado generalizado de individualización, en donde las personas persigan el ideal de sujeto autónomo, independiente y autosuficiente, con el fin de evitar un estado de masificación que pueda llegar a generar otro poder. 17

Pero este proceso de individualización no significa una clausura de las relaciones sociales, el espacio en el que los sujetos modernos deben desplegar sus opciones es cualquier cosa menos una esfera no social.

"Simplificando, que uno "nacía para" la sociedad tradicional y sus imposiciones, como, por ejemplo, el Estado social y la religión. Para las ventajas sociales modernas, en cambio, mas que "nacer", debemos hacer algo, hacer un esfuerzo activo. Tenemos que ganar, tenemos que saber autoafirmarnos en la competencia por unos recursos limitados, y ello no de una vez por todas, sino día a día." 18 Se comprenden, en estos sentidos, la coordenadas de desidentificación demandadas por la sociedad tradicional de bienestar que quedó atrás. Esto demanda una conciencia de rasgos reflexivos, de la posibilidad de tomar distancia frente a las situaciones, de justificar discursivamente la acción.

La transformación cultural no es una cuestión que se agote en la esfera privada, sino que se extiende a las prácticas en un sentido nuevo: los individuos ya no desempeñan un rol determinado por la sociedad industrial tradicional, con lo que la sociedad de las protecciones ha cedido su lugar a la sociedad de riesgo.

Según Beck, 19 la sociedad de riesgo designa la aparición de una dinámica del cambio, en la cual la producción de riesgos políticos, ecológicos e individuales escapan a las instituciones de control y protección creadas en la sociedad industrial. "La sociedad del riesgo no es una opción elegida o rechazada en la lid política. Surge en el autodespliegue de los procesos de modernización que son ajenos a las consecuencias y peligros que a su paso desencadenan." 20

La modernización como proceso autónomo de innovación debe tener en cuenta su deterioro, cuyo reverso es el surgimiento de la sociedad del riesgo, que es, al mismo tiempo mercatilización, es decir, desnaturalización de todo lo que encuentra a su paso.

 

A modo de conclusión:

Los procesos identificatorios son, a las vez, nuevos procesos de sometimiento, ya que los nuevos sujetos deben, entonces, adaptarse a las nuevas formas de vida, las cuales responden a una forma de manipulación forjada en los nuevos procesos sociales, económicos, políticos y culturales que adquieren sus prácticas de poder mediante la institucionalización de discursos violentos - totalizadores, incapaces de cuestionar las nocivas consecuencias del sufrimiento individual.

La crisis de nuestro sistema institucional, comporta a nivel individual y de diversas y amplias franjas sociales, un proceso de mercantilización/desnaturalización de esquemas tradicionales, que conduce al predominio de las técnicas por sobre la calidad de vida y, de forma paralela, a la construcción de discursos mediáticos legitimadores de ello. Si bien el artículo del diario Página/12 mencionado, detenta un tono de denuncia, ésta está construída sobre lo instituído de una lógica economicista, mercantilizadora de lo social, que al inundar cada intersticio y reproducirse, se legitima aún más. Los medios de comunicación, que ya no serían de "comunicación" porque pasan a ser un flujo continuo de información, donde se anula la dimensión espacio-temporal de la comunicación. Sin esta distinción espacio - tiempo sobre la cual se arma cualquier referencia comunicativa, no hay interlocución, ni establecimiento del sentido. La anulación del tiempo en las relaciones de intercambio en la comunicación, entre un mensaje y su respuesta, implican la muerte de la comunicación en sí misma. No hay procesamiento de la información posible en la inmediatez, por lo que los mensajes tienden a seguir la lógica de la persuasión del renunciamiento a la acción que implica la elaboración de la respuesta. El fluido informacional sólo puede producir opinión, actualidad, imagen. No desarrolla la memoria, la conciencia o el saber porque al presentarnos imágenes finales, está impidiendo cuestionamiento, reflexión, pensamiento, crítica. 21

A este nivel sólo se podría hablar de una configuración frágil y precaria sobre una subjetividad informacional débilmente instituida, al producir una disminución sobre los procesos de la conciencia y una inestabilización en la organización psíquica. 22 Los individuos sufren la aparición de estos procesos de deshumanización y como siempre, quienes lo sobrellevan son l@s más vulnerables.

Es en este marco, donde se hace necesario repensar y recuperar de manera crítica y creativa el conjunto de categorías y conceptos a utilizar, pasando de un abordaje fragmentario y simplista de los hechos a la construcción abierta de nuevas respuestas que piensen los fenómenos en su dimensión total.

