Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
La obligación del nombre
Wilhelm Stekel
Traducción del alemán al castellano, de
Hector Piccoli

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Hace algún tiempo se me presentó un paciente, quejándose de un penoso acto obsesivo. Tenía que supervisar la entrega de mercaderías en un gran negocio y anotar el número de unidades entregadas. En cada oportunidad dudaba de haber anotado el número correctamente, viéndose obligado algunas veces a repasar la cuenta. Algo semejante le ocurría al sumar diversas partidas. Incluso al haber entregado una suma de dinero, lo atormentaba la idea de haberse equivocado. "Doctor", clamaba el enfermo, " mi mal puede expresarse en una frase: !jamás estoy seguro!1.Quien podría describir mi sorpresa, al preguntar por el nombre del paciente a fin de registrarlo en mi protocolo, y oir su respuesta: "Me llamo "Sicher"".

Esta observación llamó mi atención sobre las conexiones entre nombre y neurosis y entre nombre y profesión . He hallado en ese ámbito hechos notables. Sabía desde hacía tiempo que todas las personas reflexionan mucho sobre su nombre. Acerca de los artistas, se nos comunica por cierto una cantidad de rasgos ínfimos que atestiguan, sin excepción, que el nombre juega un cierto papael en la dinámica de la neurosis. Todos los artistas son ciertamente más o menos neuróticos, como creo haber demostrado en mi estudio "Poesía y neurosis"( Cuestiones límite de la vida nerviosa y anímica, Editorial de J. F. Bergman, Wiesbaden). Bach2 compuso una fuga sobre las letras de su nombre y Shumann no podía consolarse de tener un nombre poco musical. Compuso los encantadores Papillons como variaciones de su pueblo natal Asch ( A-S-C-H). De Grillparzer se cuenta que odiaba su nombre. La necesidad de nombres artísticos euf ónicos nos delata asimismo, que los artistas exigen una conexión entre creación y nombre. De Stendhal cuenta Lombroso: "Se divertía deformando su nombre, omitiendo o agregando letras en él, añadiéndose un título o un predicado imaginario semejante, sobre todo cuando queria impresionar a sus conocidos o compañeros de nesa. Sólo excepcionalmente comunicaba su nombre verdadero, sastres y zapateros3 buscaban siempre al señor Bel, Bell, Beil, Lebel. En Milán se presentó como oficial superior de dragones que habría sido dado de baja en 1884 e hijo de un general de artillería. Manifestaba incluso otras extravagancias: en sus tirantes o su cinturón escribía apuntes sobre sus asuntos amorosos, en sus manuscritos utilizaba pueriles trasnposiciones silábicas: "cainerepubli" por "républicaine", "gionreli" por "religión", "sraip"por "Pairs de Francia". ? Y quien no recuerda el verso satírico de Herder sobre el joven Goethe? "Tú, que desciendes de dioses, de godos o de fango4".

Poco tiempo después de mi experiencia con el señor Sicher traté a una dama por una depresió n. Dijo no estar satisfecha con su marido; el caso nada raro, en que los rendimientos del hombre son desestimados. Para ella, él era muy apasionado. Ella demandaba un amor más paternal. Quería tan sólo ser acariciada y oír palabras aduladoras. Decía que su marido era demasiado joven. Que ella debería haberse casado con un hombre mayor. Que sus dos hermanas se habían casado con señores que les llevaban 20 años, y que eran muy felices en el matrimonio. ?Y cual era el apellido de soltera de esta dama? Cosa harto singular: Altmann5. Era como si las tres hermanas hubieran sentido una obligación que les hubiera impuesto el nombre.

Estos hechos me hicieron pensar mucho. Prointo encontré en la mayoría de mis neuróticos relaciones secretas con el nombre, que se manifestaban en el sentido de obligaciones, obstinación, orgullo y vergüenza. La mayoría de los enfermos sienten una obligación frente a su nombre, y se preocupan por cumplir con esta obligación. Así, traté a un empleado público, en cuyos sueños pululaban fantasías militares. A él también le hubiera agradado mucho llegar a ser oficial. Es un esgrimista apasionado y padece de intensos instintos homicidas. El hombre se llama Krieger6. ?O es una casualidad que el señor Breier sea tan sólo puré7?.? Una casualidad que el señor Gross padezca de delirios de grandeza8 y que el señor Kleiner9 de lo cointrario, de un humillante sentimiento de indignidad relativa a su persona?.

