Acheronta  - Revista de Psicoanálisis y Cultura
Las "psicosis transitorias" a la luz del concepto de "forclusión local" de J. D. Nasio
Emiliano del Campo

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"No hay «la psicosis», sino más bien «las» psicosis. ..."
Dr. Emiliano del Campo

Introducción.-

He recibido en el mes de septiembre el libro anunciado por el Dr. Juan David Nasio: "Les grands cas de Psychoses". Sous la direction de J.-D.-Nasio". De reciente aparición en Francés, lo recibo con una dedicatoria: "A Emiliano, un gran abrazo y una sutil afinidad en el pensamiento. Juanda 30 de Agosto del 2000". Recorro los autores del libro, para llegar al capítulo "Les psychoses transitoires à la lumière du concept de Forclusión locale", allí me detengo, y reencuentro la conjetura de Nasio: la "Forclusión Local", un concepto retomado una y otra vez a los largo de sus escritos y su enseñanza. Me remite a la texto de 1987: "Les yeux de Laure", los capítulos sobre "Les formations de’lobjet a" y "La forclusión locale: contribution à la théorie lacanienne de la forclusión". Una relectura psicoanalítica profunda y novedosa que, retomando a Freud, ha abierto una nueva dimensión clínica al problema de las psicosis; lo que resta por resolver de «las psicosis». Las conjeturas de Nasio planteadas desde la clínica: el caso "Mariane".

La conjetura de Nasio es fuente de inspiración para dar nuevas respuestas; por esto el trabajo que voy a desarrollar, es ‘fruto de una afinidad en el pensamiento’, que hace posible mi lectura del ‘Caso Mariane’.

¿Cuál es ‘nuestra afinidad’?. Comienza en los años sesenta, época en que se fue forjando una profunda amistad. Juanda parte a Francia con un conocimiento de la obra de Lacan, para mi es un enigma, soy un kleiniano lleno de cuestionamientos, dispuesto a una nueva lectura de Freud. En primer lugar, me resuenan las convicciones lacanianas de Juanda, la ‘relectura de Freud’, ‘volver a Freud’. Una convicción compartida: lo inseparable, el Psicoanálisis desde Freud con Lacan, a la Psiquiatría Social de Pichon-Rivière. Es lo que fue tejiendo nuestra "sutil afinidad en el pensamiento" hasta nuestros días.

Hay enseñanzas en común: Mauricio Goldemberg y el Lanús, la de Enrique Pichon Riviere con su Psiquiatría Social y su cuestionamiento a la Institucionalización del Psicoanálisis. Su discípulo, José Bleger sorprendido por su muerte en medio de sus múltiples cuestionamientos. Son pioneros del proyecto desalienista en el mundo; creadores del paradigma que sostiene estas enseñanzas: el anudamiento irreducible entre la psicosis individual familiar y social. Son treinta años de intercambios sobre el interrogante de ‘las psicosis’. Este paradigma desalienista subvierte las bases de la Psiquiatría tradicional

El ejercicio de la escucha en la clínica.-

Me ocuparé de las implicancias teórico clínicas que tiene su conjetura sobre la "forclusión locale" a partir de: "Un caso clínico de psicosis transitoria estudiada a la luz del concepto del forclusión locale, que yo he forjado en continuidad de la obra de Freud y de Lacan"(12.17). Escribiré mi versión sobre ‘la continuidad de su concepto con la obra de Freud y de Lacan’, así como las implicancias clínicas de este ‘recorrido con Nasio’en mi trabajo clínico con «las psicosis». Quiero destacar lo que sigue de esta cita, ha sido un fundamento constante en la enseñanza de Nasio, la ética de un psicoanalista para producir el acto psicoanalítico: "un texto que muestra como un psicoanalista, en el ejercicio de la escucha, es conducido a producir este escrito singular que se llama "un caso clínico".(17. 12)

El ejercicio de la escucha en la clínica es volver al fundamento freudiano. Solo desde allí son posibles las conjeturas creativas, como la forclusión locale. Lo contrario a una corriente de psicoanalistas que, para comprender las psicosis, se han ido al "planeta borromeo"; otros se dedicaron a combatir con pasión esta excursión "teórico-espacial"; el psicoanálisis se ausenta.

El libro "Les Grands Cas de Psychoses", reúne las diferentes ‘escuchas’. Es como lo afirma Nasio en el reportaje de PsicoNet; son los testimonios de casos clínicos, escritos de grandes psicoanalistas: Freud, Melanie Klein, Winnicott, Bettelheim, Dolto, Lacan y el caso "Mariane" de Nasio.

El concepto de Forclusión.

Nasio hace una relectura de la ‘forclusión lacaniana, pero, volviendo a Freud. "El concepto de forclusión propuesto por Jacques Lacan es una de las contribuciones más remarcables del psicoanálisis para la comprensión del fenómeno psicótico. Sin embargo, el campo de la psicosis y de su relación con la neurosis y la perversión permanece para los clínicos como un dominio aún para explorar. En esa inspiración esta el descubrimiento que J.-D. Nasio ha propuesto la tesis de la Forclusion Locale para dar cuenta de las manifestaciones llamadas «psicóticas»-delirio o alucinación-que sobrevienen en pacientes que no presentan obligatoriamente una patología de psicosis; y, a la inversa, para dar cuenta de comportamientos llamados «normales »en pacientes diagnosticados «psicóticos »". (17.273)

Nasio diferencia el concepto de "Verwerfung freudiana" del concepto de "Forclusión lacaniana". Para Freud la ‘verwerfung’ (el rechazo), es siempre localizada en un único elemento: la representación intolerable, lo que luego será ‘la Representación de Cosa’en el inconsciente. Mientras para Lacan la "forclusión", es un termino que traduce al francés el término freudiano de "Verwerfung. En el primer tiempo de su obra, la ‘forclusión’, recae en la subjetivación del Nombre del Padre que, como significante ‘UNO’ordena el deseo del sujeto estructurado por la castración. Esta ‘forclusión’ produce una desorganización masiva en el orden simbólico e imaginario; será un futuro psicótico, el que solo responde a la apariencia de "Un padre". Esta ‘desorganización totalizante’ es suplida por la restitución delirante-alucinatoria. Luego Lacan en su enseñanza sostiene que solo hay "Nombres del Padre"; es el giro lacaniano que da lugar a pensar la ‘focalización forclusica’.

