Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
El analista y los lazos de trabajo
Marisa Fenochio - Laura Squillario

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"…Es indispensable que el analista sea al menos dos, el analista
para obtener efectos y el analista que teorice esos efectos…"
Lacan, J. (R.S.I.)

"…El inconsciente, es que en suma uno habla –si es que hay hablaser
(parlêtre)- solo. Uno habla solo porque uno no dice jamás sino una sola y
misma cosa –salvo si uno se abre a dialogar con un psicoanalista…"
Lacan, J. (Seminario 24)

Introducción

Este trabajo propone una reflexión acerca del lazo de trabajo en la clínica psicoanalítica y en la actualidad de nuestra practica. Trataremos de pensar qué estatuto tiene para nosotras el lazo de trabajo y relacionarlo con un caso clínico en los inicios para luego plantear nuestra hipótesis.

Desde la perspectiva psicoanalítica, analizar se considera una profesión imposible. ¿cómo formarnos como analistas sabiendo de la imposibilidad de la tarea? Este límite a la vez que pone un tope, nos habilita el camino para pensar el campo de lo posible, y este no es en soledad. Como todo campo conceptual tiene el límite del alcance de sus conceptos. Desconocer este limite (lo imposible, lo exterior, pero como tal constitutivo del campo) es un obstáculo cuyos efectos no dejaran de aparecer.

Nuestra apuesta: los lazos de trabajo.

Entrevistas iniciales y lazos

Marcelo se presenta en la guardia externa luego de haber recorrido algunos hospitales generales donde se descartaron diferentes trastornos orgánicos. Dice que le dijeron que lo suyo es un "Ataque de Pánico".

Está abrumado, describe detalladamente sus síntomas: Sensación de ahogo, taquicardia, miedo a morirse... atribuyéndolo a un consumo de cocaína previo. Esto le sirvió de explicación, explicación que con el transcurrir de los días comienza a vacilar y aparece entonces la insistencia en que le confirmemos: qué es lo que tiene, cuál es su causa, qué tiene que hacer para solucionarlo y que además le garanticemos que no le volverá a pasar.

En un intento de encontrar respuestas apela a distintos espacios y discursos: médico, psiquiátrico, psicológico, psicoanalítico, astrológico. etc. buscando una llave que abra todas las puertas, y que al hacerlo las cierre.

Estos discursos ofrecen distintas soluciones "Felicidad" "Saber el destino" "Curar", tal vez funcionando como un tapón para no confrontarse con lo imposible.

A la lista de síntomas descriptos, agrega uno más, que le hace ruido. Es que algo lo inquieta, algo se presentifica como una sensación de la cuál no puede dar cuenta con palabras, y viene la angustia. No sabe qué es pero describe que se trata de un ruido, un ruido que lo perturba. Dice "es como un zumbido, es un ruido tan fuerte como un silencio". Podemos pensar en la paradoja que implica lo insoportable de este ruido, donde hay ausencia de palabras para decir y se presentifica el silencio, como ese algo que lo perturba. ¿Qué es lo que se le torna insoportable? ¿cómo hacer entrar ese ruido en análisis?¿localiza este sonido del silencio algo de la posición subjetiva?

En medio de este caos ¿puede el psicoanálisis hacer una diferencia?

M. parece decir lo mismo de siempre "... tuve de nuevo todos los síntomas..." , pero aparece una diferencia en el relato, comienza a situar las coordenadas temporo-espaciales. Los detalles comienzan a enmarcarse, sus síntomas aparecen en una escena "...tuve de nuevo el pánico... fue justo después de que presencié una pelea entre mi mamá y mi abuelo...". Relaciona esta escena, a otra ya relatada con anterioridad en el tratamiento, que ahora se enlazan "...me acordé de la pelea que yo tuve hace dos años con mi mamá...no sé qué tendrá que ver, porque esta vez yo no participé, yo estaba mirando..." la analista insiste sobre esta escena, lo cuál lo lleva a un punto en donde se toca algo de la falta del Otro que lo incluye"... tuve miedo de que a mi mamá le suba la presión y... no sé... que se muera..."
Aquí nuevamente la pregunta al analista "... ¿vos decís que por eso tengo el pánico?..." ¿cómo hacer para no responder a ese pedido, pero a la vez responder algo, que haga de señuelo al yo, para, al menos hacer el intento de introducir la posibilidad de iniciar un tiempo para comprender, una pregunta?. ¿Cómo hacer pasar el padecimiento al campo de acción del tratamiento?