Tampoco son raras las reacciones antitéticas. Un señor Bauer10 sueña con antepasados aristocraticos, y el señor Furst11 es un socialdemócrata apasionado.

Muchos nombres se ubican precisamente en el centro de las fantasías neuróticas. Mis últimas investigaciones me descubrieron oscuras conexiones entre criminalidad y neurosis. Quiero citar aquí un ejemplo, que se destaca por la utilización delo nombre. Uno de mispacientes, un profesor, podia salir sólo de noche. En los bosques se sentía muy bien, mientras que de día, en las calles de la ciudad, se consumía de angustia. Sólo después caí en la cuenta de que hacía el papel de un malhechor lucífugo. El hombre se llama Wolf12. También hacía el papel del animal de presa. El animal de presa sediento de sangre, lucífugo, que frecuenta los bosques. En este enfermo existen también instintos necrófilos. Es un lobisón13. ( !Lilcoantropofagia!14)

Una dama del reino alemán15 padece una representació n obsesiva, que se extiende a "numeros"y "pagos"16. Su nombre contiene una relación con el dinero: como si se llamara Mark17. La pequeña localidad, donde se desató la neurosis, se llama Zehlenau ( Zählenau- Zahlenau)18

Un señor Reich19 padece de un compolejo monetario y sueña con llamativa frecuencia con cajas de caudales y libretas de caja de ahorros. El señor Reiner20 padece de angustia ante la suciedad. El señor Vollmann21 de depresiones y de angustia de no poder ocupar22 su puesto plenamente y por entero.- El señor Blass23 de congestiones, durante las cuales su rostro se pone absolutamente colorado y aun le arden las orejas. El señor Engel24se hace severos reproches por sus pecados onanistas; se ve a si mismo sucio y réprobo. EL señor Frisch25 se siente siempre cansado. El señor Heim26 se siente infeliz en el matrimonio. El señor Herz27 se queja de insensibilidad28. El señor Hofmeister29 tiene ideales pedagógicos. El señor Katz30 tiene instintos de animal o de presa y opina, con absoluta seriedad, que "él no sirve para nada"31. El señor Pastor32 está afectado de un complejo religioso y el señ or Pisman33 es enurético. El señor Schenkelbach34 le da asimismo que hacer el complejo urinario y el señor Spitz35 se avergüenza, como si su nombre fuera un símbolo sexual conocido por todos. También el señor Schenierer36 se sonroja con facilidad, aunque hace ya tiempo que dejó de ser un joven. El señor Strauss37 está complicado en cien procesos y siempre tiene una batalla por librar.

Pero, !basta de ejemplos!. No he podido por cierto comunicar los mejores, por razones harto comprensibles. Los motivos psíquicos de esta conducta son lo más importante par nosotros los analistas. Ya he publicado un ejemplo semejante. Una dama que padece de neurosis obsesiva, cuenta que ha empezado de repente a odiar su nombre, y más precisamente, su apellido. No podía escribirlo, pronunciarlo ni leerlo. Evitaba, siempre que le era posible, firmar con él. Deseaba poder casarse muy pronto. Entonces recibiría ciertamente un nombre nuevo.

Ahora bien, podría creerse que el deseo de casarse habría sido el motivo secreto y franco de este odio. Pero no había tal. La cosa era más profunda. Ella comenzó de repente a padecer de dudas, al enterarse que su padre, por el que habia sentido una veneración extraordinaria, se había hecho culpable de actos de mala fe. El padre había fallecido, y de la gran fortuna que administrara en vida, quedaban sólo escasos residiuos. También descubrió que había tenido una o varias amantes. Su amor por el padre se transformó en odio y desprecio. Esta transformación acaeció de modo totalmente inconsciente. En lo consciente, él seguía siendo el hombre venerado, incomparable. En esta época de vacilación entre amor y odio comenzaron las dudas y las representaciones obsesivas. El odio al nombre era el odio al hombre qu ele había dado el nombre. Un motivo semejante he comprobado en Grillparzer, que también odiaba su nombre. ( Poesía y neurosis. J.F. Bergmann 1909).