No podemos ignorar las consecuencias cuando Lacan en el Seminario ‘La lógica del Fantasma’ sostiene que la ‘alienación’ es el acta de nacimiento de la ‘forclusión primordial’. "La lógica del acta de nacimiento del sujeto es la alineación, el acto de forclusión primordial de lo Uno, la Unidad del Goce en el cuerpo de los sexos. La repetición del acto de alienación no solo hace al fundamento del sujeto del inconsciente, el que habla en las formaciones del inconsciente". (12)

Nasio: "En efecto, veremos que la forclusión es el nombre que da el psicoanálisis al defecto de inscripción en el inconsciente de la experiencia normativa de la castración" (15.211) Quiero detenerme de esta cita lo que considero fundamental: "la castración como prueba normativa", por ello me detengo en releer el texto freudiano: "La Verneinung", "La negación". Hace al NO de la Ley como la castración. El texto "La Ley y el Psicoanálisis " (5) del Lic. Hugo Dvotskin; establece la correlación histórica entre el No de los mandamientos y la instauración de la Ley normativa de la castración.

La ‘Verneinung’ freudiana; el NO de la Ley.-

La conjeturas de la formación delirante suponen que esta aparece de manera inversa de una serie de proposiciones sucesivas intolerables, donde Mariana habría identificado a la madre como infanticida, así como al padre en seductor. En el lugar de la producción del fantasma femenino que funda la estructura subjetiva de la angustia de castración en Mariane, a partir la angustia de ser amenazada por la madre y seducida por el padre. y con ello no solo la diferenciación sexual, sino que :"Esta impotencia absoluta ,esta NO respuesta radical, Nasio la denomina «Forclusión Local»(17). Desde mi lectura es en el lugar del NO que hay una producción delirante; el delirio adviene como tal, como ‘forclusión local’ de la función del NO. No hay simbolización de la anterioridad temporal de las proposiciones conjeturadas en Mariane.

El No nos remite al texto freudiano: Die Verneinung" (La Negación), la complejidad que encierra excede a este trabajo, el No va más allá de la gramática, la lógica. Es un concepto fundamental del psicoanálisis, es el acto paradójico inaugural de la subjetividad, la articulación de la Ley y el lenguaje; un acto que deniega (no pienso) para hacer posible el pienso, la simbolización. Para ello vamos al texto freudiano:

"Por tanto, un contenido de representación o de pensamiento reprimido puede irrumpir en la conciencia a condición de que se deje negar. La negación es un modo de tomar noticia de lo reprimido; en verdad, es ya una cancelación de la represión, aunque no, claro está, una aceptación de lo reprimido. Se ve cómo la función intelectual se separa aquí del proceso afectivo. Con ayuda de la negación es enderezada sólo una de las consecuencias del proceso represivo, a saber, la de que su contenido de representación no llegue a la conciencia. De ahí resulta una suerte de aceptación intelectual de lo reprimido con persistencia de lo esencial de la represión. En el curso del trabajo analítico producimos a menudo otra variante, muy importante y bastante llamativa, de esa misma situación. Logramos triunfar también sobre la negación y establecer la plena aceptación intelectual de lo reprimido, a pesar de lo cual el proceso represivo mismo no queda todavía cancelado.

Puesto que es tarea de la función intelectual del juicio afirmar o negar contenidos de pensamiento, las consideraciones anteriores nos han llevado al origen psicológico de esa función. Negar algo en el juicio quiere decir, en el fondo, «Eso es algo que yo preferiría reprimir». El juicio adverso {Verurteilung} es el sustituto intelectual de la represión, su «no» es una marca de ella, su certificado de origen; digamos, como el «Made in Germany». Por medio del símbolo de la negación, el pensar se libera de las restricciones de la represión y se enriquece con contenidos indispensables para su operación. (10.253)

La función del NO se opone a la ‘Unidad’ del Eros, el NO se dirige como su horizonte a la negatividad de la pulsión de muerte. El ‘negativismo psicótico’ es su fracaso; la ‘forclusión local’ hace síntoma de su fracaso.

"El juzgar es el ulterior desarrollo, acorde a fines, de la inclusión {Einbeziehung} dentro del yo o la expulsión de él, que originariamente se rigieron por el principio de placer. Su polaridad parece corresponder a la oposición de los dos grupos pulsionales que hemos supuesto. La afirmación -como sustituto de la unión- pertenece al Eros, y la negación -sucesora de la expulsión-, a la pulsíón de destrucción. El gusto de negarlo todo, el negativismo de muchos psicóticos, debe comprenderse probablemente como indicio de la desmezcla de pulsiones por débito de los componentes libidinosos. (ver nota) Ahora bien, la operación de la función del juicio se posibilita únicamente por esta vía: que la creación del símbolo de la negación haya permitido al pensar un primer grado de independencia respecto de las consecuencias de la represión y, por tanto, de la compulsión del principio de placer".(10.257)

La conjetura de Nasio de la ‘forclusión local’ está entre Freud y Lacan; pero va más allá, tiene las profundas implicancias clínicas sobre la problemática de las psicosis; el de los muchos ‘casos Mariane’. Vamos ahora a Lacán. Su conjetura del sujeto en psicoanálisis escapa al sujeto fenoménico, el fantasma le provee las vestiduras. Son proposiciones que tienen profundas implicancias clínicas. El sujeto es un conjunto vacío, carece de cualidades. Solo así resulta posible la existencia del tope absoluto a la duda como deriva del pensamiento como saber del goce, el sexo y la muerte. El sujeto, cuando se presenta como certeza, es el lugar donde el pensamiento se detiene, Lacan lo escribe a, es el momento estructural del "no pienso"; se trata del NO que permite la repetición de un pensamiento distinto a sí mismo, detiene la búsqueda de lo ‘Uno’. Si la producción del sujeto como a falla, no se produce el momento del ‘no pienso’, los pensamientos remiten a sí mismo. Son los fenómenos del ‘automatismo mental’ o la ‘pre-psicosis’, como sostiene Lacan: ‘la pre-psicosis, lo más parecido a una neurosis’. Todo un espectro de ‘las psicosis’ que interroga a la clínica psicoanalítica.