Pensamos que es el lazo del síntoma en transferencia lo que se pone a trabajar vía Sujeto Supuesto Saber y lo que posibilita un movimiento de aquello que parece enquistado, fijo, necesario, imprescindible. Como dice Rabinovich en El deseo del analista, cuando habla del objeto pulsional como uno que "deviene como necesario, pero es contingente", entonces si la verdad del síntoma es contingente, puede caer.2

Psicoanálisis y lazos en la actualidad

Para intentar responder la pregunta acerca de si el psicoanálisis puede establecer una diferencia no podemos desconocer los avatares de la subjetividad de la época. La cuestión sería entonces ¿Qué oportunidad tiene de operar el psicoanálisis en nuestra época?

En la actualidad, es importante señalar que si bien la globalización, la técnica, las neurociencias, etc., parecieran brindar respuestas acordes a los síntomas actuales, a la vez que el discurso tecnológico capitalista oferta una identidad, un lugar de nominación, hay en ello un imperativo de goce superyoico, no articulado, autístico, en donde lo que se desecha es el sujeto y esto encaja con el fantasma.

Al respeto dice Marisa Morao "... el neurótico acude al saber hacer de la ciencia médica orientado generalmente por su fantasma, respecto del cual -sabemos- ignora que es motor de su acción. La ciencia al poseer la eficacia del "para todos" en tanto respuesta universalizante, va de suyo con el fantasma... el analizante también cree en el universal, lo que postula a la neurosis como tendencia a dormir..."
Frente a esta tendencia a dormir, pensamos que en el análisis a lo que se apuesta es a que se establezca un lazo de trabajo, esto es poner a trabajar al síntoma. Lo anterior implica considerar al síntoma, ya no desde lo universal sino desde tener en cuenta el deseo de cada uno, lo cuál implica vía deseo del analista ofertar un lugar, alojar lo particular del caso, incitar a que este se enlace en transferencia a la persona del analista.

El síntoma porta un goce autoerótico. La apuesta del análisis es a que el analizante pase a ubicar ese goce en relación con el Otro, vía la transferencia y así el síntoma hace lazo. Aquí radica la originalidad del psicoanálisis en tomar uno por uno, la particularidad del caso y en ofrecerse a un uso también inédito, ya que cada análisis será original en el tratamiento que se dará al síntoma de cada uno. Al respecto Alicia Dongui propone "...Quizás para el psicoanálisis de nuestro tiempo el ofrecimiento consiste en posibilitar que cada sujeto pueda, a lo largo de una cura, ni más ni menos que volver a decidir acerca de su goce... No se trata de técnicas se trata de una posición ética..."

En relación con lo imposible de nuestra profesión C. Schor plantea una disyunción entre técnica y ética situando a esta última como aquello que orienta el trabajo. Asimismo plantea como cuestión principal, algo que difiere de lo que el capitalismo y la globalización exigen, es decir no apunta a la estandarización de la practica (como algo automático e idéntico para todos los casos) en donde no se toca lo real, sino a lo singular de cada caso en cuanto a su modalidad de articulación de la satisfacción pulsional.3

Ana Ruth Najles 4 menciona la cuestión de aquello que el mercado global exige: para todos el mismo goce, en donde estaría excluida la diferencia.

Pensamos que dentro de la gran variedad que ofrece el mercado de la salud mental, el psicoanálisis a través de la producción de los analistas y en una posición ética puede operar, pero no como una técnica universal igual para todos o un manual estadístico sino alojando la particularidad del caso propiciando que el analizante pueda establecer un lazo de trabajo inédito en transferencia.

Quizás esta sea una de las apuestas de la inserción del psicoanálisis en el hospital.

Lazos de trabajo y el analista

¿Por qué nos parece importante plantear el tema del lazo de trabajo en la formación del analista?

En el caso planteado la analista, frente a las dificultades recurre a diversos espacios que pueden advenir como lazos, que permita operar, que hagan posible el trabajo: Supervisión, Análisis personal, Reuniones con el resto del equipo tratante, Discusión Clínica con colegas, escritos acerca del paciente, rastreo bibliografía etc.