El adulto no neurótico se ocupa muy poco de su nombre. Pero también él tuvo un período en el cual el propio nombre le proporcionó material abundante para la reflexión .Si acudo a mis propios recuerdos, me viene a la mente, que me desagradaba mucho cuando mis compañeros de colegio ponían mi nombre en relación con Stock38. Observaba entonces indignado, que yo me llamaba Stekel y no Stöckel39. La mayor parte de mi familia, no obstante, escribe el apellido Stökel40. Mi hermano me había contado una vez con gran orgullo, que también mi padre había impuesto esta escritura, para destruir la relación con Stock, penosa para él41. Del análisis conozco las torturantes sensaciones de un muchacho que se llamaba Kohn, y sufría por tal motivo las burlas de sus camaradas42. Posteriormente se hizo bautizar, adoptando un nombre germánico original ( algo así como Hagen o Günther) , un nombre insigne de héroe. Su neurosis, sin embargo, se expresó en el temor de que en la calle y al hablar se le notara que era judío. No salía con su madre, porque ella tenía un aspecto demasiado judaico. Temía, evidentemente, que se supiera su antiguo nombre, porque la madre seguía llevándolo...

Muchos neuróticos escriben obras literarias o escogen "pseudónimos"por otros motivos. Estos pseudónimos delatan el ansia del otro nombre. Las mujeres escogen con predilección nombres masculinos eufónicos;los hombres, pseudónimos que suenen femeninos. ( Formas expresivas del hermafroditismo psíquico en el sentido de Adler. Así, conozco a un neurótico, que se adosó el orgulloso pseudónimo de "Viktor von Marona". La solución era la sigujiente: Su madre se llamaba Marie, su institutriz Ilona. Fundió ambos nombres en uno: Marona. El Viktor había de ilustrar el vencedor orgulloso. Este paciente soño en los últimos días, que se había casado con su institutriz.

A la buena ventura, le pregunté si entre sus fantasías profesionales se encontraba la de gobernador43.

Admitió riendo, que en la última semana había acariciado el plan de ingresar en el Banco austro-húngaro, fantaseando en ello, que llegaría a ser director de este banco, comoun tal señor S., cuyo destino lo preocupa vivamente. Por lo demás, vive habitualmente en innúmerables fantasías de dirección. Por cierto, quería incluso escribir un artículo político, para que se introdujera en Austria una designación unitaria de los diversos administradores en las provincias, y llamar a todos ellos, en forma homogénea, gobernadores.

Mas significativo aún se torna el nombre con respecto a la elección amorosa. Uno se ama por cierto siempre a sí mismo en el otro. Comparando los nombres se llega a cosas notables. Mi prometida se llamaba Nelken44. Compárese el nombre con Stekel y habrá de admitirse una cierta similitud. Repetidamente he observado fenómenos semejantes. En especial el nombre de pila de los padres y los hermanos es decisivo en la elección amorosa. Alguien ama por vez primera a una Berta. Por casualidad, su madre también se llama Berta. Pero esto no es ninguna casualidad. Si prestamos atención, descubriremos las conexiones mas singulares. Un neurótico anclado a su madre se casó finalmente con una dama, cuyo nombre, imitado lo más literalmente posible, era Selma Massenet. En su tarjeta, este hombre subrayó una vez ambas Ma, de modo tal que podía leerse claramente ma-ma. Semejantes actos sintomáticos ocultan, como nos lo enseñara Freud, el imperio de fuerzas psíquicas secretas. El psicoanálisis está en condiciones de comprobar, detrás de tales jugueteos, complejos marcados por el afecto, que confieren al acto aparentemente absurdo, un sentido profundo; incluso el jugueteo con el nombre tiene motivos inconscientes.

No afirmo por cierto, que se trate exclusivamente de conexiones vigentes. Una neurosis es un mecanismo demasiado complicado, para poder explicarlo con motivos superficiales semejantes. No obstante, se trata en todo caso de una observación interesante, que nos exhorta a comprobarla. Puede que resulte verdadera únicamente en casos particulares. Por último, hay nombres que no permiten relación alguna. A pesar de ello, he pretendido señalar estas correspondencias, y ruego a los señores colegas que hayan hecho o hagan observaciones parecidas, comunicar las mismas. El tema está abierto a la discusión.

Notas

1.Ich bin niemals sicher![sicher, "seguro"]: dada la coincidencia con el apellido,podrá entenderse también: !Jamás estoy seguro! ( N. d. T.)

2.Bach: "arroyo, riachuelo", como sustantivo común. ( N. d. T. )

3.Schneider und Schuhmacher, también apellidos corrientes en alemán ( N.d.T.)