Mariane, la alucinación y el retorno de lo vivenciado.

Mariane, una mujer adulta, se dirige a su terapeuta con una demanda precisa: "Yo vengo para cerrar algo..yo vengo a buscar un apoyo"(16). Los síntomas que manifiesta en análisis son: episodios de ‘confusión’, de letárgica; la hacen incapaz de concentrase. Relata que en su adolescencia ha vivido un ‘momento psicótico’. Hay un infanticidio en su pueblo, se dice: ‘una madre mata a su hijo’. En estado confusional tiene la convicción delirante de ser la autora del hecho: ‘yo soy quien ha matado un niño ’, al mismo tiempo es conciente que no es la asesina. Anteriormente nos referimos a la seducción paterna. Su madre jamás hizo el duelo de dos bebes que murieron antes de Mariane.

El evento trágico del infanticidio: " es recibida por Mariane como un llamado que le es destinada; bizarramente, ella se siente, y ella misma <se sabe> concerniente. Una convicción delirante se desencadena; un <hecho> viene en el lugar de un <dicho>. Esta impotencia absoluta, esta no respuesta radical, Nasio la denomina «Forclusión Local». Una representación no ha advenido, el afecto que la acompaña tampoco; la formación delirante se organiza entonces de manera autónoma, heterogénea al resto de la personalidad". (17.278) Se ha identificado con la madre infanticida : "soy yo quien ha matado al niño"

Las construcciones de sus pensamientos que, con anterioridad temporal preceden a su delirio, son conjeturas, construcciones desde su análisis, remito al lector al texto del ‘Caso Mariane’, para anudar su lógica al pensamiento de Freud respecto a la complejidad de la alucinación :

"Acaso sea un carácter universal de la alucinación, no apreciado lo bastante hasta ahora, que dentro de ella retorne algo vivenciado en la edad temprana y olvidado luego, algo que el niño vio u oyó en la época en que apenas era capaz de lenguaje todavía, y que ahora esfuerza su ascenso a la conciencia, probablemente desfigurado y desplazado por efecto de las fuerzas que contrarían ese retorno. Y sí la alucinación es referida de manera más próxima a formas determinadas de psicosis, nuestra ilación de pensamiento puede dar un paso más.

Quizá las formaciones delirantes en que con gran regularidad hallamos articuladas estas alucinaciones no sean tan independientes, como de ordinario suponíamos, de la pulsión emergente de lo inconsciente y del retorno de lo reprimido. En el mecanismo de una formación delirante sólo destacamos por lo común dos factores: el extrañamiento respecto de la realidad y de sus motivos, por un lado, y el influjo del cumplimiento de deseo sobre el contenido del delirio, por el otro. Ahora bien, ¿el proceso dinámico no podría ser, en cambio, que la pulsión emergente de lo reprimido aprovechase el extrañamiento respecto de la realidad objetiva para imponer su contenido a la conciencia, en lo cual las resistencias excitadas por este proceso y la tendencia al cumplimiento de deseo compartieran la responsabilidad por la desfiguración {dislocación} y el desplazamiento {descentramiento} de lo vuelto a recordar? Y, en efecto, es este el consabido mecanismo del sueño, que una antiquísima vislumbre ha equiparado al delirio".(11.269)

No hay castración sino castraciones.-

Nasio: "Sería un contrasentido profundo creer que la realidad de la castración es única, dada de un solo golpe y abarcando toda una vida. Es lo inverso que la experiencia del análisis nos enseña; esta realidad intolerable es en verdad una pluralidad de realidades que se suceden y a veces coexisten, cada una no existiendo más que en el momento del acontecimiento, no antes ni después. En una palabra, la castración no es jamás única, sino ocasional, local y múltiple. No hay la castración sino castraciones" (14. 117).

Destaco en ‘negritas’ lo que Nasio nos enseña como fundamento de la clínica. Partir de que solo hay ‘la psicosis’ implica que solo hay ‘la castración’. Este homeomorfismo teórico ha creado una clínica, no solo cada vez más alejada del sujeto sufriente, sino más cerca de la Psiquiatría Asilar. Es necesario pensar en otra realidad espacio-temporal para poder asir "la pluralidad de realidades que se suceden y coexisten", por ello "la castración no es jamás única, sino ocasional y múltiple". No solo abre las puertas a «las psicosis », lo hace en la coexistencia en un mismo sujeto de ‘las psicosis temporarias<>psicosis estables’.

Desde esta conjetura volvemos a Freud cuando asevera: "El problema de la psicosis sería sencillo y trasparente si el desasimiento del yo respecto de la realidad objetiva pudiera consumarse sin dejar rastros. Pero, al parecer, esto sólo ocurre rara vez, quizá nunca. Aun en el caso de estados que se han distanciado tanto de la realidad efectiva del mundo exterior como ocurre en una confusión alucinatoria (amentia), uno se entera, por la comunicación de los enfermos tras su restablecimiento, de que en un rincón de su alma, según su propia expresión, se escondía en aquel tiempo una persona normal, la cual, como un observador no participante, dejaba pasearse frente a sí al espectro de la enfermedad. No sé sí sería lícito suponer que es así en general, pero puedo informar algo semejante sobre otras psicosis de trayectoria menos tormentosa" (12.203). Lo destacado en ‘negritas’ reafirma la complejidad de «las psicosis »; La falsa ‘unidad’ de ‘la psicosis’.

La alucinación.-

Nasio opone la estructura del fantasma como producto de la represión, está en entera oposición a los fenómenos alucinatorios-delirantes que de por sí no implican ‘psicosis’. Se trata de ‘formaciones del objeto a , donde hay "una absoluta asimilación del sujeto al objeto"(14. 134) Como ‘formaciones del a’, son equivalente al ‘pasaje al acto’ y los ‘fenómenos psicosomáticos’. El goce tiene preeminencia fuera del fantasma; no por ello la alucinación nos indica un síntoma de la psicosis. En todo caso, lo acotado del termino ‘psicosis transitorias’. Volvamos a Freud:

"Habría sido posible llamar «alucinaciones » a estos recuerdos de haberse sumado a su nitidez la creencia en su actualidad. Ahora bien, esta analogía cobró significación cuando llamó mi atención la ocasional ocurrencia de efectivas alucinaciones en otros casos, en modo alguno psicóticos."