Nuestra hipótesis es que así como el sujeto es un efecto, algo a advenir vía la transferencia, el analista en el acto analítico no es un a priori, sino que se efectúa vía los lazos que establece y la producción que de ello resulte, con lo cuál: el analista no es sin el lazo de trabajo.

Si retomamos la cita de Lacan en donde nombra al analista como al menos dos, pensamos que al decir dos, se refiere a dos momentos lógicos, el del acto y el de la teorización de los efectos, pensamos que el primero alude a un momento en donde el analista está sólo, y que plantear el segundo momento podemos articularlo con todo aquello que queda "por fuera del acto", que introduce un tiempo para comprender, y es este tiempo que pensamos se incluye en la práctica vía el lazo de trabajo.

Existe una fantasía común en algunos analistas y es la idea del consultorio, diván y el atender sólo con el paciente. Cuestionamos la idea de considerar únicamente la soledad del analista en el acto, ya que esto empobrece la clínica y tiene resonancia en la manera de posicionarse frente a un paciente.

Pensamos que la frase de Lacan "Las resistencias son del analista" en parte se debe a esta soledad. Asimismo la apertura a dialogar con el psicoanalista implica el lazo, y lo que, según Szwarc implica ir más allá del inconsciente, que es infinitud, que resta al Otro, que dice siempre lo mismo 5

Retomando a Freud en relación a lo que pareciera ser una profesión imposible, la del analista6, inferimos que para poder abrir un margen de posibilidad no puede faltar este segundo momento lógico que implica los lazos de trabajo que se arman por fuera la sesión y que es a partir de ahí que el analista puede prestarse a un uso, es decir estar disponible a dejarse usar, manipular por el analizante, para poder permitir ahí donde había un síntoma, un goce autoerótico que resta al Otro, que este entre en análisis, lo que sólo puede realizarse en los inicios de un análisis si como dice Miller, J. se "hace nacer" el espacio del Otro.7

Conclusiones

En nuestra práctica cotidiana observamos que es común entre los analistas el darle un lugar de importancia, fundamental en su trabajo, al momento del acto analítico. Consideramos que, desde una posición ética es necesario incluir los lazos de trabajo en la formación del analista, como un momento que, de no ser tomados en cuenta acarrearía como consecuencia una deformación de la formación del analista y su práctica en algo cuyo ideal es la soledad del consultorio. Percatarse de esta posición ética acarrea en el analista una responsabilidad, en tanto como afirmamos con anterioridad "el analista no es sin sus lazo de trabajo".

Notas

1 Este trabajo fue presentado en las Jornadas de Residentes en Salud Mental de la Ciudad de Buenos Aires 2005, en la categoría "Formación".

2 Diana Rabinovich El deseo del psicoanalista, Págs. 35 y 36 "...En conclusión, el problema del deseo del analista es inseparable, primero, del lugar de causa y, segundo, del valor de verdad como contingente. El proceso de análisis permite descubrir una contingencia de ese sujeto: qué fue él específicamente para el deseo del Otro. Esta contingencia implica que esa verdad, terminado el análisis, es una verdad que por ser contingente puede caer; es una verdad con la que se puede bromear. Asoma el humor que es solidario de la contingencia de lo verdadero, de la pérdida de la necesariedad, de la Ananké del sujeto. Final irónico como respuesta a esa pregunta inicial, tan frecuente en análisis ¿quién soy yo?..."

3 Clara I. Schor-Landman "Temas de Interconsulta" Págs. 74, 75: "… Freud coloco a nuestra practica entre los imposibles. Lo argumenta a partir de lo irreductible de la pulsion que, junto con la prepotencia del Superyó, constituyen los pilares de la practica clínica. El problema crucial es la forma singular (y, por lo tanto, sin estándar formulable) en que cada sujeto esta articulado con su satisfacción pulsional y como un análisis puede producir rectificaciones, saberes y cambios en la posición del sujeto en su relación con esa satisfacción pulsional que lo empuja a sufrir… La consideración del concepto de pulsión no admite que nuestra práctica sea solo una técnica. Las técnicas pueden abarcar los problemas posibles y necesarios; pero se tornan inútiles cuando penetramos en el territorio de lo imposible y las contingencias…"
Agrega en la Pág. 76 "…Entonces, en una lectura retrospectiva de Freud orientada por el escrito de Lacan, podemos decir que, si se trata de un promedio entre el acto del analista y sus efectos, queda abierto un espacio entre lo que sabemos y lo que no sabemos en cada caso para situar problemas, producir preguntas e inventar respuestas. Resulta evidente que, con consejos y promedios, no podemos descansar como en la técnica (automática e idéntica para todos los casos). Si damos un paso mas, sabemos que estos "trabajos técnicos" de Freud se los puede llamar "trabajos éticos, porque la ética existe en la medida que no sabemos todo (a diferencia de la técnica que se aplica con "todo" lo que sabemos). Por esta razón, los analistas nos orientamos en la perspectiva ética: el Psicoanálisis esta en disyunción con la técnica; por lo tanto carecemos de estándares y manuales..."