4.Götter, "dioses"; Gothen ( Goten), "godos, Koth (Kot), "excremento, heces, estiércol, barro, lodo, etc.)

5.Literalmente, "hombre viejo ( anciano, mayor)" ( N. d. T.).

6.Krieger, "guerrero"( N. d. T.).

7.Brei, "pasta, masa, papilla, pulpa, puré"( N. d. T.).

8.Gross, "grande"; Grossenwahn, "delirio de grandeza" ( N. d. T).

9.Klein, "pequeño, ínfimo".

10.Bauer, "campesino, labrador".

11.Furst, "príncipe".

12.Wolf, "lobo"

13.We(h)rwolf, "ogro, lobisón".

14.Aparente errata en el original: Leuk-anatropophagie por Lyk-gr, lykos, "lobo" ( N. d. T).

15.Reichsdeutsch: alemana del reino ( Reich); no obstante, reich como adjetivo,"rica" ( N. d. T)

16.Zahlen und Bezahlen"dos formoas del vergo "pagar"; el primer términoi puede ser también un sustnativo - plural de "número"- ( N. d. T).

17.Zahlen und Bezahlen"dos formas del verbo "pagar"; el primer término puede ser también un sustantivo - plural de "número"- ( N. d. T).

18.Au(e), pradera; sahlen, "contar"; zahlen, cf. nota No 16 ( N. d. T.).

19.reich, "rico"; Reich, "imperio, reino".Cf.nota No 16 ( N.d.T).

20.rein, "puro, limpio" ( N. d. T.)

21.Literalmente, "hombre pleno"; voll, "lleno, pleno"( N.d.T.).

22.ausfüllen, "llenar, colmar,ocupar, desempeñar"; relacionado con voll (cf. nota anterior) ( N. d. T.).

23.blass, "pálido, descolorido".

24.Engel, "ángel"( N.d.T.)

25. frisch, "fresco, nuevo, reciente; vivaz, activo". (N.d.T.).

26.Heim, "hogar".(N.d.T.)

27.Herz, "corazón"( N.d.T.)

28.Herzslosigkeit: literalmente, "falta de corazón"( N.d.T.).

29.Hofmeister, "ayo, preceptor"es una de sus acepciones ( N.d.T.)

30.Katze, "gato, gata".( N.d.T.)

31."er sei für die Katz": literalmente, "que él es para el gato", locución que denota la inutilidad de alguien. ( N.d.T.)

32.Pastor, "pastor"( N.d.T.)

33.Pismann, ( Pissmann) literalmente "hombre orinador, meón"- pissen ( vulgarismo), "orinar, mear"( N.d.T.).

34.Bach, cf. Nota No 2; Schenkel, "muslo, fémur"; Schenkelbach: aprox. "arroyo de los muslos".( N.d.T.)

35.spitz, "agudo, puntiagudo"; Spitze, "punta, cima, vértice". ( N.d.T.)

36.Schneierer: homófono de Genierer, término coloquial, especialmente austríaco, que significa "timidez, recato" ( sich genieren, "tener vergüenza; molestar, incomodar"). (N.d.T.)

37.El término Strauss tiene 3 acepciones fundamentales: 1. ramo, ramillete; 2. avestruz; 3.lucha.( N.d.T.).

38.Stock, vocablo de múltiples acepciones, entre otras, "bastón, vara"(N.d. T.)

39.Stöckel, "tacón alto, tacón aguja"; en Austria, también "edificio adyacente"; suena a diminutivo de Stack - cf.nota anterior- (N.d.T.)

40.Esta escritura transforma en larga la vocal "ö" ( N.d.T.)

41.Recuerdo el intenso afecto, al preguntarme el profesor de Historia natural en el primer año de la secundaria, en tono de chanza: "steckel, ?cuando se llamará usted Stock? [Cf.notas No 38 y 39 ( N.d.T.)] Él tocó un lugar sensible de mi alma. Pues le dí al punto una respuesta sorprendentemente atrevida para un alumno de bachillerato: "cuando estudie más Historia natural, profesor".

42.Quizás por similitud fónica con Hohn, ‘burla, mofa, escarnio"( N.d.T.)

43.Gouvernante, "institutriz"; Governeur, "gobernador, director de banco"( N.d. T.)

44.Nelke, "clavel; clavo de olor".( N.d. T.)

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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 19 - Julio 2004
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