"La ilación de pensamiento prosiguió entonces: Acaso sea un carácter universal de la alucinación, no apreciado lo bastante hasta ahora, que dentro de ella retorne algo vivenciado en la edad temprana y olvidado luego, algo que el niño vio u oyó en la época en que apenas era capaz de lenguaje todavía, y que ahora esfuerza su ascenso a la conciencia, probablemente desfigurado y desplazado por efecto de las fuerzas que contrarían ese retorno. Y sí la alucinación es referida de manera más próxima a formas determinadas de psicosis, nuestra ilación de pensamiento puede dar un paso más.

Quizá las formaciones delirantes en que con gran regularidad hallamos articuladas estas alucinaciones no sean tan independientes, como de ordinario suponíamos, de la pulsión emergente de lo inconsciente y del retorno de lo reprimido. (11.268)

Es lo que Nasio asevera respecto al ‘delirio-alucinatorio’ fuera de ‘las psicosis’. Es lo que me ha permitido una elucubración de las complejas patologías de los ‘sujetos drogadependientes’, Los síntomas que presentan los pacientes con las llamadas ‘epilepsias psíquicas’. Temporarias vivencias de alucinaciones, sobre todo visuales, despersonalización extrañamiento etc. Pichon-Rivière llamaba a esta amplia gama patológica como «trastornos disrítmicos». Mi experiencia en la clínica con sujetos ‘drogadependientes’ con fenómenos ‘alucinatorios de consumo’, cuando ya han dejado la droga. En ellos hay una estructura previa, la que Claude Olievenstein designó como "pre-adictiva"; de esto me ocupé en otro trabajo. (La estruct. Del campo Ache). Esta estructura implica un déficit de subjetivar la Ley, hay una falla estructural en la castración. Su recuperación se funda en leal trabajo Comunitario que se rige fundamentalmente en instaurar "Las normas Comunitarias ", las que el drogadependiente, por su singular patología, buscará transgredirla. Se trata de una de las formas de ‘la castración’, "esta realidad intolerable es en verdad una pluralidad de realidades que se suceden y a veces coexisten"(14), El drogadicto, aún cuando abandonó el consumo, es proclive que determinados estímulos le hagan vivir momentos ‘alucinatorios’, cuando realmente consumía; una marca subjetiva que se repite no acotada por el fantasma.

El concepto de Nasio de ‘las psicosis’ y ‘las castraciones’ hace la a relectura de mis trabajos sobre los escritos de Schreber y Louis Wolfson: "Freud con Schreber.’Las Memorias de un enfermo nervioso’. Escribir la locura.(1). y "Los escritos de Louis Wolfson (Un esquizofrénico) Una lectura lacaniana. Desde la Whandichtung freudiana"(2). Debemos pensarlos a partir de estos la alternancia o coexistencia entre las ‘Psicosis transitoria’ y las ‘Psicosis Permanentes’; no se tratan de dos patologías opuestas como ‘psicosis aguda o psicosis crónica. Se pasa, como lo sostiene Nasio, de la coexistencia-alternancia entre la ‘fragmentación-dispersión’ de significantes, a la ‘unificación’ de significantes el las psicosis.

El ciclo que he dictando sobre "La psicosis en la obra de Freud" en el Hospital Tomás T. Borda, me permitió la relectura de los conceptos básicos de la obra freudiana sobre la psicosis, desde allí retomar las conjeturas de Nasio.

La ‘Escisión del Yo’ freudiana, sus consecuencias.-

. El "caso Mariane" me remite al Historial del Hombre de los Lobos, el episodio alucinatorio de su infancia. Mariane relata su delirio en su adolescencia y la tentativa de seducción paterna; más allá de ser el recuerdo o un fantasma. Tras un evento trágico "«una madre mata a su hijo»,(...) se identifica a la madre infanticida: «soy yo quién ha matado el niño » "Mariana es portadora de la representación de un padre que no sería garante de la Ley simbólica y particularmente de la ley de la prohibición del incesto". (17.277-78).

No se trata de la forclusión del ‘Nombre del Padre, se trata de dos corrientes respecto de la representación simbólica del padre, tal como Freud lo sostiene en el Hombre de los Lobos, una sostiene, como en las neurosis, la relación al padre ejecutor de la castración, en la otra, que el padre "era más bien castrado"; podemos afirmar que solo hay la ‘forclusión local’del Nombre del Padre. Tal como ocurriría en el Hombre de los Lobos.

Freud:"La identificación del padre con el castrador adquirió sustantividad como la fuente de una intensa hostilidad inconsciente hacia él, acrecentada hasta el deseo de muerte, y también como la fuente de los sentimientos de culpa sobrevenidos a modo de reacción. Empero, hasta aquí su comportamiento era normal, es decir, similar al de cualquier neurótico poseído por un complejo de Edipo positivo. Lo asombroso era que también en este punto existía en él una contracorriente en que el padre era más bien el castrado y como tal provocaba su compasión".(8.80).

Un intento de curación.-

En el Historial Freud sostiene ‘las castraciones’ coexistiendo en la lógica del inconsciente, como realidades opuestas. La castración como estructura los síntoma neuróticos, escindidos de aquellos fenómenos patógenos ocultos, los que no logramos discernirlos en la clínica de los síntomas neuróticos o perversos; pero se tratan del "intento de curación o reconstrucción que se le superponen". Como "intento de curación" Freud revoluciona la clínica de ‘las psicosis’. Por ello vamos a la cita freudiana:

"Con relación a la génesis de las formaciones delirantes, algunos análisis nos han enseñado que el delirio se presenta como un parche colocado en el lugar donde originariamente se produjo una desgarradura en el vínculo del yo con el mundo exterior. Si esta condición (el conflicto con el mundo exterior) no es mucho más patente de lo que ahora la discernimos, ello se fundamenta en que en el cuadro clínico de la psicosis los fenómenos del proceso patógeno a menudo están ocultos por los de un intento de curación o de reconstrucción, que se les superponen. (6)

Lo destacado hace a la diferenciación freudiana entre el fenómeno patógeno primordial’, y los síntomas patológicos que ocultan ‘un intento de curación. De aquí en más hay otra clínica de «las psicosis». El delirio-alucinatorio, aún con la fachada de un "parche neurótico", oculta que úna tentativa de curación. ¿Hay que suprimirlo?.