4 Ana Ruth Nalguees, Articulo ¿Por qué la violencia?: "…Sabemos que en la actualidad la ciencia, por su ideal de universalidad, con su brazo tecnológico fomenta el mercado global. Esto es lo que hizo que J. Lacan postulara su concepción de "el niño generalizado" como el producto del mercado global: para todos el mismo goce. Esto implica la segregación de lo diferente y, por lo tanto, del ser hablante, ya que cada ser hablante es singular. Nos encontramos, entonces, con el imperio del individuo como objeto de consumo del mercado, es decir, en los términos de Lacan, como objeto plus de gozar, como gadget…"

5 Dice Silvia Szwarc: Los Usos actuales de la clínica Pág. 199 "... La dirección que plantea ´L´insu´ es ir más allá del inconsciente. Este inconsciente que Freud plantea como interior, como endopsiquismo. Del lado del inconsciente, hay infinitud. El psicoanálisis es definido como demarcación. Se trata de situar lo que es la salida, y esa salida está planteada como pregunta: ¿se trataría de identificarse al inconsciente?, la respuesta de Lacan es clara, no lo creo. El inconsciente resta, no digo eternamente, nos dice, resta el Otro. Luego por ese lado no hay salida. La identificación al inconsciente no extrae consecuencias de real..."

6 Freud, S: Análisis terminable e Interminable, Pág. 249 "... Detengámonos un momento para asegurar al analista nuestra simpatía sincera por tener que cumplir él con tan difíciles requisitos en el ejercicio de su actividad. Y hasta pareciera que analizar sería la tercera de aquellas profesiones .´imposibles´ en que se puede dar anticipadamente por cierta la insuficiencia del resultado. Las otras dos, ya antiguo consabidas, con el educar y el gobernar..."

7 Miller, J. Los signos del goce, Pág. 115 "… el sujeto manipula al Otro. No deberíamos olvidar que la experiencia analítica muestra que la posición del Otro, por mas amo que sea, surge porque el sujeto hace nacer en otro al Otro…a ese Otro que tiene la omnipotencia de la respuesta el sujeto lo manipula y, radicalmente, lo hace nacer. Hace nacer ese espacio del Otro que lo incluye a el mismo…"

Bibliografía

Donghi, A. "Innovaciones de la práctica. Dispositivos clínicos en el tratamiento de las adicciones" Editorial Grama. 2003

Freud, S. "Análisis terminable e Interminable"Obras Completas. Volumen XXIII. Punto VII. Amorrortu editores. Buenos Aires.

Miller, J. A. "Los signos del goce" Editorial Paidós. Buenos Aires 1998.

Morao, M. y otros "Usos actuales de la clínica" Editorial Paidós, Buenos Aires 2001. Cáp. Extraterritorialidad del discurso analítico. "Dar lugar al síntoma" Pág. 86

Najles, A. Articulo "¿Por qué la violencia? Pagina Web: http://www.eol.org.ar/virtualia/012/default.asp?notas/najles-01.html

Rabinovich, Diana "El deseo del psicoanalista" Editorial Manantial. 1ra. edición 2004. Buenos Aires. Cap.1 "El deseo del psicoanalista y la ironía socrática" .

Schor-Landman, C. "Temas de Interconsulta" Editorial Galerna. Buenos Aires. 2004. Cap. "Que orienta a los analistas?

Szwarc, Silvia y otros "Usos actuales de la clínica" Editorial Paidós, Buenos Aires. 2004 Cap. Usos del Psicoanalista. "Los usos del Psicoanalista"

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 22 - Diciembre 2005
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