En una sociedad donde mujeres y hombres construyen su subjetividad, a través de discursos violentos, nos obliga al compromiso ético de denunciar, analizar e investigar procesos, instituciones, discursos, hechos y fenómenos, que constribuyen cada vez más al sostenimiento de la violencia.

L@s más vulnerables, en este caso, las adolescentes y mujeres que se atienden en hospitales y clínicas privadas, deben pensar en sus derechos y elegir, entre varias opciones (no las que se les impone desde afuera), el camino que cada un@ engendrará a partir de su propia concepción de lo humano.

Notas

1 Lic. en Psicología, especialista en Violencia Familiar, UBA

2 http://www.pagina12web.com.ar/diario/elpais/1-49139-2005-03-31.html. El paréntesis es mio.

3 BOURDIEU, Pierre, La dominación masculina. Barcelona: Anagrama, 1999.

4 AULAGNIER, Piera, Los dos principios del funcionamiento identificatorio: permanencia y cambio, en L. Hornstein, comp., Cuerpo, historia, interpretación, Paidós, 1991

5 GIDDENS, A, Modernidad e identidad del yo. El yo y la sociedad en la época contemporánea. Península, Barcelona, 1995

6 GIBERTI, Eva, "Lo Familia" y los modelos empíricos. Comp. Por Catalina Wainerman: Losada/UNICEF, 2000.

7 FOUCAULT, M, Vigilar y Castigar, Siglo XXI, Buenos Aires, 1989

8 LEWKOWICZ, I, Escuela y ciudadanía, en Corea, C. y Lewkowicz, I, Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas, familias perplejas, Paidós, Buenos Aires, 2004

9 FORNI, F. y ANGÉLICO, H. (comps.), Articulaciones en el Mercado laboral, La Colmena, 1998. MENDICOA, G. y VENERANDA, L, Exclusión y Marginación Social, Espacio, Buenos Aires, 1999. ROSANVALLÓN, P, La nueva cuestión social, Manantial, Buenos Aires , 1995

10 GIBERTI, Eva. El parto vertical . Extraído de Cuadernos de Psicoterapia, Vol. 6, N° 2. Buenos Aires, 1971

11 Ibídem, pág. 82

12 BAUMAN, Zygmunt. Modernidad líquida. Fondo de cultura económica, Buenos Aires, 2003. La cursiva es mía.

13 STANLEY, Ruth. Violencia policial en el Gran Buenos Aires: ¿Necesita el Neoliberalismo una Policía Brava?. En MÍGUEZ, Daniel e ISLA, Alejandro. Conclusiones: El Estado y la Violencia Urbana. Problemas de Legitimidad y Legalidad. Extraído de Heridas Urbana: Violencia delictiva y transformaciones sociales en los 90, Ed. De Las Ciencias, Buenos Aires.

14 Contexto violento entendido como la presión económica constante y el aumento de la violencia urbana.

15 CORTÉS M. L., DE ROSA E. Percepción de la victimización y su relación con el trauma psicológico. http://www.estrestraumatico.com

16 GIBERTI, Eva. La cultura de las violencias, vulnerabilidad y victimización: efectos de la discriminación. En Jornada Violencia en la Familia. UCES, Buenos Aires, 2002

17 GRÜNER, Eduardo. El fin de las pequeñas historias. De los estudios culturales al retorno (imposible) de lo trágico. Paidós, Buenos Aires, 2002.

18 BECK, Ulrich y BECK-GERNSHEIM, Elisabeth; La individualización. El individualismo institucionalizado y sus consecuencias sociales y políticas. Barcelona, Paidós, 2003, pág. 40.

19 BECK,U – GIDDENS, A. y LASH, S. Modernización reflexiva. Política, tradición y estética en el orden social moderno. Citado por GIBERTI, Eva en La sociedad del riesgo. Jornadas Clínica en Evolución y la sociedad en cambio, L'Ecole des Annales, Material no publicado en español, traducido por la autora, París, 1977

20 Ibídem.

21 COREA, C. Pedagogía y comunicación en la era del aburrimiento. En en Corea, C. y Lewkowicz, I, Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas, familias perplejas, Paidós, Buenos Aires, 2004.

22 BLEICHMAR, S. Límites y excesos del concepto de subjetividad en Psicoanálisis, en La Subjetividad en Riesgo, Topía, Buenos Aires, 2005.

 

Bibliografía:

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http://www.pagina12web.com.ar/diario/elpais/1-49139-2005-03-31.html

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