Lo dicho nos remite a la‘forclusión focal’, y este ‘proceso-parche’ que toma las formas o apariencias de síntomas neuróticos, fenómenos de ‘automatismo mental’ que simulan obsesiones. Estos son los casos que frecuentemente me interrogan en mi práctica en el "Programa Andrés de rehabilitación de drogadependientes". Son síntomas de ‘forclusión focal’, que deben ser tratados no como los síntomas neuróticos, como formaciones del inconsciente, sino siguiendo el paradigma freudiano en las psicosis, la diferencia entre la enfermedad propiamente dicha: ‘la vivencia de fin de mundo’ y los síntomas delirantes-alucinatorios como ‘curación-restitución’ de los lazos con la realidad; "provocan el proceso de curación que se nos aparece como enfermedad.(7.83 )

Por ello los síntomas de la ‘forclusión local’ como Mariane es un intento de curación a la manera de las psicosis, con lo cual lejos de suprimirlos deben llegar a constituirse en verdaderos ‘parches’ para una estabilización diferente del síntoma psicótico respecto de los síntomas neuróticos. ¿Cuál es el ‘parche’ en Mariane ? : su delirio-alucinatorio en la adolescencia: "he matado un niño", delirio que ocupa el lugar de lo que no ha advenido en ese momento: la castración. Para Mariane adulta en análisis, es solo un hecho de su pasado; al comienzo ignoramos como habita en su inconsciente y como puede retornar en la transferencia.

Debemos tener en cuenta las estrategias terapéuticas para actuar sobre ‘el mejor intento de curación posible’, por ello vale esta cita freudiana: "Un cometido de la psiquiatría especial, no abordado aún, es elucidar los diversos mecanismos destinados a llevar a cabo en la psicosis el extrañamiento de la realidad y la reedificación de una nueva, así como el grado de éxito que puedan alcanzar"(9.196).

Volviendo a la cita anterior: "de la Forclusion Locale para dar cuenta de las manifestaciones llamadas «psicóticas»-delirio o alucinación-que sobrevienen en pacientes que no presentan obligatoriamente una patología de psicosis". (17.273) ‘Que no presentan obligatoriamente una patología de psicosis’, ¿pero de cual psicosis?, la patología del psicótico clásico de la Psiquiatría Asilar. Freud así lo desmiente: "Lo esencial en ella es la afirmación de que no sólo hay método en la locura, como ya lo discernió el poeta, sino que esta también contiene un fragmento de verdad histórico-vivencial {historisch}".(11.269)

Estos pacientes ‘psicóticos’ han desbordado la psicopatología, y han generado toda clase de ‘desbordes diagnósticos’, tales como los pacientes llamados ‘borderline’ o ‘fronterizos’que, al estar fuera de la psicosis y las neurosis no hay estrategia terapéutica. Por ello el cambio que introduce Nasio con el concepto de la ‘forclusion local’: la ‘Psicosis Transitoria’ retoma en primer lugar el fundamento freudiano que diferencia la variedad de las psicosis.

"La neurosis no desmiente la realidad, se limita a no querer saber nada de ella; la psicosis la desmiente y procura sustituirla" (6.195). Pero la psicosis, en ningún caso, desmiente la realidad-psiquica- en su totalidad. Lejos de eso afirma lo que está en su enseñanza a parir de la innovación de la ‘spaltung del Yo, la coexistencia de dos corrientes opuestas, en lugar de una postura única. De la fuerza de las dos corrientes, sus múltiples formas, nos dará la variedad innumerable de «las Psicosis», entre ellas la ‘Psicosis Transitoria’, como una forma ‘aparente de curación’.

Freud: "Probablemente tengamos derecho a conjeturar, con universal validez, que lo sobrevenido en tales casos es una escisión psíquica. Se forman dos posturas psíquicas en vez de una postura única: la que toma en cuenta la realidad objetiva, la normal, y otra que bajo el influjo de lo pulsional desase al yo de la realidad. Las dos coexisten una junto a la otra. El desenlace depende de la fuerza relativa de ambas. Si la segunda es o deviene la más poderosa, está dada la condición de la psicosis. Si la proporción se invierte, el resultado es una curación aparente de la enfermedad delirante. Pero en la realidad efectiva ella sólo se ha retirado a lo inconsciente, así como de numerosas observaciones no se puede menos que inferir que el delirio estaba formado y listo desde largo tiempo atrás, antes de advenir a la irrupción manifiesta" (12.203).

De la Verwerfun freudiana a la forclusión ‘local’ de Nasio.-

La reconstrucción del delirio de Mariane, o sea, es rehacer lo que ha sido forcluido (Vewerfen), es lo que no advino en lo simbólico?: "Lo que ha faltado en Mariane, en el momento que ella se ha enterado de la noticia del asesinato, es de haber podido traducir en un significante el fantasma que la habita-ser matada por su madre. Es justamente porque ella no ha podido responder con palabras, imágenes y emociones a la violencia que significa un infanticidio que Mariane cae en confusión".(17.280) Aquí el problema, ¿qué el lo que no pudo advenir como fantasma primordial en Mariane?. Subjetivar ‘un momento de la castración’, como Nasio lo sostiene.

Vamos a Freud: el "Manuscrito H (1895)", allí diferencia: "Confusión alucinatoria: La representación inconciliable íntegra (afecto y contenido) es mantenida apartada del yo, lo cual sólo es posible a expensas de un desasimiento parcial del mundo exterior. Se llega a unas alucinaciones que son amistosas para con el yo y que sostienen la defensa. Paranoia: Contenido y afecto de la representación inconciliable se conservan, en total oposición al caso anterior, pero son proyectados al mundo exterior. Alucinaciones que se generan en variadas formas; son hostiles al yo, pero sostienen la defensa".

Pero, agrega Freud: "En todos los casos, la idea delirante es sustentada con la misma energía con que el yo se defiende de alguna otra idea penosa insoportable. Así, pues, aman al delirio como a sí mismos. He ahí el secreto".

Lo destacado en negritas anticipan el concepto de Narcisismo, hacemos extensivo el delirio, las otras formas de psicosis: Confusión Alucinación y Paranoia. Con la representación expulsada, expulsa un trozo de la realidad con la representación en el Yo, una parte del Yo es expulsada al afuera. Freud amplía esta conjetura en "Neuropsicosis de defensa.1986" :

"Ahora bien, existe una modalidad defensiva mucho más enérgica y exitosa, que consiste en que el yo desestima {verwerfen} la representación insoportable junto con su afecto y se comporta como si la representación nunca hubiera comparecido. Sólo que en el momento en que se ha conseguido esto, la persona se encuentra en una psicosis que no admite otra clasificación que «confusión alucinatoria».

El yo se arranca de la representación insoportable, pero esta se entrama de manera inseparable con un fragmento de la realidad objetiva, y en tanto el yo lleva a cabo esa operación, se desase también, total o parcialmente, de la realidad objetiva. Esta última es a mi juicio la condición bajo la cual se imparte a las representaciones propias una vividez alucinatoria, y de esta suerte, tras una defensa exitosamente lograda, la persona cae en confusión alucinatoria".(6 )

La psicosis es la coexistencia de la ‘confusión, la ‘vividez’, la ‘paranoia’ (la hostilidad con el Yo), con el ‘amor al delirio’. Es a partir de la enérgica defensa, la ‘verwerfen’, que todas estas oposiciones coexiste en las psicosis. Es la paradoja que Nasio destaca como fundamento de la verwerfen freudiana, (destacado en negritas de la cita). Nasio: "¿cómo puede rechazarse algo que jamás ha ingresado en nosotros ? Y más aún, como esta cosa puede retornar si ella jamás existió?(...) Como aceptar que el sujeto no quiera saber nada de una experiencia que no ha conocido jamás?" (17.113)

Freud, en esta época, hace la oposición entre represión y repudio de ‘la realidad sexual’; ´la realidad sexual’ hace este enigma freudiano. Será necesario el Historial del ‘Hombre de los Lobos’, la realidad sexual es la estructura de la castración, acotada por el ‘fantasma de la castración’ coexistiendo ambas corrientes. Vamos a Freud:

"Cuando dije que la desestimó, el significado más inmediato de esta expresión es que no quiso saber nada de ella siguiendo el sentido de la represión {esfuerzo de desalojo}. Con ello, en verdad, no se había pronunciado ningún juicio sobre su existencia, pero era como si ella no existiera.( ) Al final subsistieron en él, lado a lado, dos corrientes opuestas, una de las cuales abominaba de la castración, mientras que la otra estaba pronta a aceptarla y consolarse con la feminidad como sustituto.

La tercera corriente, más antigua y profunda, que simplemente "había desestimado la castración", con lo cual no estaba todavía en cuestión el juicio acerca de su realidad objetiva, seguía siendo sin duda activable. Justo de este paciente he referido en otro lugar una alucinación que tuvo a los 5 años, sobre la cual sólo he de agregar aquí un breve comentario:

«Tenía cinco años; jugaba en el jardín junto a mí niñera y tajaba con mi navaja la corteza de uno de aquellos nogales que también desempeñan un papel en mi sueño. De pronto noté con indecible terror que me había seccionado el dedo meñique de la mano (¿derecha o izquierda?), de tal suerte que sólo colgaba de la piel. No sentí ningún dolor, pero sí una gran angustia. No me atreví a decir nada al aya, distante unos pocos pasos; me desmoroné sobre el banco inmediato y permanecí ahí sentado, incapaz de arrojar otra mirada al dedo. Al fin me tranquilicé, miré el dedo, y entonces vi que estaba completamente intacto».(8.78)

Lo destacado en negritas de la tercera corriente que Freud diferencia, se trata del repudio, la verwerfung de la castración: "había desestimado la castración", "era como si ella no existiera". Lo que es diferente para Freud respecto de las otras dos corrientes opuestas, la que ‘abomina’ y la acepta la castración. Freud, en este Historial, introduce un giro fundamental en la coexistencia de dos corrientes; ahora, dos ‘realidades’ de la castración, es lo que hace la singularidad de las patologías. La estructura de la castración ha subvertido el fundamento unívoco de las psicosis, las neurosis y de las perversiones.

La verwerfung freudiana de la castración coexiste con la represión de la castración, es equivalente a la conjetura de Nasio sobre la diferenciación psíquica entre "formaciones del inconsciente" producidas por la represión, de las "formaciones del objeto a", en estas, las producidas por forclusión; se trata de una "forclusión local". Nasio retoma la riqueza de esta paradoja; la que le permitió a Freud descifrar el caso de una ‘Neurosis infantil’ con un episodio delirante-alucinatorio de la infancia. Hay una intersección entre Mariane y el Hombre de los Lobos.

La «forclusión local» de Nasio.-

El concepto de ‘forclusión local’ no intenta de describir una ‘forma de la forclusión lacaniana’, su importancia es que rompe con un prejuicio de una forclusión globalizante; prejuicio que ha paralizado la clínica psicoanalítica haciéndola retroceder a la psiquiatría pre- freudiana, lectura que se aparta del sentido de la ‘Forclusión lacaniana’.

"La Forclusión" es un término introducido por Lacan para designar la Verwerfung freudiana inspirándose en el Historial del Hombre de los Lobos, por ello lo hemos citado en este texto, ya que en éste coexisten tres corrientes respecto a la castración: la acepta, la desmiente y la rechaza: "La tercera corriente, más antigua y profunda, que simplemente "había desestimado la castración", con lo cual no estaba todavía en cuestión el juicio acerca de su realidad objetiva, seguía siendo sin duda activable. Justo de este paciente he referido en otro lugar una alucinación que tuvo a los 5 años." (8.78) Destacamos que Freud se refiere a modos de inscripción "del Nombre del Padre".

"La Forclusión es en efecto el nombre que el psicoanálisis ha dado al defecto de la inscripción en el inconsciente de la prueba normativa de la castración".(15.233)

Las formaciones del objeto a.-

Es una forma para asir el objeto a lacaniano, que nombra lo real-inasible del goce como vivencia interna percibida fuera del cuerpo. Se vincula al autoerotismo freudiano. Las ‘formaciones del objeto a’ implican los diferentes modos de retorno al sujeto de esta vivencia ‘fuera del cuerpo’. Es diferente el goce acotado en el fantasma lacaniano, goce fantasmatizado en el matema ($<>a), del goce producido por forclusión’; goce del a no fantasmatizado. Nasio diferencia en esta forma, la alucinación como su paradigma; las otras formas: el pasaje al acto y la lesión psicosomática.

Debemos distinguir entre los sucesos históricos en la adolescencia de Mariane, ‘una mujer mata un niño’, diferenciarlo de las ‘construcciones’ psicoanalíticas que subyacen a su delirio. Del contenido delirante del «momento psicótico»: ‘soy yo quien ha matado un niño’. Es el delirio alucinatorio persecutorio lo que retorna desde fuera. Delirio que debe ser pensado como Freud lo afirma: diferencia entre la enfermedad propiamente dicha, ‘la vivencia de fin de mundo’ y los síntomas delirantes-alucinatorios como restitución de los lazos con la realidad, a punto tal que Freud sostiene que los síntomas psicóticos: "provocan el proceso de curación que se nos aparece como enfermedad.(7)

Mariane en su adolescencia tiene el peso de dos hermanitos muertos anteriores a ella. Hay un infanticidio en su pueblo, surge un episodio psicótico: la creencia de ser la asesina infanticida, aunque concientemente sabe que no lo es: "esta entonces habitada por dos corrientes contrarias, incompatibles una con la otra, y esta no es la corriente consciente, obediente a la lógica racional, lo que importa es la otra".(17.278)

Luego de este episodio Mariane vive sin perturbaciones, más aún , se refiere como ‘una vieja historia’. Pero en un momento de la cura aparece un pánico irracional "por la demanda de su hija de tener que asegurarle una función materna" (17.281) Aparecen resistencia a la continuidad del tratamiento. " La representación intolerable «mi madre quiere matarme» está muy próxima, pero esta no puede aún advenir; en su lugar se presenta una fuga dentro de la transferencia, con un miedo neurótico-lo que es la normalidad-y no una convicción delirante. Este momento de la cura es fecundo".(17.281)

Es fecundo porque se ha instalado en la transferencia, sin conciencia de la realidad de los sucesos vividos en su adolescencia, tanto los ‘construidos’ como los sucesos reales. Mariane está muy lejos de aproximarse transferencialmente a ‘lo forcluido’ , en su lugar surgen los ‘pasajes al acto’ en la cura coexisten con la producción de síntomas neuróticos.

Volviendo a la cita hecha anteriormente de Freud, que diferencia entre la enfermedad propiamente dicha: ‘la vivencia de fin de mundo’ y los síntomas delirantes-alucinatorios como restitución de los lazos con la realidad, a punto tal que Freud sostiene que "provoca el proceso de curación que se nos aparece como enfermedad.( 7) Por ello los síntomas de la ‘forclusión local’ como Mariane, son un intento de curación a la manera de las psicosis, de aquí en más lejos de suprimirlos como los síntomas neuróticos deben llegar a constituirse en verdaderos ‘parches’, ya que son el modo de curación de las psicosis, una ‘estabilización’ que los diferencia de los síntomas neuróticos. El caso ‘Mariane’ es ejemplar de la novedad que Freud abrió en la cura de «las psicosis» La ‘spaltung del Yo freudiana’ no es equivalente a la ‘spaltung del sujeto lacanino’. En Mariane coexisten dos posturas psíquicas, la que ‘toma en cuenta la realidad objetiva’, para Freud son las represtaciones de cosa que permanecen investidas, al ser más poderosa que la que rechaza {Verwerfung}, hay ‘una curación aparente. El término ‘curación’ es equívoco, pero el significado freudiano se refiere solo a la preeminencia de uno de los contrarios; no hay la ‘curación’ como una síntesis-unidad de los opuestos. Volvamos a la cita freudiana:

"Probablemente tengamos derecho a conjeturar, con universal validez, que lo sobrevenido en tales casos es una escisión psíquica. Se forman dos posturas psíquicas en vez de una postura única: la que toma en cuenta la realidad objetiva, la normal, y otra que bajo el influjo de lo pulsional desase al yo de la realidad. Las dos coexisten una junto a la otra. El desenlace depende de la fuerza relativa de ambas. Si la segunda es o deviene la más poderosa, está dada la condición de la psicosis. Si la proporción se invierte, el resultado es una curación aparente de la enfermedad delirante. Pero en la realidad efectiva ella sólo se ha retirado a lo inconsciente, así como de numerosas observaciones no se puede menos que inferir que el delirio estaba formado y listo desde largo tiempo atrás, antes de advenir a la irrupción manifiesta " " (12.203).

¿Qué es lo que el psicoanálisis nos enseña siguiendo a Freud en el caso Mariane? Que la cura en la psicosis apunta a mantener la fuerza, la primacía de la corriente «neurótica» y la ‘modalidad de curación de «síntomas psicóticos». Es lo que rige mi trabajo con «las psicosis».

Efectivamente "Su delirio de adolescente no ha sido más que in semi-delirio, un delirio bien localizado centrado alrededor de una madre infanticida. Y luego, más tarde, a la edad de ser abuela, nosotros hemos visto cuanto Mariane permanecía frágil cuando ella trataba de ocuparse de su nieta cuando trataba de ocuparse de su nieta, cuando ella adoptaba un comportamiento perfectamente normal frente a su nieta. Seguramente este acercamiento al lugar, es decir de la coexistencia posible de una realidad psíquica estructurada por la forclusión con un conjunto de otras realidades por represión, Mariane no puede ser etiquetada «psicótica». Mariane ha vivido ciertamente un episodio de delirio, pero de ningún modo ha perdido el contacto con la realidad" (17.282) La cita transcripta concuerda con lo sostenido del ‘caso Mariane’. Etiquetarla como «psicótica» responde a una Psiquiatría pre-freudiana. El ‘caso Mariane’ hace a la «clínica de las psicosis», la particularidad de "Las Psicosis Transitorias a la luz del concepto de Forclusión local de Nasio".

El concepto de Nasio aparece tanto como novedoso como ya sabido; pero es una innovación para el psicoanálisis. Permite pensar que en ‘un caso’ pueden alternarse ‘psicosis transitorias’ con ‘psicosis estables’, tal como ocurre en los trastornos maníaco-depresivos. O bien coexistir en ún caso’ diferentes formaciones psíquicas, las formaciones del inconsciente, producidas por la represión, con las formaciones del objeto a, producidas por represión o forclusión. De estas últimas las formas delirante-alucinatorias, son su paradigma, con el pasaje al acto y los fenómenos psicosomáticos. Estas en oposición a las producidas por represión: el fantasma. En tanto pensamos que las patologías son a la vez, individuales y con un ‘lazo social’, es de aquí que se deriva la conjetura clínica de Nasio, del "objeto elegido fantasmatizado". Debemos buscarlo en todas las patologías.

El objeto elegido fantasmatizado.-

Juan David Nasio nos orienta en la clínica del fantasma lacaniano con su enseñanza: "el objeto elegido fantasmático". La conjetura de Lacan ha modificado el imaginario teórico del psicoanálisis, el prejuicio de la relación sujeto-objeto. Si el objeto del fantasma va más allá de la subjetividad de la persona ‘elegida’ , no deja de estar presente la ‘persona del elegido’, a su vez con su propio fantasma. Lo que hace jugar al primero como ‘como objeto fantasmático elegido’ del segundo; así entre muchos, es la complejidad de lo grupal y lo colectivo, de las relaciones, de las elecciones de objeto. En la escena real se produce las interacciones del fantasma; escenas sobre la escena real. Es fundamental la aseveración de Nasio: "Solo hay relación recíproca en la función del fantasma".

Escribe en "El libro del amor y el dolor": "El fantasma es el nombre que le adjudicamos a la soldadura inconsciente del sujeto con la persona del viviente del elegido (...) el elegido existe por partida doble: por un lado fuera de nosotros, bajo la especie de un individuo viviente en el mundo, y por el otro, en nosotros, bajo la especie de una presencia fantasmatizada-imaginaria, simbólica y real-que regula el flujo imperativo del deseo y estructura el orden inconsciente. De las dos presencias, la viviente y la fantasmatizada, es la segunda la que predomina".(17.50/51)

El fantasma, como ‘el objeto fantasmático elegido’, implica la conjetura de que desarrollé en otro trabajo ‘que el co-delirio de la Folie a Deux, es un anudamiento del ‘delirio de relación’ y del ‘fantasma’. (3). Debemos partir que, la llamada ´folie’ equivale en castellano a ‘locura’, pero en tanto la ‘locura’ se trasmite, se comparte, no así ‘las psicosis’; se trasmite el ‘co-delirio’. Es necesario descubrir la ‘coexistencia’ de estas estructuras ‘La Folie a Deux, o de ‘Plusiers’, en la clínica de "Las psicosis". El ‘co-delirio’ es lo propio de la ‘Folie a deux’. Actúa como un estabilizador de los integrantes de la ‘Folie’ , sea en el ‘delirio familiar colectivo’; no significa el ‘delirio de las psicosis’, pero puede encubrirlo.

Puede ocurrir que en el co-delirio actúe en ‘el delirio de relación’ como una "formación del objeto a"(14), Este ‘delirio de relación’ puede adoptar, retomando a Freud, la forma de curación de las formaciones patológicas de las psicosis; las que actúan como un intento de reestablecer los lazos con la realidad.(7) Siguiendo a Nasio a las "Las psicosis locales o temporarias" (17), coexistiendo con las ‘psicosis permanentes’. Es la compleja patología de las ‘Hermanas Papin’, la ruptura de la ‘Folie a plusiers’ produjo el "pasaje al acto. (14)

Bibliografía.

1.-del Campo Emiliano. "Freud con Schreber.’Las Memorias de un enfermo nervioso’. Escribir la locura." (Acheronta N° 10).
2.-del Campo Emiliano. "Los escritos de Louis Wolfson (Un esquizofrénico) Una lectura lacaniana, desde la Whandichtung freudiana. (Acheronta N° 10)
3.-del Campo Emiliano. Ricardo, la cura de un fetichista. Del fetichismo al masoquismo. Inédito)
4.-del Campo Emiliano. La folie a Deux y Lacan. De la Psiquiatría al Psicoanálisis. Lo grupal. Acheronta N°11.-
5.-Dvostkin Hugo. La ley y el Psicoanálisis. (Acheronta N° 11).-
6.-Freud Sigmund. Las neuropsicosis de defensa. 1894 Obras Completas. Tomo III. Amorrortu. Editores.-
7.-Freud Sigmund. Introducción del Narcisismo. 1914.Obras Completas. Tomo XIV Amorrortu Editores.-
8.-Freud Sigmund. De la Historia de una Neurosis Infantil. (El Hombre de los Lobos). 1914. Obras Completas. Tomo XVII. Amorrortu Editores.-
9.-Freud Sigmund. La pérdida de la realidad en las neurosis y psicosis. 1924. Tomo XIX. Obras Completas. Amorrortu Editores.
10.-Freud Sigmund. La negación. 1925. Tomo XIX Obras Completas. Amorrortu Editores.-
11.-Freud Sigmund. Construcciones en el análisis. 1937 Tomo XXIII. Obras Completas. Amorrortu Editores
12-Freud Sigmund. Esquema de psicoanálisis.-1938 Tomo XXIII. Obras Completas. Amorrortu Editores.-
13.-Lacan Jacques.- Seminaire ‘Logique du fantasme’ Inédito.
14.-Nasio Juan David. Les yeux de Laure.-1987. Aubier Paris.
15.-Nasio Juan David. Enseñanza de los 7 Conceptos Cruciales del Psicoanálisis. 1989.Gedisa Editorial.-
16.-Nasio Juan David. El libro del amor y el dolor. Gedisa Editorial.
17.-Sous la direction de J. N. Nasio. Les GRANDS CAS de PSYCHOSE. 2000. Editions Payot & Rivages. Paris.
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Revista de Psicoanálisis y Cultura
Número 12 - Diciembre 2000
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